El Yuan Legislativo aprobó el 18 de noviembre una enmienda con el objetivo de robustecer la seguridad alimentaria al dar a las autoridades el poder para imponer fuertes multas sobre las compañías inescrupulosas y apoderarse de sus ganancias ilícitas.
Según las enmiendas a la ley, las compañías pueden ser sujetas a multas de hasta 65 millones de dólares estadounidenses si se descubre que han causado muertes por emplear ingredientes ilegales o falsificados en sus productos alimenticios.
Las personas a quienes se hallen culpables de causar daño a la salud de los consumidores o hasta su muerte por las prácticas antes mencionadas pueden ser condenadas a cadena perpetua y las multas impuestas serán de 6,5 millones de dólares estadounidenses.
Para dar más poder a las penas, la enmienda a la Ley que gobierna la seguridad y sanidad alimentaria separa la multa del decomiso de las ganancias comerciales obtenidas por medios ilegales, permitiendo a las autoridades imponer ambas sanciones en un mismo caso.
Muchas empresas de alimentos manifestaron su apoyo a estas enmiendas e inmediatamente se comprometieron a acatar las nuevas directrices.
Wu Chia-cheng, profesor del Departamento de Química de la Universidad Nacional Normal de Taiwan y exsecretario general de la Fundación del Consumidor, advirtió que no obstante las enmiendas, tanto el Gobierno como el público en general deben permanecer alertas en cuanto al tema de la seguridad alimentaria. También sugirió otras medidas, como extender el período de archivo de los recibos electrónicos para permitir más tiempo de verificación, y que se incluyan temas relacionados a la seguridad alimentaria en el currículum estudiantil, a fin de que las generaciones jóvenes se eduquen en este tema.