06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

¡ Hagan sus apuestas !

01/11/1996
Los empresarios e inversionistas exitosos, al igual que los aposta­dores, conocen la importancia de dispersar el riesgo. Desde mediados de los años ochenta, las empresas de Taiwan que se han establecido en Hong Kong conocen a ciencia cierta que este territorio será retornado a China continental en 1997. La mayoría de ellas expresa confianza en el futuro de lo que pronto será conocido como la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAE), pero a medida que se acerca el traspaso, las relaciones de Taiwan con el territorio continental han dado origen a algunas preocupaciones particulares para los empresarios de la isla que tienen una participación en Hong Kong. ¿Qué pasaría si las relaciones entre ambos lados del Estrecho de Taiwan continúan empeorán­do? ¿Qué pasaría si Pekín (Beijing) restringe las operaciones de los negocios de Taiwan en Hong Kong? Existen muchos «qué pasaría». En 1990, la decisión del Gobierno de la República de China de levantar las prohibiciones sobre los contactos econó­micos y comerciales indirectos con China continental trajo como resultado que un diluvio de empresas de Taiwan se dirigieran a China continental en búsqueda de lu­crativas oportunidades comerciales. Pero, como Taiwan todavía prohibe el comercio y las inversiones directos con el territorio continental chino, la mayor parte del intercambio económico entre ambos lados del Estrecho de Taiwan se canaliza a través de Hong Kong. «La política de comercio e inversiones 'indirectas' significa que las compañías de Taiwan tienen que recurrir a un tercer lugar antes de comercializar o hacer inversiones en el territorio conti­nental», explica Wu Chieh-ming, Director de Far Eastern Trade Service Inc. (FETSI), oficina representativa en Hong Kong del Ministerio de Economía de la República de China. «Es aquí donde sale a relucir Hong Kong. Debido a su alta eficiencia como puerto de tránsito, excelente estructura legal, y un sector bancario y financiero internacionalizado, es la opción número uno de las compañías de Taiwan que hacen negocios con China continental». El inminente traspaso de Hong Kong al control de China continental no ha menoscabado el entusiasmo que tienen las compañías taiwanesas de establecer sus operaciones allí. Las estadísticas oficiales muestran que Hong Kong es actualmente el tercer recipiente más grande de inver­siones extranjeras de Taiwan, después de los Estados Unidos y Malasia. A todas las compañías de Taiwan que buscan invertir en Hong Kong se les exige técnicamente que hayan recibido la aprobación del gobierno de la República de China, sin embargo, las estadísticas disponibles revelan que los inversionistas que se adhieren a esta política son la minoría en gran parte. Según la Comisión de Inversiones del Mi­nisterio de Economía, en el período de 1958 hasta mayo de 1996, el Gobierno de la República de China aprobó 353 solicitudes, con un valor total de más de US$720 millones, de compañías taiwanesas que deseaban invertir en Hong Kong. En contraste, FETSI estima que hay más de tres mil empresas con propietarios o inversionistas taiwaneses en Hong Kong, y que el total de inversiones taiwanesas en el territorio excede los US$4.000 millones. «Esa cifra aún está muy lejos de ser la verdadera», dice Wu. «Si Ud. incluye las compañías 'ficticias', y el dinero metido a través de ellas, el número sería más de diez mil, con una inversión total que excede los US$l0.000 millones». Las estadísticas de importación­-exportación son el mejor indicador del alcance de las relaciones comerciales de Taiwan con Hong Kong. En 1995, el comercio bilateral alcanzó los US$26.100 millones, con un balance comercial de US$20.000 millones a favor de Taiwan. Hong Kong se ha convertido en el mercado para las exportaciones de Taiwan que crece más rápido. El peso de esta actividad económica representa el comercio indirecto entre Taiwan y China continental. Para la mayoría de las empresas tai­wanesas que operan en Hong Kong, el negocio va bien, y expresan no tener planes de abandonar el territorio después de la entrega. Sin embargo, están analizando las maneras de administrar los riesgos que puedan presentarse bajo el futuro gobierno de la RAE. Para invertir y hacer negocios en el continente chino, Asia Frozen Foods Corporation, una de las principales compañías de procesamiento y comercio de hortalizas congeladas, estableció Asia Foods (HK) Ltd. en marzo de 1990. Sophia Lin, Gerente de Asia Foods (HK) Ltd., explica que hubo dos razones importantes para el establecimiento de las operaciones en Hong Kong. «Primero, la política de la República de China sólo permite la in­versión indirecta de Taiwan en el continente chino, y nosotros queríamos seguir las reglas del juego», dice ella. «Segundo, la infraestructura de transporte y el sistema bancario sólidos de Hong Kong, hacen que el manejo de carga y las actividades finan­cieras sean más eficientes y confiables que en el continente chino. La República Po­pular de China también mantiene muchas reglamentacion restrictivas en cuanto al flujo de capital, que es otra razón por la que preferimos getionar todas nuestras actividades financieras aquí. En general, Hong Kong es el mejor lugar desde el cual podemos dirigir nuestras actividades en China continental». Asia Frozen Foods Corp. comenzó sus operaciones en el continente chino en 1988, con el establecimiento de una fábrica con­junta en Xiamen (Amoy), en la Provincia de Fukien. Dos años más tarde, se estableció Asia Foods (HK) Ltd., convirtiéndose en una subsidiaria de su total propiedad. Aunque la corporación mantiene sus oficinas prin­cipales en Taiwan, su centro de producción se encuentra en China continental, donde tiene seis fábricas de su propiedad total y dos empresas conjuntas, cuya producción e ingresos exceden los de sus fábricas en Taiwan. No obstante, el transporte, admi­nistración, finanzas, y las actividades de contabilidad de las fábricas en China continental, se llevan a cabo en Hong Kong. ¿Resultarán afectadas las operaciones de la compañía con el regreso de Hong Kong al control de China continental? Sí y no, según Lin. «Tendrá poco efecto en nuestras operaciones continentales», dice ella. «Pero nuestra compañía de Hong Kong ya no será considerada una compañía extranjera, sino una compañía registrada en China continental, a partir del 1ْ de julio de 1997». Esto es una fuente de preocu­pación para Lin, a quien le inquieta la posibilidad de que si las tensiones entre Pekín y Taipei empeoran, las compañías de Taiwan que operan en Hong Kong po­drían convertirse en motivo de discusiones políticas, o incluso en rehenes. Después de consultar a los contadores y abogados, Asia Foods (HK) Ltd. decidió finalmente establecer un holding en las Islas Cook (en el Pacífico Sur). «Los impuestos fueron un importante factor en nuestra decisión», explica Lin. «A pesar de que Hong Kong impone actualmente un im­puesto corporativo del 18 por ciento, no podemo estar seguros de que el nuevo gobierno de la RAE no incrementará los impuestos. Pero la principal razón fue minimizar nuestra exposición a los riesgos después de la reunificación. Bajo el gobierno de la RAE, ya no disfrutaremos más de la protección contra Pekín que disfrutamos durante la administración británica. Regis­trando nuestra compañía en otro lugar es una manera de hacer nuestras apuestas». La compañía también está considerando la apertura de fábricas y la inversión en Vietnam, donde la mano de obra es barata y hay pocas posibilidades de que las operaciones sean interrumpidas por la irregularidad de las relaciones entre ambos lados del Estrecho de Taiwan. El líder en la manufactura de muebles de Taiwan, UB Group, decidió establecer una empresa conjunta en Hong Kong durante la época en que la confianza pública en el futuro del territorio estaba en su punto más bajo, poco después de la masacre de la Plaza Tiananmen en Pekín, el 4 de junio de 1989. Para ese entonces, solamente los precios de los inmuebles eran baratos. La compañía compró una sala de exhibición de 12.600 pies cuadrados y un apartamento de 1.500 pies cuadrados en el exclusivo distrito de Causeway Bay, en la Isla de Hong Kong. UB Office Systems (HK) Ltd. fue establecida en mayo de 1990, vendiendo muebles hechos por la fábrica en Taiwan del UB Group, así como también marcas norteamericanas y europeas. Su establecimiento en Hong Kong fue el primer paso en la expansión hacia el extranjero del UB Group. «Mucha gente consideraba que establecer una compañía en Hong Kong en en ese momento era una acción arriesgada», dice Levin Liu, Gerente General Asistente de dicha compañía en Hong Kong. «Pero cumplimos con nuestra tarea, y fue claramente nuestra mejor elec­ción. El ambiente comercial, la infraestruc­tura de transporte, y los eficientes servicios de embarque y aduana de Hong Kong, nos dieron el perfil que necesitábamos para construir nuestro comercio e imagen inter­nacional». Entretanto, el UB Group también ha establecido instalaciones de manufactura tanto en Singapur como en Tailandia. Liu está de acuerdo en que la sombra de 1997 está afectando a todas las empresas en Hong Kong, incluyendo la suya. Los precios de los inmuebles están estancados, y el crecimiento de las ventas de muebles high-end ha disminuido. Pero la creciente demanda por los muebles prácticos y con­venientes del UB Group ha compensado el declive general del negocio de la compañía. « Nadie puede estar seguro de lo que su­cederá en Hong Kong después de 1997», dice Liu. «La mayoría de la gente tiene una actitud pasiva, y muchos sólo planifican e invierten a corto plazo. Los productos prácticos y económicos son bien adecuados para una sociedad en transición, como la de Hong Kong. Eso es bueno para nuestro negocio. Los artículos de lujo no tienen muchos compradores en esta época». Liu cree que esta mentalidad conservadora de los consumidores durará por lo menos varios años después de la transición. A medida que se acerca ese cambio, el UB Group está comenzando la segunda etapa de su programa de expansión extran­jera, el establecimiento de instalaciones manufactureras en China continental. A finales de 1995, la compañía compró una gran parcela de terreno en el Parque In­dustrial Kungshan, cerca de Shanghai. Comenzó la construcción de cinco fábricas y un depósito a comienzos de 1996. Se estima que las plantas comenzarán sus operaciones en 1997. «La gente se pregunta por qué hemos hecho esta inversión de US$22 millones en la víspera del traspaso de Hong Kong al control continental», dice Liu. «De nuevo, el hecho es que hemos llevado a cabo nuestra investigación. Co­menzamos estudiando la factibilidad de la empresa en 1991, y nos convencimos de que esta era la medida correcta. Pero, para estar seguros, nuestro directorio aplazó la toma de decisión hasta finales de 1995». Liu enfatiza que la inversión de su compañía en China continental es una decisión comercial basada en las considera­ciones objetivas. «Para que una corporación sobreviva, tiene que seguir invirtiendo, bus­cando nuevos mercados y bases manufac­tureras más baratas», dice él. «Entonces, ¿hacia dónde enfocamos? Hacia los costos bajos, los países en desarrollo. Existe un número de posibilidades en la región, pero para los inversionistas taiwaneses, China continental ofrece la ventaja de compartir una cultura y un lenguaje común. Está lejos de ser un área de bajo riesgo, debido a su sistema político y judicial. Pero, como ellos dicen, si no se arriesga, no se gana. Estamos dispuestos a correr riesgos». El UB Group ha decidido continuar con sus operaciones comerciales como de costumbre tanto en Hong Kong como en el continente chino por el momento. Ni ha cambiado el registro de su compañía, ni alterado su estrategia de desarrollo comercial. «Por supuesto, la gente tiene confianza cuando puede recurrir a algo», dice Liu. «Continuaremos nuestros esfuer­zos en Hong Kong y Shanghai, pero no hemos dejado de prestar atención al desa­rrollo de nuestras operaciones en Singapur y Tailandia. Si las cosas salen mal aquí o en China continental, todavía tenemos otras bases». National Securities Corp. (NSC) es una de las principales compañías de corretaje de acciones de Taiwan. En abril de 1994, estableció una empresa conjunta - con Lippo Securities de Hong Kong. La compañía resultante, NSC Securities Ltd. (Asia) (NSC (Asia)) se convirtió en miembro de la bolsa de valores de Hong Kong ese mismo año. Durante el año siguiente, después de haber obtenido la licencia de corretaje en Taiwan, NSC (Asia) expandió sus operaciones para incluir la bolsa de valores de Taiwan, y actualmente está estudiando el potencial de ofrecer fondos y servicios financieros corporativos a las compañías taiwanesas que operan en China continental. NSC decidió usar Hong Kong como un escalón para la internacionalización porque la bolsa de valores de Hong Kong es la quinta más grande del mundo en términos de capitalización, y más de 600 compañías de corretaje de acciones están activas en el mercado. El hecho de que las diez principales compañías de corretaje del mundo se hayan establecido en Hong Kong es más que una prueba de la importancia de este mercado. «Es un lugar para obtener información de primera mano sobre cual­quier producto nuevo en dicha área», dice Feng Lei-ming, Director del NSC (Asia). «Es uno de los pocos lugares donde puedes observar y tener acceso al mercado mundial de acciones. Y es un ambiente más libre que Taiwan, donde hay demasiadas restric­ciones en cuanto a lo que puedes o no hacer». Feng Lei-ming tiene fe en que el papel de Hong Kong como un importante centro financiero internacional no correrá peligro después de que el territorio regrese al con­trol de China continental. El razona que China continental necesita atraer enormes cantidades de capital para financiar su desarrollo nacional y económico, y que Hong Kong continuará siendo su principal punto de acceso al mercado financiero internacional. «De hecho, pienso que China continental será mucho más agresiva que el actual gobierno de Hong Kong, en la prevención del deterioro del mercado», predice Feng. «El número de firmas continentales que se encuentran en la bolsa de valores de Hong Kong es evidencia de eso». NSC (Asia) es una de las quince compañías de corretaje de acciones que operan actualmente en Hong Kong. Todas han entrado al mercado durante los últimos tres años, y la mayoría ofrece servicios a los clientes de Hong Kong que invierten en Taiwan, y a los clientes taiwaneses que invierten en Hong Kong y China conti­nental. Debido a que la demanda por esos servicios continúa creciendo, hay muchas más compañías de corretaje de acciones que están abriendo oficinas en Hong Kong, a pesar de la sombra de 1997. «A menos que, y esto es casi impo­sible, las relaciones entre ambos lados del Estrecho empeoren al punto que Pekín prohiba a las compañías de Hong Kong invertir en Taiwan, una de nuestras prin­cipales fuentes de comercio, o decida imponer retricciones al cambio de divisas extranjeras, ninguno de nosotros se retirará de Hong Kong», dice Feng Lei-ming.« No nos hubiéramos establecido aquí desde el principio, si hubiésemos pensado que tendríamos que irnos antes de 1997, o poco después. Calculamos los riesgos y las ganancias potenciales, y decidimos venir. En este momento, todavía somos peces pequeños en este mercado, por lo que no estamos arriesgando demasiado». La compañía ha considerado registrarse fuera de Hong Kong, pero no se ha evaluado seriamente este aspecto, ya que realizar un nuevo registro es un procedimiento muy simple que puede efectuarse rápidamente. Chang Hwa Commercial Bank es uno de los cuatro bancos con sede en Taiwan que tienen establecida su presencia en Hong Kong. Su oficina de enlace fue establecida en 1991, y elevada al nivel de sucursal a finales de 1994. Al igual que las compañías de corretaje de acciones que operan en el territorio, estos banco se orientan hacia los empresarios taiwaneses que desean invertir en el continente. «Cada empresario taiwanés en el continente chino necesita servicios financieros», dice liu Chin-chao, Vicepresidente y Gerente General de la sucursal del Chang Hwa Commercial Bank en Hong Kong. «Les encantaría que pudiéramos abrir sucursales en China continental, pero nuestro gobierno no lo permite. Por eso cuentan con nuestros servicios en Hong Kong. Estamos llenando un vacío aquí. Los bancos de Hong Kong no están familiarizados con muchas em­presas de Taiwan, y están renuentes a otorgarles préstamos o servicios de cambio de moneda extranjera, mientras que nosotros tenemos sucursales alrededor de todo Taiwan, y podemos hacer fácilmente evaluaciones de crédito y avaluar la actua­ción de las compañías de Taiwan. Es por eso que estamos en Hong Kong». Liu agrega que más del 90 por ciento de sus clientes son compañías taiwanesas activas en el continente chino. La actitud prevaleciente entre los banqueros taiwaneses en Hong Kong es la de confianza. Ellos creen que China conti­nental necesita que Hong Kong atraiga ca­pital extrarnjero para acelerar el desarrollo del país. «El ambiente financiero de China continental es aún bastante pobre», explica Liu Chin-chao. «Por eso, el ofrecimiento de servicios financieros para las empresas que invierten en el continente depende de Hong Kong, el cual será indispensable hasta que Shanghai se convierta en un centro fi­nanciero internacional, lo que probablemente tomará aproximadamente de veinte a treinta años». Liu se cuida de no parecer demasiado optimista acerca del futuro de Hong Kong, pero espera que Pekín tome un enfoque racional sobre cómo administrar la futura RAE. «Desde un punto de vista taiwanés, pienso que Pekín debe tener cuidado con la administración de Hong Kong», dice él. «Este puede ser un modelo para la eventual reunificación pacífica con Taiwan. Si fracasan con Hong Kong, la reunificación con Taiwan será cada vez más difícil». En caso de que las condiciones empeoren, Chang Hwa Commercial Bank y los otros tres bancos de Taiwan que tienen sucursales en Hong Kong están tomando precauciones. Liu se refiere a su estrategia común como «gerencia a corto plazo». Al­quilan sus oficinas en lugar de comprarlas; colocan los depósitos en dólares hongkoneses de sus clientes en bancos británicos, y los dólares norteamericanos en bancos estadounidenses; y piden préstamos a otros bancos con bajos intereses, a su vez prestan el dinero a sus clientes con altos intereses, y ganan la diferencia. «El principio es tener más deudas que bienes», dice Liu. «De esa manera, si Pekín decide confiscar nuestra propiedad, no tenemos nada que perder excepto nuestras computadoras y muebles». El añade que su banco no ofrece financia­miento a largo plazo, ni tiene una estrategia de desarrollo a largo plazo para Hong Kong. Nadie puede realmente predecir el destino del ambiente comercial y económico de Hong Kong después de julio de 1997. Entonces, la pauta para los empresarios taiwaneses en Hong Kong, teniendo en cuenta la reunificación de Hong Kong con China continental a menos de un año, es hacer su agosto, pero estar preparado para la lluvia .■

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