Taiwan Today

Los recientes gestos de Pekín para tratar de mejorar sus relaciones con la Unión Soviética, mientras se aleja del Japón y de los Estados Unidos, son claramente una conspiración internacional del Frente Unido. Así lo indicó recientemente ante el Yuan Legislativo el director general de la Oficina de Información del Gobierno, James Soong, llamando la atención sobre las maquinaciones de los comunistas chinos y los últimos desarrollos internacionales. La China Roja, agregó, busca ayuda para derrotar a los enemigos que ella misma no puede derrotar. Así el régimen recurre frecuentemente a la táctica de "fingir adherencia al Oriente mientras ataca en el Occidente." Esto tiene que ver con la reanudación de conversaciones con la Unión Soviética en un intento por mejorar las relaciones. El motivo ulterior de los comunistas chinos es aprovechar el miedo de Occidente a la Unión Soviética, creando así la presión en Occidente, para luego aislar a la República de China internacionalmente. Soong dijo que no cree que los gobiernos y pueblos de Occidente permitirían ser engañados por los comunistas. "Pero no podemos permitirnos tomar esto a la ligera y ceder en nuestra vigilancia," agregó. "Debemos usar más activamente todos los medios disponibles para asegurar que los gobiernos y pueblos de las naciones amigas entiendan la conspiración comunista y no sean engañados nuevamente." El portavoz gubernamental sostuvo que: "Los comunistas chinos han hecho recientemente una serie de gestos para mostrar su desinterés en las relaciones con los Estados Unidos. El 'embajador' comunista chino apareció en la parada militar de la Revolución de Octubre en la Plaza Roja por primera vez en 20 años. Teng Hsiao-ping dijo a los miembros del Parlamento Japonés que no se puede confiar en los Estados Unidos. Este cambio de la noche a la mañana en la actitud de los comunistas chinos hacia los Estados Unidos muestra que las amigables propuestas de Pekín fueron falsas desde el comienzo y simplemente trataban de apartar a los Estados Unidos de sus relaciones estrechas con la República de China. "Podemos recordar las condiciones bajo las cuales los comunistas chinos suspendieron sus negociaciones con la Unión Soviética. Los Estados Unidos habían cambiado su reconocimiento diplomático de Taipei a Pekín. Rusia había invadido Afganistán y estaba apoyando la invasión de los comunistas vietnamitas a Camboya. "Por lo tanto, Pekín decidió mostrar su apoyo a la posición de los Estados Unidos. Cuando las situaciones en Afganistán y Vietnam no cambiaron, los comunistas decidieron reasumir sus negociaciones con los soviéticos. Esto es un despertar rudo para quienes han enfatizado en los supuestamente paralelos intereses entre Washington y Pekín. Si los comunistas chinos hubiesen creído realmente que tenían tales intereses con los Estados Unidos, nunca hubieran tenido que reasumir tan traidoramente las negociaciones con el enemigo común. "Cuando los comunistas chinos usurparon el continente, se 'inclinaron a un lado', hacia la Rusia Soviética. Luego, abandonaron a Rusia para buscar el reconocimiento de los Estados Unidos. Ahora ellos se inclinan nuevamente hacia la Unión Soviética. Estas maniobras proporcionan evidencias convincentes de la falta de credibilidad de Pekín. "Los comunistas chinos siempre han profesado ser los dirigentes del llamado Tercer Mundo. Muchas personas creyeron que ellos no se inclinarían nuevamente hacia la Unión Soviética. "Pero los nuevos desarrollos han mostrado que los comunistas chinos estaban intentando congraciarse con los países del Tercer Mundo únicamente porque ellos querían hacerlos astillas para el uso de su engaño a los Estados Unidos. Los intereses de Pekín no son consecuentes con los del Tercer Mundo. Realmente, su exportación de la revolución es la causa fundamental del desorden en las naciones del Tercer Mundo. "Los comunistas chinos ganaron algo, más o menos, cada vez que buscaron chantajear a los Estados Unidos. La intención maliciosa y momentánea detrás del ablandamiento real o engañoso de las relaciones con los soviéticos era la de obligar a los Estados Unidos a revisar o derogar el Acta de Relaciones con Taiwan. Esperamos que Estados Unidos recuerde las lecciones del pasado y no se engañen nuevamente. Pero no podemos permitirnos tomar esto tan a la ligera y ceder en nuestra vigilancia. Debemos usar más activamente todos los medios disponibles para asegurar que los gobiernos y pueblos de las naciones amigas entiendan la conspiración comunista y no sean engañados nuevamente. "La muerte de Brezhnev puede traer algunos cambios internos en Rusia, especialmente en la jerarquía senil de los soviéticos. Pero la estrecha colaboración entre Moscú y Pekín para chantajear al mundo libre para su beneficio mutuo no cambiará. "Debo enfatizar además: Los comunistas chinos jugaron la 'carta rusa' contra Estados Unidos mientras la Unión Soviética estaba jugando la 'carta china', también contra los Estados Unidos. Si cualquiera llegara a triunfar, el bloque comunista ganará y el mundo libre y los Estados Unidos perderán. El mundo libre debe despertarse de su sueño de unirse con la China Comunista contra la Rusia Soviética." El director general de la Oficina de Información del Gobierno agregó que la entidad a su cargo reforzará sus actividades de publicidad internacional, especialmente en Estados Unidos, para contrarrestar estos nuevos desarrollos. La Oficina de Información del Gobierno tratará de hacer que los norteamericanos de todos los estratos sociales entiendan que "China es China" y que los "comunistas chinos son los comunistas chinos." La meta es inducirlos a "detener sus caballos al borde del abismo" y adoptar una política correcta entre Estados Unidos y China. □