04/05/2024

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01/01/2013
Durante una conferencia sobre desarrollo internacional en Taipei, en septiembre de este año, el presidente de la República de China, Ma Ying-jeou, señaló que el trabajo de rescate de Taiwan tras el terremoto de Haití en 2010 fue un ejemplo de la dedicación de Taiwan a la ayuda humanitaria.

Taiwan, que en algún momento recibió ayuda internacional, se dedica ahora a mostrar la misma compasión a los países en desarrollo.

Después del catastrófico sismo de Haití en enero de 2010, el equipo de rescate procedente de Taiwan fue uno de los primeros en llegar al área del desastre. El presidente de la República de China (Taiwan) Ma Ying-jeou, recordó los esfuerzos que hizo el equipo durante la inauguración de la Conferencia Internacional sobre la Cooperación en el Desarrollo Internacional y la Experiencia de Taiwan, que se realizó en Taipei el 25 de septiembre del año pasado. “Al día siguiente de la llegada de nuestro equipo, los llamé, y la voz al otro lado de la línea telefónica estaba llena de conmoción. El dijo, ‘Señor Presidente, hace apenas 15 minutos, rescatamos a un sobreviviente de las ruinas’”, narró Ma. “Yo también me emocioné. Esta era la primera vez que un equipo de rescate de Taiwan enviado al exterior, rescata a una persona viva, porque en el pasado, por razones diplomáticas, no era posible llegar al sitio a tiempo para hacer nuestro trabajo”.

Aunque Taiwan es ahora un suministrador de extensa ayuda extranjera, esto no fue así hace medio siglo. Por ejemplo, entre 1950 y 1965, Taiwan recibió un promedio anual de US$100 millones en ayuda económica de Estados Unidos, un monto equivalente en ese entonces a apenas el 9 por ciento del producto interno bruto. “Gracias a esta ayuda, pudimos construir nuestra infraestructura, tales como embalses, vías ferroviarias, así como otros proyectos. Pudimos también establecer nuestras industrias para reemplazar la importación, que poco a poco se tradujo en el crecimiento de la exportación”, dijo Ma en la conferencia, que fue organizada por el Fondo para la Cooperación y el Desarrollo Internacional  (ICDF, siglas en inglés), y atrajo a más de 200 participantes tanto del país como del exterior.

Entre los años sesenta y setenta, Taiwan recibió también préstamos de Japón y Arabia Saudita, así como asistencia financiera y técnica de organizaciones internacionales, tales como el Banco Asiático para el Desarrollo, la Asociación para el Desarrollo Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud. Timothy Chin-tien Yang, secretario general de la Presidencia y ex ministro de Relaciones Exteriores, dice que dicha asistencia desempeñó un papel importante en la construcción de una base sólida para el desarrollo económico en Taiwan.

 

Los equipos de computadoras donados a Suazilandia reflejan la reciente expansión de la ayuda internacional de Taiwan al área de la alta tecnología.

Ma indicó que el fin de la ayuda estadounidense en 1965 marcó la “graduación” para Taiwan de las filas de los países que requieren asistencia extranjera. De hecho, Taiwan ya había comenzado a realizar el papel de suministrador de ayuda internacional en esa época, cuando el país desplegó su primera misión agrícola a Vietnam en 1959, y envió el primero de muchos equipos que brindaron asistencia en los estados independientes que aparecieron en Africa en 1960. Desde entonces, Taiwan expandió gradualmente su apoyo técnico en el exterior a los países amigos en vías de desarrollo de todo el mundo, dice Yang, así mismo amplió los tipos de ayuda ofrecida para incluir las donaciones de materias primas, las concesiones, los préstamos y los servicios de ayuda humanitaria.

Huang Kwei-bo, profesor asociado en el Departamento de Diplomacia en la Universidad Nacional Chengchi en Taipei, cree que el cambio hacia la diplomacia viable en 2008 mejoró significativamente la habilidad de Taiwan de brindar asistencia para el desarrollo internacional. Yang define la diplomacia viable como un método racional y pragmático con el fin de fomentar las relaciones exteriores de Taiwan.

“El concepto fundamental es colocar de un lado la disputa sobre la soberanía con China continental y procurar una política de no independencia, no unificación y no uso de la fuerza con el fin de mantener el status quo a través del Estrecho bajo el marco de la Constitución de la República de China”, dice. En la conferencia del ICDF, Ma señaló que la estrategia de la diplomacia viable ha eliminado efectivamente algunos de los obstáculos que Taiwan encaró anteriormente en las relaciones internacionales, lo que a su vez ha permitido que el país brinde mayor y más oportuna asistencia cuando ocurren desastres en el exterior.

 

Un especialista de una misión agrícola de Taiwan, en el centro con camisa amarilla, enseña a los agricultores en Santa Lucía a cultivar sandías. Taiwan brinda asistencia agrícola a países en diferentes lugares del mundo desde1959.

Antes de la puesta en marcha de la política, Huang dice que Taiwan no podía generalmente hacer entrega de cierta parte de su ayuda a los beneficiarios a través de los canales apropiados, y en otros casos la ayuda no llegaba del todo.

Yang dice que estos problemas ocurrieron porque los esfuerzos de Taiwan fueron vistos algunas veces de manera negativa, como una “diplomacia de chequera”, en lugar de ser considerados como intentos de un genuino ofrecimiento de ayuda. “La feroz lucha- diplomática entre Taiwan y China continental dio a -me---n----u--do- la impresión equi-vocada de que el Gobierno empleó la ayuda económica para lograr favores diplomáticos”, explica.

Sin embargo, a partir de la puesta en marcha de la política de la diplomacia viable, Huang señala que Taiwan se ha dado a conocer por brindar ayuda acorde con metas legítimas, conforme a los procedimientos legales y de una manera efectiva, que son también las reglas principales seguidas por la comunidad de naciones donantes. En 2009 el Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA, siglas en inglés) de la RDCh tomó la medida adicional de publicar un libro blanco sobre los principios para brindar ayuda exterior subordinados a la política de diplomacia viable de la nación. En la mayoría de los casos, explica el profesor, aquellos principios requieren que los países potenciales que van a recibir ayuda, presenten las propuestas detalladas para la ayuda al Gobierno de la RDCh, para así reducir en gran medida la posibilidad de que los beneficiarios -soliciten ayuda financiera exorbitante. Según Annmaree  O`Keeffe, investigadora en el Instituto Lowy de Política Internacional, un comité de expertos independiente en Australia, otro beneficio importante de estas propuestas es que los países beneficiarios no se sentirán importunados, ya que los proyectos -resultantes con la ayuda serán -dirigidos principalmente por sus -propias agendas de desarrollo.

El libro blanco también dispuso la meta del Gobierno para reajustar el modelo de ayuda de Taiwan a fin de estar en conformidad con la Declaración de Paris sobre la Eficacia de la Ayuda y los Objetivos de Desarrollo para el Milenio de las Naciones Unidas. “Eso demuestra que la perspectiva y las políticas sobre ayuda de Taiwan concurren con aquéllas de la comunidad internacional”, dice Huang. La Declaración de Paris fue firmada por 116 países y organizaciones internacionales en 2005, y consagra las directrices para los países donadores y beneficiarios, diseñadas para mejorar la distribución y la gestión de la ayuda, mientras que todos los estados miembros de las Naciones Unidas acordaron el establecimiento de los ocho Objetivos de Desarrollo para el Milenio como  puntos de referencia que deben alcanzarse para 2015.

 

Algunos niños en edad escolar en Burkina Faso sostienen lámparas LED donadas por Taiwan, que envió alrededor de 7.000 de tales lámparas a la nación africana a saber en abril de 2012.

Tras la publicación del libro blanco, el próximo desarrollo importante sobre ayuda extranjera en Taiwan fue la promulgación en junio de 2010 de la Ley para el Desarrollo y la Cooperación Internacional, la cual consagra -formalmente los objetivos, los métodos, y los principios que el Gobierno debe seguir en los proyectos de asistencia internacional. Yang dice que se redactaron anteproyectos de seis reglamentos más y entraron en vigor en 2011, a fin de brindar las directrices detalladas para la evaluación, la planificación y el envío de personal para los programas de ayuda humanitaria. A través del -establecimiento de esa -estructura legal, los esfuerzos humanitarios internacionales de Taiwan pudieron orientarse más efectivamente hacia el proyecto y los resultados. Por lo tanto, los gastos gubernamentales en ayuda disminuyeron, lo que reflejó el uso más efectivo de los fondos de ayuda, según Yang. El presupuesto de Taiwan destinado a la asistencia oficial para el desarrollo ha disminuido de 0,12 por ciento del ingreso bruto nacional en 2009 al proyectado 0,08 por ciento del 2012, o sea, NT$10.920 millones (US$364 millones).

Las políticas humanitarias de Taiwan, recientemente formalizadas, ya han contribuido a fomentar la imagen de la nación en la comunidad internacional, señala Yang. “Algo que lo evidencia es que algunos países que no son aliados de Taiwan, han comenzado a invitarnos a aunar esfuerzos en sus proyectos de ayuda”, dice. Según MOFA, uno de estos proyectos conjuntos fue el trabajo del Gobierno de la RDCh con Mercy Corps., una organización no gubernamental (ONG) estadounidense, para suministrar arroz a las áreas afectadas por las sequías en el Este de Africa en 2011. Asimismo, Australia y Nueva Zelanda exploran maneras de trabajar con Taiwan a fin de llevar asistencia a estados menos desarrollados en la región del Pacífico. Sin embargo, Huang advierte que es difícil determinar hasta qué extensión exacta los proyectos humanitarios de Taiwan han aumentado el espacio internacional del país o mejorado las relaciones con los aliados y naciones socias,  ya que medir el nivel de amistad y el respaldo en una relación puede ser una tarea abstracta y subjetiva.

 

El trabajo de socorro realizado por Taiwan para las víctimas desplazadas por el terremoto en Haití continuó en agosto de este año con la inauguración de una villa con 200 viviendas construidas con fondos de MOFA y la Sociedad de la Cruz Roja de la República de China.

A través de la experiencia de brindar ayuda internacional durante más de 50 años, Taiwan ha ganado un entendimiento más profundo sobre las necesidades de las naciones en desarrollo, y ha ajustado su asistencia conforme a ello, dice Huang, aumentando de esta manera la diversidad de programas de ayuda que se ofrecen. Ma también enfatizó ese punto en la conferencia, diciendo que, “Nosotros compartimos ahora nuestros éxitos con docenas de países a través de cientos de proyectos, incluyendo el apoyo técnico-agrícola, la formación vocacional, la asistencia médica, y más recientemente, en el área de alta tecnología”.

Yang dice que la amplia gama de ayuda ofrecida por Taiwan es un reflejo del desarrollo económico de la nación y su experiencia en el establecimiento de programas de ayuda exitosos. “Llevamos a cabo estos proyectos, primero haciendo demostraciones, luego pruebas, y finalmente promoviendo el -conocimiento relacionado en los estados beneficiarios de la ayuda, para así garantizar que el apoyo puede realmente llegar al pueblo de esos lugares”, explica, agregando que el método está diseñado para compartir la experiencia de Taiwan con los países en vías de desarrollo, para que puedan algún día a valerse por sí mismos. “Nuestro principio es enseñar a la gente a pescar y no simplemente darles el pescado. Se -trata de desarrollar sus capacidades”, dice Yang.

Ma también recalcó la importancia de combinar las ventajas de Taiwan con las necesidades de las naciones beneficiarias. En alusión al proyecto de Taiwan “Una lámpara se ilumina para Africa”, que se emprendió en 2010 en Burkina Faso, Ma dijo que la idea del programa comenzó al descubrir que los niños en edad escolar en algunas áreas rurales de ese país usan las farolas de la calle para estudiar, ya que muchos de sus hogares carecen de iluminación por la noche. Conforme a este proyecto, varias compañías de alta tecnología poderosas de Taiwan invirtieron alrededor de un año para desarrollar lámparas con diodos emisores de luz (LED, siglas en inglés) portátiles, que brillan entre cuatro y ocho horas, y se recargan a través de los paneles solares que se han instalado en escuelas. El Presidente  dijo que fue “una experiencia muy gratificante” cuando vio a los jóvenes estudiantes usando los bombillos para hacer sus tareas durante su viaje a -Burkina Faso en abril de 2012. Hasta abril de este año, Taiwan había entregado alrededor de 7.000 lámparas a la nación africana.

En Gambia, Fatou Lamin Faye, ministra de Educación Básica y Secundaria, expresa su aprecio por la asistencia que Taiwan brinda desde finales de los noventa. La educación es otro de los puntos fuertes de Taiwan, que tiene un índice de alfabetismo del 98,17 por ciento entre las personas  mayores de quince años; disfruta de un sistema educativo universal de 12 años; y casi el 90 por ciento de todos los graduandos de secundaria superior continúan con estudios terciarios. Faye dice que los programas de apoyo de Taiwan han ayudado a que más jóvenes gambianas vayan a la escuela, y han brindado más oportunidades para que los bachilleres del país continúen cursando estudios superiores en campos relacionados con la ingeniería en Taiwan.

 

La asistencia técnica de Taiwan en la cría de tilapia ayudó a Honduras a convertirse en el principal exportador de este pescado hacia Estados Unidos.

La educación vocacional desempeña cada vez más un papel vital en el desarrollo socioeconómico de Gambia. El gobierno gambiano se dio cuenta de que el país carecía de trabajadores con destrezas después que comenzó varios proyectos de desarrollo en 1994, explica Faye. “De tal manera, nos enfocamos mucho en las áreas de la educación técnica, como por ejemplo la innovación de la tecnología científica, para que podamos avanzar en el desarrollo”, dice.

James Louis Fletcher, ministro del Servicio Público, Desarrollo Sostenible, Energía, Ciencias y Tecnología en Santa Lucía, una nación isleña en el Mar Caribe, se refiere a la asistencia técnica de Taiwan en la producción de orquídeas, como uno de los proyectos de desarrollo más significativos llevados a cabo allí. La floricultura es otra de las fortalezas de Taiwan, porque el país es el mayor exportador de orquídeas del mundo. Los miembros del equipo de asistencia técnica enseñaron los sofisticados métodos de cultivo de orquídeas en Taiwan a los cultivadores en Santa Lucía, capacitándolos para producir una amplia variedad de flores.

Desde una perspectiva más amplia, Fletcher dice que el rápido desarrollo socioeconómico de Taiwan brinda gran inspiración a Santa Lucía. “Estamos aprendiendo de la experiencia de Taiwan, la experiencia de un país que de ser un beneficiario de ayuda humanitaria pasó a ser un donante…  Creemos que ese debería ser nuestro principal objetivo, que no es ser siempre un país que reciba ayuda internacional, sino que en algún momento, nos graduemos de esta etapa”, dice.

Ralph L. Cwerman es presidente del Instituto Humpty Dumpty (HDI, siglas en inglés), una ONG con sede en Estados Unidos, que se dedica a proyectos de desarrollo y eliminación de minas. En la conferencia del ICDF, Cweman dijo que Taiwan ha resultado ser un miembro valioso de la comunidad donante internacional y un buen ejemplo a seguir por otros donantes. Hace dos años, MOFA otorgó un subsidio considerable para los proyectos de las ONGs, dijo Cwerman. Sin embargo, el significado del subsidio fue mayor que cualquiera otra donación que haya recibido el HDI, señaló Cwerman, ya que la participación de Taiwan inspiró a otros países –incluyendo a Estados Unidos, Japón y Australia– a seguir el ejemplo contribuyendo con los proyectos del HDI. “Se comprobó de que no es necesario entrar al sistema de las Naciones Unidas para participar en la coalición de países a fin de un proyecto de manera generosa y unida”, dijo.

De cara al futuro, Huang señala que el gasto gubernamental en ayuda humanitaria ha disminuido en todo el mundo como resultado de la desacelerada economía mundial. El sugiere que a fin de ayudar a estirar el presupuesto para ayuda humanitaria del país, MOFA debería buscar más oportunidades de trabajar con las ONGs -diversas y vibrantes, que capitalizan en el poder de extensas redes de voluntarios para llevar asistencia a bajo costo.

De manera similar, Cwerman indicó durante la conferencia del ICDF que las sociedades públicas-privadas son cada vez más importantes a medida que disminuye el presupuesto para ayuda humanitaria. Los grupos religiosos privados están realizando enormes contribuciones que llenan la brecha al brindar fondos para proyectos humanitarios y de desarrollo alrededor del mundo, dijo, convirtiéndolos en excelentes socios para que trabajen junto a los gobiernos en la ayuda a los países en desarrollo. “Es una nueva fuente de socios y -fondos que mucha gente debe tomar en cuenta”, dijo Cwerman. En Taiwan, estos socios potenciales incluyen la Fundación Budista de Compasión y Beneficencia Tzu Chi y Fo Guang Shan, las organizaciones budistas más grandes de Taiwan. Cwerman señaló que ambos grupos han realizado trabajos comunitarios y humanitarios sobresalientes, y cuentan con oficinas alrededor del mundo.

Entre tanto, O`Keeffe cree que la desaceleración económica puede ocasionar el beneficio de forzar a los gobiernos y ONGs a concebir maneras creativas y menos costosas de prestar ayuda humanitaria. “Creo que restringir el presupuesto puede algunas veces ser muy productivo y positivo para que los donantes se -enfoquen en la calidad y cómo aprovechar de la mejor manera su dinero”, dice.

A pesar de la preocupación por la recesión económica mundial, Huang dice que los ciudadanos de Taiwan deberían recordar la ayuda exterior que el país recibió en el pasado y colocarse en el lugar de los ciudadanos de las naciones -menos desarrolladas. “Ahora es el momento de que Taiwan retribuya a la comunidad internacional, dando una pequeña -porción de los que tenemos”, dice. El presidente Ma hizo alusión a la determinación de Taiwan para continuar haciendo justamente eso al final de la conferencia del ICDF. “La ayuda para el desarrollo internacional es de vital importancia para cualquier país. Quiero asegurarles que continuaremos ayudando a nuestros amigos porque su situación es más desventajada que la nuestra… La República de China continuará siendo un socio para el desarrollo”, dijo.


Creando conexiones: una conversacion con el Ministro de Relaciones Exteriores David Lin

 

David Yung-lo Lin, ministro de Relaciones Exteriores, señala que los programas de ayuda internacional benefician tanto a los donantes como a los beneficiarios. (Chang Su-ching)

Aunque muchos han enfatizado la importancia de la ayuda para el desarrollo de las naciones beneficiarias, David Yung-lo Lin, ministro de Relaciones Exteriores de la República de China, quien asumió el cargo el 27 de septiembre de 2012, indica que los donantes de tal ayuda también se benefician de manera substancial. “Impulsar el desarrollo económico de los países aliados y elevar su competitividad es el objetivo fundamental de la política de ayuda de Taiwan”, dice Lin. “Además de eso, queremos crear una conexión a través de nuestros proyectos de ayuda. No queremos que la ayuda sea una inversión de fondos, sino que también cree conexiones entre las -industrias, las tecnologías y las personas talentosas de ambos países”.

Lin menciona la asistencia que proporcionaron los científicos taiwaneses a sus homólogos en Filipinas durante un proyecto conjunto de investigación sobre el pronóstico de -tifones, como un ejemplo de cómo tales conexiones pueden beneficiar a ambos lados. “Entendemos que la investigación que realizamos allí, ayuda a Filipinas”, dice Lin. “Pero también existe una gran posibilidad de que también nos ayude a nosotros, ya la información recolectada por el proyecto será usada en el esfuerzo de mejorar la gestión de desastres -ocasionados por tifones”.

Según el Ministro, aunque una parte importante de la ayuda internacional de Taiwan se dirige a las naciones socias para brindar respaldo tecnológico en la agricultura, la industria pesquera, la atención médica y la energía renovable; al mismo tiempo, esa asistencia también puede ayudar a nivel local. Por ejemplo, con el ofrecimiento de servicios médicos in situ y remotos en países menos desarrollados, Taiwan ha ganado más oportunidades comerciales relacionadas a la atención médica cooperativa con los países del Pacífico Sur, dice.

El Ministro enfatiza el hecho de que los proyectos de ayuda de Taiwan no están necesariamente limitados a los aliados diplomáticos, particularmente cuando se trata de proveer -asistencia humanitaria. Cuando Lin ocupó el cargo de representante de Taipei en Indonesia, esta nación del Sudeste Asiático fue arrasada por el mortal tsunami del Océano Indico en 2004. Después del desastre, él pudo observar directamente el papel que desempeñó Taiwan en los esfuerzos de socorro y reconstrucción. “A pesar de no tener relaciones diplomáticas oficiales con el país, vi que muchas agencias gubernamentales y ONGs taiwanesas, tales como Tzu Chi y -Visión Mundial (Taiwan) brindaron gran cantidad de ayuda allí”, dice. “Taiwan tiene un lugar en estos esfuerzos de socorro, y continuará brindando asistencia a cualquier país que sea azotado por un desastre”.

En relación a los beneficios para Taiwan derivados de los proyectos dirigidos hacia la salud internacional, Lin señala que han contribuido al país “en su objetivo de lograr mayor participación en la Organización Mundial de la Salud y la Asamblea Mundial de la Salud. -Esperamos que la comunidad internacional se dé cuenta cada vez más del alto nivel de atención médica que hay en Taiwan, y -reconozca que Taiwan es un importante colaborador en el área de los servicios médicos”.

El libro blanco del MOFA sobre ayuda internacional y la promulgación de la Ley para el Desarrollo y la Cooperación Internacional sirvieron para que las prácticas de ayuda internacional de Taiwan estén en conformidad con las normas -internacionales, dice Lin. Para alcanzar el objetivo de Taiwan de lograr políticas de ayuda más consistentes, él señala que es importante continuar adhiriéndose a los Objetivos para el Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que procura erradicar la pobreza y el hambre, a través de los servicios médicos accesibles y el alcance de la educación universal, entre otras metas. “Nos concentramos en que nuestros programas de ayuda estén conforme a estos objetivos”, dice el Ministro. “Eso ayudará a que Taiwan continúe siendo un socio responsable y un suministrador de ayuda humanitaria en la comunidad global”.

-Audrey Wang

 

 

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