Personal de las Fuerzas Armadas, funcionarios gubernamentales y militares retirados se reunieron el 27 de agosto en el Monumento Nacional de los Mártires Revolucionarios, ubicado en Taipei, para una ceremonia especial de “bienvenida a casa” a los espíritus de decenas de miles de soldados de la República de China que perecieron en combate en Myanmar (Birmania) durante la II Guerra Mundial.
La solemne ceremonia fue presidida por el ministro de Defensa Nacional, Yen Ming, y se realizó una semana antes del Día de las Fuerzas Armadas, con el fin de rendir respetos a las tropas chinas que ofrendaron sus vidas luchando junto con las Fuerzas de los Aliados en contra de Japón, entre 1942 y 1944.
Yen dirigió a todos los presentes, entre los cuales también se encontraban académicos y legisladores, para hacer una reverencia ante una tablilla conmemorativa a los soldados fallecidos.
“Recibirlos de 'vuelta' al Monumento de los Mártires fue un momento muy conmovedor”, reveló ante la prensa el legislador Chen Chen-hsiang, después de asistir a la ceremonia. Chen, un general retirado del Ejército, fue el iniciador de la propuesta para traerlos de vuelta al país por el cual sacrificaron sus vidas para protegerlo.
“Ellos no serán olvidados”, añadió. Los militares de la República de China que fueron enviados a Myanmar jugaron un papel importante en la protección de una importante cadena de suministro entre la provincia china de Yunnan y el norte de Birmania, entonces una colonia británica.
“Ha sido grandioso”, comentó el teniente general retirado Wu Chao-yu acerca del evento. A pesar de tener sus movimientos limitados al estar en una silla de ruedas, el anciano de 92 años de edad considera que tenía que estar presente, debido a que la ceremonia era “imprescindible”.
Wu participó en la batalla en contra de las fuerzas japonesas en Myitkyina, en el norte de Birmania en 1944, y dijo que uno de sus amigos pereció en combate.
La ceremonia se realizó tras un viaje realizado una semana antes por funcionarios del Ministerio de Defensa Nacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Comisión para los Asuntos de Compatriotas en Ultramar a Myitkyina, con el propósito de realizar ceremonias destinadas a reunir a las ánimas errantes de los soldados de la República de China, con la ayuda de un maestro religioso.
El grupo retornó a Taiwan tras haber llamado de vuelta a unas 60 mil ánimas heroicas, reveló el mayor general Huang Chin, jefe de la delegación.
De 1942 a 1944, más de 300 mil soldados fueron enviados como parte de una fuerza expedicionaria china que combatió junto con tropas de Estados Unidos y el Reino Unido. Esas batallas ayudaron a asegurar la victoria de los Aliados en la II Guerra Mundial.