19/05/2024

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Buscador de libertad encuentra la libertad en China Libre

01/05/1986
"La vida en China continental es miserable. Existe corrupción en el gobierno y entre los funcionarios militares y el pueblo sufre una vida de pobreza". Chen Pao-chung, piloto de China comunista que aterrizó en su avión de combate MiG-19 en Corea del Sur en febrero de este año, al llegar a la República de China reveló que arriesgó su vida en búsqueda de libertad, porque se encontraba desilusionado bajo el régimen de los comunista chinos. Su avión MiG-19 aterrizó en Corea del Sur el 21 de febrero y después de una investigación, el gobierno coreano anunció el 6 de marzo que le permitirían al piloto encontrar la libertad en un tercer país. Chen escogió la República de China y llegó aquí el pasado 30 de abril. En conferencia de prensa ofrecida en el Club de Oficiales de la Fuerza Aérea, inmediatamente después de su arribo a Taipei, Chen expresó que su acción fue inspirada por su compañero Wu Jung-ken, quien a bordo de su avión MiG-21, aterrizó también en Corea del Sur procedente de China continental en octubre de 1982, en búsqueda de libertad. Chen, nativo del municipio de Wu-yi, en la provincia de Ho-pei, al norte de China, dijo que aunque su vuelo hacia la libertad lo efectuó solamente en 47 minutos, los planes del mismo los había hecho desde hacía más de un año. Voló desde la provincia de Liaoning en el continente chino, hasta la base aérea de Suwon en Corea del Sur. La vida en China continental –indicó- es miserable. Existe corrupción en el gobierno y entre los funcionarios militares y el pueblo sufre una vida de pobreza. En una carta que dejó escrita, Chen declaró a los comunistas que el haber tomado esta decisión fue por su propia iniciativa, pidiéndoles que no tomaran ninguna acción de represalia en contra de su familia o de su novia. Chen dejó en China continental a sus padres, un hermano mayor y dos hermanas menores, indicando que no le había dicho nada a su novia -una buena muchacha, de 24 años, nativa de la ciudad de Tientsin- acerca de sus planes; solamente le había insinuado que su rela­ción terminaría pronto, pidiéndole que se cuidara a sí misma. Agregó también que cuando tuvo que enfrentar el dilema de escoger entre la libertad y la vida familiar, prefirió optar por la primera. Según Chen, la capacidad de combate de las fuerzas armadas de los comunistas chinos es dudosa, señalando que la mayor parte del tiempo, los cuatro millones de oficiales y soldados se encuentran en una constante lucha de clases, siendo su moral muy baja. Agregó que en China continental los jóvenes están cansados de las enseñanzas comunistas. Los estudiantes de cursos superiores se ríen abiertamente en clase cuando los profesores hablan acerca de las teorías del comunismo. Cuando se le preguntó su impresión acerca de los aproximadamente US$1,6 millones de recompensa que recibiría de parte del gobierno de la República de China, Chen dijo que no sabía nada de esta recompensa hasta que llegó a la República de China, haciendo énfasis en que no había sido eso lo que lo motivó a llegar hasta aquí. Chen expresó que aunque se encontraba bastante ansioso por venir a la República de China durante sus 69 días de espera en Corea del Sur, comprendía la razón por la cual el gobierno coreano tuvo que retenerlo durante tanto tiempo, agregando que cooperó totalmente con los funcionarios sudcoreanos en la investigación acerca de su pasado, entregándoles los documentos que llevaba consigo y ofreciéndoles toda la información militar que le solicitaron. Asimismo negó que la razón de su prolongada estancia en Seúl haya sido porque llevaba algunos documentos militares. "Solamente llevaba algunos mapas, códigos y otros documentos para utilizarlos durante el vuelo", terminó diciendo. □

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