El 10 de agosto, los Institutos Nacionales de Investigación sobre la Salud (NHRI, siglas en inglés) de Taiwan anunciaron que se han visto resultados prometedores en la investigación de una vacuna de ADN contra el virus SARS-CoV-2 (responsable de la COVID-19), y es probable que los ensayos en humanos comiencen a finales de este año.
La vacuna candidata, basada en ADN, demostró ser potente en pruebas con animales, indicaron los NHRI, institución que ha estado realizando experimentos con cuatro variedades de vacunas desde febrero.
Según los NHRI, una de ellas es una vacuna de péptidos que utiliza componentes de proteínas para diseñar respuestas inmunes específicas. Los otros tres tipos que se están probando son vacunas de subunidades recombinantes, basadas en ADN y con genomas reorganizados, respectivamente.
La investigación de los NHRI ha descubierto que cuando se administra la vacuna de ADN, las células de los hámsteres de laboratorio producen patógenos en masa para desencadenar una respuesta inmune, indicó Liao Ching-len, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Vacunología de los NHRI.
Los grupos que recibieron este tipo de vacuna no mostraron pérdida de peso significativa o reducción en la actividad cuando se expusieron al virus SARS-CoV-2, a diferencia de los que no estaban inmunizados, y pudieron frenar la carga viral en sus pulmones, con un nivel de tan solo un 1 por ciento, señaló Liao.
Los ensayos en humanos de la vacuna podrían tener lugar a finales de este año y, con suerte, la vacuna podría llegar al mercado en la segunda mitad de 2021, apuntó Liao.
Liao también anunció que los NHRI trabajarán con Enimmune Corp., con sede en Taichung, en la producción de la vacuna.
Los NHRI anunciaron que ya han solicitado una patente estadounidense para el diseño de su vacuna de ADN.