07/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Construyendo una comunidad pacífica

01/02/2004
El presidente Chen Shui-bian pronuncia un discurso de apertura durante la primer DPA.

En las últimas décadas, la promoción de la integración regional ha marcado una importante nota en la política mundial. El acercamiento de economías diversas en una única región geográfica mantiene la promesa de prosperidad compartida, estabilidad política regional, y mayor habilidad competitiva con naciones más grandes u otras regiones del mundo.

Desde su formación en 1993, la Unión Europea, por ejemplo, ha evolucionado en una potencia poderosa política y económica en el mundo. Ha dado a los europeos un mecanismo para aprovechar su diversidad en un bloque competitivo. Ese bloque está ahora expandiéndose, con planes de sumarse 13 afiliados del oriente y sur de Europa a los actuales 15 países miembros. En 2002, un número de países africanos declararon el establecimiento de la Unión Africana, con la ambición de formar su propio bloque regional. En las Américas y Asia, grupos similares están comenzando a formarse, incluyendo la Organización de Estados Americanos, el Sistema de Integración de América Central, y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.

En la región del Pacífico, una nueva organización está siendo planificada para aprovechar la riqueza de los países ubicados en los extremos del océano más grande del mundo. Asia, Oceanía, Antártica, y las Américas ocupan casi la mitad del área oceánica del mundo y más de un tercio de la superficie de la Tierra. Habitada por más del 40 por ciento de la población mundial y formada por más de 30 países, la región del Pacífico, incluyendo las plataformas y el lecho marino, es rica en petróleo, gas natural, y minerales tales como manganeso, cobre, cobalto, estaño, carbón y hierro, así como recursos pesqueros. Además, las redes de transporte marino y tráfico aéreo, entrelazadas con las actividades políticas y económicas en la región, podrían unificarse en una organización cooperativa regional altamente competitiva.

Taiwan celebró la primera Asamblea Democrática del Pacífico (DPA, siglas en inglés) el pasado septiembre, una reunión que incluyó a representantes de sus aliados diplomáticos en América Central. “El siglo XXI es el siglo del Pacífico”, dijo Lu Hsiu-lien, vicepresidenta de Taiwan, en su discurso de apertura durante la asamblea. “La ‘civilización suave’ seguramente tendrá cierto impacto en la región del Pacífico con su gran vitalidad y atractivo dinámico”. Según su definición, las fuerzas de la civilización suave comprenden los derechos humanos, la democracia, la paz, e incluso la tecnología, uno de los primeros motores de la economía de Taiwan. Estas fuerzas, según Lu, están puestas en contra de los poderes crudos de la explotación económica y la intimidación militar, principalmente de China, que ha limitado la habilidad de Taiwan de participar en las organizaciones internacionales.

Construyendo una comunidad pacífica

El desarrollo sostenido de los recursos pesqueros es una preocupación común de los países del Pacífico.

Es esta letania de virtudes “suaves”, ya hechas una realidad considerablemente en Taiwan, las que la DPA busca secundar en una nueva asociación regional, la Unión Democrática del Pacífico (DPU, siglas en inglés), que tiene como objetivo promover la prosperidad y la seguridad. Como un prefacio al establecimiento de una base en Taiwan, el foro fue fundado por Lu, y organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas de Taiwan (TIER, siglas en inglés). El órgano de investigación privado comenzó su labor en 1976. Además del apoyo de la Oficina del Presidente, otras organizaciones gubernamentales, tales como el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Oficina de Información del Gobierno, la Academia Sínica, y varias universidades, realizaron contribuciones importantes a la tarea de preparación. “En esta asamblea, Taiwan mostrará otra vez la fuerza de su voluntad”, señalada por el presidente Chen Shui-bian en su discurso de apertura. “Tenemos confianza en que se unirán todas las democracias maduras y florecientes de la región para seguir este camino de esperanza hacia la democracia, la paz y la prosperidad”.

Originalmente planificada para celebrarse en la primera mitad del año pasado, la primera reunión de la DPA fue pospuesta debido a la invasión estadounidense de Irak y la expansión del Síndrome Respiratorio Agudo Severo. Sin embargo, este retraso hizo que la reunión se realizara alrededor del Día de Paz Internacional de las Naciones Unidas y del Día del Mundo Marítimo, dándole a la asamblea un aire de oportunidad. El evento fue presidenciado conjuntamente por Lu y Benjamin Gilman, ex presidente del Comité sobre Relaciones Internacionales de la Casa de Representantes de Estados Unidos. Los 67 participantes extranjeros procedentes de 21 países del Pacífico occidental, oriental y del sur, además de la República Checa incluyeron el Gobernador General de Tuvalu, los vicepresidentes de Guatemala, Honduras, Nicaragua, y Panamá, parlamentarios, intelectuales, expertos y representantes de las organizaciones internacionales no gubernamentales. Delegados procedentes de Australia, Canadá, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Fiji, Indonesia, Japón, Nueva Zelanda, Palau, Filipinas, Singapur, Islas Solomon, Corea del Sur, Tonga, y Estados Unidos participaron igualmente en el evento. Robert Mundell, economista y laureado con el Premio Nobel en 1999, también participó en la reunión y expresó sus opiniones sobre la integración europea, y temas como la integración monetaria, un asunto del que está muy al tanto por ser uno de los asesores centrales de la fundación del Euro.

Bajo el eslogan “Un futuro común del Pacífico en el siglo XXI”, la DPA celebró discusiones sobre el desarrollo democrático, el desarrollo de los recursos oceánicos, seguridad y desarrollo económico. En el campo de la oceanografía, por ejemplo, Lee Chao-shing, profesor en la Universidad Nacional Oceánica de Taiwan, resaltó maneras alternativas para la exploración del mar. Según Lee, el desarrollo de los recursos costeros de Taiwan ha sido limitado a la pesca y la búsqueda de petróleo. A pesar de los esfuerzos de buscar recursos petroleros bajo el mar, el lecho marino alrededor de Taiwan ha resultado poco provechoso para la extracción de petróleo, y Taiwan todavía importa el 99 por ciento de su petróleo y gas. Además, la pesca del país reporta la sexta producción más alta en el mundo, pero la demarcación de la zona económica exclusiva de 200 millas náuticas agregará más dificultades a la industria pesquera global, y podrá limitar los recursos disponibles para la comunidad pesquera de Taiwan. Lee sugiere el desarrollo de nuevos recursos marinos, tales como la minería en el lecho marino, para reemplazar posibles pérdidas de ingresos pesqueros. Las series de discusiones también llamaron la atención sobre asuntos tales como la biodiversidad, el turismo marino, la acuicultura, y la utilización sostenible y la conservación de los ambientes marinos.

Construyendo una comunidad pacífica

El desarrollo de alta tecnología es una de las “fuerzas suaves” de la civilización formuladas por Lu Hsiu-lien.

Además de discutir los posibles beneficios del mar, los delegados conversaron sobre asuntos de seguridad regional, como por ejemplo, las amenazas presentadas por la creciente fuerza militar de China, Corea del Norte, y la guerra contra el terrorismo y sus implicaciones para Asia. Joseph Bosco, por ejemplo, recalcó la posible influencia desestabilizadora de China para la estabilidad regional. El profesor de la Universidad de Georgetown indicó que Pekín ha estado repotenciando sus armas ofensivas, respaldado por el programa de misiles de Corea del Norte, vendió armas a países considerados promotores del terrorismo por las autoridades de Estados Unidos, y por supuesto, ha mejorado su habilidad de librar una guerra contra Taiwan. El asunto de China será uno de los más difíciles para un nuevo pacto regional del Pacífico, ya que China ha bloqueado los esfuerzos de Taiwan para participar en organizaciones internacionales. Sin embargo, los delegados de la DPA expresaron esperanza de que Taiwan podría perseverar.

Entre las metas viables están acuerdos para lazos económicos más estrechos. Respecto a este punto, Wu Rong-i, presidente del TIER, insta a una cooperación más estrecha entre las naciones del Asia-Pacífico para evitar una repetición de la crisis financiera de 1997 que plagó muchos países en la región. Wu dijo que la crisis comprobó que los lazos económicos entre las naciones son la clave para prevenir que el sistema se dañe y lleve a la región entera hacia una recesión.

La primera DPA terminó con una discusión de mesa redonda sobre la creación de un mecanismo para promover la cooperación entre las democracias del Pacífico. La resolución de la asamblea confirmó el interés de los delegados en la fundación de la DPU para fortalecer la cooperación regional. Una secretaría preparatoria será formada en Taipei para organizar la segunda DPA, que se celebrará en Taiwan el próximo año.

Asimismo, la asamblea decidió entregar una carta formal a las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud para apoyar a Taiwan en su deseo de participar en el órgano de la salud mundial. Desde 1997, Taiwan ha tratado de lograr la calidad de observador en la organización. Hasta ahora, la oposicion de Pekín ha tenido éxito en el bloqueo de los intentos de participación de Taiwan.

La creación de la DPU podría abrir una nueva ruta para que Taiwan forje lazos con otras naciones. A pesar de la oposición de China contra los esfuerzos diplomáticos de Taiwan, Taiwan está mirando hacia un océano de nuevas posibilidades. “Si la comunidad del Pacífico es una embarcación”, apuntó el presidente Chen Shui-bian en la reunión, “Taiwan podría ser su ancla y jugar un papel crucial en la estabilidad de la región”.

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