l choque cultural que experimenté cuando comencé a trabajar en China continental fue que no hubo ningún choque. Esperaba algo muy diferente, después de varios años estudiando y trabajando en Nueva York antes de volver a Taiwan en 1998.
Creo que la razón principal tiene que ver con el lugar donde generalmente me quedo: Shanghai. No es muy diferente de cualquier gran ciudad, como por ejemplo Nueva York, aunque la vida diaria y la diversión cuesta mucho menos que en Nueva York o Taipei. Por ejemplo, contratar a un chofer allá cuesta cerca de US$65 al mes, y no es difícil hallar una casa con un bonito jardín. Por ello, creo que vivir en Shanghai es bastante cómodo, y mi estilo de vida es muy parecido al de antes －trabajando la mayor parte del tiempo, comiendo fuera, y jugando golf o tenis como diversión.
Otro aspecto que me hace sentir cómodo en China continental es que la gente con la que trabajo es bastante inteligente. Tienen perspectivas modernas y piensan en el futuro, así que no tenemos mucha fricción ni muchos problemas de comunicación. Nos llevamos bien. Hay gente que dice que a los chinos continentales les interesa mucho el dinero, pero yo no lo creo así. Cada vez que salimos a comer, siempre peleo con mis socios o empleados continentales para pagar la cuenta. Estoy en el negocio de Internet, y la gente en el sector de la alta tecnología suelen ser graduados universitarios. Tienden a sobresalir por su calidad y talento, un poco diferente de la gente en las industrias tradicionales de mano de obra intensiva.
Todo el mundo tiene un sueño. La filosofía de nuestra empresa es ayudar a nuestros empleados a convertir poco a poco sus sueños en realidad. Espero que los jóvenes que trabajan con nosotros no sólo obtengan beneficios materiales; también quiero que logren algo espiritual. Por ello, no solamente ofrecemos sueldos más altos que el promedio local, damos a nuestros empleados la oportunidad de adquirir acciones aún antes de haber sido admitidos a cotización. También les animamos a desarrollar su potencial, aún cuando ésto podría significar que se vayan y comiencen sus propios negocios. Con todos estos beneficios, se nos ha hecho fácil encontrar un buen personal.
Solía tener mi propio negocio en Nueva York, pero siempre pensé en volver a Taiwan. Dio la casualidad que una buena amiga quiso establecer una compañía de Internet, y me invitó a asociarme. Entonces, creamos Dreamer’s Media en octubre de 1998. El negocio de Internet en Taiwan tiene una esfera de expansión muy amplia, pero los mercados relacionados son más bien limitados. Luego, decidimos convertir a China continental en nuestra meta, en vista de su tremendo potencial de mercado. En un intento de estimular la competitividad general, emprendí un viaje para observar las circunstancias reales en febrero de 1999. Las oportunidades de negocios allá se veían buenas, teniendo en cuenta que la industria de Internet apenas acababa de comenzar a desarrollarse. Tres meses después, fui de nuevo a China continental y firmé un contrato de sociedad conjunta con nuestros socios continentales. En julio, la nueva compañía había sido establecida y estaba en marcha.
Cuando fui a China continental, esperaba hallar otras firmas taiwanesas. Pero, para mi sorpresa, no había ninguna. La nuestra resultó ser la primera compañía taiwanesa de Internet en establecerse en China continental. No comprendía bien el porqué. Quizás nuestros competidores temían correr riesgos y estaban adoptando la actitud de esperar y observar.
Aunque hay algunas barreras que cruzar al invertir en China continental, así y todo, el mercado existe y vale la pena cultivarlo. Si espera, las barreras se vuelven más altas. El tiempo es esencial en los negocios. Puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. No había mucha competencia cuando establecimos nuestra empresa, y eso significaba que teníamos muchas oportunidades de hacer negocios.
Al comienzo, gastamos US$3 millones. No obtuvimos ningún beneficio durante los primeros seis meses, pero los últimos ingresos mensuales han alcanzado los US$322.000 y las ventas se han duplicado. Esperamos obtener beneficios este octubre. Hasta ahora, realizamos operaciones en Shanghai, Pekín y Guangzhou, y en total empleamos alrededor de 220 personas. Creo que estos resultados son satisfactorios, y me considero muy afortunado de poder tener este negocio en China continental.
El mercado continental es vasto y crece a un ritmo fascinante. Si logra encontrar el tipo de negocio adecuado, podrá gozar de un crecimiento explosivo de las ventas. Según cálculos, actualmente hay casi diez millones de usuarios de Internet en China continental, el doble de los de Taiwan, y esa cifra continuará ascendiendo. En el futuro inmediato, nuestra compañía intenta centrarse en el comercio electrónico, y nos esforzaremos por estar a la vanguardia. Esperamos que nuestros servicios hagan más conveniente y eficiente la distribución de mercancías a nivel local.
Tras la completación de los diálogos entre la Organización Mundial del Comercio y Estados Unidos, China continental tiene confianza en que abrirá sus mercados a la competencia extranjera. Eso nos hace sentir optimistas respecto a nuestra inversión allí. Como Internet es comparativamente algo novedoso, no se han establecido todas las reglas, por lo que hay muchos aspectos poco claros. Eso puede ser negativo porque nunca se sabe qué va a suceder, pero también puede ser positivo porque hasta el momento no existen muchas reglamentaciones contradictorias o en constante cambio.
Internet es siempre un ambiente competitivo y cambiante. Es necesario realizar esfuerzos constantes si se quiere sobrevivir y salir triunfante. El mercado de Taiwan no es suficientemente grande, y yo diría que es esencial entrar en el mercado de China continental, especialmente si su empresa pretende expandirse. Me siento verdaderamente satisfecho de haber tomado la medida correcta, en el momento adecuado.
－entrevista por Kelly Her