El primer acuerdo de cooperación técnica sino-dominicano, firmado en noviembre de 1963, reflejó los esfuerzos del Dr. Chao Lien-fan, director del de partamento de Agricultura de la Universidad Nacional de Taiwan y en ese entonces, consejero en arroz del ministerio de Agricultura de la República Dominicana. En abril de ese año, el señor Antonio Guzmán, -en ese entonces ministro de Agricultura y posteriormente presidente la República- había incitado a Chao para tomar en consideración la cooperación formal entre ambos países.
Desde un principio, la sede de la misión de la República de China se encontraba localizada en Bonao, aproximadamente 130 kms. al noroeste de Santo Domingo. Con un fondo inicial de US$60.000 de la República de China y seis técnicos locales, la misión emprendió sus primeros esfuerzos en un terreno de 47 hectáreas, en la Estación Experimental de Arroz Juma, concentrándose en la investigación de la selección, mejora y variedad del arroz (cruce de cultivos) así como en su popularización, para alcanzar el aumento total de su producción.
En 1965, el Instituto internacional de investigación del arroz había logrado cruzar con bastante éxito la variedad Ti Chaio Wu Chien, de la República de China con Peta, de Indonesia, para producir el famoso "milagro" IR8 y como resultado de este impacto, la productividad del arroz de la región tuvo un fuerte aumento, superando la crónica escasez del alimento básico del área.
Sin embargo, el IR8 no se ajustó al gusto de los latinoamericanos, quienes por lo general preferían un arroz transparente de grano largo y que podía cultivarse en cualquier estación.
Los miembros de la misión de la República de China, continuaron experimentando el cruce de cientos de variedades para obtener un arroz superior que lograra satisfacer los gustos latinoamericanos, siendo así como a mediados de 1967, nacieron dos variedades superiores: Tono Brea 439 y PH4-11.
En 1967, al renovarse el acuerdo de cooperación, el entonces presidente Joaquín Balaguer declaró: "Considero que algún día mi país habrá de convertirse en un centro de tecnología agrícola para Latinoamérica y la región del Caribe".
Para popularizar las nuevas variedades superiores de arroz de grano largo, el ministerio de Agricultura de la República Dominicana le solicitó a la misión china instituir seminarios sobre cultivo de arroz, en cooperación con el Banco Agrícola, el Instituto Agrario Dominicano y el Instituto para el Crédito y Desarrollo de Cooperativas del país, así como varias otras organizaciones de ayuda internacional.
A finales de 1967, Hsieh Ying tomó a su cargo el equipo chino, sucediendo a Chao Lien-fan y permaneciendo desde entonces en dicho cargo. Ha vivido casi 20 años en la República Dominicana, en donde ha habido durante este período seis ministros de agricultura, con los que ha mantenido magníficas relaciones. Al recordar los primeros días transcurridos desde su nombramiento, dice:
"Antes de llegar a la República Dominicana, el Dr. Chao me había dicho que para que la misión china lograra echar raíces, tenía que poner más énfasis en la investigación y no limitarse a operar granjas de demostración. Se exigía personas con especialidades técnicas en arroz, lo que ha sido nuestra primera consideración al contratar personal. Por medio de la investigación cooperativa directamente con los técnicos dominicanos, no solamente somos capaces de transferir tecnología, sino que también de poder mantener excelentes relaciones personales".
"Anualmente producimos 1.800 toneladas de semillas de arroz que generalmente son vendidas al departamento de arroz y directamente a los granjeros y compañías privadas de semillas. La estación está equipada con amplias instalaciones, tanto con soporte lógico (software) como soporte físico (hardware) y sus cuatro laboratorios se especializan en el análisis de la calidad del arroz, suelo y fertilizantes, prevención de enfermedades e investigación en irrigación", agregó.
"De las 47 hectáreas de terreno de la Estación experimental de Arroz Juma, 14 están reservadas para la sección de investigacón y experimentación y 30 para la producción de semillas; las restantes están reservadas para caminos e instalaciones de irrigación", explicó Vinicio Castillo, director de la estación Juma desde hace 16 años.
"Desde el exitoso cruce de semillas con la misión china de Juma 57 y Juma 58, durante los inicios de los setenta, tanto la producción por unidad de área, como la producción nacional total de arroz, han aumentado considerablemente; actualmente la mayoría de agricultores cultivan estas dos variedades", continuó diciendo Castillo.
Foto de CHEN MIN-JENG
Una sesión de adiestramiento en la granja.
En esta misma época se cultivaron también Juma 57 y Juma 58 sobre una base experimental en otros países latinoamericanos como Perú, Ecuador, Guatemala, Honduras y Costa Rica. En el primero de ellos, la producción por hectárea alcanzó 9,8 toneladas.
"Algo digno de mencionarse es que debido a la mejora en las condiciones financieras de la República Dominicana y a los logros de esta estación -por demás obvios- el gobierno dominicano está aumentando los fondos para nuestros laboratorios. Actualmente provée ocho vehículos de trabajo para los miembros de la misión", declaró Hsieh.
"Conforme más ayuda ofrece el gobierno dominicano, mayor es la presión que sentimos -hizo notar Hsieh- agregando: continuamente tenemos que igualar nuestros efectivos desempeños del pasado, en cuanto a investigación. Como ya expresé con anterioridad, inicialmente el gobierno dominicano envió seis técnicos para trabajar con nosotros. En ese entonces, teníamos bastante que enseñarles; sin embargo, aprendieron diligentemente y pocos años más tarde, eran completamente diferentes. Muchos de ellos tienen ahora maestrías o doctorados. Si no mejoráramos constantemente nuestras propias capacidades y conocimientos, no tendríamos nada que enseñarles y por lo tanto, nuestra misión no hubiera tenido aquí ningún significado".
Durante nuestra visita a ese país, tuvimos oportunidad de visitar al señor Carlos Federico Cruz D., ministro de Agricultura de Santo Domingo. "Siempre que el ministerio organiza alguna ceremonia para celebrar cualquier logro en la agricultura -nos dijo al recibirnos- el primer grupo de invitados en que pensamos es la misión técnica agrícola de la República de China. Sus casi dos décadas de permanencia aquí, han dado como resultado que nuestro país sea uno de los países de consumo más alto de arroz en Latinoamérica (el promedio anual de consumo de arroz por persona es de 126 libras), debido a que sus esfuerzos nos han ayudado a hacer que nuestro país sea autosuficiente en arroz".
"Hace 18 años -agregó - la mayoría de nuestros conocimientos técnicos en agricultura provenía de la Universidad de Santo Domingo; actualmente se le ha unido otras dos. Sus granjas y laboratorios experimentales han cooperado también con el ministerio de Agricultura".
Por su parte, el señor Leovigildo Bello, viceministro de Agricultura nos informó: "En 1981, nuestra producción de arroz fue de 232.000 toneladas; posteriormente, en 1982, con ayuda de las técnicas de mejoramiento introducidas por los especialistas de la República de China, la producción aumentó a 327.000 toneladas. En ese año, en lugar de depender de las importaciones, fuimos capaces de exportar arroz".
En la reciente historia de la modernización agrícola del país, la reforma agraria dominicana de 1972, tuvo también un importante impacto. "El foco principal de la reforma agraria se centralizó en el cultivo de arroz. Después de re-asignar terrenos a los pequeños agricultores, nuestro gobierno ha disfrutado de la ayuda de los agricultores para las políticas nacionales agrícolas", agregó.
Los dominicanos están esforzándose por construir una futura economía, enfocada hacia la industria liviana, la minería y el turismo. En la actualidad, las principales exportaciones del país son: azúcar, café, tabaco, cocoa, tomates, bananos y otras frutas y se espera que la agricultura será la principal base económica.
Foto de CHEN MIN-JENG
Las obras de retención de la tierra y drenajes se efectúan en gran escala.
Ciertamente, la República Dominicana se ha convertido en un país muy atractivo para la inversión extranjera, en su mayor parte en los sectores de la floreciente agricultura y artículos alimenticios.
Durante las dos últimas décadas, numerosos agricultores dominicanos han establecido estrechas relaciones con la misión de la República de China. Dentro de ellos se encuentra Manuel Burgos, quien ha cooperado activamente con los técnicos chinos durante casi 20 años. Con su padre y hermano, la familia posee una granja de 80 hectáreas. Además de cultivar arroz, crían 220 cabezas de ganado y dedican 5 hectáreas al cultivo de bananos.
Siempre que se desarrolla cualquier variedad de nuevo arroz en la Estación Juma, Burgos se muestra impaciente por tratar de cultivarlo en sus propios terrenos. "Mis arrozales son también granjas de demostración para los especialistas chinos -expresó sonrientemente me gusta ser agricultor y realmente sólo estoy interesado en el cultivo de arroz. Para todo esto, cuento con 24 trabajadores regulares; pero durante la estación de mayor movimiento, tengo que contratar localmente otras 50 personas para que me ayuden".
Lee Ming-nan, miembro del equipo y responsable de los proyectos de conservación del suelo y el agua -asunto de cooperación técnica que ha adquirido similar importancia que el arroz por parte del gobierno dominicano- ha estado trabajado allí durante más de diez años. Una parcela de bambú de 1,5 hectáreas en Hatillo, no muy lejos de la Estación Experimental de Arroz Juma, ha proveído parte de los semilleros de bambú para los proyectos de conservación del suelo, a la orilla de varios de los principales ríos del país.
En 1984, junto con Reynaldo Gómez, jefe de sección del Departamento de Conservación de Agua, Lee completó planes para un exitoso proyecto de plantación de bambú, a lo largo de 2,5 kms. de orilla de los ríos. En 1985, fueron agregados otros 9 kms. "En la actualidad, este departamento planifica cultivar bambú a lo largo de las orillas de Vaque del Norte, el río más largo del país, para un total de 288 kms. (de Santiago a Monte Cristi)", añadió Lee.
Hoy en día existen en la República Dominicana, 12 parcelas de bambú, cultivando cinco especies. "La efectividad de los proyectos del bambú puede observarse también a lo largo de las orillas del Yuna, cerca de la Reserva de Hatillo, el río más importante del país", continuó diciendo.
Además, como parte de la operación total de la misión de la República de China, se encuentra también la tecnología del cultivo de peces de agua dulce. En la Región Central de la Estación de cultivo de peces en Santiago, el ministerio dominicano de Agricultura y el Centro para el desarrollo e investigación de animales, así como la misión de la República de China y la Agencia Internacional para el Desarrollo, cooperan en la investigación del cultivo de carpas.
Chang Ming-hui -junto con Wei Jung-hui y otros tres técnicos dominicanos- ha logrado propagar 800.000 carpas pequeñas en el Centro, mientras que en Azua, 192 kms. al oeste de Santo Domingo, con la ayuda de dos asistentes dominicanos, lograron la propagación de un millón de carpas alemanas pequeñas, en un centro de 25 hectáreas, gracias a un proyecto alemán de investigación.
Yien En-sheng ha estado efectuando investigaciones sobre irrigación y conservación del agua y el suelo. Junto con su asistente, Petronila Ester Quezada, ha experimentado con frijoles colorados y yuca.
Hung Wen-li, quien ha estado en ese país durante 17 años señaló: "En la República Dominicana, tenemos más enfermedades de plantas que plagas de insectos. Sin embargo, a veces no es necesario realmente aplicar químicos agrícolas; si los semilleros se han protegido a sí mismos, no se producirán enfermedades".
A no dudar, la misión de cooperación técnica de la República de China, ha logrado enraizarse también en la encantadora República Dominicana, el país predilecto para los turistas y al que el navegante Cristóbal Colón, en cuya catedral reposan sus restos, siempre amó. □