Conforme a los términos de la calidad de miembro de la OMC, que entró en vigor el 1 de enero de este año, el Buró de Tabaco y Vino de Taiwan (TTWB, siglas en inglés), administrado por el Estado, en ese mismo día dio fin a su monopolio de cuarenta y nueve años para la producción y distribución de licores y cigarrillos. Un duro impuesto sobre los vinos entró entonces en vigor, equiparando los precios de Taiwan a los de otros mercados. Para calificar como vino de cocina, que según la OMC puede venderse a precios más bajos que el vino para beber, el producto necesitaría contener 0,05 por ciento de sal. Pero los consumidores de Taiwan son inflexibles cuando se trata de la pureza de su vino de arroz.
Con los precios previstos a aumentar de NT$21 (US$0,60) a NT$127 (US$3,63) por botella de 0,6 litro, el acaparamiento durante los últimos años causó que las ventas anuales del vino sobrepasaran las 25 millones de cajas de doce botellas el año pasado, en comparación con 17 millones vendidas en 1997 -un promedio de más de trece botellas por persona. Esta alza forzó al TTWB a alterar el empaque tradicional. “El vino de arroz de etiqueta roja se había vendido siempre en botellas de vidrio color café que filtran la luz para su mejor preservación”, explica Chu Cheng-hsiung, director general del TTWB. “Pero nuestros talleres de vidrio no podían producir suficientes botellas y el acaparamiento retrasó el proceso de reciclaje, por ello tuvimos que emplear plástico”. Muchos consumidores, dudando la autenticidad del contenido, se negaron a aceptar los nuevos contenedores.
Bajo el ataque del público por la mayor escasez, el año pasado, el TTWB hizo un llamado a los vendedores para restringir las ventas a un máximo de dos botellas por cliente en cada transacción -y sólo a cambio de botellas vacías. Pero cuando la medida no tuvo éxito en evitar el acaparamiento, el TTWB tuvo que implementar reglas más drásticas a partir del 20 de noviembre pasado. Desde ese día hasta que los nuevos precios entraron en vigor el Día de Año Nuevo, cada familia sólo podía hacer una compra, y los compradores tenían que traer sus documentos de registro familiar a la tienda para que fueran sellados. Si tres o más adultos estaban registrados en la familia, la cuota era de seis botellas; si sólo había uno o dos adultos, el límite era de tres botellas. Durante cuarenta y un días se implementó esta política, más de 5,2 millones de familias -el 77,5 por ciento del total en Taiwan- empleó su registro familiar para comprar vino de arroz.
Con la llegada del 2002, el problema llegó a su fin. Ahora, hay suficiente vino para todos -siempre que se esté dispuesto a pagar el precio.