06/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

La política de intimidación de China Roja

01/09/1983
El primer golpe de prevención ha sido lanzado por una nueva campaña de Pekín Cuando Teng Hsiao-ping fue rehabilitado después de la caída de la "Banda de los Cuatro," muchos observadores chinos se lanzaron a la conclusión: "Es una persona moderada y con su mano en el timón, las relaciones de Pekín con el Occidente continuarán mejorando." Si Teng Hsiao-ping es una persona moderada o radical, ciertamente es un comunista y la evidencia producida sobre las relaciones futuras con el Occidente debe deducirse de sus acciones y no de su sonrisa. El año pasado, después de inducir al gobierno norteamericano a firmar el llamado "Comunicado de Shanghai II," el 17 de agosto, empleó palabras ambiguas en un intento de bloquear la venta de armas de los Estados Unidos a la República de China -aunque esto fue realizado según el Acta de Relaciones de Taiwan, una ley norteamericana; Teng sabía de antemano que Washington no estaba abandonando dicha ley. Ciertamente, el gobierno norteamericano nunca esperó la doble cara de Pekín antes de firmar el acuerdo -algo humillante- del 17 de agosto. Sin embargo, ejercer presión al Acta de Relaciones de Taiwan fue la meta principal de los negociantes chinos comunistas. Cuando su clamor sobre la venta nortemericana de armas fue propiamente ignorado, los comunistas chinos buscaron otros medios para otro tópico apropiado con el cual podían acosar al gobierno norteamericano. Esta vez, fue el caso de Hu Na y luego el reinicio de vuelos de Pan American a la República de China. A pesar de la repetida insistencia de los Estados Unidos al afirmar que la acción de Pan American era simplemente una actividad comercial por una empresa privada, Pekín continúa amenazando, su "club," posteriormente, fomentó el deterioro de relaciones con Washington. Antes de que Washington pudiera usar propiamente sus energías en otro maratón de "consultas" con el régimen de Pekín para "difundir" el asunto de Pan American, los comunistas chinos lanzaron otro golpe de prevención. Pekín notificó a los países reconocedores del régimen comunista chino, los cuales mantienen relaciones substanciales no oficiales con la República de China que no es permitido que sus oficinas en Taipei emitan visas a los residentes de Taiwan, o dejar que las oficinas de la República de China en dichos países emitan visas a sus conciudadanos, ya sea negociantes, estudiantes, intelectuales o artistas, sin importar el motivo de su viaje. Esta vez, el perro rabioso de intimidación podría parecer haberse equivocado de blanco, dirigiéndose hacia el Japón, pero la meta final es mostrada claramente: Estados Unidos. Más de 650.000 ciudadanos japoneses visitan Taiwan cada año, Japón también mantiene cercanas y fructíferas relaciones comerciales con la República de China. Si la amarga píldora va primero al Japón, razona Pekín, se irá fácilmente a Washington más tarde. Los industriales de la República de China prefieren comprar maquinaria japonesa y otros productos debido a los bajos precios, mejor servicio y pronta entrega de repuestos. Como el comercio es muy grande, nadie cree que el Japón pondría atención a la prevención de Pekín, ya que afectaría al bienestar del pueblo japonés. El próspero comercio entre el Japón y la República de China además encaja bien con los socios comerciales del sureste asiatico. Los comunistas chinos consideran que al caer el Japón en cualquier lado del chantaje internacional, naturalmente asustaría a otras naciones que tratan con la República de China. Esto tiene intención de ser la primera gota en la cubeta grande. Los comunistas chinos nunca han desaprovechado ninguna oportunidad para atacar duro a la República de China. Como han llegado a entender que la República de China nunca caerá en la trampa de las "conversaciones pacíficas" de los comunistas -nunca negociará la pérdida de libertad de su pueblo- han designado nuevas campañas para ejercer presión a nuestros amigos. El asunto de visas es simplemente el último caso en este punto. Aunque los comunistas están conscientes que sus frecuentes demandas irrazonables les hace más mal que bien en el campo internacional, han sacado su "Gran Berta" específicamente para asustar a las naciones del mundo. Después de todo, la República de China, como el décimo-noveno país comercial más grande en el mundo, es un socio de la mayoría de países. Pekín, por supuesto, ha olfateado que con el reinicio de vuelos de Pan American, varias otras líneas aéreas están buscando incrementar sus vuelos e iniciar nuevos servicios a Taipei. Taipei tiene el prospecto de convertirse en una base aérea entre el nordeste y el sureste asiático. Si esto ocurre, ¿cómo puede Pekín continuar aislando a la República de China? El tráfico aéreo es un nervio principal en las relaciones substanciales. Los nuevos servicios aéreos a Taipei aumentan la fuerza de la República de China en el mundo, reduciendo la importancia del continente chino. Asustados por este desarrollo, los comunistas chinos han lanzado el primer golpe de prevención en una campaña de intimidación contra los demás. □

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