Puntos principales del discurso de toma de posesión
Dar término, tan pronto como sea posible, al Período de la Movilización para la Supresión de la rebelión comunista.
Revisar dentro de un plazo de dos años, las partes de la Constitución que tienen que ver con los órganos parlamentarios del Gobierno Central, los gobiernos locales y la organización del Gobierno.
Institucionalizar la política partidista mediante la garantía de una justa competencia entre los partidos políticos.
Renovar el sistema judicial para garantizar el imperio de la ley.
Establecer canales de comunicación para abrir completamente los intercambios académicos, culturales, económicos y comerciales entre ambos lados del Estrecho de Taiwan.
Diseñar un extenso plan de desarrollo de la tierra, acelerar la Investigación y el desarrollo de la alta tecnología, elevar la estructura industrial, abrir los mercados y fortalecer la cooperación internacional.
Poner en práctica las medidas de protección ambiental y mejorar las condiciones del tráfico, de seguridad y de vida.
Buscar la unificación con el territorio continental por medios pacíficos y democráticos.
Mis queridos compatriotas y distinguidos huéspedes:
La octava sesión de la Asamblea Nacional eligió a este servidor, Lee Teng-hui, como Presidente para el octavo período presidencial de la República de China. En el día de hoy, juntamente con el Vicepresidente Li Yuan-zu, prestaré el juramento de rigor en conformidad con las normas de nuestra Constitución. El pueblo entero me ha dado este solemne mandato. Con tan grandes responsabilidades sobre mis hombros, haré, naturalmente, los mayores esfuerzos para cumplir plenamente los términos del juramento presidencial, y dedicaré mis máximos esfuerzos a proteger al país y acrecentar el bienestar del pueblo.
Una breve apreciación de la situación mundial actual nos revela que nos encontramos en una gran era de rápidos cambios. La búsqueda y consecución de la democracia política, de la liberalización económica y de la paz mundial por parte de toda la humanidad es ahora una fuerza irresistible, incontenible, que inevitablemente destruirá los grilletes impuestos por sistemas que se rehusan al cambio de los tiempos, como destruirá las vallas de ideologías cerradas y totalitarias. Consecuentemente, la situación internacional ha ido evolucionando desde el antagonismo hasta la conciliación. Nosotros, el pueblo chino, no podemos, desde luego, excluirnos de esta masiva corriente mundial. Ponernos en acción para aprovechar esta oportunidad y sentar los cimientos integrales y duraderos para el futuro del pueblo chino, es la responsabilidad común de los mil doscientos millones de ciudadanos chinos en el país y en el exterior. Es también el deber del pueblo, civiles y militares por igual, en nuestro bastión del renacimiento nacional, liderar el camino con gran sabiduría, determinación y solidaridad, basados en nuestros muchos años de experiencia y logros en aplicar la de mocracia política y una economía en beneficio del pueblo. Al aceptar como depositario las grandes esperanzas y la confianza del pueblo en estos tiempos extra ordinarios, siento que el peso de mi responsabilidad se multiplica grandemente. Espero fervientemente que todos mis compatriotas continúen ofreciéndome su apoyo y su estímulo, para que en los seis años de este nuevo período presidencial pueda yo ejecutar mis deberes plenamente y cumplir con la misión que la historia nos ha asignado.
La Constitución de la República de China fue redactada según las enseñanzas que nos legara el Padre fundador de nuestra Patria, Dr. Sun Yat-sen. El objetivo de la Constitución es fijar claramente la distribución del poder y aunar las fuerzas de China y de Occidente para establecer un sano sistema democrático. Sin embargo, el proceso de redacción de la Constitución implicó muchas marchas, contramarchas, y transigencias. En el tiempo en que entró en vigor, la Nación estaba sumida en la guerra y el caos. En vista de esas especiales circunstancias, se sancionaron las Disposiciones Temporales Efectivas Durante el Período de Movilización para la Supresión de la Rebelión Comunista. Durante estos últimos cuarenta años, bajo la conducción de los presidentes Chiang Kai-shek y Chiang Ching-kuo, ya fallecidos, este designio dolorosamente cumplido prestó una innegable contribución para el mantenimiento de la estabilidad en éste, nuestro bastión del renacimiento nacional, y para crear el milagro de la "Experiencia de Taiwan". Sin embargo, ante la cambiante situación tanto interna como internacional y el creciente deseo fervoroso del pueblo de regirse por las normas democráticas del Derecho, el ambiente político de nuestro bastión de renacimiento nacional no es el mismo que fue en el pasado. Todos reconocen ahora que el desarrollo normal de un sistema de democracia constitucional es el único camino para institucionalizar a fondo la democracia política. Así, tengo la esperanza de que las Disposiciones Temporales Efectivas Durante el Período de Movilización para la Supresión de la Rebelión Comunista pueda declararse terminado, según la Ley, en el más corto plazo posible. Más aún, basándonos en los muchos años de experiencia que hemos acumulado al instrumentar nuestra Constitución y en las necesidades surgidas de nuestro actual ambiente nacional, se harán revisiones, necesarias y con vistas al futuro, de las partes de la Constitución que afectan asuntos tales como los órganos parlamentarios del Gobierno central, el sistema de gobierno local y organización del Gobierno, para dar al pueblo chino un código legal que esté de acuerdo con las tendencias de nuestros tiempos, y para establecer un gran modelo de democracia política para todos los tiempos. Esta difíicil tarea no puede ser lograda en un solo y corto paso. El Gobierno solicitará, con completa sinceridad y desinterés, las sugerencias de todos los sectores del pueblo y, con precaución pero activamente, trabajará en esta tarea, de tal suerte que, con la participación y el estímulo del pueblo, dicha tarea pueda completarse en un período de dos años.
Tan importante como la innovación de nuestro sistema de Gobierno constitucional es la institucionalización de la política de los partidos. Una competencia limpia entre los partidos políticos y decisiones confiables según la voluntad popular son los mejores caminos para asegurar una perfecta implementación de la democracia constitucional. He destacado en muchas ocasiones que debemos invertir nuestros esfuerzos totales en construir nuestro sistema y en cultivar un sano concepto del imperio de la ley, de forma tal que todas las actividades políticas sean llevadas a cabo dentro del marco del sistema, y operen de acuerdo a las normas de la ley. Sin embargo, también deseo enfatizar que cualquier propuesta política responsable deberá tener como premisa a la República de China, y como base el bienestar de todo el pueblo. El Gobierno acelerará la innovación del sistema judicial, solidificará nuestras bases para el imperio de la ley, hará más saludable el funcionamiento del servicio público para alcanzar una mayor eficiencia administrativa, y asegurará elecciones transparentes, para que así los miembros representativos de la sociedad puedan lograr sus objetivos de servir al pueblo a través del proceso de elecciones claras. Si procedemos gradualmente, un paso cada vez, nuestro sistema de políticas partidistas con el tiempo se hará naturalmente cada vez más sano, nuestra base democrática se hará naturalmente cada vez más firme, y el tiempo en que el país esté bien gobernado y disfrute de larga estabilidad estará naturalmente a la vista.
Sabemos que hay una relación mutuamente complementaria y mutuamente fortalecida entre una economía próspera y el desarrollo de la democracia política. La zona de Taiwan-Penghu-Kinmen-Matsu ha estado llevando a cabo durante los últimos cuarenta años un libre sistema económico orientado a proporcionar una mayor riqueza al pueblo, y es por ello que muestra una brillante trayectoria de rápido crecimiento y equitativa distribución de la riqueza. Este fruto del esfuerzo de todo el pueblo es conocido en el mundo desde largo tiempo atrás, y ha servido para crear una teoría y un modelo de éxito para todos los países en desarrollo del mundo. Mirando hacia el futuro, el Gobierno, además de ajustarse a sus políticas establecidas de liberalización y de internacionalización a efectos de mantener un sostenido crecimiento de la economía y del comercio, proyectará un plan global para el uso y el desarrollo de nuestra tierra, acelerará la investigación científica y tecnológica de envergadura y dispondrá su extensión, propulsará la actualización de la industria, mejorará la estructura productiva de la agricultura y de la pesca, abrirá mercados para el comercio exterior y fortalecerá la cooperación internacional, de tal manera que a través de un esfuerzo concertado, nuestro desarrollo económico podrá, en los seis años de este período presidencial, ampliar sus alcances y horizontes en su marcha hacia un nuevo nivel de consecuciones.
Creemos que asegurar el bienestar del pueblo es la tarea más importante de todo desarrollo, y los frutos de todo desarrollo deben ser disfrutados por todo el pueblo. En el proceso del desarrollo económico, el Gobierno habrá de invertir activamente más en el bienestar social, habrá de examinar las circunstancias particulares de nuestro país, habrá de aprender de las experiencias de países más avanzados y, sobre la base de esos resultados, habrá de proyectar un programa concreto para el bienestar de todo el pueblo, para hacer que nuestros ciudadanos puedan vivir y trabajar en seguridad y armonía, y los ancianos, los débiles y los minusválidos puedan recibir los cuidados que necesitan. Al mismo tiempo, el Gobierno también habrá de instrumentar a fondo la protección ecológica y la prevención de riesgos públicos, a la vez que habrá de mejorar el tránsito público, la seguridad pública y las condiciones del medio ambiente. De esta forma, el pueblo no solamente tendrá acceso a las fuentes de abundancia en su vida diaria, sino que también disfrutará de una vida espiritual rica y llena de sentido, concretando plenamente así los ideales de prosperidad y distribución equitativa de la riqueza, tal como se prescribe en nuestro Principio del Bienestar del Pueblo.
Entendemos que la cultura y la educación son las raíces de nuestra Nación, y son los cimientos de un mayor desarrollo nacional. Cualquier desarrollo material o institucional está destinado a permanecer en un nivel superficial, a menos que pueda enriquecer nuestra cultura y elevar nuestro nivel académico. A través de la integración regional y del intercambio cultural, el desarrollo general de la comunidad internacional está gradualmente transformándose en un todo indivisible. Esta época de vigoroso desarrollo no tiene precedentes en nuestro bastión de renacimiento nacional, y es también el tiempo ideal para hacer una revisión objetiva de nuestra cultura, y elegir y retener las mejores partes de ella, a la vez que incorporar la fuerza de otras culturas donde sea apropiado hacerlo. Debemos comenzar con la educación en las escuelas primarias, cultivando un sano crecimiento de acuerdo a un proyecto preestablecido, para orientar la mente y el espíritu de nuestra gente en la direccíón correcta, forjarla y desarrollar en ella las actitudes ante la vida que asignan un alto valor a la ética, al espíritu social y a la dignidad, respetando la ley y manteniendo la disciplina. Esto, a su vez, promoverá el desarrollo de la característica cultural china de saber acomodar muchas y distintas corrientes, haciendo así una valiosa contribución al bienestar de la humanidad y la paz mundial.
Compatriotas, distinguidos huéspedes: Aunque el desarrollo en la República de China en el curso de los últimos cuarenta años se ha visto restringido a la zona de Taiwan-Penghu-Kinmen-Matsu, todos los planes han sido concebidos teniendo presente el futuro de toda China. Taiwan y el continente son partes indivisibles del territorio de China, y todos los chinos son compatriotas de la misma carne y sangre. En estos tiempos, cuando toda la humanidad anhela la paz y se halla en pos de la conciliación, los chinos deberíamos trabajar todos juntos para buscar los medios pacíficos y democráticos de lograr nuestro común objetivo: la unificación nacional. A esta altura, cuando los países comunistas del mundo, incluyendo la Unión Soviética, están declarando su renuncia a la dictadura de un partido único y al sistema económico comunista, los comunistas chinos en verdad no tienen la razón ni la fuerza, para continuar resistiendo esta tendencia durante mucho más tiempo. Sinceramente esperamos que los comunistas chinos tomen conciencia de las tendencias de los tiempos actuales, que miren de cara al futuro, que apresuren su paso, y audaz y valientemente marchen hacia los objetivos de la democratización política, la liberalización económíca y la pluralización social.
A esta altura, quisiera vivamente de clarar que, si las autoridades comunistas chinas se avienen a reconocer la tendencia general mundial y la esperanza común de todos los chinos, a implementar la democracia política y un sitema económico libre, a renunciar al uso de la fuerza militar en el Estrecho de Taiwan y a no interferir con nuestro desarrollo de la relaciones exteriores sobre la base de la política de una sóla China, nosotros estaríamos dispuestos, sobre la base de igualdad, a establecer canales de comunicación y a abrir completamente canales de intercambio académico, cultural, económico, comercial, científico y tecnológico, para sentar los fundamentos del respeto mutuo, la paz y la prosperidad. Nosotros esperamos entonces, que cuando las condiciones objetivas hayan madurado, estaremos en condiciones de discutir el tema de nuestra reunificación nacional, basados en el deseo común del pueblo chino a ambos lados del Estrecho de Taiwan.
Reunificación, prosperidad y solidez para China son las esperanzas comunes de todo el pueblo chino. Pero por añadidura a esta responsabilidad ineludible del pueblo a ambos lados del Estrecho de Taiwan, los chinos de ultramar en todo el mundo, siempre leales y patrióticos, también juegan un importante papel. El Gobierno debe hacer sus mayores esfuerzos en prestar asistencia a los chinos de ultramar en sus empresas económicas y en el trabajo cultural y educativo. Tenemos una particular inquietud por nuestros compatriotas en Hong Kong y Macao, y esperamos que las autoridades comunistas chinas respeten enteramente sus derechos a la libertad política y económica. El Gobierno de la República de China no retirará los organismos que tiene establecidos actualmente en esa zona, con el objeto de contribuir a mantener la prosperidad y la estabilidad del área Hong Kong-Macao y el bienestar de todo el pueblo chino.
Al mismo tiempo, deseo reiterar que la República de China es una nación independiente y soberana. Expresamos nuestra admiración a los países amigos que han mantenido relaciones diplomáticas formales con nuestro país a través de los años y valoramos altamente esas relaciones. También esperamos poder fortalecer y mejorar la cooperación mutua con los paías que tratan amistosamente a nuestro país sobre la base de relaciones sustanciales. Como miembro de la comunidad internacional, la República de China, sobre la base de igualdad y reciprocidad, desde hace mucho tiempo se ha adherido a las normas internacionales, ha participado en organismos internacionales, y ha trabajado para cumplir con sus responsabilidades internacionales. Trabajaremos aún más activa y pragmáticamente para ampliar nuestra libertad de acción en las actividades internacionales, promover la cooperación internacional y contribuir con nuestros esfuerzos hacia una mayor prosperidad y paz para la comunidad mundial. Es nuestra esperanza que podamos continuar ampliando los intercambios bilaterales con los Estados Unidos sobre las bases actualmente existentes, para acrecentar nuestra tradicional amistad e intereses mutuos. Esperamos que Japón hará aún más activos aportes al futuro común de Japón y la República de China con miras al largo plazo. Y esperamos que a través de la estrecha cooperación con los países vecinos en la región de Asia y el Pacífico podamos juntos imprimir progreso al desarrollo económico en la región, para anunciar la pronta llegada de la Era del Pacífico.
Compatriotas, distinguidos huéspedes: Hace más de dos mil años, la cultura china dio nacimiento al ideal de una gran mancomunidad mundial de paz y prosperidad. Los sistemas y objetivos políticos, económicos y sociales que ella trae consigo están en completo acuerdo con aquellos aplicados y deseados por las naciones modernas, libres y democráticas. Uno de los objetivos de estos muchos años de incansables esfuerzos del Gobierno de la República de China es también lograr un renacimiento y un renovado desarrollo de la cultura china. Sinceramente esperamos que durante la presente generación de chinos, podamos establecer un modelo político del imperio democrático de la ley, echar las bases para un sistema económico próspero y equitativo, y crear una sociedad pacífica, feliz, confiada y armoniosa. Queremos que los chinos en todo el mundo puedan levantar su frente y sentirse orgullosos, y vivir con propósito y dignidad. Deseamos solemnemente declarar a todos los chinos, como así también al mundo entero, que a partir de ahora estamos preparados con incomparable confianza a abrir una grande y brillante nueva era para todo el pueblo chino. Gracias. □