03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

La reunificación de China

01/05/1985
Dr. King-yu Chang. director de la Oficina de Información del Gobierno. quien pronunciara el presente discurso, en reunión celebrada en los Estados Unidos
I.
China, un país con una larga historia de civilización, ha ocupado durante muchos años una posición superior en el este asiático y ejercido una influencia mundial. No obstante, cuando el Occidente emprendió la revolución industrial, así como otras revoluciones políticas, China inició un período de cambio radical sin precedentes en su historia de tres mil años. Los contrincantes extranjeros poseían una sólida fuerza militar, por lo que China fue objeto de repetidas derrotas y humillaciones, que la estimularon a buscar su propia salvación, iniciándose, en esta forma, su proceso de modernización ideológica.

La primera etapa de modernización fue "aprender las mejores técnicas de los bárbaros occidentales, con el fin de poder utilizarlas." En aquel entonces, se pensaba que la superioridad del Occidente radicaba únicamente en su civilización material: sus invencibles cañoneros y su poderosa artillería. El poder adquirirlas fue el propósito de los movimientos de occidentalización y auto­ suficiencia iniciadas en 1861. Sin embargo, durante la guerra sino-japonesa de 1894-1895 China fue derrotada nuevamente y muchas personas, tanto dentro como fuera del Gobierno llegaron a comprender que aprender solamente las técnicas de fabricación de armas del Occidente no podría satisfacer sus necesidades de competir con las fuerzas extranjeras. Surgió por consiguiente, una segunda etapa, la de emular el "estilo occidental de gobierno", con los conceptos constitucionales y democráticos prevalecientes en toda China, que culminaron con el estallido de la Revolución de 1911.

Sin embargo, incluso después de ser fundada la República, China se vió implicada repetidamente en apuros semejantes como el plan para restaurar el mandato imperial, la disención interna y la amenaza externa.

Finalmente se produjo una polémica ideológica. El debate estuvo centrado en lo relativo a la capacidad de la cultura china tradicional para enfrentar las épocas cambiantes. Pero el movimiento subsiguiente por la emulación total del Occidente -en su ciencia, tecnología y sistemas políticos- fracasó en cuanto a conseguir para China las metas de su modernización y unificación política. Por el contrario, el "Reino Medio" se vió sumergido en un cáos ideológico y social.

Tanto los intelectuales chinos como las masas, ante el violento cambio social, se encontraron en una encrucijada: continuar la experiencia democrática occidental o mantener la tradición china, puesto que en Rusia, la Revolución Bolchevique había conducido al establecimiento del régimen soviético. De esta forma, teniendo como referencia un régimen des­ conocido pero aparentemente amistoso e instigados por la Internacional Comunista, unos cuantos intelectuales chinos escogieron entonces una tercera alternativa, para librarse de este dilema. Desde entonces, varios jóvenes empezaron a estudiar y propagar el Marxismo­ Leninismo en China, cuyos resultado fueron los continuos disturbios provocados en las décadas subsiguientes.

La ocupación japonesa del nordeste de China (Manchuria) en 1931, la ulterior invasión en gran escala de China en 1937, así como la consiguiente guerra Sino-Japonesa de ocho años, debilitaron a la nación y ofrecieron a los comunistas chinos la ocasión de aumentar su poder en China Continental.

Finalmente, en 1949 los comunistas chinos establecieron su régimen en Pekín, trasladándose entonces el gobierno de la República de China a Taipei. Actualmente esta situación está caracterizada por la fuerte oposición y marcada competencia entre ambos sistemas.

Así pues, durante los 36 años transcurridos, a partir de 1949, los dos sistemas basados en ideologías diferentes a ambos lados del Estrecho de Taiwan se han dedicado a la tarea de la modernización. Sin embargo, los resultados han sido totalmente diferentes.

En 1950, cuando contaba sólo con 14 años de edad, recuerdo claramente que en la República de China en Taiwan la mayoría de la población vivía en pequeñas casas de tierra y madera y que para ir a estudiar o trabajar había que hacerlo a pie o en bicicleta. No había televisores, pero las familias ricas habían empezado a poseer radios. La ropa y la comida eran muy sencillas. Recuerdo que sólo cuando me encontraba enfermo me daban una manzana.

Pero actualmente, 35 años después, Taipei está llena de altos edificios de cemento armado. Cada familia tiene televisores y aparatos de aire acondicionado y los equipos de video ya no se consideran como un lujo, siendo muy comunes. Los automóviles, las motocicletas y el moderno transporte público son bastante comunes. Por otra parte, el turismo al extranjero se ha hecho muy popular.

Los amigos extranjeros que han visitado la República de China han notado que no existe mucha discrepancia entre el desarrollo del campo y las ciudades, siendo evidente en las áreas rurales la atmósfera de prosperidad y bienestar.

Como un contraste, en China Continental, la vida del pueblo no ha mejorado al mismo ritmo durante los últimos 30 años. Por medio de fotos e informes de turistas y periodistas extranjeros, nos hemos enterado que la mayoría de sus habitantes usa ropa vieja y viven atestadamente en viviendas destartaladas. Incluso muchos de los residentes en las grandes ciudades tienen que ir al río en búsqueda de agua potable. Además, es de todos conocida la enorme discrepancia existente entre el desarrollo del campo y de las ciudades. Si la vida urbana en el Continente es tal como la he descrito, ésto quiere decir que la vida en las áreas rurales debe ser mucho peor aún.

Para demostrar en mejor forma la enorme disparidad en los niveles de progreso a ambos lados del Estrecho de Taiwan, es necesario citar unas cifras estadísticas. En 1952 el ingreso per cápita de la República de China y China Comunista era de US$50 y US$46, respectivamente, no existiendo entonces mayor diferencia en los niveles de vida a ambos lados. Pero 30 años más tarde, en 1982, el ingreso per cápita de la República de China en Taiwan se elevó a US$2.342, mientras el de China Continental llegó a sólo US$227; o sea una décima parte del nuestro. En cuanto al ambiente de vida, notamos que Taiwan tiene un territorio limitado y una densidad de población extremadamente alta; no obstante, el espacio habitacional para cada persona es seis veces más grande que el del Continente.

Obviamente, los niveles de alimentación, ropa, vivienda y transporte disfrutados por los habitantes de la República de China en Taiwan son mucho más altos que los de los habitantes del Continente.

Teng Hsiao-ping afirma ahora que si la reforma económica de Pekín tiene éxito, para los años 2.000, el ingreso per cápita de los habitantes del Continente se duplicará; o sea que la meta por alcanzar es de US$800 por persona; sin embargo, incluso en 1985, en cualquier país, US$800 de ingresos debe ser considerada una cifra bastante baja.

La verdad es que el desarrollo de la República de China en Taiwan ha tenido tanto éxito que ha atraído la atención mundial. Los doctores Simon Kuznets, Frederick Hayek y Milton Friedman, ganadores del premio Nóbel de economía, han elogiado públicamente el éxito económico de la República de China. Incluso los dirigentes en China Comunista han admitido que la República de China es el triunfador en la competencia del desarrollo económico emprendida a ambos lados del Estrecho de Taiwan.

¿Por qué dos sistemas de gobierno para personas de una misma base nacional y cultural han tenido resultados tan diferentes? Una posible explicación podría ser las diferencias geológicas. Obviamente, China Continental es un enorme territorio en donde la distribución de las principales zonas industriales es irregular. Taiwan, en contraste, es más pequeña en tamaño y se encuentra situada a lo largo de importantes rutas marítimas; el tráfico y la comunicación con el mundo exterior son convenientes y esto podría facilitar su desarrollo. No obstante, en mi opinión, los factores más importantes que afectan el ritmo de modernización a ambos lados, radican en las diferencias existentes entre ambos sistemas, los estilos de vida y los planes que cada uno ha adoptado para su desarrollo nacional. Haremos ahora un análisis preliminar acerca de tres aspectos contrastantes: libertad versus restricción, relaciones internacionales de puertas abiertas versus relaciones cerradas, así como institucionalización versus no institucionalización.

II.
La ideología del gobierno de la República de China está fundada básicamente en los Tres Principios del Pueblo. Desde 1949 han llegado a convertirse en un significativo elemento para la socialización política del área de Taiwan, sirviendo como la guía básica para la política nacional. Sin embargo, no se ha adoctrinado al pueblo por medio del Kuomingtang, el partido gobernante. O sea, es una forma por demás diferente a la imposición del comunismo a través de toda China Roja.

La meta explícita de los Tres Principios del Pueblo es el establecimiento de una comunidad equitativa y opulenta, basada en la libertad y en la democracia. El Dr. Sun Yat-sen preveía un pueblo controlando el poder político y participando directamente también en los asuntos políticos. Consideraba que la tarea más importante del gobierno era ajustarse a la voluntad del pueblo en vez de imponerse sobre él. Creía además, que el gobierno debía administrarse de acuerdo con la selección libre del pueblo, para así cumplir sus funciones en la mejor forma. En otras palabras, el ideal del Dr. Sun Yat-sen era el de un pueblo que ejerciera los derechos soberanos y un gobierno que poseyera la capacidad de administrarlos.

En lo que se refiere a la actividad económica, el Dr. Sun se oponía a los conceptos marxistas de obtener un control total por parte del Estado sobre toda función económica. Era partidario del sistema de la empresa privada, dejando libertad a los individuos para el desenvolvimiento de sus actividades económicas. Sin embargo, consideraba que las grandes empresas debían ser administradas por el Estado, para prevenir los excesos monopolísticos. A eso se refería en su defensa de los programas para regular el capital privado y desarrollar el capital del Estado.

Se opuso firmemente a la adopción de soluciones marxistas para resolver los problemas sociales, puesto que creía que no eran aplicables a la realidad china. Particularmente se oponía al intento de solución de los problemas económicos y sociales por medio de la lucha de clases, diciendo:

"Podríamos hoy en día seguir los ideales de Marx, pero no aplicar su método. Al buscar una solución para nuestros problemas de subsistencia no vamos a proponer ningún método radical ni impracticable, hasta que no se desarrolle la industria. Queremos un plan que controle el excesivo crecimiento del capital privado y evite el problema social de la extrema desigualdad entre ricos y pobres."

El régimen comunista chino ha basado su ideología en la interpretación personal de Marxismo-Leninismo de Mao Tse-tung. El pensamiento de Mao difiere fundamentalmente de los Tres Principios del Pueblo del Dr. Sun Yat-sen. Mao se opuso a la democracia y escogió la movilización de las masas con la imposición de la "dictadura democrática del pueblo", implicando el control del "estado" en lugar de facilitar la participación del pueblo en las actividades económicas y políticas basadas en el libre albedrío. Todas las actividades políticas y económicas de los habitantes de China Continental están por lo tanto, dirigidas dentro de los límites del Partido Comunista Chino. "La libertad" y "la democracia" se han reducido a solamente un slogan, carente de significado.

De acuerdo con la idea de democracia política del Dr. Sun Yat-sen, en febrero de 1946, la República de China empezó a celebrar elecciones de magistrados municipales en el área de Taiwan y continuó adelante hasta celebrar elecciones de representantes a nivel provincial. A partir de 1969 se celebraron elecciones de representantes nacionales adicionales, a nivel del gobierno central, de acuerdo con el aumento de población, para llenar los puestos vacantes.

Estas elecciones democráticas no constituyeron más que una expresión de la filosofía del Dr. Sun Yat-sen, de llevar a la práctica el principio de democracia prescrito en la Constitución, que fuera adoptada en 1946. Un hecho de capital importancia es que todas las elecciones populares y todas las votaciones públicas en Taiwan se han celebrado de acuerdo con lo estipulado por la Constitución: de sufragio directo y de voto secreto.

El régimen comunista chino ha celebrado dos "elecciones" a nivel local, en 1953 y 1979. Las celebradas en 1953 estuvieron circunscritas drásticamente a elecciones de representantes, a nivel departamental, habiendo sido indirectas. Además, el número de candidatos estuvo limitado al número de cargos, o sea fue una elección totalmente controlada por el Partido Comunista.

En 1979 se flexibilizaron las reglas para permitir una elección directa a nivel departamental. Aunque permitieron más candidatos que los cargos que se encontraban disponibles, la elección estuvo condicionada a que los nombramientos tuvieran que discutirse a través de "consultas democráticas". El hecho es que cuando un partido totalitario ejerce un control absoluto sobre todos los recursos económicos y sociales y sobre los medios de comunicación y con candidatos nombrados mediante "consultas democráticas", esta elección substancialmente no resulta muy diferente a las de la Unión Soviética y del Este Europeo.

III.
Con respecto a las relaciones con los países extranjeros, las políticas adoptadas a ambos lados del Estrecho de Taiwan son, asimismo, radicalmente distintas. El régimen comunista chino asumió una política de puertas cerradas tan pronto como tomó posesión del Continente en 1949. Impidió la información procedente del mundo exterior y prohibió a sus habitantes viajar a los países extranjeros, controlando también la visita de extranjeros al Continente. Al mismo tiempo, dicho régimen rechazó las inversiones extranjeras.

Por su parte, la República de China adoptó una política de puertas abiertas, el Gobierno promulgó y puso en práctica numerosas leyes para fomentar la inversión extranjera en el país, enviando al mismo tiempo, a un gran número de estudiantes y especialistas al extranjero para emprender estudios avanzados en ciencia y tecnología. En 1979 la República de China abrió ampliamente sus puertas a fin de facilitarle a sus habitantes, viajes de turismo al mundo libre.

Al observar más cuidadosamente las políticas económicas, resulta evidente que la política para el desarrollo en la República de China ha adoptado el punto de vista de "los beneficios comparativos", cuyo objetivo es seleccionar y desarrollar aquellos productos que mejor se ajusten al ambiente y a las épocas actuales para promover el comercio exterior. Por ejemplo antes de mediados de los años setenta, las exportaciones de la República de China se concentraron en productos agrícolas procesados, textiles, contrachapado, plásticos, cristalería, cemento y aparatos eléctricos, industrias todas ellas de mano de obra intensiva. Posteriormente, cambió la atención por las industrias de tecnología intensiva, tales como computadoras y semiconductores.

En el orden económico internacional de la división de la mano de obra, la República de China ha hecho uso de sus recursos de mano de obra relativamente menos costosos, para desarrollar una economía basada en el procesamiento de exportaciones. Con transacciones que ayudan al suministro de sus necesidades mutuas, la República de China ha estado promoviendo tanto su propio bienestar como el de sus socios comerciales. El desarrollo económico de la República de China contradice la teoría de la dependencia, según la cual, la dependencia del capital exterior acabará por conducir a la paralización económica, mientras que acentúa también la desigualdad en la distribución de los ingresos. Esta experiencia repudia también el argumento marxista de que los países en vías de desarrollo se encuentran en ese estado debido simplemente a la explotación por parte de los países capitalistas y están, por lo tanto, muy lejos de alcanzar una modernización y un desarrollo económico independiente, si no rompen los lazos económicos con los países capitalistas.

En un principio los comunistas chinos se basaron totalmente en la Unión Soviética como su modelo económico; pero en 1959 cuando dicho país dejó de ofrecerles su apoyo económico y retiró su personal tecnológico y científico de China Continental, el régimen comunista chino adoptó una política de puertas cerradas y de autosuficiencia. El resultado de ello fue el mal uso y despilfarro de recursos, debido a la escasez de incentivos de trabajo, al atraso técnico y a la incompetencia.

A finales de los años setenta el propio régimen comunista chino llegó a darse cuenta que el comunismo no funcionaba. El país y sus habitantes se encontraban en un estado de extrema pobreza. Para apaciguar el rencor del pueblo, Pekín introdujo el programa de "las cuatro modernizaciones". Pero el régimen comprendió también que si realmente deseaba realizarlas, tendría que depender tanto del capital como de la tecnología extranjera. Fue por eso que estableció una tras otra, las "zonas económicas especiales", abriendo posteriormente 14 puertos principales, incluyendo Shanghai, como áreas de empresas de inversión extranjera.

Esta nueva dirección política atrajo tanto la atención de parte de los habitantes de China Continental como de los occidentales. Muchos tuvieron la impresión de que el régimen comunista chino se dirigía verdaderamente hacia una política económica más abierta. Incluso otros hasta llegaron a pensar que el régimen alteraría su curso y adoptaría un sistema parecido al capitalismo. Naturalmente los ingresos de los campesinos en el Continente han aumentado después de la aplicación de esta nueva política económica. Sin embargo, notamos también los siguientes hechos:

1. La reforma económica ha tenido lugar únicamente en las áreas agrícolas. El programa de reforma para las empresas comerciales urbanas e industriales apenas si acaba de iniciarse.

2. No existe mucha dificultad para encontrar individuos que realmente trabajen, una vez se haya abandonado la política basada en el comunismo. No obstante, como han informado recientemente los medios de comunicación controlados por los comunistas chinos, es bastante difícil realizar los asuntos que requieren coordinación; por ejemplo, las áreas funcionales de irrigación, producción y comercio, transporte, etc., que han causado problemas aún mayores.

3. Las actuales medidas económicas han aumentado la dependencia del Continente de la economía internacional, ampliando al mismo tiempo las brechas de desarrollo económico existentes entre las diferentes áreas.

4. A la par del capital y la tecnología, han ido introduciéndose también en China Continental las culturas occidentales con sus formas de vida y de pensamiento. Esta tendencia ha traído nuevos apuros a las complicadas situaciones políticas y sociales precipitando la "crisis de fe". El régimen comunista chino se vió forzado entonces a iniciar su campaña de "terminar con la contaminación espiritual" en el otoño de 1983. Ha estado trabajando intensamente por tratar de eliminar "contaminaciones", tales como el liberalismo, el humanismo y la metodología democrática.

IV.
La República de China, conforme a los principios guías de los Tres Principios del Pueblo, redactó y promulgó su constitución, estableció sistemas gubernamentales y dictó varias leyes encaminadas hacia la meta de la sistematización por medio de procedimientos adecuados y legítimos.

El gobierno de la República de China inició un sistema de gobierno autónomo local, celebró elecciones a varios niveles y con el apoyo ofrecido por los representantes del pueblo, aseguró la legitimidad del gobierno local en el área de Taiwan. El Kuomintang o partido gobernante, ha conseguido así, el apoyo del voto del 70 por ciento del pueblo y continúa en el poder.

Aunque el área de Taiwan ha permanecido desde 1950, bajo el estado de Chieh Yen (o sea bajo el acta de seguridad especial) el Gbbierno se responsabiliza de la aplicación normal del reglamento constitucional, reduciendo al máximo el control militar, estando prohibida la intervención del control militar y del ejército en las funciones normales del gobierno.

En otras palabras, el control militar es como 'una pieza de repuesto para la República de China, que se usaría sólo para emergencias o en caso que ocurrieran incidentes criminales. En situaciones inherentes a tal sistema, la República ha podido asegurar la paz y estabilidad de la nación durante un prolongado período de tiempo. Este sistema tampoco ha afectado la sucesión del mando, la cual ha operado de acuerdo a lo prescrito por la Constitución.

Los exámenes abiertos están bajo la administración del gobierno de servicio civil de la República de China, con el fin de seleccionar a las personas de más talento para ocupar puestos ejecutivos, logrando elevar así, la calidad del personal gubernamental. Los procedimientos burocráticos se han modernizado para servir mejor al pueblo y la eficiencia administrativa se ha extendido a todos los niveles de gobierno. Indudablemente la acelerada economía de Taiwan está íntimamente relacionada con esta alta eficiencia administrativa.

Al otro lado del Estrecho de Taiwan, el régimen comunista chino ha promulgado ya cuatro "constituciones" en 1954, 1975, 1978 y 1982. Sin embargo, en la realidad, su constitución no es más que una pantalla, porque el poder político permanece totalmente en manos del Partido Comunista. En las "constituciones" de 1975 y 1978, el Partido Comunista se encontraba obviamente colocado por encima del Estado.

Las enmiendas a estas "constituciones" siempre se han instituido de acuerdo a los gustos y disgustos de los líderes de turno. Además de la inestabilidad de la misma "constitución", una serie de trastornos políticos han obligado al sistema político de China Comunista a tener que estar bajo la subordinación de la facción comunista del momento. Como resultado de ello, se ha visto obstruido el establecimiento sistemático a largo plazo.

El ejemplo más evidente fue el "Comité Revolucionario", organizado durante el período de la Revolución Cultural, que trató de mezclar en el servicio a funcionarios de diferentes edades, haciendo caso omiso de los principios de organización y eficiencia administrativa.

El sistema de sucesión del mando en China Comunista ha conducido siempre a las luchas por el poder y éstas, a su vez, han causado con mucha frecuencia la pérdida de la vida y libertad personal de los perdedores. Por ejemplo, las purgas de Kao Kang y Rao Shu-shi en 1955; Peng Teh-hwai en 1959; Liu Shao-chi y Teng Hsiao-ping en 1968; Lin Piao en 1971; la "Banda de los Cuatro" (encabezada por Chiang Ching, la viuda de Mao) en 1976 y Hwa Kuo-feng en 1981. La usurpación del mando mediante tales luchas por el poder, difícilmente puede tener legitimidad. El poder de liderazgo cambia también en proporción al aumento y disminución del poder político personal.

Un problema característico de las insurrecciones políticas en el Continente es que no puede mantenerse la consistencia política. Los ejecutores de la política en los niveles más bajos, tienen que conformarse con dicha situación. No adoptarán una dirección determinada en sus asuntos hasta que estén seguros de quién está al mando, para prevenir la vulnerabilidad de la crítica.

A la mayoría de burócratas comunistas chinos se les ha nombrado para ocupar cargos, no en base a su capacidad profesional sino en cuanto a sus méritos para con el partido, que se conforman a los requisitos de "intensidad de rojo" (fidelidad política); no son reclutados públicamente por medio de exámenes abiertos. Esta forma de selección es de escasa eficiencia. La introducción de sangre nueva en los puestos de mando no puede realizarse uniformemente. Los que disfrutan de suficiente poder, debido a sus credenciales de "rojismo" creen que tienen el derecho de dictar la política. Los beneficios substanciales y privilegios acumulados por la adquisición del poder, los predisponen para no abandonar los puestos que ocupan.

V.
Por todo lo dicho podemos ver que a consecuencia de las diferencias en ideología, sistemas y política de desarrollo, han aparecido enormes diferencias a ambos lados del Estrecho de Taiwan. El exitoso desarrollo de la República de China en Taiwan muestra los méritos de los Tres Principios del Pueblo como el de la eficiente construcción de nuestro país. Manifiesta también por supuesto, el éxito de una política que incluye el equilibrado desarrollo entre la agricultura y la industria, igual énfasis al planeamiento y a las funciones del mercado, un sistema económico que fluye por la acción recíproca entre las empresas públicas y privadas, además de una equilibrada preocupación por la seguridad nacional y las libertades individuales.

En el Continente chino los años de disturbios han demostrado definitivamente que el comunismo no es adecuado para China. Una "triple crisis" se ha extendido a toda China Continental -el pueblo ha perdido la fe en el comunismo, la confianza en el partido comunista y en las perspectivas de la campaña de las "cuatro modernizaciones." Incluso los mismos comunistas chinos han admitido públicamente que en muchos aspectos el comunismo es anticuado.

El régimen comunista chino no tiene más alternativa que iniciar reformas con la esperanza de superar las Crisis. Pero las reformas comunistas chinas se enfrentan a las contradicciones del régimen. Tal vez la más contradictoria de todas es la de que los comunistas chinos son políticamente "derechistas". ¡Qué difícil resulta caminar hacia la izquierda y hacia la derecha al mismo tiempo! Atenazado por las contradicciones izquierda-derecha y estando sujeto al indoctrinamiento Marxista-Leninista y a la dictadura comunista del partido único, el paso de avance y la eficacia del Continente en promover las recientes reformas comunistas está limitado.

De paso, según nuestra opinión, las reformas de los comunistas chinos tienen lugar en parte para satisfacer las exigencias internas y en parte para defenderse del progreso ejemplar de la República de China en Taiwan y otras vigorosas sociedades establecidas por chinos en Hong Kong y Singapur. ¡Qué contrastes tan marcados entre todos estos aspectos de la República de China y las turbulencias y estancamiento económico de China Continental!

Fue bajo estas circunstancias, que los comunistas chinos propusieron recientemente la fórmula "un país, dos sistemas" y "el modelo de Hong Kong" para tentar a China Libre. Los comunistas chinos están tratando de utilizar una ofensiva risueña para ablandar el determinado rechazo al régimen totalitario comunista por parte del pueblo chino en Taiwan. Tratan de influenciar y desviar el apoyo moral y político que otros países prestan a la República de China. Quieren impedir la venta de armas de parte de los demás países a la República de China para debilitar así, nuestras capacidades ofensivas.

El pueblo de la República de China en Taiwan, al igual que todos los chinos de ultramar, comparten la misma aspiración: una China unificada con libertad y democracia; una China pacífica, democrática y próspera en el mundo libre.

En los últimos años, la República de China ha logrado edificar una ejemplar sociedad pacífica, próspera y viable. Seguiremos adelante en nuestros esfuerzos por proteger la libertad y continuaremos nuestra senda de prosperidad. Anhelamos compartir con los Estados Unidos y otros países libres la responsabilidad de mantener la paz y seguridad del Pacífico Occidental. Además intentamos desempeñar un papel clave en la derrota del comunismo chino y en restaurar la cultura china, la libertad y la democracia en China Continental.

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