28/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Más allá del azúcar y la sal

01/02/2006
Los que fueron campos de caña de azúcar alguna vez, se han convertido en importantes bienes que contribuyen a la transformación de Taisugar.

Las empresas estatales siempre han podido expandirse en forma vertical, y a fin de disminuir la incertidumbre del proceso de producción, compraron en muchas ocasiones suministradores y distribuidores. Por ejemplo, la Corporación de Azúcar de Taiwan (Taisugar) era propietaria de embalses que llevaban agua a sus refinerías de azúcar.

Sin embargo, hoy día el que fuera durante 59 años un monopolio, se está expandiendo en su totalidad hacia nuevas direcciones. Por ejemplo, en la represa Jianshanpi en Tainan, que suministraba agua para la refinación de azúcar, Taisugar inauguró un hotel y resort en septiembre de 2003, y cuatro meses después la compañía estableció una División de Comercio para Actividades Recreativas, que se encarga de las empresas no relacionadas con el azúcar. La empresa estatal ha descubierto que para tener éxito en el ambiente comercial que cambia velozmente, necesita ir más allá del azúcar.

Las empresas estatales están listas para incursionar en la economía de libre mercado, mediante la diversificación y racionalización de sus operaciones. Sus esfuerzos se dividen en tres amplias categorías: la primera tiene como objetivo la diversificación de los negocios principales, la segunda se centra en establecer negocios diferentes a los negocios principales, y la tercera busca ampliar la cartera de inversiones. La primera categoría es quizás la más esperada, ya que la demanda de los artículos tradicionales de muchas empresas estatales ha disminuido.

Más allá del azúcar y la sal

Los turistas disfrutan subiendo a las montañas de sal de las antiguas salinas en el Distrito de Tainan.

Escisión central

Taisugar, una fusión de cuatro productores japoneses de azúcar, realizada por el Gobierno de la República de China en 1946, tenía el 74 por ciento de las rentas de reservas extranjeras de la nación a finales de los años cincuenta. Este ingreso colosal derivó de sus 100.000 hectáreas de caña de azúcar. Hoy día, los holdings de los terrenos de la corporación se han reducido a 54.000 hectáreas, de las cuales solamente 18.000 están aún plantadas con caña de azúcar. Taisugar produce el 70 por ciento del azúcar que se vende en la isla, la vasta mayoría de ésta es elaborada con materia prima importada, y esos productos representan solamente el 25 por ciento de sus ingresos.

Taisugar ha aunado esfuerzos para endulzar el paladar de la nación de diversas maneras. El sirope de fructosa, los paquetes de azúcar individuales y los cristales para café son sólo algunos de los nuevos productos que han sido agregados a los productos básicos, tales como azúcar roja, blanca y roca, que la mayoría de los taiwaneses recuerdan de los abastos de su vecindad cuando eran niños.

La Corporación Industrial de Sal de Taiwan, el monopolio que ha suministrado sal en las últimas cinco décadas, ha visto el cierre de sus instalaciones para producir sal debido a los altos costos de mano de obra, y ahora depende de las importaciones. Los tipos de sal en los estantes de los supermercados han aumentado durante los últimos años, y la empresa ofrece a los consumidores productos en diferentes formas, tamaños y colores de una extensa gama de lugares. Esta empresa de sal, recientemente recreada como Taiyen Biotech Co., abarca también condimentos con base de sal, pastas de dientes, y salsas como parte de la diversificación de su industria central.

La Corporación China de Petróleos (CPC, siglas en inglés), que hasta 2001 mantenía un monopolio de los productos derivados del petróleo en Taiwan, siempre ha sido una empresa diversificada. Debido a la multitud de productos que derivan del petróleo, y el complejo proceso para producirlos y sacarlos a la venta, la compañía entremezcla las categorías principal y secundarias de diversificación. La corporación tiene intereses en las refinerías de petróleo, instalaciones de almacenamiento y puntos de venta. Sin embargo, con las pesadas instrucciones de garantizar los recursos energéticos de Taiwan, la CPC tiene intereses en muchas empresas relacionadas con la energía.

Del centro hacia fuera

La CPC compra actualmente gas natural y gas de petróleo líquido para suministrar a su hermana en la familia de empresas estatales, la Compañía de Electricidad de Taiwan (Taipower), para aprovisionar de combustible a sus plantas eléctricas termales, que generan el 72 por ciento de la electricidad de Taiwan, y construyó una terminal de recibimiento en el Distrito de Kaohsiung. En 2000, estableció una división petroquímica para integrarse verticalmente con operadores de subsidiarios, y está planificando un centro logístico de petroquímicos y un parque tecnológico. Quizás, CPC se puede definir mejor como una compañía de energía.

Más allá del azúcar y la sal

La Compañía Aditivos de Combustible Qatar es uno de los proyectos de la Corporación China de Petróleos en el extranjero.

Por otra parte, Taisugar ya se había diversificado mucho antes. Sus negocios secundarios parecen haberse inspirado predominantemente por sus enormes holdings de terrenos, cuyo valor ha incrementado increíblemente en las últimas décadas. Desde una inversión en criadero de cerdos en los años cincuenta hasta la popularización de orquídeas exóticas a través de su producción industrial en los noventa, Taisugar está incursionando ahora en el turismo con un resort a orillas de un lago, y ha establecido hipermercados y bombas de gasolina.

La corporación creó siete unidades comerciales independientes a fin de racionalizar la organización. “Cada una opera de forma independiente, para facilitarnos el cálculo de su actuación y competitividad”, dice Wei Wei, presidente de Taisugar.

La inversión de Taiyen en empresas secundarias ya ha tenido éxito a pesar del pesimismo de algunos. Cuando hace tres años, Taiyen sacó al mercado Lu-miel, un tipo de productos para el cuidado de la piel hechos con colágeno, la medida fue recibida con escepticismo. “La gente preguntaba ‘¿Cómo un vendedor de sal puede hacer productos para la piel?”, dice Gordon Chiou, presidente de la compañía. “Nadie quería tener que ver con Lu-miel al comienzo”, dice, “pero ahora los agentes están haciendo fila para venderlo”. El producto ha tenido un gran éxito, y sumó NT$600 millones (US$18,2 millones) a los ingresos de Taiyen en 2004.

La marca Lu-miel de Taiyen ha resultado ser muy lucrativa; sin embargo, no todas las empresas estatales han tenido tan buenos resultados. Esto se debe en parte a la carga de retener costosos recursos humanos que reciben los beneficios de los empleados públicos, quienes no están a veces cualificados para cargos en las industrias secundarias. Estos cambios de personal generalmente ocurren del sector industrial al de los servicios. Chang Yu-shan, profesor en el Departamento de Finanzas en la Universidad Nacional Sun Yat-sen, duda la sabiduría de estas prácticas, y menciona la expansión de Taisugar en el sector de las bombas de gasolina. “En realidad, no es una buena idea cuando hablamos sobre el suministro de servicios profesionales”, dice.

Más allá del azúcar y la sal

Los productos para la piel con colágeno han dado un excelente rendimiento para Taiyen.

Hong Huo-wen, jefe de la División Comercial de Petróleos de Taisugar, se ha dado cuenta de problemas en las bombas de gasolina, e implementó cambios en la administración y sistemas de motivación de personal para remediarlos. “Hemos implementado un sistema que anima al personal a examinarse y estimularse mutuamente”, dice Hong.

El retorno eterno

Las empresas estatales están invirtiendo en compañías privadas u otras empresas afiliadas del Gobierno, según el sitio de Internet de la Comisión para Empresas Propiedad del Estado (SEC, siglas en inglés), del Ministerio de Economía, con el fin de expandir sus instalaciones de manufactura, asegurar materiales importantes y obtener tecnologías clave.

Taipower posee un 10 por ciento de inversión en una empresa conjunta en minas de carbón con el gigante industrial Allied & Coal en Australia. CPC, a través de su división de inversiones, la Corporación de Petróleos e Inversiones en Ultramar (OPIC, siglas en inglés), posee empresas conjuntas para la exploración petrolera con algunas compañías nacionales o gobiernos de Australia, Ecuador, Indonesia y Venezuela. Incluso coopera con la Corporación Nacional de Petróleos Fuera de la Costa de China, para explorar el Bloque Tainan-Chaoshan en el Estrecho de Taiwan. Además de las inversiones principales, OPIC ha invertido 40 por ciento en la Compañía de Construcción Naviera Faraway, con la compañía inglesa de servicios marinos Osprey. La empresa conjunta construyó un suministrador de gas natural líquido que corre entre Taiwan e Indonesia.

La estrategia de inversión está produciendo resultados variados. CPC cuenta ahora con un 16,3 por ciento de ganancias de sus inversiones, uno de los porcentajes más altos, y luego, sigue a considerable distancia, Taipower con un 8,7 por ciento. Taisugar logra ganancias de un 2,3 por ciento de sus inversiones, pero aún tuvo pérdidas en general, debido principalmente a sus altos costos de personal, aunque éste se ha reducido a 4.500 empleados en la última década.

Más allá del azúcar y la sal

Los niveles de sal del agua en esta piscina en la salina de Taiyen en Tainan, reproducen la fuerza ascensional del Mar Muerto.

Las compañías controladas por el Gobierno operan según un mecanismo de supervisión de capas, que está compuesto por la agencia creadora de políticas de la misma compañía, el Yuan Ejecutivo, y luego, el órgano legislativo. Por lo tanto, el capital tarda en llegar con mucha frecuencia a donde se necesita. Por el contrario, una compañía privada es menos complicada, y por ello, más ágil a la hora de responder a los mercados cambiantes. Wu Feng-shen, director ejecutivo de SEC, continúa apoyando la reforma de la dirección general. “La inversión en un negocio privado permite que la empresa estatal utilice su capital de manera más efectiva”, dice.

El punto de vista de que las empresas estatales deben simplemente servir los intereses de sus accionistas, la ciudadanía, recibe la aprobación de Chang Yu-shan. El cree que el terreno de Taisugar podría utilizarse para algo mejor, más para el público que para algún logro comercial. “La construcción y la infraestructura públicas son mejores opciones que las bombas de gasolina y los hipermercados”, dice. De hecho, Taisugar ha ofrecido terreno al Gobierno para proyectos nacionales, tales como tres parques científicos de Taiwan. El “beneficio para el público” de estos proyectos aún sigue abierto a debate.

Sin importar la posición de cada persona en cuanto al rol de las empresas estatales, Wu resume muy bien la realidad que enfrentan. “Las compañías sólo declinan cuando no se transforman”, dice. La exploración de lo que no se conoce bien, puede ser difícil; pero por lo menos, en cuanto a buscar continuidad y crecimiento, las empresas estatales de Taiwan van por buen camino.

Popular

Más reciente