Taiwan Today

El intelectual japonés Mineo Nakajima afirmó recientemente que las opciones para la modernización económica y el desarrollo del régimen de Pekín son muy limitadas porque ni pueden cambiar su sistema por el de libre empresa ni tampoco continuar siendo una sociedad burocrática y comunista ortodoxa. Hablando en un seminario sobre la presente situación en la China Continental en el Instituto del Asia y del Mundo, el profesor Nakajima de la Universidad de Idiomas Extranjeros de Tokio, afirmó que si Pekín abre sus puertas permitiendo ingresar mucha influencia extranjera, esto le ha de crear más problemas que beneficios. Al mismo tiempo enfatizó que si el régimen de Pekín desea realmente construir una nueva sociedad, debe restablecer la genuina cultura China para los habitantes del Continente. China Comunista, al igual que la Unión Soviética se enfrenta con las mismas dificultades de la ineficiencia en su desarrollo económico, agregó, recalcando que la prioridad del régimen de Pekín en el presente es incrementar la productividad agrícola en las comunidades rurales. Sin embargo, expresó su pesimismo acerca de la perspectiva del régimen de Pekín de mejorar los niveles de vida y la productividad en las áreas rurales, porque niega tanto el principio de la propiedad personal de Confucio, como la filosofía Taoista de la libertad individual. A fines de este siglo, -señaló el profesor Nakajima- aún en el caso que el régimen de Pekín pudiera realizar su meta de incrementar el ingreso per cápita a US$1.000 en el Continente, el producto nacional bruto de países y áreas como Hong Kong, República de China, Corea del Sur y Singapur excederían los de China Comunista. Volviendo a la presente situación en el área del Estrecho de Taiwan, el intelectual japonés dijo que en tanto que la República de China pueda continuar manteniendo su desarrollo económico y fortalecer su fuerza militar, estará preparada para defender su propia seguridad contra cualquier amenaza de China Comunista. Elogió a la República de China por sus realizaciones y estabilidad social a pesar de los repetidos contratiempos diplomáticos durante la década de los años 70, observando que "La República de China está hoy en una fuerte posición y ha llegado a ser uno de los líderes de los poderes económicos y políticos en esta Darte del mundo."