Taiwan Today

Era prácticamente unborrable para mi la imagen que tenía del oriental, específicamente del chino, lograda a través de un prisma distorsionado de aquellos años en donde manejaban totalmente el negocio de abarroterias y tiendas. Confieso que hoy esa concepción ha cambiado en forma dramática al apreciar, de propia percepción, otro tipo de situación diametralmente opuesta a la ya expresada. Cuando en octubre del año pasado recibimos la visita en nuestro Despacho del Dr. James Soon, Director de la Oficina Gubernamental de Información del Gobierno de la República de China y Secretano Privado del Actual Presidente de ese país, recibimos igualmente la invitación oficial para que visitáramos Taiwan, Isla de un poco más de 36 mil kilómetros cuadrados, cuya superficie ha sido aprovechada a su máxima capacidad por sus 18 millones de habitantes. Taipei, su capital, vibra diariamente con una especial sincronía propia de las grandes ciudades de Oriente. El esfuerzo realizado en treinta y dos años de proceso es digno de admirar para quien no comprende cómo ha sido posible el grado de desarrollo alcanzado en tan poco tiempo, por un país que no sólo ha tenido que luchar contra los emporios económicos como Japón, manteniendo igualmente de manera paralela una constante y hasta encarnizada lucha política con el Gobierno de China Continental. Sin embargo, al márgen de las implicaciones políticas, debo reconocer que el crecimiento agrícola e industrial de la Isla es pasmoso por no decir lo menos. Su enorme astillero de Kaohsiung representa una de las obras por la cual los chinos se sienten orgullosos. Prácticamente el astillero ha monopolizado la construcción y reparación de barcos mercantes de ese sector de Asia hasta el año de 1982, inclusive, lo cual propicia enormes ingresos y empleo en esa área del país. A menos de diez años de haberse lanzado el ambicioso programa de 6.65 mil millones de balboas que incluía el Astillero, la Autopista, el Aeropuerto Internacional, la Planta integrada de Acero, la electrificación del ferrocarril, la industria petroquímica, los Puertos de Taichung y Suao y los plantas de energía nuclear, el Gobierno de Taiwan ha completado prácticamente dos terceras partes de este vasto programa. No quiero hacer una relación de detalles, por cuanto pudiera dar la impresión de que lo que estoy haciendo es únicamente trasladar datos y hechos fríos, sin expresar realmente mis propias impresiones sobre la actividad diaria de los 18 millones de personas que se encuentran diseminadas a lo logro de la isla y cuya visión recogí por propia inquietud, sin que hubiera de por medio el clásico "chaperón" que me estuviera marcando lo que tenía que ver. (Adaptación de Crítica de Panamá)