07/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Estrategias apropiadas

01/05/1990
A medida que se acerca 1997, el futuro de Hong Kong y Macao se torna de impor­tancia cada vez mayor para el Gobierno de la República de China. En agosto de 1983 se creó una fuerza de tarea del Yuan Ejecutivo para seguir de cerca el desarrollo de las negociaciones entre Londres y Pekín. Des­pués que la así llamada "Declaración Con­junta Sino-británica" sobre Hong Kong fuese firmada a fines de 1984, la fuerza de tarea fue elevada a un panel de coordina­ción directamente bajo el viceprimer ministro del Yuan Ejecutivo (Gabinete).

El viceprimer ministro Shih Chi-yang (施啟揚) es actualmente presidente de la Fuerza de Tarea para los Asuntos de Hong Kong y Macao. Recientemente, la subdirec­tora de redacción de FREE CHINA REVIEW, Betty Wang se entrevistó con él y conversaron acerca de la política de la Re­pública de China hacia Hong Kong y Macao. A continuación se ofrecen algunos detalles:

Wang: ¿Cuál es la posición del Go­bierno de la República de China en torno de la soberania de Hong Kong y Macao?

Shih: Desde la fundación de la Re­pública de China, la política firme del Gobierno ha sido abolir los tratados desiguales. Nos reservamos el derecho a tocar el asunto de Hong Kong y Kowloon posteriormente cuando firmamos un nuevo tratado con Gran Bretaña en enero de 1943. Siguiendo a la toma del territorio continental por los comunistas y el reconocimiento británico del régimen de Pekín en enero de 1950, el re­cobro de Hong Kong y Kowloon ha permanecido como un asunto pendiente para el Gobierno de la República de China.

Cuando los representantes chino­ comunistas firmaron acuerdos sobre Hong Kong y Macao con los gobiernos británico y portugués en 1984 y 1987 res­pectivamente, el Ministerio de Rela­ciones Exteriores de la República de China reiteró que Hong Kong y Macao han sido territorios chinos desde un inicio, y la soberanía de dichos territorios pertenece a la República de China. Cual­quier acuerdo concluido entre los chinos comunistas y los gobiernos británico y portugués es nulo e inválido ante los ojos del pueblo y Gobierno de la República de China.

Wang: ¿Cuáles son los antecedentes de la Fuerza de Tarea para los Asuntos de Hong Kong y Macao?

Shih: El Consejo de Coordinación de Relaciones Exteriores del Yuan Eje­cutivo formó inicialmente una fuerza de tarea especial de Hong Kong en agosto de 1983, y después de la firma de la así llamada "Declaración Conjunta Sino­-británica" sobre Hong Kong en septiembre de 1984, la fuerza de tarea fue elevada de posición y se convirtió en un panel de coordinación directamente bajo el mando del viceprimer ministro. Se le denominó entonces como la Fuerza de Tarea para los Asuntos de Hong Kong y el viceprimer ministro actuó como su convocador. Los miembros de la fuerza de tarea incluía a todos los jefes de ministerios, comisiones y consejos que tienen que ver con los asuntos de Hong Kong en el Yuan Ejecutivo. Macao fue incluido en el mandato de la fuerza de tarea cuasndo el Gobierno portugués y el régi­men comunista chino firmaron una de­ claración conjunta acerca del futuro de Macao en 1987. El nombre de la organi­zación fue cambiada a Fuerza de Tarea para los asuntos de Hong Kong y Macao en agosto de 1987.

Wang: En marzo de 1989, la fuerza de tarea preparó un plan en tres etapas para manejar los asuntos de Hong Kong y Macao. ¿Cuáles son los puntos principales del plan?

Shih: El plan de marzo de 1989 delinea nuestras metas antes de 1990, para el período entre 1991 y 1997, y para des­pués de 1997. Evaluamos los posibles es­cenarios en cada etapa y hemos confor­mado estrategias apropiadas para promo­ver el bienestar del pueblo de Hong Kong y Macao. Los puntos claves del plan son como siguen:

Primero, en torno a los intereses del pueblo chino en Hong Kong y Macao, el Gobierno de la República de China tra­bajará para asegurar la democracia, liber­tad, prosperidad y progreso en las dos áreas.

Segundo, no otros mantendremos nuestras diversas instituciones en Hong Kong y Macao y las utilizaremos para di­seminar los ideales de libertad y demo­cracia hacia China continental.

Tercero, iremos a contrarrestar que los chinos comunistas usen Hong Kong y Macao como medios para promover su modelo de "una nación, dos sistemas" y sus intentos por rebajar el status de la Re­pública de China al de un gobierno local.

En línea con este plan de tres pasos, el Gobierno de la República de China está determinado a trabajar junto con el pueblo de Hong Kong y Macao. Trabaja­remos con líderes empresariales tanto en Taiwan como otros países para ayudar en la democratización, internacionalización económica, pluralismo social y una forma libre de vida en las dos áreas. Además, la República de China irá a for­talecer sus actividades en Hong Kong y Macao para aumentar la cooperación con los líderes empresariales de Hong Kong y Macao para proteger los derechos de los empresarios y otras personas allí.

Los procedimientos de entrada y salida han sido simplificados para los resi­dentes de Hong Kong y Macao de manera que puedan radicarse, estudiar invertir y hacer negocios en Taiwan. Ellos también podrán obtener préstamos para adquirir viviendas en Taiwan. Es­tamos considerando otros elementos del plan también, tales como darsubsidios a las escuelas chinas en Hong Kong, y per­mitir que los jóvenes sobresalientes reali­zen estudios avanzados en Taiwan.

Wang: Pekín ha advertido en repe­tidas ocasiones que no permitirá que Hong Kong se convierta en una "base contrarrevolucionaria" después de 1997. ¿Afectará esto a las actividades de las organizaciones de la Rep. de China con base en Hong Kong?

Shih: Las autoridades comunistas chinas no tienen que preocuparse acerca de que Hong Kong se convierta en una "base contrarrevolucionaria" después de 1997 si ellos le dan al pueblo un sis­tema económico libre que pueda poner a trabajar los talentos y habilidades de todos, y si ellos permiten que el pueblo disfruten de la dignidad de un ser humano bajo el gobierno de la ley y la igualdad.

Después de una cuidadosa considera­ción, nuestro Gobierno ha declarado so­lemnemente que todas las organiza­ciones de la República de China radi­cadas en Hong Kong no serán retiradas bruscamente después de 1997. Estamos determinados a unirnos al pueblo de Hong Kong y Macao en un decidido es­fuerzo por salvaguardar la estabilidad y prosperidad de esas dos áreas.

Las actividades de nuestras organizaciones radicadas en Hong Kong depende­rán de si las autoridades comunistas chinas sean capaces de mantener la esta­bilidad y prosperidad en Hong Kong y en si Hong Kong será verdaderamente una región administrativa especial autogober­nada con un alto grado de autonomía.

Wang: ¿Qué clase de arreglos ha hecho la Rep. de China para los resi­dentes de Hong Kong que son decidida­mente anti-China comunista? ¿Cuántos son en total? Si se les permi­tiera reubicarse aquí, ¿causaría pre­siones sobre la ya sobrepoblada Taiwan?

Shih: Es cierto que Taiwan es una pequeña isla con una alta densidad pobla­cional. Un súbito influjo de gente desde Hong Kong añadiría inevitablemente más problemas a los ya existentes en la calidad de vida de la sobrepoblada Taiwan. Estamos buscando formas para solucionar este dilema.

Alrededor de 13.000 personas en Hong Kong y Macao han solicitado radi­carse en Taiwan desde que Londres y Pekín firmaron la declaración conjunta sobre Hong Kong en 1984. Se le da bien­venida a las personas calificadas para que se radiquen, trabajen, estudien, invier­tan, y se dediquen al negocio en Taiwan, y no se ha fijado un límite en particular en cuanto a su número. Los arreglos para que la gente de Hong Kong y Macao viajen hacia Taiwan están incluidos en el plan de tres etapas que describí antes, pero no tenemos datos de cuántos serán debido a que depende de la futura situa­ción de Hong Kong y Macao y los deseos mismos de las personas afectadas.

Wang: ¿Qué opina del borrador de la Ley Básica?

Shih: La segunda consulta sobre la ley finalizó en octubre de 1989. Desde el proceso de la redacción de la Ley Básica, podemos ver claramente la estrategia de los chinos comunistas. En aspectos de fondo, ellos insisten en que tienen su propia forma de proceder y que no harán concesiones algunas. En aspectos de forma, ellos pretenden ser magnánimos y manejan cada asunto de acuerdo a las necesidades de la situación en particular.

Pekín pretende usar su fuerza para iniciar la Ley Básica como un medio para romper con su promesa de autonomía para Hong Kong y favorecer la creación de un control absoluto sobre Hong Kong. Por esta razón, en el curso de la redacción de la Ley Básica, las autori­dades chino-comunistas han hecho hin­capié en "una nación", y rechazan el as­pecto de los "dos sistemas" en su fór­mula para el futuro de Hong Kong. Pekín intenta mantener un estricto con­trol sobre el derecho de interpretar y re­visar la Ley Básica.

Pekín continuará resistiéndose a los esfuerzos de los ciudadanos de Hong Kong para elegir a sus propios líderes ad­ministrativos y miembros del Consejo Legislativo de Hong Kong en una fecha temprana. Desafortunadamente, el así llamado "alto nivel de autonomía" y el esquema del "Hong Kong gobernado por la gente de Hong Kong" no son más que esloganes muy atractivos.

Para ganarse la confianza de los ciu­dadanos de Hong Kong en torno a la Ley Básica, los chinos comunistas han dise­ñado dos procesos de consultas y han pretendido ser tolerantes hacia los dife­rentes puntos de vista.

Pekín intenta crear la falsa imagen de que el borrador de la Ley Básica es el resultado de repetidas consultas y una cuidadosa deliberación, esperando legiti­mizar de esta forma su gobierno sobre Hong Kong.

Una movida reveladora se hizo en diciembre de 1989 durante la conferencia del Comité para la Redacción de la Ley Básica celebrada en Cantón. Las autori­dades chino-comunistas insistieron en añadir una claúsula al artículo 23 del bo­rrador de la Ley Básica. Esta claúsula es­tipula que el gobierno de la Región Ad­ministrativo Especial de Hong Kong deberá promulgar leyes para prevenir la subversión en contra del régimen comu­nista chino, prohibir que las organiza­ciones políticas de Hong Kong tengan contactos algunos con organizaciones po­líticas extranjeras, y prohibir las activi­dades políticas extranjeras en Hong Kong. Hay pocas dudas que el efecto de tales restricciones será forzar a los ciuda­danos de Hong Kong a aceptar del todo el yugo de Pekín después de 1997. La cla­úsula disminuirá más la confianza del pueblo de Hong Kong en Pekín y acele­rará el paso de la emigración.

Wang: Después de 1997, ¿Cómo irá a manejar la Rep. de China su comercio indirecto con China continental a través de Hong Kong? ¿Se está tomando en consideración un nuevo puerto de tránsito, o se permitirá el comercio directo?

Shih: Después de 1997, si Hong Kong llega a tener un alto grado de auto­nomía y mantiene su actual sistema abierto, lo iremos a considerar como algo diferente al territorio continental y por lo tanto conservaremos nuestro actual patrón comercial. Iremos a obser­var de cerca la situación en Hong Kong y Macao después de 1997 y posteriormente decidiremos si es necesario que encon­tremos un nuevo puerto de tránsito.

Wang: ¿Continuarán usando Hong Kong como puerto de tránsito la China Airlines y los barcos de la Rep. de China?

Shih: Nuestro Gobierno ha manifes­tado claramente su determinación de continuar trabajando con los ciudadanos de Hong Kong y Macao para preservar su estabilidad y prosperidad. Es sola­mente un asunto técnico si la China Air­lines o los barcos de la República de China continuarán o no viajando a Hong Kong. Nuestro plan de tres etapas declara que las organizaciones relevantes del Go­bierno de la República de China son res­ponsables por el estudio de aspectos de esta índole, junto con asuntos tales como las telecomunicaciones, servicios postales, visitas a familiares y turismo.

Wang: ¿Seguirá la República de China asignando parlamentarios de Hong Kong y Macao?

Shih: Durante este último par de años de reforma política, la gente de los diversos sectores han manifestado dife­rentes opiniones en tales tópicos. Hemos de observar cómo se desarrollará la situa­ción después de 1997, antes de poder saber cómo manejar este asunto en parti­cular. Será más fácil tratar con el asunto si Hong Kong goza para ese tiempo de un nivel de autogobierno, así como el prometido alto nivel de autonomía. □

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