29/04/2024

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El rey de la sandía

01/04/2007

Chen Wen-yu nació en 1925 en una familia de agricultores en el sur de Taiwan. Cuando cumplió 11 años, sus padres le pidieron trabajar con ellos en los campos después de la escuela. “La vida era dura entonces. Cultivábamos arroz, pero no lo comíamos porque teníamos que venderlo para ganar dinero. Criábamos gallinas para vender los huevos”, recuerda. “Mi padre copió a otros, cultivando lo que cultivaban y haciendo lo que hacían. Las semillas eran de baja calidad, y no había verdadero conocimiento de buenas técnicas de cultivo. A menudo, veía a mi padre de pie en los campos, consternado simplemente por las pobres cosechas. Yo pensé entonces que tenía que haber alguna manera de hacer esto mejor, y decidí estudiar agricultura para ayudar a hacer los cambios. De lo contrario, no había otra salida”.

Las principales opciones para salir de una vida entera de trabajos penosos, como agricultor, eran la enseñanza o la fuerza policial. Pero Chen estaba determinado a seguir siendo agricultor. De esa manera, él comenzó a estudiar agricultura, y después de la graduación encontró un trabajo en la sucursal de Horticultura Tropical Experimental Fengshan del Instituto de Investigaciones Agrícolas, un departamento del Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés). Motivado por los recuerdos de las pobres cosechas y semillas de su padre, Chen comenzó a especializarse en la investigación y desarrollo de semillas que se adaptaran mejor al clima y suelo de Taiwan. Esto a su vez, lo condujo a estudiar técnicas de polinización cruzada.

A él le interesaba particularmente la teoría de las sandías sin semillas, propuesta por el erudito japonés Dr. Hitoshi Kihara en 1951, según el cual, cruzar una planta terraploide femenina (un producto de la manipulación genética) con polen diploide crea una planta triploide que es estéril, pero puede producir frutas sin semillas si se poliniza con una planta diploide. Tan sensato en teoría, en la práctica ninguna de las compañías de semillas en Japón pudo cultivar exitosamente la variedad sin semillas a escala comercial. Tras la experimentación incesante, en 1962 Chen tuvo éxito. La prosperidad subsiguiente de las sandías sin semillas de Taiwan generó un valor de exportación anual de más de NT$100 millones, y condujo a una nueva era de frutas y vegetales híbridos y cruzados.

Problemas de financiación

Chen estaba lleno de entusiasmo e ideas para desarrollar nuevas variedades de cultivos, pero sus proyectos de investigación tenían que detenerse por falta de fondos. “El prerrequisito para el desarrollo agrícola es tener buenas variedades. Sin embargo, la reproducción es una tarea que consume tiempo y requiere hasta 10 años. Eso dificulta el uso de los fondos gubernamentales, ya que el resultado no puede reportarse en uno o dos años”, dice.

El carácter caprichoso de los fondos gubernamentales llevó finalmente a Chen al sector privado, abandonando el instituto donde había trabajado alrededor de 20 años para comenzar un negocio propio, con la esperanza de ganar dinero para financiar lo que realmente le gustaba hacer. En 1968 cuando tenía 42 años, estableció Known-You Seed Co. “Mi primera meta era crear las sandías número uno del mundo, el mayor número de variedades y las más deliciosas. Después de eso, me propondría a crear otros cultivos número uno”, dice. Su objetivo era ayudar a los agricultores a disfrutar de mejores cosechas, al mismo tiempo que los consumidores se beneficiarían de alimentos más sabrosos y más saludables.

Una razón por la que Chen estaba interesado en las sandías era que en esa época, existían pocas bebidas frías disponibles. En consecuencia, había gran demanda por los melones jugosos durante los tórridos veranos de Taiwan. “Cuando se hace investigación y desarrollo de plantas de semillero, lo primero que se necesita pensar es la demanda del mercado. Solamente cuando sus productos son aceptados por los agricultores y buscados por los consumidores pueden considerarse un éxito”, dice.

Desde su establecimiento, Known-You ha desarrollado alrededor de 1.100 variedades de frutas y hortalizas, con 600 de éstas producidas en masa. En particular, la compañía ha creado un total de 285 especies de sandías una —cuarta parte del total en el mundo.

Ahora, más del 90 por ciento de las semillas de sandías que se venden a los agricultores en Taiwan son creaciones de Chen. Y gracias a la mejora de especies que ha hecho, las sandías se cultivan en la isla durante todo el año y en varios tipos de suelos.

La organización de prueba de semillas All-America Selections, cuya misión es promover nuevas variedades de semillas con un desempeño superior en jardín mediante pruebas por una red de jueces independientes, cuenta con un total de siete galardones para premiar las sandías. De éstos, cuatro han sido otorgados a Known-You.

Liao Kun-hai, de cuarenta y seis años, que vive en el distrito de Yunlin en el centro de Taiwan, cultiva sandías. Hace 20 años, él heredó la granja de su padre ubicada bajo el puente Siluo, que cruza el río Jhuoshuei. “Allá por los años setenta, mi padre solía cultivar batatas, que se utilizaban generalmente para alimentar a los cerdos. Los agricultores en esa zona eran todos muy pobres porque la arena del lecho del riachuelo era seca, y hacía frío y viento en invierno. Por generaciones, la gente ha dicho que no se puede cultivar nada en Siluo”, dice. “Luego, Chen Wen-yu vino a nuestra aldea a enseñarnos a cultivar sandías sin semillas. En consecuencia, otras aldeas siguieron nuestra práctica por las buenas cosechas y precios. En unos pocos años, la tierra estéril aquí se convirtió en el mayor sitio de producción de sandías de Taiwan.

Recompensas después de los cambios

Liao dice que en los últimos años la agricultura ha cambiado. En tanto que se centraba únicamente en los volúmenes de producción, ahora también subraya la calidad. Por esto, él está constantemente probando nuevas especies en un esfuerzo de elevar tanto la calidad como la productividad. “Compro principalmente semillas de Known-You porque son las más confiables. Además, la compañía nos transmite información cuando desarrolla nuevas variedades y técnicas”, dice. “Dependemos de buenas compañías de semillas como Known-You ya que ellos se especializan en la mejora de la variedad, algo que no podemos darnos el lujo de hacer nosotros mismos”.

Lee Ying-chi ha cultivado sandías y melones durante 15 años en el distrito de Yunlin. “He usado las semillas de Known-You desde el comienzo, porque la compañía cuenta con diversas especies para diferentes estaciones, sus semillas son confiables y no tenemos que preocuparnos por problemas de mutación”, dice. “Además, las semillas de Known-You cuestan solo la mitad del precio de sus equivalentes japonesas”.

Lee dice que los melones que él cultiva pueden tener entre 14 y 18 por ciento de azúcar. Y por su delicioso sabor dulce, pueden siempre venderse a precios altos. “La agricultura puede aún ser competitiva siempre que haya un producto de alta calidad”, dice. “Actualmente, no sólo vendo mi fruta en el mercado doméstico, sino también en China y Malasia. La entrada de Taiwan en la Organización Mundial del Comercio ha sido un beneficio para mí, y creo que para muchos otros porque se facilitan nuestras exportaciones. Por otra parte, a los importadores se les dificulta competir con nosotros en términos de frescura, precio y volumen”.

Entre tanto, Chen Wen-yu no se ha dormido en los laureles después de su éxito con las sandías. Cuando vio que a su nieto no le gustaban los tomates, tuvo otra idea de investigación y desarrollo. “Los tomates son nutritivos pero a los niños no les gustaban porque solían ser grandes y secos”, dice. “Entonces pensé que los podía hacer más pequeños, bonitos y gustosos, para que pudieran comerse de un solo bocado”.

Me tomó seis años de prueba para desarrollar mini-tomates “Santa”, que se volvieron muy populares en Taiwan y fueron introducidos en Estados Unidos en 1994. Desde entonces, la producción se ha incrementado a 40.000 toneladas, lo que representa el 50 por ciento del mercado de tomates uvas de Estados Unidos.

Chen atribuye su capacidad para la innovación continuada a su posesión de un banco de semillas que tiene alrededor de 60.000 especímenes genéticos diferentes de todo el mundo. Después de disecarlas, estas semillas se colocan en envases de vidrio en un ambiente oscuro y a baja temperatura, y pueden conservarse por décadas.

Otros asuntos

Aunque la alta producción era la principal preocupación al desarrollar una especie nueva, dice Chen, ahora la atención está en la apariencia y el sabor, así como en el valor nutritivo. Además, se realiza más investigación y desarrollo para hacer el cultivo más fuerte, que pueda soportar la lluvia, el viento, las enfermedades y pestes. Según Chen, para que un cultivo sobreviva en una tormenta no es un asunto de suerte, sino de ciencias. Después que una tormenta azota uno de sus campos de investigación, él se apresura a su campo para buscar a los supervivientes, que servirán de buena fuente de reproducción para desarrollar cultivos más fuertes.

Hace algunos años, Chen traspasó las operaciones corporativas a su hijo, Chen Lung-mu. A pesar de eso, a sus 81 años, sigue activo, y va al trabajo todos los días, para entrenar personal de investigación y desarrollo y continuar con su propia investigación. “El próximo cultivo número uno en el mundo que quiero desarrollar son las calabazas, y luego, las berenjenas”, dice con entusiasmo. “Ver cómo ganan dinero los agricultores y cómo vienen a darme las gracias es mi mayor felicidad y la mayor motivación para seguir trabajando”.

Hasta ahora, Known-You ha establecido cinco granjas experimentales alrededor de la isla, y bases de producción y mercadeo en China, India, Singapur, Tailandia y Vietnam.

La compañía se expandió recientemente para abarcar variedades de flores e intenta cooperar con compañías biofarmacéuticas para refinar esencias de frutas y hortalizas. Sus ventas anuales alcanzaron los NT$800 millones (US$24 millones) con un 65 por ciento de exportaciones.

Chen Lung-mu dice que su compañía gasta NT$100 millones (US$3 millones) al año en investigación y desarrollo. “En vista de la competencia internacional intensificada, tenemos que desarrollar variedades distintivas en términos de apariencia, sabor y adaptación, con germinación que alcance el 90 por ciento”, dice. “Otra dirección es la localización. Eso es desarrollar especies localmente para satisfacer mejor las necesidades locales”.

El cree que Taiwan tiene una fuerte capacidad competitiva en la reproducción tradicional, pero es débil en mercadeo y renovación tecnológica, particularmente en biotecnología. El también menciona los cultivos hechos a la medida, los resistentes a las pestes y los orgánicos como las próximas tendencias. El otro desarrollo notorio en el campo es la utilización de ingeniería genética. A pesar de su impacto aún sin determinar en la salud humana, estas técnicas han sido muy usadas por los cultivadores de forraje, tales como soya y maíz, y en el futuro cercano se usarán seguramente en hortalizas y frutas, y Taiwan necesita prepararse para esto.

Chen Shih-hsien, un asesor técnico de COA, dice que en el pasado los recursos para investigación y desarrollo del Gobierno se usaban ampliamente para mejorar las variedades de arroz. Con su visión futurista y esfuerzos, Chen Wen-yu ha hecho una tremenda contribución a las variedades de frutas y hortalizas de Taiwan durante las últimas décadas.

“Hace diez años, así como la industria de electrónicos, el negocio de la producción de semillas de Taiwan fue forzado gradualmente a reubicarse a donde los costos de producción fuesen más baratos. La medida de Chen para contrarrestar esto fue reforzar la investigación y desarrollo, y promover su propia marca. Eso es lo que hay que hacer”, dice. “Ahora, creo que todos los agricultores taiwaneses saben sobre Known-You y asocian la marca con confiabilidad”.

Semillas diseñadas

Chen dice que Known-You es capaz de desarrollar especies de cultivos según las demandas de los clientes, tales como color, forma, tamaño y sabor. Sin embargo aunque afirma que Known-You es una compañía de nivel mundial, él dice que la mayoría de las compañías de semillas taiwanesas operan a pequeña escala y pocas llevan a cabo investigación y desarrollo. Para mejorar este problema, el COA busca integrar sus diversas unidades de investigación en un instituto nacional de investigación agrícola que será asimilado al Instituto de Investigaciones sobre Tecnología Industrial, que realiza investigación y desarrollo para transferirlos subsecuentemente a las empresas.

Wang Chin-chih, presidente de la Asociación para el Comercio de Semillas de Taiwan, dice que en los últimos años varias compañías internacionales de semillas se han fusionado y su escala operacional y capacidades en investigación y desarrollo han visto una expansión substancial. A pesar de todo, estas firmas internacionales tienen como objetivo principalmente cultivos en bulto como el maíz y la soya. La especialidad de Taiwan son los cultivos de horticultura, lo que le da un hueco cómodo, pero como el mercado doméstico es pequeño, la industria de plantas de semillero necesita promover exportaciones a fin de ver crecimiento.

Wang cita Known-You como un buen modelo comercial a seguir por otras empresas. “Aparte de establecer las plantas de producción y las compañías de mercadeo en el exterior, la sede principal de Known-You en Taiwan se dedica a la investigación y desarrollo. Por eso es que puede mantener una presencia en el mercado internacional, ofrecer una amplia gama de líneas de productos e introducir continuamente nuevas variedades”, dice. Para ayudar a desarrollar la industria de las plantas de semillero en la isla, Wang dice, su asociación organiza seminarios y giras de investigación, así como la publicación de datos de investigación y colabora con la producción, empaque y mercadeo de las semillas.

Se dice que los agricultores están a la merced de la naturaleza. Sin embargo, por su empatía ante la situación apremiante de los agricultores, Chen ha pasado su vida tratando de hacer que la agricultura sea menos que un juego de azar, mediante el cultivo de especies híbridas que puedan soportar las duras condiciones climáticas y producir cosechas de alto rendimiento. “Un adivino me dijo una vez que yo llevaba una vida ajetreada y dura, pero cualquiera que se tropezara conmigo tendría suerte”, dice. “No importa lo duro que trabaje mi vida no puede ser mejor, por eso hago todo lo que puedo por traer suerte a los que conozco”.

Chen ha traído suerte a mucha gente. Gracias a sus enseñanzas, Liao Kun-hai pudo convertir su tierra improductiva heredada de su padre en una plantación de sandías rentable. Ahora su hijo Liao Wen-pin, de 26 años, está siguiendo sus pasos y ha hecho una fortuna utilizando una de las especies recién mejoradas de sandías cuadradas. “Nuestras sandías cuadradas se venden cada una por NT$500 (US$15), comparado con NT$100 (US$3) por una redonda común. Estas especies redondas han sido bien recibidas en Taiwan y Singapur”, dice el más joven Liao. “Eso consolida aún más mi creencia —la buena calidad y singularidad dan a nuestros productos la ventaja competitiva sobre los productos extranjeros—y mi interés en dedicarme a la agricultura como carrera”.

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