09/05/2024

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Taiwán Hoy

El cambio de roles, una aventura de alta tecnología

01/04/2004
Con más de 50 años de esfuerzos conjuntos entre el Gobierno y el sector empresarial, Taiwan juega ahora un papel crucial en la industria de la alta tecnología en el mundo.

Cuando el 21 de septiembre de 1999 Taiwan fue afectada por un devastador sismo, las noticias se diseminaron rápidamente, lo que causó una caída significativa en la bolsa de valores estadounidense. Los accionistas nerviosos comenzaron a vender porque pensaron que los niveles de producción de alta tecnología de Taiwan caerían, y sus líneas de suministro se detendrían.

Chen Chao-yih, director general del Buró de Desarrollo Industrial (IDB, siglas en inglés) del Ministerio de Asuntos Económicos, dice que este incidente muestra lo crucial del papel de Taiwan en la industria mundial de la alta tecnología, y refleja la posición del país como un abastecedor importante de las industrias de alta tecnología del mundo.

Ese logro no se alcanzó con facilidad. La subida de Taiwan a la prominencia en el sector de la alta tecnología es el resultado de más de 50 años de esfuerzos conjuntos entre el Gobierno y el sector empresarial. En el proceso de reestructuración industrial sostenida, las exportaciones principales de Taiwan han cambiado de manera drástica. En el país se produjeron alimentos enlatados en los años cincuenta, textiles en los sesenta, petroquímicos en los setenta, tecnología de la información en los ochenta, y semiconductores en los años noventa.

En términos de valor de producción, en el 2002, Taiwan clasificó entre los tres primeros productores de más de 30 productos en el mundo. Entre ellos se encuentran las cámaras digitales, módems ADSL, pantallas planas, diseño de circuitos integrados, monitores, computadoras notebook, disketeras ópticas, semiconductores, y redes de área local (LAN, siglas en inglés) inalámbricas y otros.

En particular, los dos suministradores de servicios foundry de circuitos integrados de Taiwan, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC, siglas en inglés) y United Microelectronics Corp. (UMC, siglas en inglés), poseen el 73 por ciento del comercio mundial. Además, el valor de producción total de las empresas de diseño de circuitos integrados del país alcanza el 28 por ciento de comercio mundial, un poco menos que Estados Unidos.

El cambio de roles, una aventura de alta tecnología

En términos de valor de producción, Taiwan se encontró entre los tres primeros productores en el mundo de más de 30 productos en el año 2002, incluyendo pantallas planas (en la foto), computadoras notebook, semiconductores, y LAN inalámbricos, entre otros.

Entre tanto, las principales firmas internacionales, entre ellas, Apple, Dell, Fujitsu, Hewlett Packard, IBM, Siemens, Sony y Toshiba, se han convertido en socios íntimos de las empresas de Taiwan, y además de producir y suministrar componentes, muchas de ellas han establecido aquí centros de investigación y desarrollo.

Taiwan, una vez conocida por su fabricación de anteojos, juguetes y sombrillas, ha logrado transformarse en un centro de alta tecnología. ¿Cómo ocurrió esto? “El principal factor detrás del desarrollo próspero de la industria de la alta tecnología de Taiwan es su sólida capacidad de manufactura de bajo cauce, que se fue fortaleciendo durante décadas”, dice Chen Tain-jy, presidente del Instituto para la Investigación Económica Chung-Hua (CIER, siglas en inglés). “Esa es su mayor ventaja al convertirse en un lugar de alta tecnología”.

Muchos países producen artículos de alta tecnología, pero ninguno ofrece costos de producción más baratos y menor tiempo en el mercado que Taiwan, dice Chen. Estas dos cualidades, junto con la capacidad de producción en masa, han llevado a Taiwan a su posición como un centro de fabricación de nivel mundial para los productos de alta tecnología.

Lee Kuen-yao, presidente de AU Optronics Corp. (AUO, siglas en inglés) el tercer mayor fabricante del mundo de pantallas delgadas de cristal líquido con transitor de filme (TFT-LCD, siglas en inglés), dice que hay muchas razones para que Taiwan sea el centro de alta tecnología que hoy es. En primer lugar, los parques científicos de Taiwan están muy cerca uno del otro, y juntos, ellos forman un centro industrial bien establecido. Una cadena completa de suministro integrado brinda el apoyo que es esencial para las compañías que operan en medio de un ambiente cambiante.

En segundo lugar, como aquellos que estudian y trabajan en el exterior continúan regresando al país, sus contribuciones han mejorado en gran medida la industria de la alta tecnología. Además, dice Lee, el ambiente doméstico es favorable para los listados de corporaciones y ofrece acceso fácil a diversos métodos financieros.

El cambio de roles, una aventura de alta tecnología

Chen Tain-jy: “El principal factor detrás del desarrollo próspero de la industria de la alta tecnología de Taiwan es su sólida capacidad de manufactura de bajo cauce, que se fue fortaleciendo durante décadas”.

Alex Hinnawi, director de comunicaciones corporativas de UMC, dice que un factor clave de la exitosa transformación de Taiwan en un líder de la alta tecnología global es la designación de áreas industriales especiales, tales como los parques industriales-científicos de Hsinchu y Tainan, que ofrecen infraestructura atractiva e incentivos tributarios para las compañías que se establezcan en esas zonas. La ubicación de muchas compañías de alta tecnología en una misma zona produce beneficios porque de esa manera se ahorran tiempo y recursos.

Otro factor que contribuye al éxito de Taiwan, dice Hinnawi, es el alto nivel educativo de sus ciudadanos, así como el gran número de taiwaneses educados en el extranjero que ha regresado a la isla a trabajar. Esto ha ayudado a que Taiwan estreche la brecha con las economías más avanzadas industrialmente.

Asimismo, Hinnawi dice que Taiwan posee un sector financiero dinámico y flexible que ha capacitado a sus empresas a desarrollar programas de incentivo para atraer y mantener a los mejores trabajadores. Por ejemplo, en Taiwan existe un sistema de porcentaje/bonos (instituido originalmente por UMC) que permite a sus compañías controlar los costos de producción y al mismo tiempo premiar ampliamente a sus empleados por contribuir a su rentabilidad. En los últimos años, Taiwan también ha permitido el desarrollo de programas de opción a acciones, expandiendo aún más los métodos que una compañía puede usar para estimular a sus empleados y atraer personal con talento.

El círculo de riesgo de capital activo, dice Hinnawi, es otro factor contribuyente a la competitividad de Taiwan. El acceso inmediato a capital para financiar compañías nuevas innovadoras ha creado el efecto “bola de nieve” al estimular exitosamente que algunas empresas financien otras compañías prometedoras.

A pesar de todo, Chen Tain-jy, del CIER, dice el modelo de desarrollo industrial de Taiwan, que se centra en la fabricación de equipos originales (OEM, siglas en inglés) y la fabricación de diseños originales (ODM, siglas en inglés), está a punto de hallarse en dificultades. Por un motivo, los márgenes de ganancia de las empresas domésticas se han reducido.

Las compañías de Taiwan deben trabajar más duro que sus homólogas extranjeras, tales como Dell, IBM, y HP, pero las ganancias serán mínimas. Por ejemplo, muchas compañías luchan entre sí cuando compiten por contratos de pedidos de las principales multinacionales, porque los intereses taiwaneses dominan en gran parte el mercado. Esa competencia ocasiona frecuentemente una guerra de precios.

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Para convertir Taiwan en una base de innovación, y de investigación y desarrollo, el Gobierno necesita mejorar el ambiente, la infraestructura, la enseñanza del idioma inglés —todas las áreas en las que Taiwan se ha quedado atrás en comparación con muchas naciones industrialmente avanzadas.

“En cuanto a la división internacional del trabajo, Taiwan juega el papel desfavorable de tomar principalmente los negocios OEM u ODM, en vez de producir productos con marcas”, dice Chen. “La falta de marcas es la principal debilidad de las compañías de alta tecnología de Taiwan cuando compiten en el mercado internacional, dado que no tienen ningún control sobre los canales de mercadeo”.

Aunque Taiwan es conocido por sus productos de alta tecnología, no disfruta de los beneficios adicionales que son consecuencia de esa posición, dice él. Por ejemplo, el ingreso per cápita del país ha cambiado poco durante los últimos diez años. La cifra del año pasado muestra un ingreso per cápita de US$12.800, en comparación con US$10.000 en 1992.

Chen dice que es el momento oportuno para que las firmas domésticas ajusten más sus modelos operacionales y comerciales, no simplemente mejorando su nivel de producción, sino colocando en el mercado productos con sus propias marcas a fin de crear más valor. Todo esto, dice Chen, requiere de innovación y trabajo en el campo de la investigación y desarrollo. “Taiwan solía seguir a los demás en la manufactura de productos, pero ahora necesita crear algo nuevo si las compañías esperan prosperar”, dice. “Las innovaciones tecnológicas solamente proceden de la investigación tenaz”.

Chen dice que el sector industrial y los círculos académicos interactúan raramente. La mayoría de la gente que posee doctorados trabajan en las universidades. Ellos se centran en la formación de estudiantes y la publicación de informes de investigación, pero generalmente no participan en la industria.

Como una solución, Chen dice que las empresas domésticas deberían tomar un papel activo en la financiación del trabajo de investigación de las instituciones académicas, y que ambas deberían fomentar relaciones más estrechas para aprovechar sus resultados de la investigación y desarrollo, que a su vez puede usarse como una base para desarrollar tecnología.

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Chen Chao-yih: “Con el aumento en actividades de investigación y desarrollo, Taiwan debería tener buenas posibilidades de transformarse de un centro de fabricación de alta tecnología en un fuerte para la innovación”.

En vista de la creciente competencia en el mercado, muchas compañías domésticas de alta tecnología están reconociendo la importancia de la innovación, y la investigación y desarrollo, al aumentar sus inversiones en las actividades relacionadas. Michael Wang, vicepresidente ejecutivo de Quanta Computer Inc.—el contratista de computadoras notebook más grande del mundo— dice que los modelos comerciales OEM y ODM conllevan a una dura competencia y pocas ganancias. “Las compañías de Taiwan deben mejorar sus operaciones y elevar su valor. Sin embargo, las empresas deberían evitar los precios trastornados, que es una estrategia fácil, pero que al final será perjudicial para la industria porque causará que caigan las ganancias”, dice. Lo más importante para crear marcas, dice Wang, es el mejoramiento de las tecnologías, sistemas operativos, y desarrollo de productos que son buenos métodos para generar ganancias más altas.

Wang dice que Quanta ha estado expandiendo progresivamente su línea de productos, que incluye teléfonos celulares, consolas de juegos, servidores, y televisores LCD. La empresa también ha ampliado su diseño, distribución y operaciones de postventa.

Para mantener la competitividad, Wang dice que su compañía ha lanzado un proyecto de inversión de NT$5.000 millones (US$147 millones) para construir un centro de investigación y desarrollo a gran escala, que está planificado para que comience sus operaciones a finales de este año. Llamado “La tierra de los sueños para los ingenieros”, el nuevo centro de investigación y desarrollo de Quanta contará con un máximo de 7.000 ingenieros en un ambiente de trabajo muy moderno. La compañía cuenta con 1.600 empleados de investigación y desarrollo.

De manera similar, Lee Kuen-yao, de AUO, dice que Taiwan ocupa una posición única en el mundo como un fabricante clave en la cadena de valores, importando tradicionalmente nuevas tecnologías del exterior. Lee también dice que Taiwan debería esforzarse por desarrollar nuevas tecnologías. AUO ha estado cooperando con las agencias gubernamentales, universidades, e instituciones académicas, particularmente con el Instituto de Investigación sobre Tecnología Industrial en varios proyectos de investigación y desarrollo. Lee dice que él espera ver más esfuerzos en esta área. AUO también ha incrementado substancialmente los gastos en investigación y desarrollo, y equipo de producción. Por ejemplo, el año pasado la compañía aumentó su personal de investigación y desarrollo en un 58,7 por ciento en comparación con el año anterior, mucho más que el 6 por ciento de crecimiento del personal total de la compañía durante ese mismo período de tiempo. AUO invirtió el año pasado NT$3.000 millones (US$88 millones) en investigación y desarrollo, un incremento del 37,4 por ciento comparado con el 2002.

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La falta de marca es citada como la mayor debilidad de las compañías de alta tecnología de Taiwan a la hora de competir en el mercado internacional.

Lee dice que una tarea importante que enfrentan las compañías de alta tecnología aquí es entrenar gente talentosa. “Para competir con nuestros homólogos en Japón y Corea, uno de nuestros principales retos es atraer más talento con experiencia internacional y capacidad en investigación y desarrollo”, dice Lee. “Además de ayudar en nuestra búsqueda por investigadores bien preparados, el Gobierno podría mejorar la infraestructura y flexibilizar las reglamentaciones pertinentes para atraer a profesionales cualificados”.

Wang también solicita que el Gobierno flexibilice aún más las reglamentaciones sobre mano de obra extranjera, así como la entrada de profesionales del exterior, incluyendo a China. El también dice que el Gobierno debería prestar la tierra del Estado a los empresarios locales y ofrecer bajos precios de renta para estimular el crecimiento. Estas medidas, según él, ayudarán a que las compañías reduzcan sus costos y mantengan sus raíces aquí en Taiwan donde el país todavía supera a China y otros vecinos en cuanto a la mano de obra y las capacidades de investigación y desarrollo.

Chen, del CIER, dice que para transformar a Taiwan en una base de innovación, y de investigación y desarrollo, el Gobierno necesita mejorar el ambiente, la infraestructura, y la educación del idioma inglés —todas las áreas en las que Taiwan se ha quedado atrás en comparación con muchas naciones industrialmente avanzadas.

Chen dice que Taiwan debería colocar mayor énfasis en el idioma inglés, creando un sistema de educación bilingüe desde la escuela primaria hasta el nivel universitario. Lo que establecería un enlace más íntimo con la comunidad internacional y atraería más gente talentosa del extranjero hacia Taiwan. A medida que el Gobierno continúe mejorando estos aspectos, Taiwan no tendrá que preocuparse por la fuga de capital hacia China, porque será capaz de emprender de manera constante nuevas empresas. Si hay buenas oportunidades comerciales aquí, la inversión de capital volverá naturalmente a la isla, dice Chen. El dice que por el momento, el mercado de capital de Taiwan sigue siendo vigoroso, y aumentar el capital no es ningún problema.

Chen Chao-yih, director general de IDB, dice que el Gobierno está ofreciendo varios incentivos y medidas de asistencia, incluyendo préstamos a bajo interés, subsidios y reducciones arancelarias, formación de mano de obra, y equipo de investigación y desarrollo, para estimular la mejora industrial y las actividades de investigación y desarrollo. El Gobierno está también esforzándose por remover las barreras para la inversión, y al mismo tiempo, ayudar a las compañías a establecer alianzas estratégicas.

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La competitividad de Taiwan en la fabricación de productos de alta tecnología se basa en sus costos de producción más baratos, el corto tiempo para que los productos lleguen al mercado, y las capacidades de producción en masa.

Una meta del Plan Nacional de Desarrollo Reto 2008, que comenzó en 2002, es que el gasto de investigación y desarrollo sea el 3 por ciento del producto doméstico bruto —en comparación con otros países avanzados— dentro de un período de seis años. Para lograr estos objetivos, el Gobierno ha destinado US$1.430 millones en préstamos para actividades de investigación y desarrollo, así como ha ofrecido incentivos tributarios y de inversión para atraer a las compañías internacionales a establecer aquí centros de investigación y desarrollo. El Gobierno también está promoviendo el programa “Dos Billones y Estrellas Gemelas” con el fin de impulsar el valor de producción de las industrias de semiconductores y monitores planos a NT$1 billón (US$29.000 millones) cada uno y convertir los sectores de contenido digital y biotecnología en industrias estrellas, todo para el año 2006.

Chen dice que el Gobierno entiende la necesidad de mejorar los recursos humanos para transformar a Taiwan en una base de innovación. En consecuencia, las agencias relevantes del Gobierno incluyendo el IDB y la Administración para Empleo y Entrenamiento Vocacional, del Consejo para los Asuntos Laborales, han emprendido programas de formación de personal técnico. Estas también se han unido a instituciones académicas y de investigación para abrir cursos sobre formación en el trabajo y entrenamiento especial, a fin de satisfacer las necesidades del desarrollo industrial.

Los esfuerzos gubernamentales han traído resultados más pronto de lo esperado. Por ejemplo, Reto 2008 ha hecho un llamado para que centros principales de investigación y desarrollo sean creados por 30 multinacionales y 40 compañías locales para el año 2008. Además, a finales del 2003, 13 compañías internacionales y 64 domésticas han respondido el llamado del Gobierno de establecer centros de investigación y desarrollo. Igualmente, aproximadamente 182 compañías han establecido sus sedes principales o centros regionales de operaciones en Taiwan.

Chen dice que la ubicación de Taiwan, dado su fácil acceso a los mercados de las zonas económicas del Noreste de Asia, China, el Sudeste Asiático, ha sido la clave para convertirse en un centro de alta tecnología o de operaciones. Las empresas extranjeras pueden usar a Taiwan como un trampolín hacia otros mercados de Asia, incluyendo China.

“China ha tomado gradualmente el papel de la fábrica del mundo”, dice Chen. “Ese es un papel que Taiwan desempeñó anteriormente, por eso el país debe adaptarse al cambio. Con un aumento en actividades de investigación y desarrollo, Taiwan debería tener buenas posibilidades de transformarse de un centro de fabricación de alta tecnología en un fuerte para la innovación, lo que reforzaría aún más su presencia en la comunidad internacional de la alta tecnología”.

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