05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Un Líder y su pueblo

01/03/1988
La nación china fue consternada por la infausta noticia del fallecimiento de su querido líder, el Presidente Chiang Ching-kuo, el 13 de enero de 1988. El Presidente Chiang dedicó toda una vida al servicio de su pueblo y sus enormes contribuciones han sido reconocidas dentro y fuera del país. En un humilde tributo a su memoria, China Libre Magazine dedica esta sección especial para exaltar sus enormes esfuerzos para construir una Patria grande y alcanzar la paz mundial. El 13 de enero de 1988 entrará en los anales de la historia como un día trágico para China. A las 3:50 de la tarde, fallece el Presidente Chiang Ching-kuo, líder querido del pueblo chino. La infausta noticia conmovió no sólo a la nación entera, sino que sacudió la comunidad internacional. La lamentable y más bien inesperada muerte del líder nacional de 79 años que guío a la nación por las reformas democráticas más espectaculares nunca antes vistas en la historia de China, sobrevino en una de las etapas más cruciales en que vive la República de China. Sin embargo, la pacífica transición del poder y la solidaridad mostrada por todos los sectores de la sociedad en Taiwan han mostrado que la nación ha alcanzado plena madurez socio-política. El extinto Presidente Chiang Ching-kuo dejó el más preciado legado al pueblo chino dentro y fuera del país -un firme y sólido sistema democrático. Los habitantes de la República de China, sin bien quedaron profundamente conmovidos y apesarados por el súbito fallecimiento de su querido líder, han tomado la determinación de transformar el dolor que les embarga en fuerza para continuar llevando adelante sus esfuerzos para crear un futuro mejor para la nación. El extinto Presidente Chiang Ching-kuo nació el 18 de marzo de 1910 en Fenghua, provincia de Chekiang. Era el hijo mayor del Generalísimo Chiang Kai-shek. A los 7 años inicia sus estudios, terminando sus estudios primarias en la Escuela Primaria Wang Chu de la ciudad de Shanghai. Prosiguió sus estudios en la Escuela Secundaria de Pu-tung de Shanghai e hizo estudios en una escuela de idiomas extranjeros en Pekín. Desde muy joven, Chiang Ching-kuo demostró tener características de líder. Tuvo la osadía de querer ir a la Unión Soviética, donde estudió Ingeniería y Ciencia Militar en la Universidad Sun Yat-sen de Moscú. Era la época de la "buena atmósfera" y aun cuando Chiang Kai-shek sospechaba de las intenciones de los soviéticos y había sido advertido por el Dr. Sun Yat-sen acerca de la naturaleza traidora de los comunistas, aprobó la determinación de su hijo. En 1925, Chiang Ching-kuo viaja hacia la Unión Soviética, en donde se ve obligado a permanecer por espacio de 12 años, sin poder retornar a su patria. Con la ruptura de las relaciones con la Unión Soviética en enero de 1928, el joven Chiang fue exiliado a Siberia, donde tuvo que trabajar en las minas y en una granja colectiva. Durante su estadía en la Unión Soviética, que describiría posteriormente como la peor etapa de su vida, Chiang Ching­-kuo pudo ver con sus propios ojos lo inhumano del sistema comunista. Esto, formó en el joven Chiang la convicción de que el comunismo no era apto para China y debería oponerse resueltamente a su sistema e ideología. Allí, Chiang Ching­ kuo también aprendió a enfrentar la adversidad con fortaleza, adquiriendo un poderoso sentido de auto-disciplina. Sus años de juventud estuvieron desprovistos de los privilegios y comodidades que normalmente tienen los hijos de los grandes líderes y jefes de estado. Chiang Ching-kuo creció durante un período turbulento para China. Su padre, Chiang Kai-shek, estaba trabajando arduamente junto al Dr. Sun Yat-sen para tratar de unir a la nación desmembrada por los amos de la guerra y posteriormente tuvo que librar guerras contra los invasores japoneses y los insurgentes comunistas. Estando en la Unión Soviética, se casa con una joven rusa, conocida mejor por su nombre chino: Chiang Fang-liang, con quien tuvo tres hijos (Chiang Hsiao-wen, Chiang Hsiao-wu y Chiang Hsiao-yun) y una hija (Chiang Hsiao-chang) . Tras su retorno a China, Chiang Ching-kuo reflexionó acerca de las condiciones en su nación y decide dedicarse al servicio de su pueblo. Su carrera política se inicia en 1939, en plena Guerra de resistencia contra Japón. Fue nombrado Comisionado Administrativo para el sur de la provincia de Kiangsi y concurrentemente, Magistrado del distrito de Kan. Chiang Ching-kuo fue formado por su padre, quien lo educó en los valores tradicionales chinos y lo orienta hacia la senda de la rectitud moral y alto sentido de justicia. Sobre el particular, dijo: "Siendo yo joven, cuando mi padre descubría un error o una incorrección al escribir los caracteres en mis cartas a él, no dejaba de señalar la equivocación y me devolvía la carta corregida junto con una admonición para que no repitiera mis errores. Frente a mis palabras y acciones, mi padre siempre actuaba así. Me enmendaba tan pronto como yo cometía una equivocación, poniendo la máxima atención al más mínimo detalle." Tras la victoria de China sobre el Japón en 1945, Chiang Ching-kuo fue nombrado Comisionado Especial de Relaciones Exteriores para el Noreste de China (Manchuria), donde ayudó a las fuerzas gubernamentales a tomar posesión del área anteriormente ocupada por los japoneses. En 1945, retorna a la Unión Soviética para representar a su padre en las negociaciones con Stalín acerca de los problemas de la Mongolia Exterior. Allí, los cómplices de Stalín quisieron sobornar al joven Chiang con el Tratado de amistad sino-soviética, pero él no cayó en sus trampas. Rehuso seguir las instrucciones de los soviéticos porque sabía que afectaría los derechos territoriales de su nación. Con la intensificación de la insurrección comunista en el continente, Chiang Ching-kuo fue designado en 1948 como Vice-supervisor de Control Económico en Shanghai. En medio de una difícil y confusa situación, luchó fuertemente para tratar de estabilizar la economía, adoptando severas medidas para combatir la especulación y el mercado negro. En 1949, el gobierno de la República de China traslada su sede desde Nankín a Taipei y Chiang Ching-kuo se compromete cada vez más con los asuntos nacionales. Dentro del Kuomintang (Partido Nacionalista de China), fue asignado como Jefe del Comité provincial del partido de 1949 a 1952. Seguidamente fue nombrado miembro de la Comisión permanente del Comité Central (1952-1975) y finalmente Presidente del partido (1975-1988). En el gobierno, fue director del Departamento General de Política del Ministerio de Defensa Nacional de 1950 a 1954, Director de los Cuerpos Juveniles de China de 1952 a 1973, Sub-secretario general del Consejo de Segundad Nacional de 1954 a 1967, Ministro consejero de estado de 1958 a 1965, Presidente de la Comisión de Asistencia Vocacional para Militares Retirados de 1957 a 1964, Vice-ministro de Defensa Nacional de 1964 a 1965, Ministro de Defensa Nacional de 1965 a 1969, Vice-primer Ministro y concurrentemente Presidente del Consejo para el Desarrollo y Cooperación Económica de 1969 a 1972 y Primer Ministro de 1972 a 1978. Su amplia experiencia en el gobierno le permitió adquirir una extensa capacidad para resolver los asuntos internos e internacionales de la nación. Siendo Primer Ministro, la nación atravesó por uno de los momentos más críticos en su vida republicana. El espectro de una grave recesión económica comenzó a cubrir el panorama mundial. Diplomáticamente, la nación recibió serios golpes que culminaron con la pérdida de su membrecía en las Naciones Unidas. En el ámbito internacional, el apaciguamiento se generalizaba y los chinos comunistas sacaban provechos de esto. La muerte del entonces Presidente Chiang Kai-shek el 5 de abril de 1975 fue un duro golpe para él, quien permaneció un mes en vela al lado del sarcófago de su padre. Ante tal realidad, Chiang Ching-kuo reflexionó en su diario: "Me doy cuenta que el camino a seguir es largo, tortuoso y lleno de dificultades. Para llevar adelante mi tarea, no tengo otra alternativa que seguir las instrucciones de mi padre y continuar esforzándome con ahínco y diligencia." Su razonamiento filosófico y determinación para proseguir adelante quedan claramente revelados cuando dice: "Por eso, estoy resuelto, con un espíritu de 'buscar la supervivencia arrostrando peligros mortales'. a ser leal a la nación, a sacrificarme por el partido y a servir al pueblo". Durante su cargo como Primer Ministro, la política fundamental de Chiang Ching-kuo fue "conseguir el desarrollo mediante la estabilidad y garantizar la estabilidad con el desarrollo". Instó a todos los funcionarios gubernamentales a "vivir para trabajar y no trabajar para vivir". Como Primer Ministro, ordenó llevar a cabo los Diez Mayores Proyectos de Construcción, una medida atravida en vista de la inercia de la economía mundial de esos entonces, los limitados recursos financieros y la crítica local de que dichos proyectos eran demasiado ambiciosos. Sin embargo, el éxito de los mismos estimuló las otras áreas de la actividad económica, generando oportunidades de trabajo y mitigando el impacto de la depresión económica de los años 1973-74. Mientras otros países tenían graves aprietos económicos, la República de China logró mantener su crecimiento económico y el mundo entero comentó positivamente acerca del "milagro económico" de Taiwan. La Asamblea Nacional constituida en Colegio Electoral elige el 21 de marzo de 1978 a Chiang Ching-kuo y el entonces Gobernador de la Provincia de Taiwan, Shieh Tung­-min como Presidente y Vicepresidente de la República, respectivamente. Millones de ciudadanos vieron por televisión el 20 de mayo de ese mismo año, al Presidente Chiang Ching-kuo y Vicepresidente Hsieh Tung-min ser juramentados para el Sexto período presidencial de la República de China. Tras su elección, el Presidente Chiang Ching-kuo se consagró de lleno a la nación y al pueblo. En los primeros días de su primer período presidencial, reafirma su filosofía política: "Nuestro gobierno observará siempre dos principios: Todo lo que se haga será hecho desde el punto de vista del pueblo y todo lo que se ejecute será ejecutado por el bien de la nación. Nuestro gobierno se ajustará siempre a estos dos principios. El gobierno permanecerá al lado del pueblo continua y constantemente; continua y constantemente el gobierno trabajará únicamente por los intereses de la nación. Esta es la única forma de realizar los ideales políticos que forman parte de nuestra herencia nacional". Al pesar de ser uno de los gobernantes más experimentados en la historia moderna de China, el Presidente Chiang Ching-kuo llevó siempre una vida sencilla, prefiriendo la compañía humildes campesinos y trabajadores antes que la de potentados. Aprendió el arte de gobernar de su padre y fue estadista de la misma talla que su padre. A sólo seis meses de haber asumido la presidencia de la nación, los Estados Unidos le retiran su reconocimiento diplomático a la República de China. El Presidente Chiang Ching-kuo supo manejar la situación con ecuanimidad y creatividad, pudiendo recuperarse rápidamente la nación de este importante revés diplomático. Como gobernante, se dedicó a establecer un gobierno responsable y sensible, dirigido por funcionarios deseosos de sacrificarse por el país y servir a su pueblo. Emprendió la renovación administrativa, abolió los privilegios especiales, apoyó la tecnificación de la administración, castigó la corrupción, promovió a las personas de talento y estableció un alto nivel de moral política. Durante su primer período presidencial (1978-1984), la República de China le mostró al mundo que bajo el liderazgo del Presidente Chiang Ching-kuo, fue capaz de superar muchas tribulaciones y adversidades y al mismo tiempo, avanzar en la senda del bienestar tanto económico como político del pueblo. Gracias a su alta visión política, la nación posee ahora una atmósfera donde prevalecen la armonía y buena voluntad. El 20 de mayo de 1984, Chiang Ching-kuo fue reelecto para ocupar el Séptimo Período Presidencial de la República de China. Como Vice-presidente fue electo el Dr. Lee Teng-hui, destacado educador y especialista en economía agrícola. La amplitud del pensamiento y la magnanimidad de carácter del Presidente Chiang Ching-kuo son valores preciosos que le permitió guiar a sus diligentes conciudadanos hacia mayores realizaciones en su inconcluido segundo período presidencial. Su apego al progreso y las reformas se puso de manifiesto quizás en forma más clara en los últimos años. Pocos líderes nacionales han trabajado tan arduamente como el Presidente Chiang Ching-kuo. Embarcándose en un ambicioso programa para mejorar la infraestructura y elevar la estructura industrial de la nación, el Presidente Chiang pavimentó la vía para el rápido crecimiento económico del área de Taiwan. En actualidad, la República de China se ha colocado en la delantera entre las naciones recién industrializadas, con un ingreso per capita de US$5.000 y reservas en divisas extranjeras por el orden de los US$80.000 millones. Las reformas iniciadas a inicios de 1986 y llevadas a cabo desde entonces son sencillamente impresionantes. Las mismas son más sobresalientes debido a que han surgido desde la cima del poder, yen momentos que el gobierno no se enfrenta a ningún reto serio. Su último año fue de maratónica actividad. El 15 de julio de 1987 fue abolido el Decreto de Emergencia que estuvo en vigencia por 38 años. El gobierno anunció que pronto serían abolidas las restricciones a la formación de nuevos partidos políticos. En el campo económico y financiero, se flexibilizaron en gran forma las restricciones sobre las divisas extranjeras y se tomaron medidas positivas para fomentar las importaciones. Y por primera vez desde 1949, se permiten los viajes de los ciudadanos que residen en Taiwan para visitar a sus familiares en el continente chino. Todas estas recientes innovaciones ordenadas por el Presidente Chiang Ching-kuo tuvieron comentarios abrumadoramente favorables tanto dentro como fuera del país. Un tema clave sugerido por el Presidente Chiang Ching-kuo para la agenda del venidero Decimotercer Congreso Nacional del Kuomintang, lo constituyó la formulación de un plan concreto para la reunificación final de China bajo un sistema democrático. El pueblo chino, consternado por la muerte de su querido Líder, no se ha desesperado ni perdido el sentido de dirección. Bajo un maduro y completo sistema democrático constitucional, el Vice-presidente Lee Teng-hui es juramentado como Presidente de la república a unas horas de conocerse del fallecimiento del anterior presidente. La nación china sigue adelante en su permanente lucha por una constante superación, sobre las sólidas bases que su querido Líder cimentó durante su hábil gobierno. Su pueblo considera que no hay mejor forma de honrar la memoria del Presidente Chiang Ching-kuo que cerrar filas bajo la dirección de su sucesor y redoblar sus esfuerzos para completar las tareas que él dejo inconclusas al acudir al llamado de Dios Todopoderoso. Sólo con esta resolución siempre presente en nuestras mentes es que nuestro querido Líder podrá descansar en paz. □

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