03/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

En búsqueda de relaciones más significativas

01/07/1996
Foto de Huang Chung-hsin Cliente satisfecha:Ho May-yueh, del Buró de Desarollo Industrial del Ministerio de Economía, ha elogiado el apoyo del CIER durante una década.
Hsueh Li-min ha sido investigadora becaria en la División de Taiwan del Instituto de Investigaciones Económicas Chung Hwa (CIER) desde que obtuvo su Ph.D. en la Universidad Cornell hace diez años. Ella se describe a sí como una "investigadora no muy activa", pero para alguien de afuera, la auto-evaluación parece demasiado modesta. En un año típico, Hsueh asiste a un par de conferencias en el exterior y varias a nivel local, presentando con frecuencia ponencias de estudios o actuando como comentadora. En CIER, ella es integrante de numerosos comités, incluyendo aquellos que tienen que ver con adquisiciones de biblioteca y contratación de personal. Externamente, trabaja en comités de enlace con otros ins­titutos y agencias gubernamentales, y oca­sionalmente dicta un curso de posgrado en ciencia política en la Universidad Soochow.

Un ritual diario de lectura y escritura constituye la parte más importante del volumen de trabajo de Hsueh. "Mi trabajo es realizar investigaciones y mi programa consiste principalmente en estudiar los materiales que recolectamos y meterlos en la computadora para componer mis informes", dice ella. "En los años recientes, los proyectos comisionados han tomado la mayor parte de mi tiempo, alrededor de dos o tres cada año". Para este año, Hsueh tiene una típica carga pesada de estudios, y los tópicos son indicativos del tipo de trabajo que distingue al CIER.

Sus tres principales proyectos son:Un estudio de los efectos del Plan Nacional del Seguro de Enfermedad de la República de China para las pequeñas y medianas empresas, un proyecto comisionado por el Ministerio de Economía (MOEA); un libro acerca de la experiencia de industrialización de Taiwan, parte de un proyecto comisio­nado por la Fundación Chiang Ching-kuo de Intercambio Académico Internacional; y una investigación sobre el problema de la vivienda en Taiwan, un proyecto iniciado por ella y con el cual ha obtenido finan­ciación del Consejo Nacional de Ciencias.

El año pasado, Hsueh trabajó en va­rios proyectos de investigación que, según ella misma describe, generaron una "can­tidad normal de producción". Esta "produc­ción" incluyó la colaboración con otros dos investigadores en un proyecto comi­sionado por el Consejo de Planificación y Desarrollo Económico (CEPD); un informe sobre los subsidios de bienestar para los agricultores de la tercera edad; la termina­ción del primer borrador de un libro en donde profesores de la Universidad Har­vard colaboran con académicos de Taiwan; y la publicación de otro volumen sobre el desarrollo industrial en Taiwan, basado en un trabajo que ella completó hace dos años. Hsueh también publicó un artículo sobre las cambiantes características de los em­presarios de Taiwan enJournal of Taiwan Economy and Finance (en chino). "¿Una investigadora no muy activa?" Es difícil de creer. las actividades de Hsueh echan por el suelo el concepto de la gente común de que los académicos llevan una vida muy cómoda.

Foto de Ku Chin-tang

Gabinete de estrategia en acción:EL CIER realiza una conferencia internacional.

El horario y el trabajo editorial de Hsueh son parte de la producción que ha dado reputación al CIER. Durante sus primeros once años, la institución completó un total de 114 proyectos comisionados; hoy, después de casi quince años, su tasa de producción anual se ha cuadruplicado. Desde 1986, el Buró de Desarrollo Indus­trial (IDB), agencia gubernamental que se encarga de proponer políticas y estrategias industriales específicas, ha sido el principal cliente del CIER. El año pasado, el CIER obtuvo diez proyectos del IDB, y los mis­mos aportaron la mitad de su presupuesto total de US$2 millones para investigaciones.

Ho May-yueh, Subdirectora General del IDB, dice que tiene el mayor respeto hacia el trabajo del CIER. "La institución ofrece exactamente lo que mi agencia ne­cesita", dice ella. "La División de China Continental tiene los mejores canales para hacer los estudios. Su División Interna­cional tiene un gran personal que se espe­cializa en el estudio de organizaciones internacionales, tales como la OMC y la OECD, a las cuales nuestro país trata de ingresar. Su División de Taiwan enfoca los estudios políticos, y su trabajo ha sido siempre excelente. El CIER no escatima esfuerzos para lograr una meta. El IDB es conocido por ser extremadamente exigente: Pedimos un bosquejo inicial del proyecto, un informe a mitad de éste y otro al final, mucha discusión entre los investigadores, asesores de la agencia y personas en los círculos industriales. Los investigadores han actuado en forma sobresaliente para satisfacer nuestros requerimientos en cada paso del proceso. Ellos están dispuestos a hacer una milla extra".


El Instituto de Investigaciones Económicas Chung Hwa fue establecido en 1981 como una organización autónoma y sin fines de lucro. Yu Tzong-shian, que ha estado con el CIER desde sus inicios y es presidente del mismo desde 1990, dice que su propósito es con­ducir estudios en áreas selectas de interés para la referencia del gobierno. "Antes de nosotros, las instituciones de inves­tigaciones no tenían una relación de interacción real con el gobierno", indica. "El Instituto de Economía de la Academia Sínica enfocaba tradicionalmente en los estudios hístóricos, y la mayoría de los institutos de posgrado hacen énfasis en la teoría. Tratamos de jugar un papel más activo en la toma de decisión política al concentramos en asuntos contemporá­neos".

El instituto fue fundado con subsidios del gobierno y el sector privado. El gobierno donó aproximadamente US$33 millones, y cuarentiséis importantes organizaciones comerciales agregaron otros US$3,3 mi­llones. De modo que al inicio, no había problemas con el dinero. Pero si habían con el personal. La gente interesada en las carreras de investigación generalmente iban al exterior para seguir los estudios avan­zados y, tras graduarse, normalmente se quedaban trabajando allí. El ambiente de investigaciones en Taiwan era considerado poco atractivo comparado con el de EE. UU. o Europa. "Tuvimos que reclutar cierto personal clave desde el exterior, al igual que muchas otras instituciones", dice Yu. "Pero decidimos no ir a la caza de personal de otras instituciones de investigación exis­tentes en Taiwan. Nuestra estrategia prin­cipal era preparar nuestra propia gente. Reclutamos a varias personas locales con maestrías que tenían gran potencial y los patrocinamos en programas de doctorado". En esos primeros años, el número total del equipo de investigadores era treinta, con sólo cuatro personas con Ph.D.

Debido a la dificultad para reclutar personal, la escala de operaciones de la institución era mucho más pequeña en aquellos días, comparada con el día de hoy. La División de China Continental ofrecía análisis económicos de China continental, con énfasis particular en su influencia sobre la economía de Taiwan. La División Internacional enfocaba el análisis económico internacional, haciendo hincapié en sus implicaciones con el co­mercio internacional de Taiwan. Y la División de Taiwan trataba los asuntos económicos internos, tales como la economía industrial, la banca, los impuestos y el bienestar social.

La División de China Continental ha sido la abanderada del CIER desde su creación. "No es debido a que las otras divisiones no sean importantes, sino porque los estudios sobre China continental esta­ban por lo general prohibidos en esos días, y el CIER tenía licencia para hacer estos estudios", explica Yu. En aquel tiempo, solamente las agencias de inteligencia mili­tar podían realizar estudios sobre temas relacionados con China continental. Cual­quier persona de afuera que tuviera en su propiedad materiales impresos relaciona­dos con dicha región era considerada ideológicamente cuestionable y corría el riesgo de ser arrestada. Yu se acuerda que a pesar de que el CIER tenía permiso para realizar investigaciones sobre el territorio continental, aún seguía bajo un estricto escrutinio. "Cada libro que comprábamos venía llenos de sellos que dejaban las au­toridades después de cada revisión que hacían al mismo. Esos materiales tenían que mantenerse en la biblioteca, los inves­tigadores no podían sacarlos de la biblio­teca, ni siquiera llevarlos a sus oficinas, debido a que eran considerados confiden­ciales. Un investigador tenía que llenar un formulario cada vez que deseaba consultar estos materiales".

Esas restricciones fueron paulatina­mente eliminadas a medida que Taiwan se fue democratizando. Después del levanta­miento del Decreto de Emergencia en 1987, se dejó de prohibir los estudios sobre el continente. Sin embargo, en base a los lo­gros anteriores en este campo, la institución sigue jugando un papel importante en los estudios económicos del continente.

El CIER se expandió en 1992, aña­diendo un Centro para Estudios Energé­ticos y Ambientales, y un Centro de Pre­dicción Económica a sus tres divisiones existentes. El primero enfoca en la oferta y demanda energética, los precios, regla­mentos y asuntos ambientales relacionados, con énfasis en las implicaciones de la política energética. El segundo realiza análisis cuantitativos, con frecuencia en asuntos y políticas macroeconómicas, y ofrece pro­nósticos económicos relacionados con las economías de Taiwan y otros países.

Hoy día, el instituto emplea a más de 130 empleados de tiempo completo.

Aparte de unos 50 miembros del personal de apoyo y diez investigadores asistentes, hay alrededor de 75 investigadores becarios con diversos rangos. La institución emplea 45 personas con doctorados y varios aspirantes al doctorado. En este aspecto, el CIER está a la par con el Instituto de Economía de la Academia Sínica, el instituto de investigaciones a nivel nacional, que tiene 47 miembros de su personal con título de Ph.D. Según Yu Tzong-shian, ahora resulta más fácil reclutar buen personal debido a que más gente realiza estudios avanzados y un mayor número de personas con Ph.D. retorna a Taiwan. "La situación de empleo ha sido casi totalmente revertida: la oferta parece sobrepasar la demanda", dice. "Hemos alcanzado ahora la escala que consideramos adecuada y ya no tenemos vacantes para los solicitantes, incluso los interesados altamente calificados de nuestros rivales".

Pero el CIER se enfrenta a algunos problemas financieros. En el Año Fiscal 1994, el gasto anual fue de US$8 millones, mientras que el ingreso anual fue solamente de US$7,55 millones, US$4,48 millones en intereses, US$2,96 millones en comi­siones, y US$110.000 de las publicaciones. "El instituto subsiste básicamente de los intereses de su propio fondo de creación", manifiesta Yu. "Las tasas de interés eran relativamente altas durante los años ochen­ta, y tratamos de evitar el despilfarro, de modo que el fondo original creció hasta alcanzar más de US$51 ,85 millones ahora. Pero en los años recientes, las tasas de interés han estado bajando, lo que significa una reducción de los intereses que cons­tituyen la parte principal de nuestros gastos.Y ahora, muchos de nuestros clientes están enfrentándose a reducciones presupues­tarias, que a la vez han resultado en una disminución de los fondos para investi­gaciones".

El presupuesto para el instituto durante el Año Fiscal 1995 fue de US$8,29 millones. El mismo obtuvo US$4,1l mi­llones en intereses, US$3,37 millones en proyectos comisionados, y US$85.185 de publicaciones y donaciones menores. Fren­te a un inevitable déficit, Yu ha pensado en conseguir clientes del sector privado, pero ellos no parecen estar interesados en lo que ofrece el CIER. "La mayoría de los negocios en Taiwan son de pequeño y mediano tamaño", señala Yu. "Esos em­presarios tienen su propio estilo. Ellos visitan un país extranjero por una semana y deciden si van a invertir allí. Su toma de decisión se basa en la intuición".

Otros miembros del personal admi­nistrativo se preocupan acerca de la actitud del sector público con respecto a patrocinar los proyectos de investigación. Kuo Wen­-jeng, Director de la División Internacional, critica la forma en que algunas entidades públicas asignan los proyectos. "¿Licitación en un proyecto de investigación? El bajo costo no necesariamente significa un informe malísimo, pero existe gran posi­bilidad de que no obtengas informes de cobertura total basado en encuestas pro­pias, lo que requiere de costosos métodos de estudios", indica Kuo. El también se preocupa acerca de los investigadores que tienen que hacer su trabajo a base de pro­yectos. "Esto tiene reveses definitivos", dice Kuo. "Un investigador podría terminar haciendo algo fuera de su campo. Pero él no puede aferrarse a su especialidad si no hay proyectos disponibles".

Kuo urge a los clientes, principal­mente las agencias gubernamentales, a crear más "relaciones significativas" con las instituciones de investigación. "La coope­ración a largo plazo equiparará a los buenos investigadores con enfoques de estudio específicos y mejorará la calidad de sus investigaciones, lo cual a su vez ayudará a las agencias", dice. "En cuanto a las institu­ciones de investigación y los investigadores, deben orientarse hacia los clientes: Descubrir qué necesitan los clientes y satis­facer sus demandas. No significa que deben convertirse en personas que sólo dicen sí. La actitud propia es darse cuenta que esas agencias gubernamentales tienen restric­ciones, y los investigadores deben hacer cualquier contribución que sea posible según las circunstancias".

CJ. Lee, Director de la División de China Continental, cree que las institu­ciones de investigación de Taiwan disfrutan de menos atención y apoyo, tanto del sector público como privado, en comparación con sus equivalentes en los países vecinos. "Los Gobiernos de Japón y Corea, juntos con las empresas comerciales, han estado prácticamente tirando dinero hacia los proyectos de investigación que tienen que ver con China continental, incluso en estos difíciles tiempos", dice Lee. "Ellos están determinados a triunfar en ese mercado de 1.200 millones de personas. Creo que es una pena que Taiwan no haya hecho lo mismo, aún cuando tenemos mejores oportunidades de éxito. Todas nuestras agencias gubernamentales relacionadas con los asuntos continentales, incluyendo el Consejo para los Asuntos de China Con­tinental, tienen presupuestos limitados, y su asignación para investigaciones es la porción más pequeña del pastel". Lee advierte que a menos que Taiwan realice un esfuerzo más serio para ponerse al día, la consecuencia inevitable será la falta de inversión en el tipo de investigaciones que se necesita urgentemente para el futuro poderío y éxito económicos de la isla .■

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