ras meses de dificultosas negociaciones para concretar el reinicio de los diálogos entre Taiwan y China continental, Koo Chen-fu, presidente de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan (SEF, siglas en inglés) y una delegación de doce miembros de la República de China, viajaron a Shanghai y a Pekín para reanudar las conversaciones entre ambas partes y tratar de reconstruir el respeto y la confianza mutuos que son indispensables para lograr el entendimiento.
Rodeados de una multitud de periodistas y camarógrafos de los diversos medios de comunicación, Koo Chen-fu, se reunió con Wang Daohan, presidente de la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan (ARATS, siglas en inglés) en Shanghai. La SEF (de Taiwan) y la ARATS (de China continental) son agencias intermediarias privadas establecidas como canales para el diálogo a través del Estrecho.
Durante su estadía en Shanghai, Koo y Wang sostuvieron dos conversaciones. En la primera, Wang propuso el comienzo de un diálogo político progresivo, que abarque todos los asuntos concernientes al desarrollo de las relaciones a través del Estrecho y la reunificación pacífica. También sugirió que ambas partes comiencen a negociar la finalización de las hostilidades y la apertura de los lazos directos de transporte, comercio y correos.
Por su parte, Koo señaló que “China continental debe reconocer el hecho histórico de que Taiwan y China continental han tenido gobiernos separados desde 1949”. Asimismo, agregó que aunque China continental ha propuesto el fin de las hostilidades, no ha renunciado al uso de la fuerza contra Taiwan, y ha obstruido la participación de Taiwan en las organizaciones internacionales. Sugirió que ambos lados lleven a cabo diálogos constructivos en base al principio de la igualdad y el respeto mutuos para alcanzar el bienestar de todo el pueblo chino. Por otra parte, Koo enfatizó que es de suma importancia reanudar los canales de consultas que han estado suspendidos durante los últimos tres años, con el fin de continuar tratando los asuntos que se abandonaron a causa del estancamiento de los diálogos.
En la segunda reunión, Koo y Wang, llegaron a un acuerdo de cuatro puntos: -- La SEF y la ARATS acordaron resumir los diálogos para tratar diversos asuntos, abarcando temas políticos y económicos. -- Ambas organizaciones decidieron incrementar los intercambios bilaterales en los diferentes niveles. -- Las dos organizaciones fortalecerán la asistencia mutua en la gestión de los incidentes relacionados a las vidas y propiedades de los ciudadanos de la República de China que visitan China continental, y viceversa. -- Finalmente, a invitación de Koo, Wang acordó visitar Taiwan en el momento oportuno con el objetivo de entender mejor la situación en la isla.
Durante su estadía en el continente chino, Koo también se entrevistó con Qian Qichen, viceprimer ministro de China continental. En dicha reunión Koo dijo a Qian: “Existen varias dificultades y obstáculos en las relaciones bilaterales, debido a que las autoridades continentales niegan la existencia de la República de China”. Koo añadió: “Creemos firmemente que antes de que ambos lados se reunifiquen bajo un sistema democrático, cada parte debe tener su propio espacio internacional”. Además, Koo reafirmó la posición de Taiwan de no aceptar el plan de reunificación de China continental en base a la fórmula de “un país, dos sistemas”.
Qian señaló que la disputa entre ambos no es sobre sistemas, y que Taiwan continuará siendo capitalista después de la reunificación y que China continental seguirá siendo socialista. Qian también instó a Taiwan a levantar la prohibición en cuanto a los lazos directos de comercio, transporte y correos con China continental, y entrar en las negociaciones con el fin de terminar la hostilidad y facilitar la futura reunificación.
Durante conferencias de prensa separadas realizadas después de la reunión entre Koo y Qian, Shi Hwei-yow, portavoz de la delegación de Taiwan y vicepresidente de la SEF, intercambió opiniones con Tang Shubei, portavoz de Pekín y vicepresidente de la ARATS.
Shi dijo que aunque la República de China se retiró de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en los años setenta, eso no significa que no exista más. “Así como Alemania Oriental y Occidental, y Corea del Norte y del Sur, podrían participar simultáneamente en la ONU, y coexistir pacíficamente”, agregó. “No nos gusta estar sujetos a su interpretación de ‘una China’. Nuestra posición es bastante clara. Hemos dicho que ‘una China’ es la República de China. Instamos al reconocimiento del hecho de la existencia de la República de China. Es un asunto que tienen que aceptar antes de que podamos discutir los asuntos políticos importantes”, recalcó.
Por su parte, Tang Shubei, indicó que las autoridades de Taiwan deberían observar objetivamente a China continental y enfrentar valientemente la situación internacional. “Las autoridades de Taiwan siempre dicen que su espacio internacional está limitado. De hecho, es un resultado inevitable en vista del desarrollo imparcial de la situación. Taiwan ocupó ilegalmente el escaño de China en la ONU antes de 1971. Existe sólo una China en el mundo, y Taiwan es una parte inseparable de China. El territorio y la soberanía de China no ha de dividirse”, indicó.
Poco después, tuvo lugar un encuentro armonioso entre Koo y Jiang Zemin, presidente de China continental, sellando el contacto de mayor nivel entre ambos lados desde hace casi cinco décadas. El diálogo entre ambos se realizó en la Casa Estatal de Huéspedes Diaoyutai. Durante esta reunión, Koo informó a Jiang sobre la experiencia en el desarrollo económico y la democratización de Taiwan. Asimismo, Jiang manifestó su interés en la cooperación agrícola a través del Estrecho. Tras esta entrevista, Koo expresó en una rueda de prensa que China continental ha experimentado reformas económicas por casi dos décadas, pero que su democratización será la clave para la reunificación de ambos lados del Estrecho de Taiwan.
La visita de la delegación encabezada por Koo a Shanghai y a Pekín logró concretar tres importantes resultados. Primero: la gira marcó el reinicio del diálogo constructivo a través del Estrecho de Taiwan, que servirá para encarar las diferencias fundamentales y continuar con las consultas directas. Segundo: se creó un ambiente armonioso que beneficiará las relaciones entre Taipei y Pekín. Por último, se ha vuelto al punto en que se suspendieron las conversaciones hace tres años, abriéndose las puertas a los diálogos sinceros.