El 28 de febrero, la presidenta Tsai Ing-wen viajó a Kaohsiung a fin de asistir a la ceremonia principal para conmemorar el 74 aniversario del Incidente 228. Durante el evento, la mandataria presentó una ofrenda floral en memoria de las víctimas de dicho incidente y ofreció un discurso en el que hizo hincapié en la necesidad de enfrentar la historia y a la vez defender la dignidad y los derechos humanos.
Tsai estuvo acompañada por varios altos cargos como el primer ministro, Su Tseng-chang; el presidente del Yuan Legislativo, You Si-kun; y el alcalde de la ciudad de Kaohsiung, Chen Chi-mai; así como varios legisladores afiliados al Partido Democrático Progresista.
“Estamos reunidos hoy aquí frente al Museo de Historia de Kaohsiung. Si observamos cuidadosamente, veremos una gran cantidad de parches en las paredes de la entrada al edificio. Hace 74 años, este lugar fue uno de los escenarios del Incidente 228 en Kaohsiung y estos parches cubren los agujeros dejados por las balas ese año”, declaró la mandataria al inicio de su discurso.
“Estamos reunidos aquí en Kaohsiung hoy para rendir homenaje a las víctimas y consolar a los afligidos”, afirmó Tsai, añadiendo que es necesario enfrentar la propia historia. Para ello, se han liberado los registros relacionados al Incidente 228 y el período autoritario que le siguió.
“Con esta iniciativa, esperamos obtener una mejor comprensión de las formas en que los derechos humanos son transgredidos por medio de la opresión sistemática de los regímenes autoritarios”, señaló Tsai.
En segundo lugar, se debe proteger la dignidad y los derechos humanos, internalizando la conciencia sobre ellos, indicó la mandataria.
En tercer lugar, Tsai advirtió que no se debe transigir con la confianza en la democracia y la libertad, ya que estos valores fundamentales no son negociables.
“Nuestra ceremonia conmemorativa anual que marca esta tragedia no es solamente un símbolo de introspección nacional. Es una señal de que el pueblo de Taiwan no olvidará el sufrimiento bajo el régimen autoritario y atesorará la libertad y la democracia tan difícilmente alcanzadas”, aseveró la mandataria.
Durante la ceremonia, estuvieron presentes descendientes de las víctimas del 228, quienes recibieron certificados para restaurar oficialmente la reputación de sus familiares, ya que muchos de ellos fueron calificados como amotinados, rebeldes y comunistas en aquella época.
El Incidente 228 se refiere a la violenta represión de las protestas antigubernamentales que ocurrieron de finales de febrero a mediados de mayo de 1947 en Taiwan, bajo la Administración del Kuomintang. El Incidente 228 fue seguido por el período conocido como Terror Blanco, durante el cual fue suprimida la disidencia política.
La ceremonia de conmemoración se realiza tradicionalmente en Taipei, donde inició el Incidente 228. Sin embargo, el alcalde de la ciudad de Kaohsiung, Chen Chi-mai, afirmó que llevar este evento en la sureña metrópolis ayuda a sanar las heridas históricas porque fue uno de los lugares con mayor cantidad de víctimas.
Hsueh Hua-yan, presidente de la Fundación Conmemorativa del Incidente 228, señaló que, basado en los archivos oficiales, se estima que al menos 10.000 personas desaparecieron o fallecieron durante el incidente.