El presidente Ma Ying-jeou hizo un llamado por la paz permanente en el Estrecho de Taiwan e hizo hincapié en el desarrollo pacífico de la región, en el transcurso de un evento conmemorativo realizado el 22 de octubre en ocasión del 65º aniversario de la histórica Batalla de Kuningtou (Guningtou) en la isla de Quemoy (Kinmen).
La batalla, que ocurrió en 1949, fue una ardua confrontación armada donde las tropas de la República de China repelieron el ataque de una columna de más diez mil soldados chino-comunistas y capturaron a unos siete mil prisioneros de guerra, recordó Ma en un discurso pronunciado en la sede del Comando de Defensa de Taiwan.
Destacando que cerca de 1.200 soldados de la República de China perecieron y muchos otros fueron heridos en la batalla, el Mandatario expresó su agradecimiento a los civiles y militares en Quemoy por el importante papel que desempeñan en la defensa de ese grupo de islas cercanas a la costa de China continental.
“Ambos lados deben aprender del pasado y procurar una paz continua a través del Estrecho”, dijo Ma, añadiendo que “es lo más importante al momento de recordar la batalla de Kuningtou”.
En el acto conmemorativo, el presidente Ma hizo sonar una campana ceremonial en el Parque Conmemorativo de la Paz en Quemoy. En la ceremonia simbólica, varios funcionarios acompañaron al Mandatario para tañer la campana.
El 25 de octubre de 1949, las fuerzas comunistas partieron de la ciudad chino-continental de Amoy (Xiamen) para invadir Quemoy, situada a unos kilómetros de dicha ciudad. El plan era apoderarse de la isla y usarla como un primer paso a la invasión de la isla principal de Taiwan.
En una batalla que duró 56 horas, las fuerzas comunistas sufrieron una rotunda derrota y la victoria obtenida por la República de China constituyó la base para salvaguardar la seguridad no sólo de Quemoy, sino también de las cercanas Islas Pescadores (Penghu) y a Taiwan en las décadas venideras.
La delegación presidencial, acompañada por altos funcionarios locales y veteranos de la citada batalla, también realizó una visita al Cementerio Militar de Taiwu, donde se rindieron honores a quienes sacrificaron sus vidas para proteger al país.