06/05/2024

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Lee Teng-hui obtiene aplastante victoria en las elecciones presidenciales

01/03/1996
Después de estas elecciones presidenciales caracterizadas por uno de los más altos porcentajes de votantes en la historia de la República de China, el pueblo de Taiwan mira hacia el futuro con esperanzas de un consenso político y unas mejores relaciones con China continental. El actual Presidente de la República de China, Lee Teng-hui, logró una arro­lladora victoria el pasado 23 de marzo. A excepción del distrito de Nantou, él ganó en 25 ciudades y distritos del área de Tai­wan, obtuvo 54% del total de votos en medio de una competencia de cuatro candidatos, y ahora se prepara para un nuevo mandato de cuatro años como jefe de estado. Las elecciones representan un reso­nante rechazo a la intimidación militar de Pekín durante la campaña y ha precisado el escenario para la continuación de las re­formas democráticas en Taiwan por un gobierno cuyo jefe ha sido elegido por voto popular por primera vez en la historia chi­na. "Las puertas de la democracia se encuentran ahora totalmente abiertas", declaró Lee en su discurso de la victoria en la noche del sábado 23 de marzo. "Los 21 millones de ciudadanos de nuestro país se han convertido en los mejores testigos de la democracia". Lee, de 73 años de edad, urgió al pueblo a abrir sus mentes y hacer un solemne compromiso con "la unidad, el amor mutuo, el coraje perdurable y la confianza inquebrantable". En una conferencia de prensa al día siguiente, el Vicepresidente electo, Lien Chan, dijo que la firma de un acuerdo de paz con China continental debería ser tomado en cuenta seriamente, que todos los sectores de la sociedad de Taiwan deben tener la palabra en el asunto y que se debe lograr un consenso interno antes de que el gobierno tome acción alguna. A pesar de una campaña tensa por la presencia de barcos de guerra de China continental y EE.UU. en las aguas cercanas a Taiwan, el día de las elecciones se de­sarrolló sin mayores incidentes. Más de 10,8 millones de los 14,3 millones de vo­tantes registrados acudieron a las urnas. La participación del 76,04%, ligeramente más baja que la participación total durante las elecciones para gobernador y alcaldes de los municipios especiales en 1994, ha sobrepasado en gran medida la parti­cipación típica del 70% en las elecciones más importantes de la isla. El candidato Lee del Kuomintang, y su compañero de campaña Lien obtuvieron el 54% ó 5,8 millones de votos. Peng Ming­-min y Frank Hsieh del Partido Democrático Progresista (DPP) llegaron en segundo lugar, batiendo el récord de bajo apoyo con el 21,1 %, o menos de 2,3 millones de votos. Los independientes Lin Yang-kang y Hau Pei-tsun siguieron con 14,9%, ó 1,6 millones de voto; y la otra pareja de independientes, Chen Li-an y Wang Ching-feng obtuvo el 10% restante. Hubo un total de 117.160 votos anulados. Lee ganó en los 25 distritos y ciu­dades de Taiwan, excepto en el Distrito de Nantou, sitio natal de Lin, donde éste obtuvo 46,6% de los votos y Lee 31,5%. En los 21 distritos y pequeñas ciudades que constituyen propiamente la Provincia de Taiwan, Lee obtuvo 4,9 millones de votos, o 56,8%; más que los 4,7 millones de votos o 56,2% que obtuvo el Gobernador James Soong en 1994. En la sureña ciudad portuaria de Kaohsiung, Lee ganó más de 370.000 votos, o 50,6%; en 1994, el Alcalde de Kaohsiung Wu Den-yih tuvo una actuación ligera­mente mejor, logrando 54,5%, ó 400.000 votos. El porcentaje más bajo que obtuvo Lee fue en la Ciudad de Taipei. Ganó 38,9%, ó 540.000 votos. El total excedió fácilmente el 25,9%, ó 360.000 votos del tercer lugar que obtuvo en 1994 el entonces Alcalde de Taipei, Huang Ta-chou. Pero el total de Lee no fue más que el 36,8% y 510.000 votos que los dos que llegaron en tercer y cuarto lugar, Lin y Chen, obtuvieron juntos. Los analistas consideran que la abrumadora victoria de Lee significa ya sea que la mayoría de los electores aprueban la actuación del actual presidente en los últimos ocho años en el cargo, o desean darle una fuerte señal a Pekín de que no serán acobardados por los esfuerzos del régimen comunista para intimidar a los votantes, o una combinación de esos dos sentimientos. Aunque Pekín considera a Taiwan como una provincia renegada, el régimen nunca ha gobernado en la isla. Durante la campaña, la opinión general en Taiwan estuvo dividida entre la gente que desea evitar una política de confrontación en la unificación con el territorio continental, aquellos que buscaban activamente la independencia, y un numeroso sector medio que prefiere el estatus quo de una política declarada para la unificación en algún momento en el futuro. Lee dijo que la unificación de China podrá ocurrir a condición de la existencia de libertad y democracia en el territorio continental. Pero al mismo tiempo ha elevado el perfil de Taiwan en la comunidad internacional a través de acciones tales como la visita que hizo a su alma mater en EE.UU. en junio del año pasado, hecho que enfureció a Pekín. Durante la campaña presidencial, Pekín atacó a Lee de ser un "impostor" que trata de promover la independencia de Taiwan sin anunciarlo en forma ex­plícita. A medida que conducía "juegos de guerra" a sólo 16 kilómetros de Taiwan, el territorio continental calificó a Lee de ser un títere de EE.UU. que estaba empujando al pueblo de Taiwan a un "abismo de miserias". En vista de esta fuerte oposición contra Lee, el mandato que recibió en el día de las elecciones ha sido visto por muchos como un revés para Pekín. Por ejemplo, en cierto momento de la campaña Pekín calificó a Lee y Peng de separatistas gemelos. Con este agrupamiento, los votos que obtuvieron en forma combinada Lee y Peng pudieran significar que Pekín con­sidera que alrededor de tres cuartos de los votantes de Taiwan son defensores de la independencia. Pero la perspectiva en Taiwan fue diferente durante la campaña. El DPP, por ejemplo, dijo que solamente sus candidatos estaban a favor de la independencia y de­ nominó a los otros tres la "facción de la unificación". Ese punto de vista podría agrupar a cerca del 80% de los votantes de ese sábado dentro del campo pro­unificación. El DPP atribuyó su pérdida en las elecciones presiden­ciales a las fallas den­tro del aparato del partido y al jingoísmo de Pekín. El partido de oposición dijo que muchos de sus tra­dicionales partidarios dividieron sus pa­peletas, votando por Lee en la urna presi­dencial y por los candidatos del DPP en la concurrente contienda para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional. El DPP ganó cerca del 30% del total de votos para la Asamblea Nacional. El Presidente del DPP, Shih Ming-teh, asumió la responsabilidad por la de­rrota en la contienda presidencial renun­ciando del mando del partido. Shih dirigió al principal partido de oposición desde 1993, cuando su antecesor, Hsu Hsin-liang, renunció a consecuencia de la actuación mediocre del partido en las elecciones para alcaldes de distritos y ciudades bajo la administración provincial. Por su parte, Peng dijo que después de las elecciones continuará organizando seminarios académicos internacionales sobre el estatus de Taiwan. El compañero de papeleta de Peng, Hsieh, tiene la oportunidad de convertirse en el nuevo presidente del DPP o tal vez en un ministro del Gabinete, ya que Lee dijo durante su campaña que la afiliación partidaria no sería un factor restrictivo cuando se reclute personas con talento para su próxima administración. Los dos candidatos independientes, Lin y Chen, fueron considerados una tercera fuerza política que retó al KMT y al DPP. Juntos, ambos obtuvieron un cuarto de los votos, excediendo el 21% del DPP. Pero los líderes del DPP negaron las in­sinuaciones que afirmaban que la tercera fuerza, que incluye al Partido Nuevo, se ha convertido en el mayor movimiento de oposición en la política taiwanesa. Los analistas atribuyen el fracaso de Lin y Chen a la decisión de no haber consolidado sus fuerzas en una sóla papeleta. Además, las tensiones creadas por las provocaciones de Pekín condujeron a tácticas de campaña dañinas donde el KMT y DPP calificaron a Lin y Hau de "compañeros de viaje" de los chinos comu­nistas. En cuanto al futuro, Lin dice que él retornará a trabajar en su fundación cultural y educativa pero no descartó la posibilidad de lanzarse como candidato dentro de cuatro años. Hau dijo que se retirará de las líneas del frente político pero que seguirá promoviendo la democracia para todos los chinos. Chen, un budista devoto, insistió desde el principio que estaba luchando con una forma diferente de batalla política. Pero los aspectos religiosos francos en su campaña, juntos con estrategias ambiguas atrajo a uno de cada 10 votantes. Chen dijo que el año 2000 aún estaba muy lejos como para decir ahora si se volvería a postular. El dijo que junto con Wang continuará en sus esfuerzos por corregir la mentalidad materialista de la gente y ayudar a los más necesitados en la sociedad. Al felicitar a Lee y lien, los tres can­didatos derrotados urgieron a los ganadores a cumplir con el llamado histórico de las elecciones mediante una mayor atención a las crecientes expectativas del público. Lee y Lien prestarán juramento el 20 de mayo, cuando Lien, que ahora es Primer Ministro, asumirá la vicepresidencia de la república. Según la Constitución de la re­pública de China, el actual gabinete enca­bezado por Lien debe dimitir después de la toma de posesión y el presidente no­minará un nuevo primer ministro, que estará sujeto a la aprobación del Yuan Legislativo. Se espera un importante cambio en el Gabinete debido a que el equilibrio político de las instituciones claves del gobierno quedó sujeto a considerable nivelación en las pasadas elecciones para los 164 curules del Yuan Legislativo en diciembre del año pasado y las elecciones para los 334 curules de la Asamblea Nacional en marzo pasado. Las elecciones redujeron el dominio que tuvo anterior­mente el KMT en cada uno de los cuerpos parlamentarios, dejándolo con una mayoría inestable. Lee manifestó el 24 de marzo que introducirá reformas judiciales, constitucionales, administrativas, educativas y financieras, tal como había prometido anteriormente. El Presidente de EE.UU., Bill Clinton y otros líderes extranjeros felicitaron al pueblo de Taiwan por su histórico comicio presidencial y expresaron sus esperanzas de que Lee aliviará las tensiones con China continental. Los gobiernos y edito­riales de los diarios asiáticos manifestaron una especial preocupación por la seguridad y estabilidad de la región de Asia-Pacífico. "La confrontación exige coraje, mientras que el compromiso requiere de sabi­duría", escribió Jiang An en un comentario publicado en el Straits Times de Singapur. "Esperamos que los líderes a través del Estrecho de Taiwan no sean prestidigitadores políticos sino políticos valientes y sabios" .■

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