El presidente Ma Ying-jeou rechazó el principio de “un país, dos sistemas” propuesto por China continental.
“A inicios de la década de 1980, el concepto de ‘un país, dos sistemas’ fue creado para Taiwan, no para Hong Kong. Pero, Taiwan ha emitido un claro mensaje de que nosotros no aceptamos el concepto”, dijo Ma en una entrevista exclusiva con un corresponsal de la cadena de televisión por satélite en lengua árabe, Al Jazeera.
“Si el sistema fuese bueno, entonces creemos que debería ser “un país, un sistema”, señaló el Mandatario.
“No esperamos entrar en guerra contra el Partido Comunista Chino”, dijo Ma, añadiendo que “en vez, esperamos minimizar la posibilidad de una guerra entre nosotros”.
Los comentarios del presidente Ma siguen las declaraciones del presidente de China continental, Xi Jiping, el 26 de septiembre, que fueron interpretadas por los medios de comunicación estatales como una advertencia contra la independencia de Taiwan, destacando que Pekín “no tolerará ningún acto secesionista”.
Xi manifestó que su gobierno procura una reunificación pacífica, usando el principio de “un país, dos sistemas” para Taiwan, tal como lo hizo con Hong Kong.
Refiriéndose a las protestas pro-democráticas en Hong Kong, el presidente Ma dijo que “Taiwan es el único lugar donde los chinos podemos practicar la democracia… Estamos preocupados acerca de los eventos en Hong Kong… Estamos muy preocupados acerca de cómo afectará el futuro de Hong Kong, así como la imagen internacional de China… Hong Kong ya se ha convertido en un centro financiero mundial”.
Por otro lado, Ma señaló que desde el traslado de la sede del Gobierno de la República de China a Taiwan en 1949, las relaciones entre los dos lados han sido antagónicas y de confrontación. “Sólo en los últimos seis años hemos reducido la tensión a través del Estrecho de Taiwan e iniciado el proceso de reacercamiento… Los cambios no serán tan rápidos; somos cautelosos. Nuestro pueblo espera que no se avance muy rápido”, afirmó Ma.
China continental considera que Taiwan es una “provincia rebelde”. En Taiwan, el pueblo sigue siendo cauteloso con respecto al gobierno autoritario en Pekín.