05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Cámaras para el fotógrafo digital

01/03/2003
La cámara digital ha revolucionado la fotografía y ofrece un producto lucrativo para los países que se especializan en la fabricación de artículos de alta tecnología, tales como Japón y Taiwan.

Aunque el debilitamiento del sector de la alta tecnología ha dado lugar a una cierta aversión entre los inversionistas hacia las compañías de alta tecnología, los consumidores siguen clamando por artículos futuristas —especialmente la cámara fija digital (DSC, siglas en inglés). La cámara digital está rápidamente convirtiendo a la cámara de reflejo de un solo lente en una especie de dinosaurio. Antes, fotografiar se trataba de apuntar, hacer clic y luego revelar, pero ahora las cámaras digitales almacenan imágenes en un microchip. Las imágenes pueden bajarse a una computadora casi de manera instantánea, eliminando el proceso lento y costoso del revelado de fotos. A diferencia de las imágenes fotográficas, que son creadas mediante la exposición de filme a la luz, las imágenes digitales están compuestas de minúsculos puntos coloridos, conocidos como pixels, que forman la imagen de la misma manera que un pintor forma una pintura en puntillismo. La invención de la cámara digital ha revolucionado la fotografía y creado un mercado lucrativo para las cámaras y la tecnología que éstas involucran.

Hasta hace poco, las compañías japonesas se habían apoderado del mercado de cámaras digitales de manera casi exclusiva, pero después de cinco años de lucha para ponerse a la misma altura, las compañías taiwanesas controlan ahora el 36 por ciento del mercado de cámaras digitales —y su influencia está aumentando rápidamente. “La industria de cámaras digitales de Taiwan está en segundo lugar detrás de Japón”, dice Alex Hsia, presidente de Altek Corp., que abarca el 8 por ciento del mercado mundial de cámaras digitales. “La industria de cámaras digitales tiene futuro aquí, porque está íntimamente relacionada con la industria de electrónicos que es bastante fuerte en Taiwan. Nuestra tecnología bien desarrollada de procesamiento de imágenes ayuda también a fomentar la industria”, indica.

En cuanto al futuro cercano de la compañía, los ejecutivos de Altek prefieren hablar sobre su Proyecto 520: un plan ambicioso para capturar el 20 por ciento del mercado mundial de cámaras digitales para el año 2005. Esta idea era casi impensable cuando la compañía inició sus operaciones a finales de 1996; hoy, sin embargo, la meta es más que simple optimismo. La razón por la cual la industria de cámaras digitales de Taiwan ha crecido tan rápidamente tiene dos aspectos. Primero, utiliza las magníficas destrezas en alta tecnología de Taiwan, que permitieron a los fabricantes de cámaras digitales el desarrollo de un producto de fácil aceptación en el mercado, en un período de tiempo relativamente corto. Segundo, los fabricantes de cámaras digitales de Taiwan penetraron inteligentemente en la apertura que vieron en el mercado. Los japoneses ya habían abarcado el mercado de productos más sofisticados, pero había espacio para los competidores que fabricaban cámaras digitales más básicas, especialmente en Europa y Estados Unidos, donde los consumidores compraban normalmente cámaras digitales más baratas.

La industria de cámaras digitales de Taiwan surgió justo en el momento en que Altek hizo su aparición. Muchas compañías comenzaron con la manufactura de equipos originales (OEM, siglas en inglés), rellenando los pedidos de manufactura para las empresas de cámaras digitales extranjeras, produciendo en serie productos más básicas, tales como cámaras digitales con arreglo de gráficos de video (VGA, siglas en inglés), que crean imágenes con un máximo de 350.000 pixels. (Cuanto mayor el número de pixels usado para crear una imagen, más clara la imagen. Una cámara más sofisticada produce fotos de 3 ó más millones de pixels). Otras compañías como Altek, optaron por diseñar nuevos componentes para los fabricantes extranjeros de cámaras. La fabricación de diseño original (ODM, siglas en inglés), como se conoce en el negocio, depende en gran medida de la investigación y desarrollo. Por un lado, Altek invirtió gran capital durante sus dos primeros años en investigación y desarrollo para sus cámaras digitales. Recibió su recompensa en 1999, cuando la compañía produjo el primer megapixel 1 para cámaras digitales de Taiwan (1 millón de pixels), y comenzó inmediatamente a vender el producto en los mercados extranjeros. “No se obtiene mucho ingreso bruto fabricando productos OEM”, explica Alex Hsia, “y además, hay muchas empresas que hacen ésto”.

Un factor clave de la pronta entrada de Taiwan en el mercado de cámaras digitales parece ser el deseo de las compañías privadas y hasta del Gobierno de gastar dinero en investigación y desarrollo. Por ejemplo, el Instituto de Investigaciones de Tecnología Industrial (ITRI, siglas en inglés), financiado por el Gobierno, comenzó a realizar investigación y desarrollo en esta área hace siete años. “Hicimos los trabajos preliminares para la industria, produciendo prototipos de DSCs, y luego transfiriendo los resultados de nuestra investigación a empresas para más mejoras”, indica Chang Chih-chi, jefe de la División de Sistemas 3D y Tecnología de Imágenes del Departamento de Tecnología de Imágenes, bajo los Laboratorios de Sistemas y Opto-electrónica del ITRI. La división de Chang dejó hace tres años de realizar investigaciones sobre DSCs, y giró su atención al área de cámaras filmadoras digitales. Según Chang, en ese entonces, muchos investigadores abandonaron ITRI para irse a trabajar en empresas que estaban desarrollando tecnología de DSCs en el sector privado.

Año tras año, la industria de DSCs de Taiwan se dirige hacia la producción de productos de nivel más alto. Según el Centro de Inteligencia de Mercado del Instituto para la Industria de la Información (III, siglas en inglés), un órgano corporativo patrocinado por el Gobierno Central, las cámaras digitales VGA representaron la mayoría de los productos de la industria hasta principios de 2001, pero la primera mitad de este año, 1,3 y 2,1 productos de megapixel se han colocado en el centro de la escena. En términos de cantidad, Taiwan fabricó casi 8 millones de unidades el año pasado, ó 36 por ciento del número de DSCs del mundo, mientras que Japón acaparó el 62,5 por ciento.

Hasta la fecha, la mayoría de los competidores taiwaneses en la industria todavía fabrican y diseñan productos para los fabricantes de cámaras digitales extranjeros: DSCs fabricadas bajo el sistema de OEM/ODM representaron entre el 81 y 85 por ciento de la producción durante la primera mitad del 2002. Las compañías que producen marcas domésticas son muy pocas. Una de ellas es Premier Image Technology Corp. Establecida en 1983, Premier es una de las primeras fabricantes de cámaras tradicionales que emplean filme, actualmente tiene el 20 por ciento del mercado global de ventas de cámaras compactas de 35mm. En 1998, Premier entró en la industria de DSCs, y no sólo ensambló DSCs, y creó nuevos diseños para los fabricantes extranjeros de DSCs, sino que también produjo cámaras digitales bajo sus propias marcas comerciales. Las cámaras digitales de Premier se venden bien en Taiwan, y están comenzando a penetrar los mercados en el Medio Oeste, Latinoamérica y China.

Como los principales mercados ya están dominados desde hace tiempo por los gigantes en la industria, las compañías taiwanesas procuran ganar terreno en los nuevos mercados, donde los consumidores no pueden adquirir productos más caros. “Durante décadas, aquellas empresas desarrollaron varios productos para crear sus propias marcas, por lo que no es tan fácil ganarles”, explica Cheng Chia-lung, analista industrial en el Centro de Conocimiento y Economía Industrial del ITRI. La fuerte inversión de las compañías japonesas les ha dado una gran ventaja frente a los nuevos competidores en la industria. Hoy, el conocimiento en la fabricación de ciertos componentes claves de cámaras digitales todavía se limita a los japoneses. Por ejemplo, el artefacto de carga-doble (CCD, siglas en inglés) ofrece un sensor a la cámara digital que transmuta señales ópticas en electrónicas. El CCD produce imágenes de impresionante alta resolución, y por lo tanto, son bastante adecuadas para el uso en cámaras digitales más sofisticadas. Sin embargo, durante largo tiempo, el CCD era el único tipo de sensor, y los japoneses eran los únicos que producían este componente patentado. En consecuencia, los fabricantes taiwaneses de DSCs han tenido que depender de la parte fabricada en Japón para construir cámaras, perdiendo así la autonomía de producción y quedando rezagados en la competencia de las cámaras digitales más sofisticadas.

Una división de trabajo ocurrió por lo tanto en la industria: Las compañías japonesas principales producían DSCs más sofisticadas, y Taiwan era responsable de hacer el resto. Como resultado, las compañías de DSCs de Taiwan se dedican a satisfacer los pedidos de compañías extranjeras que producen DSCs más básicas, tales como Konica, de Japón, y HP y Kodak, de EE UU. “La mayoría de las compañías de primera clase que fabrican productos más sofisticados no permiten que Taiwan participe con ellas, y muchas tienen sus propias fábricas”, comenta Ivonne Chen, analista en el Centro de Inteligencia de Mercado de III. Las DSCs más sofisticadas son especialmente populares en Japón, mientras que los estadounidenses suelen usar las menos avanzadas, lo que explica porqué más del 60 por ciento de las DSCs hechas en Taiwan se vendieron en EE UU, seguidos del 25 por ciento en Europa Occidental en la primera mitad del 2002. Mientras que Taiwan está ahora involucrado en la producción de cámaras digitales más sofisticadas, Japón, por ahora, retiene su fuerza en el mercado. “Aparentemente, Taiwan ha progresado en el mercado de DSCs más sofisticadas”, agrega Chen, “pero siempre hay una brecha entre los productos de Taiwan y los que están en el primer nivel en el mundo”.

Para los competidores taiwaneses, un ejemplo particularmente frustrante del dominio japonés del mercado de DSCs es la producción de teleobjetivos para cámaras digitales. Las compañías de Taiwan son famosas por su experiencia en tareas como afilar y pulir lentes de vidrio y plástico, pero no pueden emplear sus técnicas de precisión en la producción de teleobjetivos, porque los japoneses poseen las patentes. “Básicamente, no es un problema de técnica”, dice Ivonne Chen. “No podemos producir nuestros propios teleobjetivos porque todos están patentados por los japoneses —a menos que a los japoneses no les importen las patentes”.

A pesar de las barreras para el desarrollo de la industria de DSCs en la isla, los fabricantes de DSCs en Taiwan todavía cuentan con muchas ventajas a su favor, tales como la creación en 1999 de un semiconductor complementario de óxido de metal (CMOS, siglas en inglés). Una alternativa a CCD, CMOS es un tipo recién desarrollado de sensor que, debido a su resolución más baja, es adecuado para las cámaras digitales más básicas. Este también posee ciertas ventajas respecto a la tecnología de CCD —utiliza menos energía, integrarlo con otros componentes es más fácil, y producirlo es más barato. Así mismo, las empresas de Taiwan ya poseen el conocimiento para producir en masa la nueva tecnología, por consiguiente, los fabricantes de DSCs se vuelven menos dependientes de las importaciones japonesas. Según III, el uso de CMOS en las DSCs de menos de 1,3 megapixels es algo bastante común; se estima que las DSCs que utilizan CMOS alcanzaron el 41,7 por ciento del número total de cámaras digitales a finales de 2002, más del 13,5 por ciento de 1999.

Mayor autonomía conlleva generalmente más ganancias. “Sólo después que las empresas de Taiwan adquieran tecnologías esenciales, podrán hallar espacio para desarrollarse”, indica Alex Hsia. Con esto en mente, Altek ha establecido un centro de investigación en Los Angeles, con el objetivo de diseñar un nuevo microchip que pueda usarse en una amplia gama de aplicaciones esenciales para las cámaras digitales. “Tenemos nuestros propios chips, entonces no tenemos que comprarlos de los japoneses o estadounidenses”, agrega. “Esto explica parcialmente porqué Altek está obteniendo ganancias”.

Entre tanto, el ITRI está realizando una investigación en calidad de color y tecnologías relacionadas que puedan mejorar la resolución de las cámaras digitales, así como la calidad de imagen de las impresoras y escáneres. “Siempre que Taiwan pueda fabricar productos de alta calidad y a precio razonable, las empresas de primera clase de Japón harán de forma natural sus pedidos”, cree Chang Chih-chi, de ITRI. Alex Hsia asiente, resaltando que su compañía, cuyos clientes son principalmente HP y Kodak, quiere establecer lazos de cooperación con más marcas famosas, tales como Sony y Fujifilm, ganando reconocimiento para los productos de Altek.

Para obtener un mayor porcentaje del mercado, es igualmente importante aumentar la producción. Este año, Premier ha expandido sus fábricas en la Provincia de Guangdong en China. El presidente de Premier, Cliff Liu, calcula que su compañía podría alcanzar el 14 por ciento del número total de DSCs en el mundo para el año 2003, 8 por ciento más que el año pasado. El competidor de Premier, Altek, también está expandiéndose. En abril pasado, Altek construyó su propia fábrica en Shanghai, mientras que sigue cooperando con Asia Optical Co., cuyas fábricas en China continental manufacturan DSCs diseñadas por Altek. La realización del Proyecto 520 de Altek se está convirtiendo en una posibilidad real.

En general, Taiwan posee los conocimientos tecnológicos y comerciales para competir en el mercado de las cámaras digitales, pero la competencia es intensa. “La producción de DSCs es un proceso complicado, que requiere de la aplicación de óptica, electrónica y mecánica”, dice Cliff Liu. “No se puede seguir en esta industria si no se tiene un nivel superior en estos campos”. En las primeras épocas, Taiwan tenía más de treinta empresas en la industria de DSCs, “pero la competencia ha sido intensa, y no es fácil obtener ganancias en este sector”, observa Hsia. Hoy, alrededor de trece operadores sobreviven en esta industria en Taiwan, y Hsia cree que la mayoría se esfuerza mucho para obtener beneficios. “La industria está aún en el proceso de eliminar competidores inferiores. Yo calculo que al final sólo cinco o seis operadores podrán seguir en esta industria”, observa.

Por otra parte, se espera que aumente la demanda de DSCs en el mundo. “A medida que el mundo observa una disminución en el índice de expansión de comercio en campos como la industria de computadoras, el crecimiento fenomenal de la industria de DSCs es especialmente impresionante”, dice Cheng Chia-lung, del ITRI. La Internet estimula parcialmente el interés en las imágenes digitales, que son vistas, editadas, y enviadas mediante correo electrónico sin siquiera haberse revelado o impreso. Para los consumidores que desean copias impresas de sus fotos digitales, las nuevas tecnologías, tales como las impresoras de fotografías que adjuntan directamente a las cámaras digitales, están proliferando. El III calcula que más de 47 millones de DSCs serán vendidas en 2006, más que los 22 millones en 2001. Durante ese período, el número de DSCs hechas en Taiwan podría haber aumentado de 8 a 17 millones.

Hoy, Taiwan tiene la habilidad de diseñar y ensamblar cámaras digitales y fabricarlas en grandes cantidades. “Aquellos que pueden desarrollar tecnologías y aumentar la producción lo más pronto posible, podrán ganar”, señala Alex Hsia. Así como sus logros en otras industrias de la tecnología e información, el desempeño de Taiwan en la industria de DSCs es impresionante. En vista de la situación actual, Taiwan ayudará a los fotógrafos a crear imágenes digitales durante cierto tiempo en el futuro.

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