04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Taiwan: frente al sendero pragmático

01/05/1995
Desde que la República de China en Taiwan comenzó a tener cierto éxito al poner en práctica su diplomacia pragmática, Pekín (Beijing) no ha dejado de persistir en sus esfuerzos por excluirla internacionalmente, en su afán de lograr un completo aislamiento diplomático de Taiwan.

El más alto principio directriz de la política de Pekín hacia Taiwan sigue siendo el mismo: su frecuentemente mencionado concepto de "un país, dos sistemas". Esto significa realmente unificar primero los regímenes, después el territorio nacional, y finalmente, los sistemas políticos. De acuerdo con la lógica de Pekín, no debe existir espacio para la República de China en Taiwan en la comunidad internacional bajo el concepto de "una China", y no hay necesidad de renunciar al uso de la fuerza militar en contra de Taiwan como una pieza de regateo en los foros internacionales.

La actitud intransigente de Pekín hacia Taiwan ignora totalmente la evolución de la situación internacional. Hace dos décadas, la gente defendía la admisión de la República Popular de China, considerando que era inaceptable mantener fuera de las Naciones Unidas a un país tan grande y con tan enorme población. Hoy día, las naciones miembros de la ONU han comenzado a quejarse de que una economía importante como la República de China en Taiwan no puede seguir siendo ignorada, y que se debe tomar en consideración su deseo de reingresar a las Naciones Unidas.

Sin embargo, en momentos cuando Pekín ha estado tan activo tratando de aislar a la República de China e intimidar a los amigos de Taiwan, el pueblo de Taiwan no debe sentirse perdido, asumiendo sencillamente que la causa no tiene esperanzas y está destinada al fracaso.

En 1950, cuando la República Popular de China y sus amigos defendían el así llamado problema de la "representación china" en las Naciones Unidas, retando la legitimidad del asiento de la República de China, Pekín tenía relaciones diplomáticas con solamente dieciocho países. Incluso veinte años después, en 1970, el año anterior a la expulsión de la República de China de las Naciones Unidas, el número de naciones que habían establecido lazos oficiales con la RPCh había crecido sólo a cincuenta y cuatro. Es decir, Pekín ganó treinta y seis países más en veinte años.

Hoy, veintinueve países mantienen relaciones oficiales con la República de China, y el esfuerzo de esta última por ingresar a la ONU fue iniciado hace apenas dos años. Sin embargo, en las Naciones Unidas y otras regiones del mundo ya se escuchan muchas voces de simpatía hacia Taiwan y quejas contra la actitud de Pekín hacia Taiwan.

Para entender el esfuerzo de la República de China para ingresar a la ONU, se requiere revisar toda la retórica autointeresada y engañosa de Pekín. No es ni siquiera un asunto para demandar la independencia de Taiwan debido a que la República de China ha sido un estado independiente y soberano por ochenta y tres años, desde su fundación como primera república del Asia por el Dr. Sun Yat-sen en 1912. El surgimiento de la RPCh en 1949 no afectó la existencia legal de la República de China como estado. La Resolución 2758 de la ONU que la expulsó del organismo mundial no la borró del mapa tampoco, ni afectó su estatus de estado soberano que disfruta de los derechos soberanos de jurisdicción sobre su propio territorio nacional.

China ha estado dividida desde 1949 como resultado de la guerra civil. A pesar de la retórica de Pekín sobre lo contrario, la presente situación puede ser mejor descrita como "una China, dos realidades", una llamada República Popular de China en el territorio continental, y la otra, la República de China en Taiwan. Esta existencia de hecho es una realidad que nadie puede negar. Cada "realidad" en ambos lados del Estrecho de Taiwan, hablando ya sea en términos de objetivos a mediano o largo plazo, tiene en mente fundamentalmente "una China", y que esta "China" debe ser una "China" libre, democrática y próspera antes de ser aceptada por ambas partes. Sin embargo, en cuanto a la situación real en el presente, existen de hecho dos Chinas o más adecuadamente "dos realidades" en la comunidad internacional.

La situación antes mencionada puede ser descrita como "dos Chinas por el momento", o mejor, "una China, lograda en etapas". La primera señala el estatus actual de dos "realidades". La frase "por el momento" implica que no habrán "dos Chinas en perpetuidad". En otras palabras, las "dos Chinas por el momento" no es una meta, sino un paso. La última enfoca más bien en el objetivo final: "Una China". Pero para realizar esta meta, se deberá proceder por etapas o períodos.

El esfuerzo de la República de China por participar en las Naciones Unidas no es una meta y de por sí, es solamente una medida para realizar un objetivo aún más sublime: la reunificación de China. Al tener un sitio decente en la ONU, la República de China podrá dedicarse entonces a las negociaciones para la unificación en un pie de igualdad con la RPCh.

Al mismo tiempo, el gobierno y pueblo de la República de China en Taiwan deben tener en mente que el reconocimiento diplomático no es tan importante, ya que la existencia de un país no depende del reconocimiento por las otras naciones. Los conceptos modernos del Derecho Internacional ponen menos importancia al reconocimiento diplomático o al reconocimiento de jure, ya que un país existe sin ser necesariamente reconocido por los otros estados.

Naturalmente, si la República de China fuera reconocida por más naciones, sería mejor. Sin embargo, el esfuerzo de la ONU no está necesariamente relacionado con el número de países que han establecido relaciones oficiales con la República de China. Lo que es importante es que exista un consenso o por lo menos una mayoría de la opinión mundial que sostenga que la presencia de la República de China en la ONU es necesaria para el óptimo funcionamiento de ese organismo. Otorgar reconocimiento diplomático a la República de China y la participación de ésta en la ONU son dos aspectos diferentes que deben ser tratados por separado.

El asunto esencial es cómo realizar mejor el verdadero principio de universalidad, lograr que prevalezca la justicia, salvaguardar los derechos humanos, promover la cooperación regional y, finalmente, facilitar la reunificación pacífica de los dos lados del Estrecho de Taiwan, al igual que las dos Alemanias en el pasado, y las dos Coreas en el presente.

En resumen, las Naciones Unidas, la comunidad internacional, así como los líderes en Pekín deben enfrentarse a la realidad y, ser positivos y pragmáticos, de modo que se encuentre una solución al espinoso problema que ha durado medio siglo, preferentemente durante el Cincuentenario de la ONU en 1995. ■


Diez razones del porqué la República de China en Taiwan debe pertenecer a las Naciones Unidas

1. Debido a que los 21 millones de habitantes del área de Taiwan y el gobierno electo por ellos no están representados en las Naciones Unidas.

2. Debido a que la República Popular de China no puede ni debe representar a los 21 millones de habitantes de Taiwan en las Naciones Unidas.

3. Debido a que las Naciones Unidas deben reconocer la voluntad y el deseo de la República de China en Taiwan de contribuir a la comunidad internacional.

4. Debido a que pretender que la República de China (la república democrática más antigua de Asia y una de las principales potencias económicas del mundo) no existe es irreal y poco práctico.

5. Debido a que las Naciones Unidas deben promover el modelo del desarrollo económico y democratización de Taiwan, que ha sido evidentemente exitoso.

6. Debido a que la participación de ambos lados de una China dividida en las Naciones Unidas asegurará la eventual unificación de China por las vías pacíficas y evitará toda excusa para que la República Popular de China siga con su permanente amenaza de usar la fuerza en contra de la República de China en Taiwan.

7. Debido a que las Naciones Unidas deben honrar los principios sobre los cuales fue fundada, especialmente el principio de universalidad de sus miembros.

8. Debido a que la participación de ambos lados de China dividida puede forjar la confianza entre ambas partes.

9. Debido a que la República de China en Taiwan puede aceptar la representación paralela junto con la República Popular de China en las Naciones Unidas.

10. Debido a que la participación de la República de China en las Naciones Unidas le dará al mundo una oportunidad para beneficiarse directamente de la real experiencia tecnológica y capacidad para dar ayuda en casos de desastre, que tiene la República de China. ■

Popular

Más reciente