La Liga Mundial para la Libertad y la Democracia (WLFD, siglas en inglés), con sede en Taipei, realizó una conferencia el 23 de enero para celebrar el Día Mundial de la Libertad 2015.
Un total de 22 países y territorios, incluyendo Camboya, Nepal, Bangladesh, Myanmar, Malasia, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Bélgica, Francia, México y Nicaragua; entre otros, enviaron representantes al evento. También asistieron dos representantes del Departamento de Organizaciones de Información Pública y No Gubernamentales de las Naciones Unidas, del cual es miembro la WLFD. Entre los expositores, se encontraban Camsek Chin, presidente del Senado de Palau; Axel Fischer, parlamentario alemán; así como Emily Lau y Helena Wong, dos miembros del Consejo Legislativo de Hong Kong.
Por la noche del mismo 23, el ministro de Relaciones Exteriores, David Y. L. Lin fue el anfitrión de una recepción de bienvenida para los participantes, realizada en la Casa de Huéspedes de Taipei. Durante la velada, Lin declaró que el Gobierno de la República de China seguirá desplegando sus mayores esfuerzos para profundizar y consolidar aún más la democracia en el país.
“Los asombrosos éxitos que la República de China, un miembro fundador de la WLFD, ha alcanzado en la promoción de la democracia y en la protección de los derechos humanos han sido altamente reconocidos por la comunidad internacional”, manifestó Lin.
A la velada también fueron invitados el Cuerpo Diplomático acreditado en la República de China; así como importantes líderes políticos de la nación.
La WLFD es una organización internacional no gubernamental que evolucionó a partir de la Liga Anticomunista, iniciada por los líderes de la República de China en Taiwan; Corea del Sur y Filipinas en 1954. Su nombre se cambió en 1990 para adaptarse a la realidad política mundial y atraer a más personas al movimiento en pro de la libertad y la democracia.
El Día Mundial de la Libertad conmemora el hecho que al terminar la Guerra de Corea en 1953, más de 22 mil ex prisioneros de guerra chino-comunistas y norcoreanos fueron retornados a sus respectivos países. Sin embargo, 14 mil de los soldados chino-comunistas decidieron no volver a su nación, y arribaron al Puerto de Keelung en Taiwan, el 23 de enero de 1954.