Durante una audiencia concedida el 5 de marzo en el Palacio Presidencial al subdirector del Instituto Hoover de la Universidad Stanford de Estados Unidos, Eric Wakin; el presidente Ma Ying-jeou reiteró que su Administración continuará promoviendo las relaciones entre Taiwan y China continental con base en el Consenso de 1992, ya que el mismo ha ayudado a estabilizar las relaciones entre ambos lados.
En particular, el Mandatario se refirió a sus declaraciones hace siete años, cuando asumió el poder por primera vez, afirmando que su Administración mantiene el estatu quo a través del Estrecho mediante una política de no unificación, no independencia y no uso de las armas, basada en la Constitución de la República de China.
Los comentarios del presidente Ma surgieron un día después de que el presidente chino-continental, Xi Jinping, advirtió que las relaciones entre ambos lados del Estrecho podrían regresar a un estado turbulento si su base, a saber, el Consenso de 1992, se ve afectado.
Las palabras de Xi estaban claramente dirigidas al opositor Partido Democrático Progresista, ya que el mismo ha indicado que no está comprometido con tal Consenso.
El Consenso de 1992 se refiere a los resultados de una reunión entre los representantes semi-oficiales de Taiwan y China continental realizada en 1992 sobre el “principio de una China”, según el cual ambas partes reconocen que hay una sola “China”, pero acordaron que cada una puede interpretar “una China” con su propia definición.
Las palabras de Xi fueron apoyadas por el primer ministro chino-continental, Li Keqiang, durante un informe de la labor gubernamental en la apertura de la tercera sesión de la 12ª Asamblea Popular Nacional en Pekín.
Según Chao Chien-min, director del Instituto de Posgrado sobre el Pensamiento de Sun Yat-sen y Estudios sobre China continental de la Universidad de la Cultura China, el hincapié de los dos líderes en el Consenso de 1992 muestra que el mismo no puede ser evitado.