Los porcentajes de votos obtenidos, 95,96 por ciento para Lee y 93,48 por ciento para Li, fueron más altos que lo esperado. La Asamblea Nacional, aunque se encuentra dominada por miembros de mayor antigüedad electos en 1947, ha reflejado la voluntad popular, y el sello de legitimidad le da al presidente Lee un mandato fuerte y sólida autoridad para efectuar las reformas políticas necesarias.
El presidente Lee se convirtió en el primer hijo nativo de Taiwan que ha sido juramentado como presidente de la República de China cuando falleciera el extinto presidente Chiang Ching-kuo el 13 de enero de 1988. En los dos últimos años, el presidente Lee ha demostrado fuertes capacidades de liderazgo a medida que ha guiado el país a través de un complejo período de transición que conduce a una completa democracia constitucional.
Foto de archivo
El presidente Lee Teng-hui y su compañero de campaña Li Yuan-zu la la izquierda) visitan un miembro de la Asamblea Nacional para solicitar su apoyo.
El presidente ha continuado llevando a cabo las reformas iniciadas por el extinto presidente Chiang, incluyendo el rejuvenecimiento de los órganos parlamentarios centrales, la legalización de los partidos políticos, y la liberalización de la política hacia el territorio continental. Ahora, el presidente Lee ha sido electo a su primer período de seis años, y se espera que se apartará de una estrecha adhesión al legado de Chiang y abrirá una nueva era propia.
Durante la campaña presidencial, el presidente Lee anunció que él y su compañero de campaña, si llegaran a ser electos, se dedicarían al bienestar de la nación y del pueblo por seis años y que no buscarían una reelección en 1996. Con una tal determinada orientación, el presidente está en una posición para lograr los cambios que sean necesarios para democratizar el sistema político. En una declaración hecha después de ser electo, el presidente prometió que hará todo lo que esté a su alcance para unir todas las fuerzas de la sociedad para luchar por la democracia constitucional, el progreso económico y la estabilidad social, comprometiéndose a "no traicionar la confianza y expectativas del pueblo".
El presidente del Yuan Judicial, Lin Yang-kang y el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, Wego Chiang, quienes se retiraron de la carrera presidencial y vicepresidencial mediante un rechazo a la nominación de parte de algunos miembros de mayor antigüedad en la Asamblea Nacional, ofrecieron inmediatamente sus felicitaciones a los triunfadores de la elección. Esto demuestra que el gobernante Kuomintang ha superado por el momento actual, sus disputas internas y de nuevo ha logrado el consenso y la solidaridad dentro del partido.
La elección del presidente y vicepresidente ha levantado de nuevo la preocupación pública por varios problemas en el sistema político heredado por el actual liderazgo y ha intensificado enormemente las demandas públicas por las reformas. La tensión subió en las vísperas de las elecciones, con cerca de 9.000 estudiantes y otros ciudadanos realizando una asentada en la vasta plaza del Monumento Conmemorativo a Chiang Kai-shek.
Después que se anunciaron los resultados de la elección, el presidente Lee buscó desactivar la situación inmediatamente al recibir en el Palacio Presidencial a 50 representantes estudiantiles, asegurándoles que el Gobierno irá a acelerar el paso de la reforma. Los estudiantes manifestantes decidieron temprano en la mañana del día siguiente terminar con su asentada y retornar a las clases.
En otra acción para aliviar la tensión pública, el presidente decidió invitar al Partido Democrático Progresista (DPP, siglas en inglés), principal fuerza opositora, a una Conferencia sobre Asuntos Nacionales, tentativamente programada para mayo o junio. En respuesta a lo que ha sido descrito como una "respuesta positiva inicial", el DPP canceló su plan de realizar manifestaciones masivas alrededor del Edificio Chungshan, situado en el área de Yangmingshan en el norte de Taipei, donde la Asamblea Nacional realizaría la votación.
El Comité Central Permanente del KMT aprobó el 21 de marzo los planes presidenciales para celebrar la Conferencia sobre Asuntos Nacionales, indicando que era una oportunidad para un diálogo nacional productivo. Los líderes políticos, incluyendo aquellos de los partidos de oposición, así como académicos y otros miembros prominentes de la sociedad serán invitados para discutir la presente estructura constitucional, las reformas políticas prioritarias, y las cuestiones que tienen que ver con la reunificación nacional.
La reforma más urgente en el orden del día es el asunto de la reforma parlamentaria. En actualidad, 668 de los 752 miembros de la Asamblea Nacional fueron electos en 1947 y han estado congelados en sus posiciones por más de cuatro décadas. Un poco más de la mitad de los miembros del Yuan Legislativo son también legisladores de mayor antigüedad. Aunque el Yuan Legislativo aprobó un Acta sobre la Jubilación Voluntaria de los Parlamentarios de mayor antigüedad en febrero de 1989, ofreciendo una pensión sustancial para su retiro honorable, en realidad, son pocos los parlamentarios que se han jubilado.
La continua presencia de esos parlamentarios de mayor antigüedad en oficio ha sido el problema radical que ha conllevado a las recientes protestas por los estudiantes, el partido de oposición y otros ciudadanos. Para responder a las demandas públicas y establecer un ambiente justo para la competencia multipartidista, se espera que el presidente Lee y el KMT irán a ejercer todos sus esfuerzos para lograr la jubilación de los parlamentarios viejos antes de las próximas elecciones generales en 1992.
En los meses recientes, el debate en torno a la estructura constitucional de la República de China también se ha intensificado. El corazón del problema es la pregunta de si la nación debe tener un sistema del Gabinete o un sistema presidencial. De acuerdo con la Constitución, el sistema político de la República de China está en realidad organizado como una combinación de ambos sistemas. Los defensores del sistema del Gabinete han argumentado que se le ha dado demasiado poder a la Oficina Presidencial durante el Período de la Rebelión Comunista (una enmienda que ha sido adjunta a la Constitución en 1948, sobreponiéndose en muchas partes a la Constitución) sin tener que estar sujeta a la interpelación de ninguno de los cuerpos parlamentarios.
La Constitución estipula que el Yuan Ejecutivo es el órgano administrativo más alto de la nación y que debe responsabilizarse ante el Yuan Legislativo. Los defensores del sistema del Gabinente urgen la abolición de las Provisiones Temporales para poder hacer que el poder sea compatible con la responsabilidad y se garantice un gobierno que vaya con el espíritu de la Constitución.
Los defensores del sistema presidencial señalan que ambos, el sistema del Gabinete y el presidencial son estructuras constitucionales legítimas para un país democrático. El sistema del Gabinete, dicen ellos, no es el único sistema ideal de una democracia. Ellos añaden que la Oficina del Presidente ha asumido más poder que lo prescrito por la Constitución debido a que en el pasado el Presidente servía concurrentemente como presidente del partido gobernante. Por lo tanto, indica el argumento, la solución real radica en la democratización del proceso de toma de decisión dentro del partido. Los poderes y deberes deben ser claramente demarcados entre el Presidente y el Primer Ministro.
La decisión acerca de adoptar un sistema del Gabinete dependerá en gran parte de si los participantes en la Conferencia sobre Asuntos Nacionales lleguen o no a un consenso. Complicando la decisión están las consideraciones acerca del impacto de anular las Provisiones Temporales efectivas durante el Período de la Rebelión Comunista mientras el liderazgo de Pekín rehusa renunciar el uso de la fuerza en contra de la República de China en Taiwan y continúa en sus intentos por aislar a la República de China en la comunidad internacional. Las discusiones de las medidas de reformas políticas irán necesariamente a incluir cuestiones acerca de la seguridad nacional.
La cuestión acerca de la identidad nacional será también un asunto clave en las discusiones de la Conferencia. Durante el período de la campaña para las elecciones generales a fines de 1989, 31 candidatos del DPP formaron la así llamada "alianza del nuevo país" y propusieron una ley básica para la "República de Taiwan". En las ceremonias de apertura de la Asamblea Nacional en febrero de 1990, once miembros de la Asamblea pertenecientes al DPP sacaron el asunto de la identidad nacional a primera plana cuando cambiaron el contenido del juramento que se toma a los miembros de la Asamblea. Ellos sustituyeron la "República de China" por "Taiwan" en el juramento original, lo cual hizo que quedaran descalificados para asistir a las sesiones.
Pero al empujar el asunto de la independencia de Taiwan podría traer peligros inmediatos, tanto en Taiwan como desde el territorio chino continental. La Conferencia sobre Asuntos Nacionales debe ayudar a desactivar esta cuestión mediante un consenso nacional acerca de la meta fundamental de alcanzar la reunificación de China bajo la libertad, democracia y prosperidad.
Si el DPP desea evitar su permanente status de partido de oposición y tener la oportunidad de convertirse en partido gobernante algún día, tendrá que moderar su posición política. La mayoría del electorado, especialmente la clase media, está situado cerca del centro del espectro político, y ellos valoran altamente la estabilidad política y social. Dependiendo primordialmente en confrontaciones intensas y la así llamada política de calle sólo produciría resultados negativos a la larga. Un buen sistema multipartidista se caracteriza por una competencia centrípeta en vez de actividades centrífugas. Se espera que el ambiente político en general se mejore si la distancia ideológica entre los dos mayores partidos se reduce -a la vez que siguen competitivos- y la conferencia sería una oportunidad para promover este tipo de evolución. Al mismo tiempo que la nación comienza una nueva era bajo el presidente Lee, el DPP tiene un papel clave que jugar como partido opositor responsable. Su éxito en la articulación de una bien fundamentada y clara alternativa política colocaría las políticas partidistas sobre una base más firme y también serviría al desarrollo general de una sociedad democrática.
Seis candidatos del DPP fueron electos como magistrados de distrito en las elecciones generales de diciembre de 1989. Después de asumir a sus respectivos cargos, ellos han hecho un número de cambios administrativos mayores, incluyendo la adopción de cinco días laborales por semana en sus distritos, una decisión que desafía las regulaciones del Gobierno Central. Esas acciones han ilustrado la necesidad de demarcar más claramente los poderes y deberes entre los niveles central, provincial y local del Gobierno. Los poderes de la autonomía local merece en forma especial una cuidadosa revisión, y las cuestiones tales como permitir la elección directa de los alcaldes de Taipei y Kaohsiung ya están en una posición sobresaliente en el orden del día público.
Se espera que el presidente Lee presente un horario para la reforma política después que la Conferencia sobre Asuntos Nacionales complete sus deliberaciones. Al mismo tiempo, el KMT y el DPP deberán haber alcanzado un consenso acerca de la necesidad de reestablecer la ley y el orden en la sociedad y contrarrestar el creciente índice de criminalidad. El crimen y la violencia alimentados por armas de contrabando, manifestaciones callejeras y conflictos físicos en los cuerpos parlamentarios han desalentado seriamente el optimismo acerca del entorno económico. Los hombres de negocios están menos deseosos de invertir en la manufactura, investigación y desarrollo, y mejoramiento de la tecnología, y un cada vez mayor número de ciudadanos han decidido emigrar. Por lo tanto, los líderes políticos en los partidos gobernante y opositor se están enfrentando por igual al reto de tener que restaurar la confianza del pueblo en el futuro de la nación.
Después del incidente de Tienanmen en Pekín y la disolución de los regímenes comunistas en Europa Oriental, un cambio drástico y fundamental podría ocurrir en el continente chino de un momento a otro. Como resultado, la República de China debe siempre estar preparada para cualquier eventualidad. El Gobierno ya ha comenzado un proceso para crear una política más agresiva y futurista hacia el territorio continental, y es muy alta la posibilidad de un mayor intercambio entre los pueblos en ambos lados del Estrecho de Taiwan. Tales actividades también servirán para alentar el desarrollo de la democracia en el territorio continental.
En su determinación de mejorar la imagen de la República de China en el escenario internacional, el presidente Lee ha llevado a cabo una política exterior más flexible y pragmática, estableciendo un fuerte record en la creación de mutua confianza y fuertes relaciones con los otros países alrededor del mundo. Acoplado con esta política diplomática, la República de China está construyendo una gama altamente diversificada de lazos económicos y comerciales sustanciales alrededor del mundo. Como la Duodécima mayor nación comercial en el mundo y la segunda mayor poseedora de reservas en divisas extranjeras, la República de China ha comenzado a cargar con una mayor responsabilidad en la comunidad internacional. A medida que continua este proceso, se espera que la República de China se convierta en un miembro de más organizaciones internacionales y juegue un papel fundamental en ellas.
El presidente Lee ya ha probado que es capaz de un liderazgo sagaz e influyente, y el pueblo ahora espera que él conduzca a la nación a deshacerse de todos los vestigios del mando autoritario y complete la transformación del Gobierno en una plena democracia constitucional. El presidente Lee ganó la más alta magistratura de la nación a través de su dedicación al país y su constante preocupación por el bienestar público. En los venidero seis años de su cargo, él también se beneficiará del apoyo y asesoría del vicepresidente Li, un político experientado y especialista en asuntos legales. El pueblo de la República de China ha colocado su fe y confianza en los recién electos líderes y miran adelante por una nueva era de grandes logros nacionales. □