El 13 de julio comenzaron los ejercicios militares anuales Han Kuang con un ataque simulado por parte de la República Popular China, el cual tuvo como objetivo comprobar la preparación para el combate de las fuerzas militares y de reserva de la República de China (Taiwan).
Al principio de los ejercicios se ordenó a todos los reservistas que se presentaran antes de las 8 a. m. en varios sitios de la nación, mientras que algunas plantas de reparación de automóviles, astilleros y hangares fueron comandados temporalmente para el mismo.
En respuesta a un ataque simulado, los aviones militares de la República de China (Taiwan), que generalmente se despliegan en la costa oeste de la isla, volaron hasta la Base Aérea de Chiashan, en el lado este, para evitar un ataque directo de misiles y bombardeos por parte del enemigo.
Como parte del simulacro, las tropas de defensa respondieron a los ataques aéreos enemigos, barcos de la Marina fueron movilizados y vehículos blindados se trasladaron a la red de alcantarillas y varios puentes, donde fueron cubiertos con redes de camuflaje.
Los ejercicios militares Han Kuang con fuego real de este año se centran en tres áreas principales, comenzando con una prueba para comprobar la capacidad de las Fuerzas Armadas de la nación de repeler al enemigo en la primera ola de un ataque.
Las otras dos áreas, que se pondrán a prueba en los próximos días, implican luchar para derrotar al enemigo en zonas cercanas a la costa y neutralizar a las fuerzas enemigas restantes en las playas y otras zonas de desembarque, respectivamente.
Uno de los aspectos más destacados de los ejercicios militares Han Kuang de este año es la participación por primera vez de los aproximadamente 22 batallones de armas combinadas de la República de China (Taiwan), que se establecieron en septiembre de 2019 y comprenden unidades de infantería y caballería, francotiradores, oficiales de enlace de tres ramas militares y aviones no tripulados, entre otros.