La República de China emitió el 12 de abril una firme protesta después que Kenia citara la política de “una China” como fundamento para deportar a varios ciudadanos taiwaneses a China continental tras haber sido acusados de fraude telefónico.
En una declaración, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA, siglas en inglés) de la República de China, protestó en contra de la decisión de Kenia de extraditar a los sospechosos taiwaneses a China continental y exigió que el país africano ofrezca una “explicación razonable” por sus acciones.
Dicha declaración fue dada a conocer después que los medios de comunicación internacionales citaron que el Gobierno de Kenia había manifestado que los mencionados ciudadanos taiwaneses estaban ilegalmente en Kenia y fueron enviados de vuelta a su lugar de procedencia.
“No mantenemos relaciones oficiales con Taiwan. Creemos en la política de ‘una China’. Tenemos relaciones diplomáticas con China (continental)”, señaló la canciller keniana, Amina C. Mohamed Jibril, según un reportaje de Reuters.
“No hemos visto una protesta oficial (de Taipei), lo hemos escuchado de los medios de comunicación”, expresó Mohamed, según Reuters.
Hasta la fecha, las autoridades kenianas han deportado un total de 45 originarios de Taiwan, acusados de ser miembros de varios grupos que realizan fraudes vía telecomunicaciones, cuyas víctimas han sido ciudadanos chinos continentales.
El primer incidente ocurrió el 8 de abril, cuando ocho taiwaneses fueron extraditados en un vuelo hacia China continental, tres días después de haber sido absueltos y dejados en libertad por una corte keniana tras haber sido acusados de cargos relacionados con establecer equipo de telecomunicaciones sin licencia.
El 12 de abril, la policía keniana forzó por medio de ametralladoras y gas lacrimógeno, a otros 37 ciudadanos taiwaneses a abordar un avión rumbo a China continental. El grupo de taiwaneses incluyó a 22 personas que fueron arrestadas el 8 de abril y otras 15 que también fueron absueltas por la corte el 5 de abril.
El 13 de abril, la Cancillería señaló que se ha dado inicio a una demanda en contra del Ministerio del Interior de Kenia, el Inspector General de la Policía y el Fiscal General.
El canciller David Y. L. Lin objetó ese mismo día los comentarios de la canciller keniana, en cuanto a que Taipei no ha contactado a Nairobi; agregando que una acción legal ha sido iniciada en contra de las autoridades kenianas involucradas.
Taiwan argumenta que los citados funcionarios kenianos permitieron que la policía de dicho país africano detuviera de manera forzosa a los ciudadanos taiwaneses por más de 24 horas; ignorando una orden de la corte, y cooperaron ilegalmente con la Embajada de China continental en Kenia, con el objetivo de deportar a los ciudadanos taiwaneses.
Las detenciones y las deportaciones fueron una violación de los derechos humanos de los ciudadanos taiwaneses, declaró el MOFA.
El Ministerio de Justicia de la República de China también emitió una declaración el día 13 señalando que Taiwan tiene la jurisdicción legal sobre sus ciudadanos, y es necesario negociar con China continental el asunto de la extradición de los taiwaneses deportados a dicho país.
Por su parte, China continental ha señalado que los taiwaneses eran parte de un grupo de fraude telefónico, que incluía a chinos continentales que viven en Kenia y cuyas víctimas eran ciudadanos de China continental.
El Consejo para los Asuntos de China continental, con sede en Taiwan, reveló el día 13 que está organizando una delegación que partirá hacia China continental en dos o tres días con el fin de tratar este asunto.