P.- ¿De qué modo el desarrollo de los lazos entre los Estados Unidos y China Comunista -desde la "normalización"-, y la invasión de Afganistán han afectado la política exterior de la República de China?
R.- Las relaciones entre los Estados Unidos y el régimen comunista chino fueron construídas sobre una base inestable de conveniencia. Cualquier paso adicional que Washington pueda tomar para acercarse a Pekín, como el suministrar a Pekín sofisticados equipos con doble propósito, no podrá detener la agresión soviética sino que incrementará la habilidad de los comunistas chinos para invadir a otros países en esta región. Eventualmente, la propia seguridad de los Estados Unidos y la del mundo libre en general estará amenazada.
Durante un largo tiempo la República de China ha estado haciendo importantes contribuciones para salvaguardar la paz y la seguridad en el Pacífico Occidental. Haciendo caso omiso del futuro desarrollo de la situación internacional, la República de China se adherirá firmemente a la política anticomunista y se unirá con todos los otros países y pueblos amantes de la libertad en la lucha común para avanzar hacia la justicia internacional y asegurar la paz mundial.
P.- ¿Está la República de China en favor de un esfuerzo combiando entre los Estados Unidos y China Comunista para contener a la Unión Soviética en el Sur de Asia?
R.- Es cierto que existe una desavenencia entre Pekín y Moscú. Pero el objetivo tanto de Pekín como de Moscú es comunizar el Sur de Asia e incluso el resto de Asia permanece igual. Los intentos para aplacar la agresión o derrotar a un enemigo con otro pueden solamente agravar la caótica situación y traer en torno interminables disturbios.
P.- ¿Es afectada la recuperación del Continente por la relación entre los Estados Unidos y China Comunista?
R.- Sabemos que los comunistas chinos establecieron su régimen por medio de la rebelión armada. Mientras el régimen se mantenga en el Continente con medidas tiránicas, nunca tendrá ganado el apoyo del pueblo chino. La República de China, con sus instituciones políticas basadas en las doctrinas del Dr. Sun Yat-sen y en una economía próspera de libre empresa, ofrece a los chinos del Continente una alternativa para el totalitarismo comunista y mantiene viva su esperanza para una China libre, democrática y unificada. Los recientes carteles murales en Pekín atestiguan el hecho de que el estilo democrático de vida en la República de China es la aspiración común del pueblo chino. Nuestra política de recuperación nacional y reconstrucción nacional nunca cederá bajo ninguna circunstancia. Nosotros continuaremos permaneciendo firmes en la realización de nuestra política nacional anticomunista, para el cumplimiento de nuestra sagrada misión de restituir la libertad a los sufridos chinos que viven en China Continental.