09/05/2024

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ECFA, EXPECTATIVA DE PROSPERIDAD Y PAZ

01/09/2010
Chiang Ping-kung (izquierda), de Taiwan, y Chen Yunlin, de China continental, muestran copias firmadas del ECFA en junio de este año en Chongqing, sudoeste de China.

Se espera que la firma del importante pacto de comercio con China continental ayude a Taiwan a convertirse en un centro de comercio e inversión para Asia y el Pacífico, y contribuya enormemente a la paz mundial.

Tras cuatro arduas rondas de negociaciones que comenzaron en enero de este año, se firmó un histórico pacto comercial entre Taiwan y China continental el 29 de junio en la sureña ciudad de China continental, Chongqing. Puesto en marcha, el Acuerdo Marco de Cooperación Económica (ECFA, siglas en inglés), se espera que ayude a institucionalizar y normalizar las relaciones comerciales entre Taiwan y China continental. El acuerdo es también notable porque seguramente estimulará la integración económica, tanto en Asia como en el mundo entero. Por ejemplo, en una entrevista con la Agencia Central de Noticias de Taiwan a principios de julio, Pascal Lamy dijo que ECFA mejoraría considerablemente las relaciones a través del Estrecho y ayudará a integrar más a Taiwan a la economía mundial.

ECFA fue firmado por Chiang Pin-kung, presidente de la Fundación para el Intercambio a través del Estrecho (SEF, siglas en inglés) de Taiwan, y su homólogo Chen Yunlin, presidentes de la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan (ARATS, siglas en inglés), con sede en China continental. La llamada reunión Chiang-Chen, la quinta en los últimos dos años, resultó también en un acuerdo sobre la protección de los derechos de propiedad intelectual y el anuncio de que un acuerdo sobre la protección de las inversiones a través del Estrecho sería firmado en la próxima reunión, que está programada para finales de este año. La firma del ECFA en Chongqing es el resultado más importante de los diálogos SEF-ARATS, hasta ahora. Las reuniones entre ambos lados se reanudaron poco después de la toma de posesión del presidente Ma Ying-jeou en mayo de 2008, después de haber estado suspendidas durante nueve años. Los diálogos recientes han resultado en una docena de acuerdos sobre economía y otros asuntos claves para las relaciones a través del Estrecho, incluyendo los lazos aéreos y marítimos directos, turismo, seguridad alimentaria, cooperación financiera, esfuerzos conjuntos para luchar contra el crimen y asistencia judicial mutua.

El histórico pacto comercial debe ser primero aprobado por el Yuan Legislativo, que trató el asunto en una sesión legislativa especial en julio de este año, y se espera que tome una decisión final en agosto.

Taiwan es una economía orientada hacia las exportaciones, y el 18º mayor país exportador en el mundo. La importancia de las exportaciones para Taiwan pueden verse en las cifras publicadas por el Buró de Comercio Exterior, bajo la competencia del Ministerio de Economía (MOEA, siglas en inglés), que muestra que las exportaciones han contribuido entre 60 y 70 por ciento del crecimiento económico total de la isla en los últimos años. Es de notar que China continental ha aparecido como el principal destino de las exportaciones de Taiwan en el nuevo siglo. El total de exportaciones de la isla alcanzó US$203.700 millones en 2009, de los que 41,4 por ciento fue a destinos en Hong Kong y China continental, un aumento del 23,2 por ciento desde 1998, según la Dirección General de Aduanas bajo el Ministerio de Finanzas.

Un cambio de relaciones

La relación comercial de Taiwan con China continental está cambiando. En una conferencia de prensa sobre las subsiguientes estrategias económicas, celebrada dos días después de la firma de ECFA, el presidente Ma indicó que China continental está cambiando su actual rol de servir como una fábrica para el mundo, para convertirse en el mayor mercado consumidor del mundo. “No debemos estar ausentes de ese mercado consumidor que ha llamado la atención de todo el mundo”, dijo.

 

El presidente Ma Ying-jeou, segundo desde la derecha, el vicepresidente Vincent C. Siew, centro, y el primer ministro Wu Den-yih, derecha, participan en una conferencia de prensa sobre las estrategias post-ECFA en la Oficina Presidencial a principios de julio de este año.

En términos de comercio con otros socios extranjeros, solamente el 11,6 por ciento del total de exportaciones de Taiwan fue directamente a Estados Unidos en 2009, mientras que Europa recibió 11,1 por ciento. Sin embargo, esos importantes mercados extranjeros reciben eventualmente un porcentaje importante de exportaciones de Taiwan, aunque en la forma de partes enviadas a China continental para mayor procesamiento y ensamblaje.

China continental ingresó a la OMC en diciembre de 2001, y Taiwan fue admitido en enero de 2002. Aunque la OMC admitió a dos países en una estructura económica multilateral, ECFA es un acuerdo bilateral regional, que procura regular y fortalecer los lazos comerciales entre las dos economías. “Con base en los principios de la OMC, y considerando sus condiciones económicas”, el prefacio del ECFA señala, “ambos lados están de acuerdo en reducir o eliminar gradualmente las barreras mutuas para el comercio y la inversión, y crear también un entorno justo para el comercio y la inversión”.

Aunque el prefacio y la primera sección del ECFA establecen los principios generales del acuerdo, sus tres secciones principales se centran en el comercio e inversión, cooperación económica  y las llamadas listas de “cosecha temprana”. Las listas de cosecha temprana, que llamaron la atención durante las negociaciones SEF-ARATS sobre el ECFA, especifican 539 artículos del mercado de materias primas importados a China continental desde Taiwan, a los que se les eliminarán totalmente las tarifas. Dependiendo del artículo, la eliminación de las tarifas tendrá lugar de inmediato o dentro de los dos años siguientes una vez que entre en efecto el acuerdo. En 2009, las exportaciones de 539 artículos de cosecha temprana a China continental tenían un valor combinado de US$13.840 millones, ó 16,1 por ciento del valor total de exportaciones de Taiwan a China continental.

Entre tanto, los exportadores chinos gozarán de la eliminación de tarifas en 275 artículos de cosecha temprana, ya sea para el momento en el que el acuerdo entre en vigor o dentro de los dos años siguientes. En 2009, las exportaciones de esos productos a Taiwan alcanzaron los US$2.860 millones y representaron el 10,5 por ciento del valor de las exportaciones de China continental a la isla.

Los acuerdos de cosecha temprana abarcan productos financieros, así como servicios, tales como conferencias y reuniones, diseño, distribución de filmes, deportes, investigación científica y atención médica. En vistas hacia el futuro, las listas también brindan la base para las próximas negociaciones entre Taiwan y China continental, en cuanto a la eliminación de otras barreras comerciales, y la promoción de los intercambios comerciales, que se exige comiencen dentro de los seis meses después que el ECFA entre en vigor.

Máxima válvula de seguridad

La sección final del ECFA establece un mecanismo para ajustar los conflictos comerciales y la formación de una comisión para la cooperación económica, que será responsable de supervisar, evaluar y facilitar la puesta en marcha del pacto. Establece también procedimientos para finalizar el acuerdo, según el que cualquier parte debe presentar una notificación escrita a la otra donde conste su intención de retirarse, y las negociaciones iniciales deben llevarse a cabo entre ambas partes dentro de 30 días. En el caso de que las negociaciones lleguen a un impasse, la cláusula de terminación permite que cualquier parte pueda salir del pacto a los 180 días después de la notificación escrita. En una declaración publicada poco después de la firma del ECFA, el Consejo para los Asuntos Continentales (MAC, siglas en inglés), con rango de Gabinete, subrayó el significado de la cláusula de terminación, describiéndola como una “máxima válvula de seguridad”, que los negociadores de Taiwan insistieron en incluir. La notificación del MAC indicó igualmente que la cláusula, que está diseñada para permitir la terminación unilateral del acuerdo, se atiene a las normas establecidas en pactos internacionales similares.

El presidente Ma ha enfatizado también que el ECFA protege los intereses públicos al no permitir la introducción de trabajadores continentales en Taiwan, no incluir ninguna importación de productos agrícolas de China continental, y enfocar las necesidades no sólo de las grandes empresas, sino también de las pequeñas y de las compañías en el sector de la manufactura tradicional. En cuanto a la preservación de los intereses nacionales, el Presidente dice que como el ECFA se basa en los principios de igualdad y beneficios mutuos, no socava la soberanía ni daña la dignidad de Taiwan.

 

Se espera que la puesta en marcha del ECFA incremente el número de automóviles transportados a través del Puerto de Taipei.

La reacción internacional al acuerdo ha sido positiva en general. Por ejemplo, Kenichi Ohmae, un estratega económico de Japón, que fue invitado a pronunciar un discurso en la Oficina Presidencial en junio de este año, comparó el ECFA con una “vitamina” cuidadosamente preparada para la economía de Taiwan. Douglas Paal, vicepresidente del Carnegie Endowment for Internacional Peace, un comité de expertos con sede en Washington D.C., y ex director del Instituto Americano en Taiwan (AIT, siglas en inglés), dijo que lo que estaba ocurriendo entre ambos lados, separados por 60 años de conflicto ideológico tenía “un significado histórico” durante una videoconferencia entre Taipei-Nueva York en abril de este año. “Va a tener repercusiones por toda la región”, expresó Paal. “Más allá de los méritos en cuanto a la expansión económica después de una crisis económica mundial, y de distensión en una era de hostilidad a largo plazo, el ECFA promete brindar a Taiwan mayor estabilidad económica y política en la región y el mundo”. De la Unión Europea, Catherine Ashton,  alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, dijo en una declaración publicada el 30 de junio que el acuerdo “contribuye en gran medida a la estabilidad y seguridad en el Este Asiático”.

En la misma videoconferencia donde participó Douglas Paal, del AIT, Chen Tain-jy, profesor en el Departamento de Economía, de la Universidad Nacional de Taiwan, dijo que creía que el ECFA no sólo era una medida defensiva de Taiwan a fin de prevenir la marginalización, sino que lo que era aún más importante, era una política proactiva hacia una prosperidad nueva, especialmente en el sector de los servicios. Chen indicó que el sector de los servicios de China continental se ha desarrollado relativamente lento, y muchas compañías multinacionales tienen dificultades para penetrar el mercado debido a las barreras culturales. “En esta área, las compañías taiwanesas tendrán una gran ventaja como suministradores de servicios a los consumidores chinos”, dijo el profesor.

Chen manifestó también en la videoconferencia que con el libre comercio que habrá a través del Estrecho de Taiwan, casi todas las compañías multinacionales –especialmente las interesadas en los mercados chinos– echarán un vistazo a Taiwan como un centro regional de operaciones. El presidente Ma repitió la perspectiva del profesor en la conferencia de prensa que siguió la firma del ECFA a finales de junio. “Por lo tanto, el valor de Taiwan recibirá mayor atención de la región de Asia y el Pacífico y la comunidad internacional”, dijo Ma. “Muy probablemente, Taiwan será el trampolín para muchas empresas extranjeras que buscan entrar en el mercado de China continental”.

Mientras que la administración de Ma y muchos en la comunidad comercial respaldan firmemente el ECFA, también hay personas en Taiwan que expresan aún sus reservas sobre el pacto. En una declaración hecha poco después de la firma del ECFA, Tsai Ing-wen, presidenta del Partido Democrático Progresista (DPP, siglas en inglés), dijo que las preocupaciones económicas de su partido sobre el acuerdo abarcan el posible impacto negativo en los grupos desfavorecidos hasta la ampliación de la brecha de pobreza y la dependencia excesiva en el mercado a través del Estrecho. En el frente político, Tsai expresó su preocupación de que la mayor integración económica podría llevar a que Taiwan sea “absorbido” bajo el “modelo de Hong Kong y Macau”. Como resultado, el DPP ha prometido supervisar la revisión del ECFA cuidadosamente en la Legislatura, así como trabajar con grupos no gubernamentales, incluyendo varios grupos que formaron recientemente una alianza dedicada a supervisar el pacto en el proceso de revisión. “En lugar de entrar en la “era post-ECFA” como proclama el partido gobernante”, expresa la declaración de Tsai, “Se debería comenzar a enfrentar realmente los diversos problemas causados por el ECFA”.

Para evaluar la opinión pública sobre el ECFA, los líderes de la oposición y los activistas sociales han exigido un referéndum sobre el tema. A fines de junio, dos propuestas para el referéndum sobre ECFA fueron presentadas, una por Tsai Ing-wen, del DPP, y otra por Huang Kun-huei, presidente de la Unión Solidaria de Taiwan, un partido de oposición más pequeño. Sin embargo, la Comisión para Revisar el Referéndum, del Gobierno, rechazó ambas propuestas, citando contradicciones o errores en los asuntos propuestos. Según la Ley de Referendo que entró en vigor en diciembre de 2003, la Comisión está compuesta de 21 miembros, la mayoría de los cuales son académicos. En respuesta a la iniciativa de una encuesta nacional sobre el ECFA,  en junio de este año el primer ministro Wu Den-yih dijo que la realización de referendos es un derecho constitucional, y sugirió que se haga una propuesta después que el Yuan Legislativo finalice su proceso de revisión.

Durante un debate televisado con Tsai en abril de este año, el presidente Ma reconoció las preocupaciones del DPP sobre el acuerdo de comercio, pero recalcó que en general, muchos resultados positivos del ECFA superan con creces cualquier impacto negativo. Ma dijo que cree que el acuerdo ayudará a Taiwan a convertirse en un centro de comercio e inversión en Asia y el Pacífico, uno en el que las exportaciones crecerán y las inversiones de los comercios extranjeros y taiwaneses aumentarán, lo que producirá mayores oportunidades de trabajo y menos desempleo. Mientras que el presidente reconoce que el ECFA puede tener un impacto en los fabricantes de mano de obra intensiva, tales como los que producen vestidos, zapatos, baldosas y ropa de cama, indicó que el Gobierno tiene planes de invertir NT$95 mil millones (US$2.970 millones) durante un período de diez años a fin de ayudar al mejoramiento de las operaciones de estas industrias, para que puedan competir más eficientemente en el mercado mundial a medida que se globaliza.

A principios de julio, el Presidente dijo que el ECFA no era una cura para todo, y que en lugar de depender únicamente de China continental, Taiwan necesitaba buscar acuerdos comerciales con otros países y bloques comerciales. Estos esfuerzos, diseñados principalmente para atraer las inversiones de las empresas extranjeras y taiwanesas ubicadas en el exterior, serán coordinados y supervisados por una nueva fuerza laboral establecida bajo el Consejo de Seguridad Nacional, dijo Ma. El Presidente también prometió dirigir las negociaciones en cuanto a los acuerdos de libre comercio con otros importantes socios comerciales de Taiwan durante el debate de abril, e instó a Pekín a no obstaculizar esos esfuerzos. “Por supuesto que estamos al tanto de las ambiciones políticas de China continental hacia nosotros durante este período, pero no podemos permitir que estas nos atemoricen, nos hagan retroceder o evitar que vayamos hacia delante”, dijo el Presidente.

La firma del ECFA ya ha cosechado sus primeros frutos, al atraer la atención de importantes empresas multinacionales, especialmente en el rubro de las telecomunicaciones y la producción de automóviles, así como algunas grandes corporaciones están considerando proyectos de inversión en Taiwan, principalmente con el objetivo de construir fuerzas de trabajo para la investigación y el desarrollo, según MOEA. El Gobierno tiene altas expectativas de que el ECFA será el impulso que necesita la economía de Taiwan. Por ejemplo, el vicepresidente Vincent C. Siew, dice que el acuerdo representa un impulso para que la economía de Taiwan entre en “la madurez”. Para el presidente Ma, el acuerdo refleja un paso audaz a lo largo del camino hacia la prosperidad futura. “Tenemos confianza en Taiwan, en las empresas de Taiwan y en la democracia de Taiwan”, dice.

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