04/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Detectando tormentas y observando el sismógrafo

01/02/2004
¿Cómo está el clima por ahí? Un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Pingtung se familiarizan con el equipo de meteorología.

El terremoto del 21 de septiembre de1999, que sacudió el Distrito de Nantou en el centro de Taiwan, no solamente acabó con más de miles de vidas, sino que también dio lugar a una mayor conciencia entre los científicos, académicos y funcionarios gubernamentales en cuanto a que la prevención de desastres debería tener alta prioridad. Mientras que el Consejo Nacional de Ciencias (NSC, siglas en inglés) y el Buró Central del Tiempo (CWB, siglas en inglés) han trabajado en proyectos a largo plazo que podrían alertar al público de desastres inminentes durante años, el temblor de 1999 agregó sentido de urgencia a la labor de crear una red nacional para la prevención de desastres, que podría alertar al público para que tome las medidas preventivas necesarias para sobrevivir no solamente grandes terremotos, sino también lluvias torrenciales y tifones.

A principios del año pasado, en un importante proyecto de cooperación internacional para el estudio de tormentas severas, los equipos de científicos del tiempo de Taiwan y Estados Unidos aunaron recursos para realizar vuelos de reconocimiento con el fin de mejorar la precisión del pronóstico de tifones en un 30 por ciento. El proyecto, llamado Observación Dropsonde para la Vigilancia de Tifones cerca de la Región de Taiwan (DOTSTAR, siglas en inglés), se centra en la realización de misiones aéreas para recolectar información alrededor de sistemas de tormentas tropicales. La iniciativa es una colaboración entre los investigadores del CWB, el NSC, y un número de instituciones académicas de Taiwan, junto a socios estadounidenses del Centro Nacional de Investigación Atmosférica y la División de Investigación de Huracanes bajo la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica.

Wu Chun-chieh, líder del proyecto y profesor en el Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Nacional de Taiwan, explica que Dropsonde se refiere al aparato que recolecta la información, y está equipado con sensores que registran la temperatura, humedad, presión del aire, velocidad del viento, y otros parametros importantes. Es el mismo aparato usado en las misiones de investigación de huracanes en Estados Unidos. El Dropsonde es colocado en una aeronave cerca de un sistema de tormenta severa y se deja caer desde alrededor de 40.000. La información recolectada de los vuelos de vigilancia se transmite por teléfono vía satélite desde la aeronave casi en tiempo real al CWB. Estos datos se usan para el reporte del pronóstico de tifones de 24 horas del CWB. El proyecto DOTSTAR es un hito para la comunidad meteorológica de Taiwan, pero no ha detenido a los científicos del país en la búsqueda de nuevas ideas.

Ubicado en una zona de vientos subtropicales, Taiwan experimenta lluvias fuertes durante la estación monzónica entre mayo y junio, y durante la estación de tifones entre junio y septiembre. Debido al terreno escarpado y ríos cortos de la isla, las lluvias pueden causar inundaciones severas. La frecuencia de los desastres naturales, y su consecuente pérdida de vida y bienes materiales han instado a los científicos tanto del Gobierno como de las instituciones académicas privadas a establecer una base de datos relevante y centrarse en la prevención de desastres, el rescate y la ayuda.

El Programa de Investigación del Tiempo de Taiwan (TWRP, siglas en inglés) es un proyecto continuo organizado por los científicos tanto de las comunidades académicas como operacionales de Taiwan. El programa TWRP, que fue emprendido en 2001, y tiene previsto finalizarse en 2010, se centra en los sistemas climáticos peligrosos en y alrededor de Taiwan. La misión del proyecto abarca la promoción del desarrollo y la aplicación de técnicas de pronóstico del tiempo mejoradas, y enfatiza la importancia de eventos climáticos potencialmente desastrosos. La meta del TWRP incluye mejorar la capacidad de pronosticar la cantidad de precipitación, suministrar reportes actualizados sobre tifones, preparar un banco de datos para los sistemas climáticos peligrosos en Taiwan como referencia para la creación de políticas, y establecer las capacidades de reportaje inmediato de tifones en Taiwan un sistema de aparatos de alta tecnología que permite a los pronosticadores hacer predicciones a corto plazo y advertencias.

El patrocinador del proyecto, el NSC, indica que la infraestructura básica para los patrones de observación del clima está casi lista. La red de observación incluye calibradores de lluvia alrededor de la isla y radares Doppler, y un consejo está cooperando con otras agencias para desarrollar técnicas sensibles remotas avanzadas mediante el uso de satélites. Además, los modelos de predicción del tiempo numéricos regionales y globales de alta resolución están ahora disponibles para los meteorólogos de la nación. Un plan estratégico para sacar el mayor provecho de estos medios se ha convertido en la principal preocupación para la comunidad meteorológica de Taiwan.

Aparte de los tifones y las lluvias torrenciales, los terremotos azotan con frecuencia Taiwan. Ubicada a lo largo del borde de la plataforma euroasiática y la plataforma del Mar de Filipinas, Taiwan es uno de los lugares sísmicamente más activos del mundo. El trágico terremoto del 21 de septiembre instó al Gobierno a financiar un programa de investigación de las principales fallas activas, y la instalación de 150 aparatos de registro continuo de GPS y otros instrumentos pertinentes alrededor de la isla. Una vez que el sistema esté en marcha, los cambios de la corteza terrestre podrán observarse en tiempo real con una resolución sin precedentes. En Taiwan ocurren entre cinco o seis eventos sísmicos importantes al año, que deben ofrecer valiosa información sobre tópicos tales como la redistribución del estrés.

Sin embargo, en comparación con los meteorólogos que pueden predecir tifones en base a imágenes tomadas con satélite y otros equipos, los sismólogos enfrentan un reto mucho mayor a la hora de predecir terremotos. Wang Jeen-hua, investigador en el Instituto de Ciencias de la Tierra en la Academia Sínica, señala que a pesar de los avances en sismología en las últimas décadas, la predicción de terremotos es aún una ciencia muy inexacta.

En un lugar tan volátil como Taiwan, a la mayoría de la gente le preocupa más la protección de sus vidas y propiedades que los estudios científicos y las estadísticas. El Gobierno reconoce no solamente la necesidad de implementar estrategias de rescate y prevención de desastres efectivas, sino también los resultados de las investigaciones.

En la Quinta Conferencia Nacional de Ciencias y Tecnología celebrada en 1996, los científicos y académicos recomendaron mayores esfuerzos en los estudios tecnológicos sobre la prevención de desastres. Los participantes recomendaron la integración interdisciplinaria y la investigacion orientada hacia las misiones entre el NSC, la Academia Sínica, las universidades participantes y el sector privado. Luego en 1996, durante la reunión del Consejo de Ciencias y Tecnología del Yuan Ejecutivo, los participantes recomendaron que el NSC y las agencias relacionadas desarrollaran conjuntamente programas de investigación para la prevención de desastres. Además, el consejo recomendó el establecimiento de una agencia de transferencia de tecnología e información para hacer avances sistemáticos en la tarea relacionada con la prevención de desastres.

Para implementar las recomendaciones, el NSC aprobó las Reglamentaciones en Programas Nacionales Avanzados sobre Ciencia y Tecnología, y estableció el Programa Visión Nacional de Ciencia y Tecnología para la Mitigación de Peligros. El trabajo de planificación y desarrollo se llevó a cabo, y un reporte fue terminado en agosto de 1997. En noviembre siguiente, el NSC aprobó la resolución para emprender oficialmente el Programa Nacional de Ciencia y Tecnología para la Mitigación de Peligros en su reunión del comité. Además, 1998 fue nombrado como el período preparatorio para el programa, mientras que los dos años siguientes serían dedicados a la implementación de la primera fase del programa. La segunda fase del programa comenzó en marzo del 2000, y la 150 reunión del comité del Consejo Nacional de Ciencias decidió el 20 de noviembre del mismo año, que la segunda fase sería puesta en marcha entre 2002 y 2006.

Para transformar el resultado de la investigación en tecnología práctica que podría aplicarse a las tareas preventivas de desastres en el mundo real, las instituciones de investigación privada y las agencias gubernamentales relacionadas deben coordinar sus esfuerzos. La primera fase del programa se centra en la investigación para la prevención de desastres pertinentes a los desastres más amenazadores, tales como terremotos y tifones. La investigación principal cubre la defensa contra tifones (la adquisición de información meteorológica, prevención de inundaciones, y prevención de deslizamientos), defensa contra terremotos, y prevención de desastres. Una vez que los análisis de las bases de datos y los resultados de la simulación sean recolectados, el Gobierno y el sector privado tendrán acceso a un sistema de respaldo y toma de decisiones.

La segunda fase del Programa Nacional de Ciencias y Tecnología para la Mitigación de Peligros continuará reforzando el trabajo de la fase uno. La segunda fase supervisará el desarrollo de tecnologías para la prevención de desastres, y buscará integrar la investigación y el trabajo práctico . Las principales metas de la fase dos incluyen evaluar los peligros potenciales, políticas, reglamentaciones, despliegue (incluyendo ayuda, preparación, respuestas, y recuperación), los aspectos sociales y económicos de la prevención de desastres, los sistemas de información y decisión, y los sistemas de rescate y prevención de desastres.

En los últimos años, la importancia de la prevención de desastres ha aumentado. El Yuan Ejecutivo publicó “Directrices para el establecimiento del Centro Nacional de Ciencias y Tecnología para la Mitigación de Peligros” en mayo del año 2002 con la meta de integrar y aumentar la investigación, mejorar el desarrollo de resultados y la tecnología de prevención de desastres, coordinar los recursos tecnológicos interdisciplinarios y entre los departamentos para la prevención de desastres a fin de minimizar pérdidas. El centro será responsable no solamente del desarrollo de Programas Nacionales de Ciencia y Tecnología, sino también del avance de la transferencia y despliegue de tecnología.

La prevención de desastres es un esfuerzo a largo plazo. Para maximizar la eficacia de las estrategias de prevención de desastres, el sector privado, escuelas, comunidades, y cada departamento en los gobiernos central y local deben coordinar sus esfuerzos y participar activamente en el proceso. Los proyectos de investigación pueden ayudar a mejorar el entendimiento de las lluvias torrenciales, tifones y terremotos, y los resultados serán beneficiosos para la incorporación de tecnologías con el fin de prevenir desastres. Sin embargo, es la conciencia que tenga el público lo que realmente minimiza el daño que los desastres puedan ocasionar. Los residentes que se niegan o ignoran las advertencias del Gobierno, y se rehúsan a dejar sus propiedades cuando se presenta un tifón o una lluvia fuerte, corren el riesgo de perder sus propias vidas y ponen en peligro la vida de otros. El terremoto del 21 de septiembre de 1999 hizo que mucha gente comenzara a pensar sobre las consecuencias de sus acciones y su falta de educación sobre las estrategias de prevención de desastres. Se espera que cuando ocurra el próximo gran temblor, tanto el Gobierno como el público estén mejor preparados para enfrentar las exigencias del desastre.

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