Es para mí un gran honor poder saludar a través de Ustedes a todos mis amigos, los lectores de China Libre.
Hace tres meses que llegué a esta hermosa tierra y hoy, mi familia y yo estamos consustanciados con la cordialidad de su gente, la belleza de sus paisajes, lo profundo de su cultura, y su extraordinario desarrollo, gracias a la laboriosidad de este heroico pueblo.
Mi labor diplomática se ve facilitada por las excelentes y estrechas relaciones que unen a nuestros pueblos y gobiernos, patentizada en la gran amistad que unen a nuestros gobernantes, el Presidente Lee Teng-hui y el Presidente Juan Carlos Wasmosy. Mis acciones se nutren de las palabras del Presidente Wasmosy, quien en ocasión de recibir la condecoración Jade Brillante con Gran Cordón, el 25 de agosto de 1995, expresó que: «nuestro entendimiento se basa no en conveniencias circunstanciales, sino en la identificación que surge de las similares vicisitudes que nos sirvieron de experiencia vital y forjaron un carácter siempre dispuesto a enfrentar y a vencer dificultades. Justamente por eso, es que no podemos sino mirar con optimismo nuestro futuro y nuestro destino».
Mi país, el Paraguay, inició una nueva etapa el 15 de agosto de 1993, con la gestión gubernativa del Presidente Wasmosy, tras las elecciones libres y democráticas del 9 de mayo del mismo año, desde donde se desarrolla con el invaluable instrumento democrático del diálogo, la concertación y los acuerdos con las fuerzas opositoras, que todas juntas ejercen mayoría en ambas Cámaras del Congreso Nacional. Este entendimiento de la realidad política, que es compartida con la mayoría de los partidos opositores, nos ha permitido establecer un pacto que aseguró la gobernabilidad democrática del país para cumplir en libertad con las postergadas y legítimas aspiraciones del pueblo.
Teniendo como marco jurídico la Constitución Nacional promulgada en 1992, se ha trabajado en la promulgación de las leyes previstas para garantizar al pueblo paraguayo y a todos los extranjeros que deseen trabajar en nuestro país, como también a la comunidad internacional, una justicia soberana, independiente y confiable, exenta de presiones exógenas de cualquier naturaleza.
Aparte de crear un sistema judicial independiente, no menos trascendente resultó la constitución del Tribunal de Justicia Electoral, que ha garantizado elecciones justas en el Paraguay.
Su Excelancia Juan Carlos Wasmosy felicita al Señor Embajador Ceferino Valdez Peralta quien lo acompaña su Señora la Dra. Lechi Dias Lavigne.
En el orden interno, se ha otorgado a sectores como la educación y la salud preeminencia en materia de recursos presupuestarios. El Presidente Wasmosy ha dicho en repetidas ocasiones: «la educación es mi obsesión». Para ello, la reforma de la educación está en plena ejecución, orientada a la formación del hombre crítico, con valores y actitudes para construir la sociedad democrática; asimismo, se tiene a la salud como una de las columnas políticas sobre las que se fundamenta el desarrollo del país, siendo la política del Gobierno Nacional priorizar la atención integral de la madre y el niño.
En Paraguay, todos los derechos humanos enunciados en la Constitución Nacional son respetados y garantizados por el Gobierno Nacional.
En el campo de la integración, el Paraguay es miembro del MERCOSUR, basado en el Tratado de Asunción, firmado el 26 de marzo de 1991 y ampliado con el Protocolo de Ouro Preto del 17 de diciembre de 1994; que ya es una realidad basada en dos pilares importantes, que son la democracia y la solidaridad internacional.
El MERCOSUR es una integración regional abierta, con posibilidades de ingreso de otros países; y así se ha llegado a la firma de acuerdos con la Unión Europea y se está negociando con otros bloques como el Grupo Andino.
Para que pueda funcionar debidamente el esquema de integración del MERCOSUR, hace falta una mayor integración física y el fortalecimiento de la infraestructura del transporte, comunicaciones y energía.
Se ha podido llegar a un entendimiento entre los cuatro países del MERCOSUR para construir una hidrovía de los Ríos Paraguay y Paraná; desde el Puerto Cáceres en Brasil hasta el de Nueva Palmira en el Uruguay. El MERCOSUR también necesita una conexión bioceánica, del Atlántico al Pacífico, que podría ser del puerto brasileño de Santos al puerto chileno de Antofagasta, atravesando Brasil a la altura de Foz de Iguazú, pasando por el Paraguay, Asunción, Mariscal Estigarribia, cruzando el Río Pilcomayo, Pozo Hondo, por Salta hasta Antofagasta, u otras vías alternativas; que nos abriría el paso hacia el mercado asiático.
El Paraguay, gracias a los estrechos lazos diplomáticos, debe ser la puerta de ingreso de la República de China al MERCOSUR, ya que tiene las ventajas de su situación geográfica, bajos costos de la electricidad, mano de obra barata, primas de seguro social muy bajas, así como abundancia de tierra e incentivos para la inversión.
Estas condiciones hacen de mi país un lugar ideal para la inversión de las empresas taiwanesas, en particular las empresas de alta tecnología y la conformación de joint-ventures paraguayo-chinas, objetivo principal de la Alianza Paraguayo China, institución que reúne a importantes miembros de la empresa privada en el Paraguay. Un importante apoyo a las empresas taiwanesas constituye la presencia del Banco Chinatrust en Asunción, que inauguró su sucursal para Latinoamérica el año pasado.
Antes de mi nombramiento como Embajador ante la República de China, he visitado este país en tres ocasiones y en cada una de ellas he quedado asombrado del rápido desarrollo económico, social, político y tecnológico que ha transformado a esta nación en una pujante democracia, mucho de ello gracias al firme y decisivo liderazgo de su Presidente, el Excelentísimo Señor Lee Teng-hui.
Nosotros reconocemos vivamente el apoyo recibido de la República de China en los proyectos de cooperación agrícola; fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa; el envío permanente de expertos de los sectores textiles y madereros, y de la industria alimenticia; los centros de transferencia de tecnología; y esperamos con ansias el apoyo a la construcción del Parque Oriental de Ciudad del Este, una nueva urbe en el Bajo Chaco que sería la extensión de la Ciudad de Asunción al otro lado del Río Paraguay y el establecimiento del MERCOSUR Trade Center, en Asunción, con el apoyo de CETRA (Consejo para el Desarrollo del Comercio Exterior de China).
Una de mis preocupaciones y mi principal objetivo es aumentar el intercambio comercial y las inversiones. Nuestra balanza comercial es bastante desfavorable al Paraguay, nosotros compramos mucho más de la República de China de lo que vendemos, y estamos con intenciones de encontrar nuevos productos de exportación, para lo cual tenemos el apoyo de CETRA y otras organizaciones que activamente están haciendo un estudio de mercado.
He asistido con gran orgullo a la fundación de la Cámara de Comercio Paraguayo-china, con sede en Taipei. La nueva entidad unirá a empresas y hombres de negocios interesados en mantener vínculos comerciales con el Paraguay. Entre sus objetivos se citan: la promoción del intercambio comercial y económico entre Paraguay y la República de China; patrocinio a la inversión en el mercado paraguayo por parte del sector chino; promoción de intercambios de tecnologías en producción y administración industrial y comercial; patrocinio de visitas recíprocas de grupos económicos, educativos y culturales; así como la promoción de proyectos de inversión.
Esta fundación se realizó el pasado 16 de julio y el primer viaje de visita al Paraguay será en los primeros días de septiembre del corriente año.
En la Cancillería paraguaya están muy avanzados los estudios de un proyecto de convenio aéreo y ésto permitiría que una aerolínea china, podría ser EVA Air, pueda llegar a Asunción o Ciudad del Este, con lo que podríamos exportar los productos perecederos, que actualmente no llegan a este mercado, debido a la distancia. Estos serían carne, frutas, espárragos y otros tipos de legumbres, no sólo para el mercado taiwanés sino para todo el mercado asiático. Nuestra intención es utilizar a la República de China como un centro para ingresar a ese mercado.
Coincide mi estancia como diplomático, con un acontecimiento muy singular, en nuestra relación comercial, por primera vez el Paraguay exporta tecnología de punta y con la feliz coincidencia de que esa primera exportación de tecnología es hacia este pueblo tan amigo, como el de la República de China. En efecto, recientemente ha partido de la Ciudad de Luque, Paraguay, el embarque de dos piezas metalmecánicas denominadas válvulas de mariposas, que llegarán al puerto chino de Keelung a mediados de agosto, para su próxima instalación en la Represa Hidroeléctrica de Ma-an, ubicada en la localidad de Tungshih, Distrito de Taichung.
Otro punto de unión lo constituyen esos hombres y mujeres que hoy constituyen en mi país, la pujante colonia china, que con su trabajo y dedicación honran a los nativos de este suelo y sirven de ejemplo y estímulo a mis compatriotas. Estos hijos de Taiwan son el relacionamiento más noble y excelso de nuestras culturas, porque en la comunidad chino-paraguaya se amalgaman las experiencias, los valores y la fortaleza para el desarrollo de nuestros pueblos.
En Taipei, tuve el honor de asistir a la fundación de la Asociación de Paraguayos residentes en Taiwan, República de China (APT), cuyas iniciales APT, leídas en guaraní (apete) significan «muy cerca», en contrapartida al concepto de la distancia geográfica que nos separa. Nosotros nos unimos a través de nuestros lazos de amistad. Esta asociación tiene por objetivo la promoción de nuestros valores culturales y tradicionales.
Estos lazos de amistad son frecuentemente renovados con el intercambio permanente de autoridades del poder ejecutivo, legislativo y judicial de ambos países, oportunidades que son aprovechadas para el mayor conocimiento de nuestros pueblos. Esto también se extiende al campo privado, ya que han visitado Taipei varios periodistas y empresarios. Asimismo, miembros de la Alianza Paraguayo-china han realizado visitas de carácter comercial, en el pasado mes de mayo.
Recientemente, tuvimos la graduación del joven José Luis Ibañez, primer paraguayo graduado de la Universidad Nacional de Taiwan, quien obtuvo la licenciatura en Comercio Exterior luego de cuatro años de estudios. Asimismo, se encuentra actualmente en la misma universidad, el joven Ricardo Peralta Vuyk, y estamos aguardando para este año la llegada de dos nuevos estudiantes becarios. Dejo constancia que los estudiantes paraguayos reciben las clases en idioma mandarín, y aparte de las materias de su especialidad, adquieren conocimientos del idioma chino, su literatura y su arte.
En lo personal, estoy muy satisfecho del afecto y cariño que he recibido del pueblo chino. Mis hijos, Angélica (10), Rafael (9) y Adriana (5), están asistiendo a una escuela pública china, el Tzi Tong School, poniendo énfasis en aprender la lengua china, sus tradiciones y sus costumbres, y ellos están muy felices de poder compartir con sus nuevos amigos y compañeros de clases, así como con sus profesores, toda la idiosincracia paraguaya.
Quisiera terminar esta entrevista con las palabras dirigidas por el Embajador Rubén Melgarejo Lanzoni, Ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay, en ocasión de la apertura de la Novena Conferencia de Cooperación Económica Chino-paraguaya: «El relacionamiento que nuestros gobiernos iniciaron ya hace muchos años ha prendido profundamente en nuestros pueblos y formó raíces que se extienden para superar las brechas que las diferencias culturales y distancias geográficas generan, para convertirlo en una auténtica integración basada en el respeto, la convivencia y la unidad de propósito».
Muchas gracias a China Libre por esta oportunidad. Hsieh hsieh ni.