05/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Tomando en considreación el Siglo XXI

01/07/1996
Foto de Chang Su-ching "La meta principal que tenemos adelante es transformar nuestro sector financiero".–Yang Ya-hwei
C.J. Lee, Director de la División China Continental:
Creo que las pequeñas y medianas empresas son la tendencia mundial del futuro. Las grandes empresas están siendo afectadas por la enfermedad de los dinosaurios, y el síntoma principal es una torpeza artrítica cuando tienen que responder a los cambios económicos. Por ejemplo, cuando las grandes empresas necesitan reorganizarse para tomar ventajas de las nuevas demandas del mercado, sus divisiones se mueven lentamente, como dolorosas articulaciones. Esto hace que les resulte difícil adaptarse rápidamente.

Las empresas más pequeñas están mejor equipadas para ésto, pero también tienen un problema: son muy pequeñas para darse el lujo de hacer inversiones en la investigación y el desarrollo. Sin embargo, hay una solución. Los pequeños negocios pueden desarrollar redes sofis­ticadas entre sí. De esta forma, cada uno puede trabajar independientemente la mayor parte del tiempo, pero pueden con­vertirse en una unidad poderosa cuando sea necesario, a través de la integración de una red con sus homólogos. Más del 90% de los negocios de Taiwan son pequeñas y medianas empresas, y muchos de ellos ya han comenzado a construir redes locales y con las empresas del exterior.

Ya pasaron los días en que la gente aquí tenía que trabajar muchísimas horas diariamente para obtener pocas ganancias en industrias de mano de obra intensiva.

Ya hemos construido una fuerte industria manufacturera. Lo que necesitamos hacer ahora es desarrollar nuestras industrias de la banca, informática y transporte, e inte­grarlas con la industria manufacturera para obtener mayores ganancias. Creo que es exactamente lo que el gobierno tiene en mente con su Plan del Centro de Opera­ciones de la Región Asia-Pacífico (APROC). De modo que la conexión de redes es una parte esencial de nuestro futuro económico.

Creo que Taiwan tiene una ventaja superior en cuanto a la mano de obra para desarrollar esa red. Tenemos gente de todas las provincias de China continental, y ade­más, los aborígenes de Taiwan. Nuestra isla ha sido profundamente influenciada por Japón y los EE.UU. Como resultado, Taiwan se parece a una junta universal: conecta a un número variado de elementos y les permite trabajar juntos. Si esta diver­sidad de experiencias y recursos humanos se unieran a través de la red, ayudaría a crear una poderosa economía y a generar enormes ganancias.

Tengo plena confianza en el futuro económico de Taiwan. Hemos creado un milagro económico en las décadas pasadas y hemos aprendido algunas lecciones muy valiosas. Con esta experiencia, tenemos buenas oportunidades de sobresalir en el futuro.

En estos momentos, muchas perso­nas están preocupadas por las relaciones a través del Estrecho de Taiwan. Creo que las relaciones fuertes son generalmente ven­tajosas para nuestro desarrollo económico. Taiwan y China continental son como dos magnetos: dependiendo de cómo estén dispuestos los polos, ellos se pueden atraer o repeler mutuamente. Si Taiwan logra mantener una relación armoniosa con el territorio continental, los dos lados pueden crear un campo magnético más poderoso y atraer mayores inversiones y todo tipo de negocios. Aunque las relaciones a través del Estrecho eran tensas durante el año pasado, me siento optimista de que even­tualmente resolveremos nuestras diferen­cias. Demasiadas personas en ambos lados han probado los dulces frutos de la coope­ración a través del Estrecho, y ninguno de ellos desea terminar con estas relaciones tan provechosas. Creo que existe un consenso entre los círculos de negocio en am­bos lados de que esto es mutuamente bene­ficioso para el mantenimiento de la paz.

En los años recientes, las economías de China continental y Taiwan han crecido en forma más interdependiente. Ahora que el territorio continental está pasando de una economía agrícola a una industria­lizada, ambos lados del Estrecho están encaminándose hacia la misma dirección: la teoría económica del continente ya no contradice la nuestra. Por otro lado, no existe un odio insoluble entre las dos partes. No ha habido derramamientos de sangre entre nosotros durante cuarenta años, y las nuevas generaciones sencillamente no se odian entre sí tanto como para iniciar una guerra. Un líder que esté en sus cabales no haría algo que destruya lo que hemos logrado con tantos esfuerzos.

Lo que Taiwan puede hacer ahora es ganarse a quienes nos entienden y piensan en la misma forma que nosotros, tales como los hombres de negocio, economistas y funcionarios de alto rango encargados de economía en el territorio continental. Esta es una forma de crear un sentido de segu­ridad. Asia es una de las últimas fronteras del desarrollo económico, y actualmente cada elemento necesario ya se encuentra en su lugar para alcanzar el éxito, excepto en lo que se refiere a la solución del conflicto a través del Estrecho. Debemos trabajar para crear redes positivas entre Taiwan y el continente, con el fin de lograr el con­senso y la cooperación.

Kuo Wen-jeng, Director de la División Internacional:
Si una economía tiene la capacidad de adaptarse a todo tipo de cambios, la misma sobrevivirá. La economía mundial se caracteriza cada vez más por una mayor liberalización e internacionalización. Tai­wan debe orientarse en la misma dirección mediante el levantamiento de todas las prohibiciones y barreras al libre comercio. Participar en organizaciones internaciona­les es una alta prioridad en nuestra agenda económica. ¿Por qué? Necesitamos estar informados y mantenernos al día con lo que está pasando en otras partes para aprender de los países económicamente más avanzados, así como para negociar en pie de igualdad con otros países. En mi opinión, la mayor ventaja de participar en organizaciones internacionales es que así se refuerza la reforma de nuestra economía local.

El Plan APROC es una forma de adaptarse a las tendencias económicas mundiales, incluyendo la intensificación de la competencia. La clave para ser un compe­tidor exitoso es la conexión de redes, que constituye la idea central del Plan APROC. Hong Kong ha sido la puerta frontal hacia China continental, y esa ha sido la razón de su prosperidad en los últimos años. Si Taiwan ofreciera mejores servicios, los empresarios nos escogerían a cambio de Hong Kong y crearían aquí la base para sus operaciones multinacionales.

Durante el proceso preparatorio para ingresar en la Organización Mundial del Comercio (WTO), Taiwan ha aflojado las restricciones comerciales y ha bajado los aranceles en las importaciones. Se siguen abriendo nuevas tiendas convenientes, están prosperando los hipermercados, y abundan los productos extranjeros de alta calidad. Los consumidores tienen ahora la ventaja de más opciones para escoger y también se han beneficiado de una mayor competencia entre los productos. Todo esto es índice de una buena economía y una mejor calidad de vida. La liberalización de Taiwan se está llevando a cabo rápida­mente.

Pero, me preocupa el déficit guberna­mental. Esto afectará la política financiera general y el valor de nuestra moneda. A la larga, el déficit debilitará definitivamente la economía. El Gobierno Central ha tratado de recortar el presupuesto, pero el déficit no ha sido causado por el Gobierno Central. Los gobiernos locales también han contri­buido al déficit: para ganar las elecciones, los alcaldes y jefes de pueblos han gastado mucho dinero en obras públicas y bienestar social.

Tampoco podemos culpar a un partido político en particular por el déficit. Algunos legisladores apoyan el plan del Seguro Nacional de Salud, mientras que otros se oponen a la pensión anual para los agricultores. Todos los partidos y los dife­rentes niveles del gobierno deben pensar más acerca de los intereses nacionales y tomar las decisiones adecuadas. Necesita­mos hacer algo lo más pronto posible.

Yang Ya-hwei, Directora de la División Taiwan:
La meta principal que tenemos adelante es transformar nuestro sector financiero. Si no lo hacemos, disminuirán gravemente nuestras oportunidades de convertirnos en un centro regional de operaciones. Incluso si no queremos convertirnos en un centro financiero regional, seguimos con la necesidad de liberalizar e internacionalizar nuestras instituciones financieras. Es una tendencia mundial.

¿Qué hemos hecho hasta ahora? Bue­no, siguen existiendo muchos problemas. La corrupción financiera es uno de ellos. El año pasado, hubo una docena de desór­denes financieros, incluyendo un número de problemas bancarios y escándalos de desfalcos. La corrupción siempre ha estado allí en la forma de una turbulenta contra­corriente que la mayoría de la gente no ve desde la superficie. Debemos asumir la responsabilidad de arrancar tales pro­blemas desde sus raíces a medida que implementemos el Plan APROC. Por ejem­plo, necesitamos urgentemente un mejor sistema de auditoría. Un sistema bien diseñado puede reducir las oportunidades de corrupción.

Otra cosa: no tenemos suficientes recursos humanos capacitados para el sector financiero, y generalmente resulta difícil enseñar nuevos trucos al viejo per­sonal de un banco. Sin embargo, las escuelas están ahora ofreciendo más cur­sos relacionados con las finanzas, y los institutos privados también están co­menzando clases de entrenamiento exclu­sivas para la gente en el ámbito financiero. Tal vez pronto, la oferta de recursos humanos comenza­rá a ponerse al co­rriente.

George J.Y. Hsu, Di­rector del Centro para Estudios Energéticos y Ambientales:
En el campo energético, nuestro enfoque actual está en la generación de electricidad. Taiwan se está moviendo de un monopolio gubernamental en el sumi­nistro de electricidad a un mercado más abierto y competitivo. Estamos siguiendo una tendencia mundial. Permitir la compe­tencia en la generación eléctrica es una buena forma de reducir el costo de la electri­cidad a los consumidores. También tene­mos que continuar abriendo la transmisión y distribución eléctrica. De hecho, necesi­tamos acelerar el paso en este aspecto. Esto también significa revisar las leyes que regulan el suministro, transmisión y distri­bución de la electricidad.

Mientras que hemos adoptado una política de apertura de la competencia, aún tenemos que decidir el papel de los suministradores privados. ¿Deben ser considerados servicios públicos, con el privilegio y la obligación de suministrar electricidad? ¿O serían plantas indepen­dientes como las de EE.UU. y Europa? Tenemos ahora once suministradores, pero pareciera que tuviéramos once monopolios para el suministro de electricidad. La ley actual estipula que esas nuevas plantas eléctricas son servi­cios públicos, lo que significa que sus operaciones están sujetas a estricto con­trol y regulación por el gobierno, de modo que no tienen tanta libertad como las plantas eléctricas pri­vadas en otras partes. Pero el hecho mismo de que esas nuevas plantas requieren de una licencia para operar parece ir en contra de la tendencia de la libre com­petencia.

Algunos defenderían que ésta es sólo una etapa de transición, pero, ¿no sería acaso difícil persuadir a esas nuevas plantas a que cedan sus licencias en el futuro? Tenemos que aprobar las leyes y los re­glamentos correctos para evitar cualquier complicación en el futuro. Además, existen otros aspectos relacionados con la apertura, tales como la protección ambiental, el uso de la tierra, y las políticas del precio de la electricidad. El gobierno deberá asignar más recursos humanos para estudiar estos aspectos antes de decidir las políticas. Claro está, los gabinetes de estrategia sobre economía pueden ofrecer cierta asistencia en este sentido.

También hemos de tomar en consi­deración el petróleo. Hasta ahora, hemos visto sólo un limitado grado de liberali­zación en ese mercado. La Corporación China del Petróleo (CPC), empresa estatal, monopoliza el mercado y las importaciones del petróleo. La ley le otorga a la CPC el derecho de proceder así. Creo que tenemos que acelerar la apertura de este mercado. En el pasado, el sector privado no tenía la capacidad financiera para importar petró­leo. Más aún, para aumentar los impuestos, el gobierno convirtió el negocio del petróleo en un monopolio. Pero ya no es legítimo proceder de esta forma.

El gas natural es otro área que ha sido ignorada en la reforma. Siempre ha sido un sector de bajo perfil. De hecho, es parte de la CPC. Pero el gas tiene un gran potencial energético, y tenemos que poner más atención al respecto. Las líneas de distribución son un aspecto que requiere de atención inmediata. Nuestras instala­ciones básicas son demasiado frágiles. Este es un importante indicador de la calidad de vida en una sociedad, y realmente tene­mos que trabajar en esto.

Foto de Chang Su-ching

"La economía mundial se caracteriza cada vez más por una mayor liberalización e internacionalización. Taiwan debe orientarse en la misma dirección mediante el levantamiento de todas las prohibiciones y barreras al libre comercio". –Kuo Wen-jeng

Entre los aspectos ambientales, el problema de la contaminación requiere atención urgente. Tenemos que resolver este problema en todas sus formas, inclu­yendo el dióxido de carbono y los desechos nucleares. El problema más espinoso de todos es probablemente la recolección de los desechos nucleares. El desarrollo eco­nómico de Taiwan ya no puede seguir ignorando los costos de la protección am­biental. El gobierno tendría que establecer un sistema de impuestos para enfrentarse a esos asuntos. Debería hacer más para educar al público. Nuestras leyes de pro­tección ambiental son muy estrictas, pero tenemos dificultades en ejecutarlas. Esta­mos descubriendo que es difícil encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección ambiental.

Chou Ji, Director del Centro de Pronóstico Económico:
Después de tomar en consideración cuán bien se ha adaptado Taiwan a las tendencias comerciales mundiales y a la transformación estructural de sus indus­trias locales, me siento optimista acerca de la continuación de nuestro desarrollo eco­nómico. Taiwan ha cambiado su faz en una sola década. En los años ochenta, más del 60% de nuestras industrias eran de mano de obra intensiva. Hoy día, la situa­ción ha cambiado totalmente. Es un gran logro, particularmente en el sentido que ha sido obtenido virtualmente sin serios disturbios sociales.

El comercio internacional se ha vuelto más importante que nunca, y Taiwan es un veterano en el campo de batalla de los mercados internacionales. Nuestros expor­tadores tienen la reputación de ser compe­tentes y eficientes. Pero hablando compara­tivamente, los negocios locales que enfocan solamente el mercado doméstico no tienen mucha experiencia de competitividad, y parecieran ser menos eficientes para adap­tarse a los cambios en el mercado. Para ellos, el impacto de las políticas de apertu­rismo económico a gran escala, –para ingresar en la WTO, por ejemplo– será aplastante. Por ejemplo, nuestra industria automotriz ha sido protegida desde sus comienzos. Lo mismo es verdad para la agricultura. Ambas enfocan al mercado doméstico, pero no importa cuán ardua­mente traten de adaptarse, siempre tendrán problemas. Sin embargo, Taiwan tiene que mantenerse al día con las tendencias internacionales. De lo contrario, seremos econó­micamente eliminados.

Debemos revisar todas las leyes que no sean apropiadas para las nuevas realidades económicas, tales como las leyes de telecomunicaciones. Los estudios sobre la competitividad de los principales países comerciales muestran que el sistema ban­cario de Taiwan es también muy cerrado. Necesitamos abrirlo en todo y tan pronto como sea posible. Sí, tenemos todavía mucho que hacer para adaptarnos. Pero, miremos nuestra experiencia anterior en la transformación industrial, el arduo trabajo y la creatividad que nuestros em­presarios han mostrado al penetrar en los mercados extranjeros. Esos hechos me llenan de optimismo con respecto al éxito económico de Taiwan en el Siglo XXI. ■

Popular

Más reciente