os médicos y especialistas en asuntos de salud, así como el público en general, se encuentran en estado de alerta frente al pánico que ha infundido la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG) o neumonía atípica, en la región de Asia y el Pacífico.
Es preocupante que el SRAG pueda continuar siendo una amenaza verdadera para Taiwan y la región. Tras la epidemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitó a Centros Estadounidenses para el Control y la Prevención de Enfermedades que asistieran a Taiwan. Estas visitas de expertos a Taiwan marcaron un hito sin precedentes respecto a las relaciones con la OMS.
El número de personas infectadas con SRAG incrementó rápidamente en Taiwan, y China se vio presionada a permitir que la OMS desempeñara un papel directo en el asesoramiento de las autoridades competentes en Taiwan sobre cómo contrarrestar el virus. Incluso, en medio de toda la crítica sobre la poca habilidad del Departamento de Salud para contener la epidemia de SRAG, Twu Shiing-jer renunció a su cargo como ministro de salud. Chen Chien-jen, especialista en epidemias y jefe de la fuerza de trabajo para prevenir y controlar el SRAG, de nivel de Gabinete, reemplazó a Twu como la máxima autoridad de salud del Gobierno de la República de China.
La Organización Mundial de la Salud, con sede en Ginebra, Suiza, fue fundada para tratar los asuntos de la salud, separada de las consideraciones políticas.
El SRAG se convirtió en una emergencia global y algo debía hacerse. Con esta crisis de la salud como antecedente, el tema de la participación de Taiwan como miembro observador de la OMS tomó un significado especial este año. La isla trató nuevamente de obtener la admisión formal en la calidad de observador, que es la única calidad que actualmente puede solicitar porque la República Popular de China se opone a la participación de Taiwan.
Después de seis intentos fallidos por participar en la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, mucha gente en la isla esperaba que este año tendrían mejor suerte. Hubo mucha simpatía hacia Taiwan y la epidemia del SRAG, que ha sensibilizado más a la comunidad internacional con la idea de que deberían dejarse a un lado las consideraciones políticas. Algunos expertos opinaron que se debería conceder a Taiwan la participación total en la OMS, sobre todo en vista de que el número de fallecidos por el SRAG aumentó considerablemente en los días que precedieron la conferencia anual de la Asamblea Mundial de la Salud.
Sin embargo, después de tantos esfuerzos, las esperanzas de Taiwan de participar en la OMS se rompieron en pedazos por séptima vez consecutiva. La razón principal fue la obstrucción por parte de China en la 56º sesión anual de la OMS celebrada el 19 de mayo de este año. Siete países －Palau, Nicaragua, Honduras, Belice, El Salvador, República Dominicana y Gambia－ hablaron a favor de conceder la calidad de miembro observador a Taiwan, mientras que 27 países se pusieron del lado de China para oponerse a la propuesta.
Por primera vez, Estados Unidos dio a conocer su apoyo a Taiwan en una reunión oficial de la Asamblea. Tommy Thompson, secretario de Servicios de Salud y Humanos de Estados Unidos, dijo "La necesidad de la salud pública efectiva existe entre todos los pueblos. Por eso es que los Estados Unidos ha apoyado sólidamente la inclusión de Taiwan en sus esfuerzos contra el SRAG y más allá. Si tenemos seriedad verdadera para detener esta enfermedad, no podemos ignorar los millones de personas que corren riesgo. Una lección del SRAG es que la salud pública no tiene fronteras－ y no tiene políticas".
En los últimos años, Taiwan ha ganado más apoyo de las naciones miembro de la OMS. Los aliados de Taiwan hacen su difícil llamado anual por la aceptación de Taiwan como miembro observador.
A pesar de los obstáculos, el ministro de Relaciones Exteriores de la República de China, Eugene Chien, expresó su gratitud hacia los países que respaldaron la propuesta de Taiwan, y afirmó que los esfuerzos de la isla en este aspecto continuarán.
Ahora, la situación de Taiwan se conoce mucho mejor en la comunidad internacional. Lo que podría calificarse como un avance si la política se llegara a separar de los asuntos pertinentes a la salud. Sería muy deseable que todas las naciones aunen esfuerzos como una comunidad global para desarrollar los estándares más altos posibles de salud para proteger a los ciudadanos de las plagas.
El SRAG ha sido un alarmante llamado a la importancia de crear un régimen de salud genuino. Las naciones del mundo han luchado con el impacto global del SIDA, y el espectro del bioterrorismo ha resaltado la necesidad de la cooperación global en los asuntos de la salud.