Los Comunistas chinos han encontrado creciente resistencia entre la juventud del Continente, que ha preparado huelgas, manifestaciones, boicoteado clases y sindicatos para protestar contra la política de enviar a los jóvenes a trabajar a áreas remotas.
Un informe de China Continental indicó que numerosos jóvenes fueron asesinados en noviembre pasado en Aksu, la provincia occidental de Sinkiang, después que 70,000 de ellos llevados al campo desde Shanghai organizaron una manifestación.
Los manifestantes se apoderaron del edificio del Departamento de Agricultura y pidieron que el régimen de Pekín les dejara volver a Shanghai. El "viceprimer ministro" comunista Wang Chen se vio obligado a regresar de prisa a Aksu desde Pekín e instruyó a las tropas para que reprimieran a los jóvenes por todos los medios posibles aún si ello significaba una matanza.
En realidad, la política de rusticación del régimen de Pekín ha sido desafiada desde el invierno de 1978, cuando miles de jóvenes realizaron manifestaciones en Yunnan y Shanghai.
Una publicación pro-Pekín reveló que el 8 y el 12 de octubre pasado, más de 2,000 estudiantes del "Colegio Normal de Hunan" y "la Universidad de Hunan" de China Comunista, habían organizado dos veces manifestaciones en frente del cuartel general provincial del partido comunista en Changsha para protestar contra una injustificada decisión sobre elecciones.
Los estudiantes declararon que el régimen había incumplido su promesa de celebrar elecciones directas a nivel de condado y suprimido algunos candidatos.
El mismo informe dijo que un total de 79 estudiantes de los dos establecimientos educativos organizaron una huelga de hambre del 14 al 16 de octubre del año pasado, para obligar al "gobierno central" a prestar más atención a este caso.
Miembros de una misión sindicalista francesa descubrieron que durante su visita a China Continental en marzo pasado, Ni Chih-fu, "presidente" de la "federación de sindicatos" de China Comunista había admitido que la inquietud laboral se ha convertido en un creciente problema para los comunistas chinos.
Funcionarios de la federación dijeron que dos fábricas de Shanghai habían sido afectadas recientemente por las huelgas. En un caso, los trabajadores pidieron "jugar limpio" y en el otro, habían amenazado con establecer sindicatos comerciales libres al estilo polaco.
Un artículo en el comunista "Diario de Taiyuan" fechado el 27 de febrero, indicó que los trabajadores en el área de Taiyuan habían organizado un "partido democrático de China" para oponerse al partido comunista.
Un reportaje de UPI desde Pekín dijo que el 25 de marzo, una organización similar con el mismo nombre había sido formada entre estudiantes de la "Universidad de Pekín". Habían publicado manuales introduciendo pensamientos anticomunistas y urgiendo al pueblo a apoyar la lucha anticomunista.
En una reunión del partido al principio del año pasado, Teng Hsiao-ping admitió que aquellos que se oponen al sistema socialista y al caudillaje comunista consideran que el capitalismo es superior al socialismo y que Taiwan se halla en una mejor situación que China Comunista. Para cambiar la tendencia, el régimen de Pekín ha iniciado una campaña denominada "Amad al partido, amad al pueblo" y poder superar la creciente crisis y falta de confianza.
Los comunistas han tratado de distorsionar los hechos sobre los países libres para reducir así el anhelo de los jóvenes del Continente de luchar por una sociedad libre y democrática.
El 12º Congreso Nacional de Kuomintang causó pánico en el régimen de Pekín que lanzó fuertes ataques contra la trascendental conferencia. El 7 de abril, un informe de "Hsinhua" manifestó que el KMT intensificará sus actividades en China Continental, revelando completamente el temor de los comunistas chinos a la inclinación del pueblo hacia el San Min Chu I (Los Tres Principios del Pueblo).
Según observadores internacionales, el régimen de Pekín encontrará que la situación empeora y va quedando fuera de su control, sin importar cómo trate de dar marcha atrás a esta tendencia, puesto que más y más jóvenes del Continente se dan cuenta a diario del fracaso comunista.