04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

El lastre de la historia

01/05/1998
Huang Chu-wen: «La competencia entre facciones va a existir siempre, pero el partido debe conseguir que ésta sea constructiva y no dejar que degenere en meras luchas de poder».

Huang Chu-wen es ministro del Interior, ex miembro del Yuan Legislativo, ex subdirector ejecutivo del Comité de Coordinación Política del KMT y ex director general del Departamento de Investigación Política del partido. En enero, Huang se entrevistó con China Libre para discutir la atracción del electorado hacia su partido y lo que éste debe hacer para ganar un mayor apoyo por parte de los ciudadanos. A continuación ofrecemos un resumen de la entrevista.

La gente presta su apoyo al KMT porque se halla en la «media de oro». Los extremistas son sólo una minoría entre los votantes. Aunque hay quien tiene ideas radicales sobre la reunificación de China o la independencia de Taiwan, la mayor parte de los votantes evita los extremos. En las elecciones locales del pasado noviembre, el Nuevo Partido (NP), conocido por su defensa de la reunificación con China continental, recibió sólo el 1,42% de los votos, y el Partido por la Independencia de Taiwan (PIT), un mero 0,19%. La lectura de estos resultados es que la mayoría del electorado está en algún lugar entre esos dos extremos; la gente puede estar más a favor de la reunificación o de la independencia, pero nadie quiere un cambio radical de la situación actual, sino que el Gobierno siga una política intermedia.

Antes, la gente apoyaba al KMT porque no existía otra alternativa, pero esto ha cambiado desde la fundación del Partido Demócrata Progresista (PDP) en 1986. A medida que madura el panorama multipartidista, el electorado tiene más posibilidades de elección, y es normal que una parte de nuestros seguidores terminen en otros partidos.

Principales partidos en Taiwan
  KMT PDP NP
Fundación 1894 1986 1993
Nº de afiliados 2,400,000 150,000 67,000
Escaños en el Parlamento: 
Asamblea Nacional, 334 escaños (1996-2000) 
Yuan Legislativo, 165 escaños (1996-1999)
184 
80
97 
46
46 
19
Dirigentes de gobiernos locales: 
2 municipalidades especiales (1994-1998) 
23 distritos y otras ciudades (1997-2001)
1 (Kaohsiung) 
8
1 (Taipei) 
12

0
 

 

En este punto, nuestra máxima prioridad es la seguridad nacional, como establecen claramente las Directrices para la Reunificación Nacional que el Gobierno ha desarrollado. La reunificación debe constar de tres etapas previas. La fase inicial es de reciprocidad y de intercambios de carácter privado a través del Estrecho de Taiwan. La fase intermedia debería fomentar la cooperación y confianza mutuas, durante la cual esperamos poder reanudar los tres contactos directos [postales, comerciales y de transportes] junto con los contactos oficiales a través del Estrecho de Taiwan. Más tarde, en la fase final, se establecería una comisión formal de consulta que elaborase una propuesta de reunificación acorde con la voluntad de ambas poblaciones.

No hay un calendario establecido para cada fase, todo depende de la evolución de las relaciones entre ambas partes. Por ahora seguimos en la primera fase, de intercambios no gubernamentales. Considerando las limitaciones que Pekín pretende imponer a la actividad diplomática de la República de China y sus condiciones previas a las negociaciones bilaterales, es obvio que no se nos está tratando con la dignidad que merece una entidad política soberana, de forma que no creemos que sea acertado pasar a la fase siguiente.

El KMT ha sido el partido en el gobierno y ha sido la mayoría en el Yuan Legislativo y en la Asamblea Nacional durante décadas, así que las políticas del Gobierno son en realidad las del Partido. Por ello, es el partido el que carga con la culpa si el público no está contento con esas políticas. Por ejemplo, cuando la ciudadanía se queja de la seguridad pública, culpan al KMT diciendo que favorece la política de «negro y oro» [mafias y dinero]. Culpan al partido por nominar candidatos relacionados con la delincuencia organizada y por designarlos para cargos públicos. Cuando a la gente no le gustan las políticas adoptadas, su insatisfacción se convierte en un lastre para nuestros candidatos. Es difícil ganar una campaña en la que debes arrastrar ese lastre cuando tus oponentes se ven libres de él.

Yo creo que, actualmente, el problema del «negro y oro» es la mayor debilidad del KMT, ya que el partido ha dado a la gente la impresión de estar estrechamente relacionado con las mafias. Una vez que el panorama político madura, ningún partido puede esperar ganar unas elecciones comprando votos o nominando entre sus candidatos a gente del hampa. De hecho, el Gobierno ha realizado una serie de redadas contra la corrupción y la compra de votos. Además, el KMT ha nominado a gente sin relación con el «negro y oro» y estamos acelerando la reforma del sistema judicial. Aún así, no podemos culpar al electorado por otorgar su apoyo a otros partidos si el nuestro no consigue trazar una línea clara entre nosotros y los corruptos.

Otro problema del KMT, que existe desde hace mucho, son las luchas internas entre facciones. A menudo, durante las campañas electorales, los candidatos de diferentes facciones del partido compiten entre ellos. Es como sufrir una guerra civil en vez de unirse para derrotar al oponente exterior.

En las elecciones del pasado noviembre, varios miembros del partido que no habían sido nominados terminaron presentándose de todas formas, con lo que se dividió el apoyo al KMT. Si se suman los votos de todos los candidatos del partido, éste alcanzó en realidad más del 48% del total. Si no se hubieran presentado varios candidatos de nuestro partido, el resultado nos habría sido mucho más favorable. La competencia entre facciones va a existir siempre, pero el partido debe conseguir que ésta sea constructiva y no dejar que degenere en meras luchas de poder.

A mi entender, nuestra mejor arma en el panorama multipartidista han sido las políticas amplias, factibles y con visión de futuro. Nuestra política económica, por ejemplo, ha significado una gran contribución al país. Taiwan ha sido capaz de mantener un crecimiento medio del PNB de un 6% [durante las últimas dos décadas], los ingresos per cápita han crecido rápidamente y la reciente crisis financiera en Asia ha dañado a la isla mucho menos que a otros países de la región.

Podría ser que no expliquemos nuestras políticas al público con la suficiente claridad, y por ello se piensa que a menudo nos vemos forzados a aceptar proyectos que en realidad hemos ideado nosotros. Por ejemplo, en la reelección del Yuan Legislativo y de la Asamblea Nacional a principios de los 90, el KMT ya tenía planes de llevarla a cabo, a pesar de la enconada resistencia de los miembros veteranos del KMT en ambas cámaras. Pero la mayoría de la gente no sabe que el partido ya contaba con ese proyecto; piensan que no queríamos ningún cambio y que la única razón por la que apoyamos el rejuvenecimiento de los órganos parlamentarios fue la enorme presión del partido de la oposición.

Hacen falta reformas, pero puede ser difícil llevarlas a cabo. El KMT es el único partido en el mundo que se ha mantenido en el gobierno desde la II Guerra Mundial. Una historia tan extensa ciertamente nos supone un lastre mucho mayor que el de partidos de más reciente fundación, una carga de la que es difícil librarse. El KMT es como un elefante: hace falta tiempo y esfuerzo para hacerlo cambiar de dirección. Pero ello no es excusa para no acelerar las reformas internas, porque cuanto más nos democraticemos, más rápido será nuestro desarrollo.

--entrevista por Jim Hwang

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