03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

OFRENDA DE PAZ

01/09/2012
Un bote pesquero taiwanés con activistas de Taiwan a bordo, en primer plano, es visto en una confrontación con embarcaciones de los guardacostas japoneses el 4 de julio de este año en las aguas cercanas a las Islas Diaoyutai. (Cortesía de la Flotilla Costera de Keelung, Administración de Guardacostas)

Al tiempo que se mantiene una firme postura en cuanto a la soberanía, la administración del presidente Ma Ying-jeou hace un llamado a la cooperación en lugar del conflicto en las Islas Diaoyutai.

Los desacuerdos en cuanto a la propiedad de las Islas Diaoyutai continúan como una nube oscura sobre las relaciones entre Taiwan, China continental y Japón –cada uno ha intentado durante años demostrar la legitimidad de sus reclamaciones a la soberanía sobre el archipiélago. Con el fin de acercarse a un arreglo final y mutuamente favorable para la disputa que ya lleva tanto tiempo,  en agosto de este año el Gobierno de la República de China (RDCh) propuso una Iniciativa de Paz en el Mar de China Oriental.

La disputa sobre la soberanía comenzó a intensificarse nuevamente hace algunos meses cuando un funcionario de Tokio mencionó la idea de comprar las escrituras de cuatro de las cinco islas que son, desde el punto de vista de Japón, propiedad de una familia de ciudadanos japoneses. Luego, el gobierno japonés se unió a la lucha y anunció su intención de proceder con la compra. Esas medidas inmediatamente irritaron a Taipei y Pekín, y ambos declararon la soberanía absoluta e indiscutible sobre las Diaoyutai.

Las tensiones se incrementaron más el 15 de agosto de este año, cuando 14 activistas a bordo de una embarcación de Hong Kong fueron arrestados por autoridades japonesas. Los miembros del grupo, que eran supuestamente ciudadanos de Hong Kong, Macao y China continental, fueron detenidos después de arribar en una de las islas disputadas.

Antes del reciente brote de tensiones, Japón y China continental chocaron en la tensa confrontación diplomática en septiembre de 2010 después que un bote -pesquero de China continental se confrontó con dos embarcaciones de guardacostas -japoneses en el Mar de China Oriental. Después del incidente, los japoneses detuvieron al capitán de China continental para interrogarlo durante varias semanas. A medida que las relaciones entre Japón y China continental empeoraron, la RDCh continuó -aseverando su reclamación sobre la soberanía de las Diaoyutai, al tiempo que instaron a todas las partes involucradas a no tomar medidas unilaterales que podrían agravar aún más la situación.

Postura de principios

Tras reconocer que estas periódicas confrontaciones son contraproducentes y dan lugar al deterioro de la seguridad en el Este Asiático, el presidente de la RDCh Ma Ying-jeou planteó la idea de una iniciativa de paz el 5 de agosto de este año en Taipei durante la ceremonia de inauguración de una exhibición para conmemorar el 60º aniversario del Tratado de Paz entre la RDCh y Japón. “El Gobierno de la RDCh siempre ha sostenido el principio de que las disputas internacionales deben ser resueltas pacíficamente conforme a las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas”, dijo Ma, y agregó que las disputas sobre las Diaoyutai amenazan la paz y la estabilidad de toda la región. Una iniciativa de paz es necesaria para resolver esas amenazas, dijo Ma, quien instó a todas las partes involucradas a poner de un lado las disputas y trabajar en la promoción de la exploración conjunta y el desarrollo del Mar de China Oriental.

Las Islas Diaoyutai están ubicadas a 102 millas náuticas de Keelung en el noreste de Taiwan, y se encuentran bajo la jurisdicción nominal del Distrito de Yilan. El Ministerio de Relaciones Exteriores de la RDCh ha recalcado repetidamente que las islas son una parte inherente del territorio del país, ya sea desde la perspectiva de la geografía, historia, derecho internacional o uso práctico. Sin embargo, el Gobierno está al tanto de que las disputas sobre la soberanía no pueden resolverse de la noche a la mañana. La iniciativa de paz fue propuesta precisamente porque es necesario un método más práctico para resolver el tema de las Diaoyutai. “Esperamos que otros países adopten también la misma actitud pragmática para poner de lado las disputas”, dice Timothy Chin-tien Yang, ministro de Relaciones Exteriores.

 

Los comentarios de Yang fueron parcialmente en respuesta a una declaración de Koichiro Gemba, el ministro de Relaciones Exteriores de Japón, que su país, aunque considera que otras formas de cooperación son importantes, no acepta la reclamación de Taiwan sobre la soberanía de las Diaoyutai, que son conocidas como Islas Senkaku en Japón.

La iniciativa de paz de Taiwan, dice Yang, no tiene el propósito de cooperar con ningún país en particular, sino lograr un acercamiento entre los tres reclamantes para desarrollar una manera de resolver la situación que aligere las tensiones en la región. La propuesta de la iniciativa de paz no pone en peligro las relaciones de la RDCh con los países vecinos, sino más bien las fortalece, dice él.

Ma exhortó a todas las partes involucradas a abstenerse de tomar medidas antagónicas, mantener el diálogo y tratar de resolver las disputas a través de medios pacíficos, al tiempo que se observa el derecho internacional. Para lograr esto, el Presidente sugirió que los reclamantes de las Diaoyutai deben buscar un consenso respecto al código de conducta en el Mar de China Oriental y establecer un mecanismo para la cooperación sobre el desarrollo de los recursos en la región. “La soberanía territorial no puede comprometerse”, dijo, “pero los recursos naturales pueden ser compartidos”.

Se cree que el área que rodea a las Islas Diaoyutai es rica en petróleo y ha sido una zona de pesca utilizada por embarcaciones taiwanesas. En los últimos años, el -gobierno japonés ha incrementado sus esfuerzos para alejar a los pescadores taiwaneses que trabajan en las aguas que rodean a las islas, instando al Gobierno de la RDCh a tomar medidas para proteger los derechos de los -pescadores.

Los expertos en relaciones internacionales han opinado en apoyo de la iniciativa de paz. “Nuestro Gobierno ha pasado de tener un rol pasivo a tomar la iniciativa para resolver el asunto en el Mar de China Oriental”, dice Song Yann-huei, investigador en el Instituto de Estudios Europeos y Americanos en la Academia Sínica, el principal instituto de investigaciones de Taiwan. La propuesta de paz ha demostrado a la comunidad internacional que Taiwan está más que dispuesto a contribuir con las negociaciones multilaterales para la formulación de un código de conducta para la región, agrega.

Song sugiere que el Gobierno comience con los diálogos académicos entre los expertos de Taiwan, Japón, China continental y Estados Unidos. Si se logra un consenso entre los académicos, todas las partes podrían entonces firmar un código de conducta, que finalmente conduzca a la cooperación en la exploración de los recursos naturales, dice. “Incluso puede establecerse una organización para la conservación y la administración de los recursos pesqueros en la región del Mar de China Oriental”, agrega Song.

Con ideas similares, Huang Kwei-bo, profesor asociado en el Departamento de Diplomacia en la Universidad Nacional Chengchi en Taipei, dice que el Gobierno debería estimular la opinión de los líderes y las -comunidades de académicos dentro y fuera del país para comenzar a discutir el asunto y “hacer esas -discusiones accesibles al público internacional para así ayudar a reducir las diferencias entre todas las partes involucradas”.

Con su descripción de la iniciativa como teóricamente factible, pero prácticamente desafiante, Huang subraya que Taiwan debe perseverar en desarrollar su propuesta de paz al tiempo que dirige el diálogo -pertinente. Al hacerlo, Taiwan podría directa o indirectamente ayudar a lograr la paz verdadera en el Mar de China Oriental, dice Huang. Song está de acuerdo en que la propuesta de la iniciativa de paz es un -primer paso importante, pero señala que la administración de Ma debe perseguir activamente esa meta para que -tenga éxito.

El Gobierno de la República de China mantiene que las Diayutai fueron retornadas al país junto con la propia isla de Taiwan alrededor de la época de la Segunda Guerra Mundial –una postura que se basa en la Declaración del Cairo de 1943, la Proclamación de Postdam de 1945, el Instrumento de Rendición de Japón de 1945, el Tratado de San Francisco firmado en 1951 y el Tratado de Paz entre la RDCh y Japón de 1952.

Taipei refuta las alegaciones de descubrimiento-ocupación y  la invocación de la teoría de la prescripción como las bases para la soberanía sobre las Diaoyutai por parte de Japón . El descubrimiento-ocupación sólo se aplica a terra nullius, o tierra de nadie, sostiene el Gobierno de la RDCh. Las islas no pueden ser vistas como terra nullius, dicen funcionarios del Gobierno, ya que fueron parte de Taiwan durante más de 300 años antes de que ocurriera la ocupación de Japón en 1895, cuando la corte Ching cedió Taiwan a Japón a finales de la primera guerra sino-japonesa.

La invocación de Japón de la teoría de la prescripción, que involucra la adquisición de territorio  por soberanía continua e indiscutida, tampoco tiene base en el caso de las Diaoyutai. Como la RDCh ha afirmado públicamente su reclamación a la soberanía desde que las disputas sobre el archipiélago ocurrieron por primera vez en 1971, la teoría de Japón -sobre la prescripción es inválida, dicen funcionarios del Gobierno.

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