La presidenta Tsai Ing-wen transmitió el 13 de julio sus sentidas condolencias y respeto a la familia de Liu Xiaobo, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2010 y activista por la democracia y los derechos humanos en China continental, quien falleció ese mismo día a la edad de 61 años.
En un mensaje por Internet, la Mandataria citó una declaración pública realizada por el activista chino-continental en 2009 titulada: “No tengo enemigos –mi declaración final”, en la que Liu expresó optimismo sobre el futuro de China continental porque “ninguna fuerza puede detener el anhelo por la libertad de la naturaleza humana”.
Liu escribió en aquel momento que China continental “será finalmente una nación regida por la Ley, en la que los derechos humanos serán una prioridad”.
La presidenta Tsai aprovechó su mensaje de condolencias para instar a China continental a mostrar confianza, poniendo en marcha reformas políticas para que todo el pueblo chino-continental goce de libertad y democracia, y que se abra una nueva puerta de oportunidades para las relaciones a través del Estrecho de Taiwan.
“Si el sueño de China continental es un sueño de democracia, Taiwan brindará toda la asistencia necesaria en el proceso para hacer realidad ese sueño. Creo que eso es lo que Liu Xiaobo querría ver”, agregó Tsai.
“Liu no tenía enemigos, porque la democracia no tiene enemigos”, aseveró Tsai. “Quiero presentar mis respetos a Liu por sus ideales y su persistencia”, concluyó la Mandataria.
Según las autoridades de Pekín, Liu falleció en el Primer Hospital de la Universidad Médica de China en Shenyang en China continental, por complicaciones de un cáncer de hígado.