07/05/2024

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El Presidente Lee: iniciando una nueva era

01/05/1995
La República de China en Taiwan ha sufrido cambios dramáticos desde que se le puso fin a la Ley Marcial en 1987. El ex-presidente Chiang Ching-kuo —cuando dió el histórico paso de promover más la democracia constitucional, la liberalización económica y la justicia social— anticipó una nueva era para la gente de Taiwan.

Chiang murió el 13 de enero de 1988, cuando apenas la nación se había embarcado en un nuevo rumbo. La meta de implementar diversos programas de reforma fue llevada a cabo por Lee Teng-hui, quien asumió la presidencia y concluyó el período presidencial de Chiang según la Constitución de la República de China. El hecho de que Lee se convirtiera en el primer personaje nativo de Taiwan en asumir el puesto más alto de la nación desde la fundación de la República de China fue en sí mismo un acontecimiento histórico. Significó una transición sin dificultades y el comienzo de una nueva era.

Los retos que debía enfrentar Lee eran muy desafiantes en términos de su sustancia, dimensión, e impacto en el futuro de la nación. Estaban relacionados con la dirección de las reformas políticas y sociales, y la liberalización económica; la adopción de políticas y estrategias fundamentales para regular las relaciones con el área continental; y el concebimiento de una política exterior con el fin de reforzar el perfil internacional de la República de China.

La popularidad de Lee experimentó un ascenso, especialmente a partir de la división de opiniones en cuanto al avance y meta de la reforma. Ya que su misión inmediata era proporcionar una clara visión de hacia dónde estaba dirigiéndose la nación y lograr un consenso nacional para solucionar con espíritu de reconciliación y solidaridad todas las dificultades que pudieran entorpecer las reformas.

Lee describió detalladamente su agenda hace cinco años, el 21 de marzo de 1990, cuando fue elegido por la Asamblea Nacional, Octavo Presidente de la República de China. En ese entonces, él dijo que la continuidad, creatividad y la reforma serían los conceptos claves para abrir un nuevo sendero para el desarrollo nacional. En pocas palabras, las excelentes características de la cultura y herencia china tradicional deberían ser preservadas y promovidas al ritmo de la modernización. El señaló que la consolidación del valor espiritual de la humanidad debe ser la meta fundamental del desarrollo en todos los sectores.

Evidentemente, Lee enfatizó el desarrollo cultural en vista del colapso del orden social provocado por el rápido pluralismo político y social. Entonces, él inició un programa para desarrollar actividades culturales en las comunidades con el fin de que la calidad de vida mejore al mismo paso de la prosperidad económica.

En cuanto a la política, Lee prometió establecer la competencia justa, reconsiderar el papel del Kuomintang en el cambiante entorno social, asegurar la neutralidad de la administración y del sistema judicial, nacionalizar las fuerzas armadas y, consolidar la distribución equitativa de los recursos políticos para promover la democracia.

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Siguiendo de cerca el proceso del desarrollo nacional: Inspeccionando las excavaciones de un túnel en Yehliu, al norte de Taiwan.

Para llevar a cabo estos cometidos, Lee estableció una fuerza de trabajo para estudiar las reformas constitucionales destinadas a renovar los cuerpos parlamentarios, mejorar el sistema electoral y establecer la democracia directa y popular. Y, para escuchar la opinión y sugerencias del público, Lee organizó la Conferencia de Asuntos Nacionales, de una semana de duración, que se reunió a finales de mayo de 1990 y donde participaron los representantes de diversos grupos sociales. El solo hecho de que Lee realizara esta conferencia reveló su determinación de superar toda clase de barreras para implementar la reforma democrática.

Subsecuentemente, los observadores políticos y los medios de comunicación comenzaron a usar el término "la era de Lee Teng-hui" para referirse a los programas de reformas sin precedentes que se han llevado a cabo desde que Lee asumió la presidencia.

Para coordinar las relaciones con el área continental, Lee estableció el Consejo de Unificación Nacional, que él mismo preside. Las Directrices para la Unificación Nacional fueron promulgadas para subrayar la política básica de la unificación del gobierno. Esta política ha capacitado al gobierno para relacionarse con el área continental de una manera flexible y pragmática, y al mismo tiempo fortalece la seguridad de la gente de Taiwan. En enero de este año, Jiang Zemin, presidente de China Continental y secretario general del Partido Comunista Chino presentó una propuesta de ocho puntos sobre las relaciones Taiwan y China continental. En respuesta a esta propuesta, el 8 de abril, Lee trazó una política de 6 puntos en cuanto a la unificación y las relaciones con el área continental: 1. La unificación de China debe alcanzarse en base a la realidad de que ambos lados están regidos por gobiernos separados; 2. Los intercambios culturales deben ser reforzados; 3. Los lazos económicos y comerciales deben reforzarse y desarrollarse en relaciones mutuamente beneficiosas y complementarias; 4. Ambos lados deben asegurarse la posibilidad de integrarse a organizaciones internacionales en pie de igualdad, y los líderes de ambos lados deberían reunirse con naturalidad en las ocasiones internacionales; 5. El principio de resolver todas las disputas pacíficamente; y 6. Ambos lados deben conjuntamente salvaguardar la prosperidad y promover la democracia en Hong Kong y Macao. Después de señalar estos 6 puntos, Lee dijo que la cooperación de hermandad y la competencia pacífica entre Taiwan y el área continental en el desarrollo de una democracia política y la afluencia económica serán la mejor contribución al bienestar de todo el pueblo chino.

En cuanto a las relaciones exteriores, el enérgico método de Lee, le ha hecho ganar elogios por sus exitosos resultados. La trascendental "vacación diplomática" a Indonesia, Tailandia y las Filipinas; y sus esfuerzos por ganar el apoyo internacional para la participación de la República de China en diversas organizaciones mundiales, han reforzado enormemente el perfil internacional de la nación. Las relaciones de la República de China con los países del sudeste de Asia han ganado sustancia a pesar de la falta de lazos oficiales, en gran parte gracias a la iniciativa de Lee en la política de inversión "ir al Sur" y su amistad con los líderes de esos países. Durante el año siguiente a su "vacación diplomática", las inversiones de Taiwan en los países del sudeste asiático han aumentado más de tres veces y el comercio con la región ha crecido 22 por ciento, según el Consejo de Planificación y Desarrollo Económico. Recientemente, Lee realizó un viaje de cuatro días al Medio Oriente con el fin de reforzar los lazos económicos con naciones como los Emiratos Arabes Unidos y Jordania. Ahora, sólo queda esperar para ver si los intercambios Taiwan-Medio Oriente disfrutarán los mismos resultados positivos de la política "ir al Sur". De igual modo, se está elaborando actualmente una nueva política de inversión, denominada "ir al Este" con el propósito de orientar las inversiones taiwanesas hacia los países de Centro y Sudamérica.

Los Estados Unidos y otros países industrializados también han comenzado a observar a Taiwan. Y están apreciando los sobresalientes logros en la isla durante los últimos años.

En resumen, los logros de Lee durante los últimos cinco años hablan por sí mismos. La apreciación del público de sus contribuciones están de manifiesto en su continua alta popularidad y la presión de los diversos sectores para que participe en las elecciones presidenciales del próximo año con el fin de que sea reelegido para un segundo mandato. ■

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