01/05/2024

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Informes de investigación para la venta

01/07/1996
"Gabinete de estrategia" no es un término familiar en Taiwan. Pocas personas conocen qué hace una organización de este género. Pero la comprensión del público está cambiando, junto con los escenarios político y económico de Taiwan. "Mientras más desarrollado y democrático sea un país, mayores serán los problemas y presiones a que se tendrá que enfrentar su gobierno", dice Wu Rong-i, Presidente del Instituto de Inves­tigaciones Econó­micas de Taiwan (TIER). "El Gobierno necesita de buenos consejos para resolver los problemas, pero no puede permitirse el lujo de contratar una multitud de expertos en los dife­rentes campos. Los gabinetes de estrate­gia constituyen una solución eficaz y ase­quible".

En 1976,el empresario Koo Chen-fu, inspirado por la nece­sidad de Taiwan para adaptarse al rápidamente cambiante ambiente económico local e internacional, estableció el TIER, el gabinete de estrategia privado más antiguo y grande de la República de China. Koo, actualmente Consejero del Presidente de la República de China, Director de la Fundación para el Intercambio a través del Estrecho de Taiwan, y Presidente de la Corporación de Cemento de Taiwan y de otras organizaciones comerciales a nivel nacional, puede ahora mirar retrospec­tivamente en torno a dicha decisión pres­ciente. La historia del TIER es paralela a la transformación de Taiwan de una economía basada en la agricultura en los años setenta, a una de mano de obra intensiva y orientada a la exportación en los años ochenta, para llegar a la economía de alta tecnología y servicios de los años noventa. El itinerario de investigaciones del TIER ha sido reajus­tado constantemente de acuerdo con los tiempos, ofreciendo servicios de consul­toría al gobierno y al sector privado sobre aspectos macroeconó­micos locales e interna­cionales, especialmen­te en lo referente a la economía industrial.

"Al momento de nuestra fundación, teníamos planes de enfocar en los problemas económicos in­dustriales en vez de aquellos macroeco­nómicos", dice el Se­cretario Ejecutivo del TIER, Chuang Chao­-jung. "Pero las teorías y los problemas macroeconómicos están con frecuencia atados con la investigación económica industrial, de modo que nos reajustamos, y ahora tratamos de no pasar por alto ningún campo económico importante".

El instituto ofrece actualmente análisis de una amplia gama de asuntos relacionados con la economía: inves­tigaciones macroeconómicas y sobre política, estudios y predicciones econó­micas, evaluaciones de política para la industria manufacturera, y de las tendencias y estrategias del desarrollo en los sectores industriales son apenas algunos de los temas estudiados. Una forma de evaluar el impacto de un gabinete de estrategia es su historial de publicaciones, y el TIER tiene sólidos antecedentes de estudios publi­cados. Además de los estudios específicos, el instituto ha sido comisionado por un número de agencias gubernamentales para publicar informes oficiales que cubren campos especiales. Dichas publicaciones incluyen: The International Economic Trends Weekly Report, comi­sionada por el Con­sejo de Planificación y Desarrollo Econó­mico (CEPD); ja­pan's Industrial Policy Monthly, respaldada por el Ministerio de Economía (MOEA); Energy Monthly, fun­dada por la Comi­sión de Energía del MOEA; y The Rural Sentiment (mensual), apoyada por la Com­pañía de Electricidad de Taiwan. Las revis­tas propias del TIER, Taiwan Economic Research Monthly, y Annual Survey of Economic Trends and Forecast, son recur­sos bien conocidos por los economistas.

Cada una de las seis divisiones del TIER cubre un área diferente, desde los aspectos macroeconómicos locales a la economía internacional (ver organigrama), y es responsable por las publicaciones de su propio campo de investigación. Pero, aunque las áreas cubiertas son más extensas que cuando fue fundada, el TIER mantiene su estrategia original de colocar gran énfasis en los estudios de casos y el trabajo de campo.

Aparte de realizar estudios, el TIER también juega un papel en los asuntos internacionales. Koo Chen-fu y su sobrino, Jeffrey L.S. Koo, han servido respectiva­mente, de ex-presidente y actual presidente de la junta directiva del TIER, y han puesto prioridad en el mantenimiento de buenas relaciones con la comunidad comercial internacional. La Oficina de Asuntos Internacionales del instituto actúa ahora como Secretaría del Comité Chino-Taipei del Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico, y del Comité de Membresía Chino -Taipei del Consejo de Cooperación Econó­mica del Pacífico. Esas dos organizaciones, conocidas ampliamente por sus siglas PBEC y PECC, son importantes foros regionales que reúnen regularmente a empresarios del área junto con académicos e importantes funcionarios guberna­mentales en misión no oficial, para discutir los asuntos económicos de Asia y el Pacífico.

Jeffrey Koo y Wu Rong-i también representan a la República de China en varias organizaciones económicas regionales, incluyendo la Conferencia de Comercio y Desarrollo del Pacífico, y dos organiza­ciones de APEC: el Grupo de Personas Eminentes, y el Foro Comercial del Pacífico.

Foto de Huang Chung-hsin

El núcleo del trabajo del TIER son los estudios sobre economía internacional. Taiwan tiene una fuerte posición como potencia comercial mundial, pero la competencia se está volviendo más intensa.

El TIER es un gabinete de estrategia independiente, de modo que sus ingresos provienen de investigaciones comisionadas, permitiendo así que su fondo de creación de US$5,5 millones acumule intereses. "Operamos sobre una base de comisiones proyecto por proyecto", dice Wu Rong-i. "Al igual que cualquier negocio, aceptamos pedidos de nuestros clientes y entregamos las mercancías –en nuestro caso– informes de investigación". Pero más del 95% de las compañías de Taiwan son pequeñas o medianas empresas (PYMES) con menos de mil empleados, y sus gastos en investi­gación y desarrollo, especialmente para informes de estu­dios específicos, son mínimos. Por lo tanto, resulta difícil pa­ra un gabinete de estrategia sobrevivir únicamente de las solicitudes del sec­tor privado. Por lo tanto, las agencias gubernamentales y empresas estatales han sido siempre los mayores clientes del TIER. Cada una de las divisiones de es­tudios del instituto tiene como cliente importante a una agencia guberna­mental. Por ejemplo, 95% del presupues­to total de la División II, que enfoca en la industria manufacturera y las PYMES, proviene de la Administración de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Economía.

El Consejo Asesor de Desarrollo Industrial, creado por el MOEA en mar­zo de 1985, es el medio más importante de enlace con las agencias gubernamentales que tiene el TIER. Integrado por instituciones académicas, empresas y agencias gubernamentales, el consejo tiene diferen­tes secciones que se responsabilizan de los problemas relacionados con el comercio, las PYMES y varios sectores industriales. El consejo actúa como canal oficial para la participación del sector privado en el proceso de toma de decisión del gobierno a través del envío de sugerencias a las agencias gubernamentales pertinentes. El TIER, que ha participado en el consejo desde su etapa preparatoria, ha sido comisionado por el Yuan Ejecutivo para realizar estudios y asumir funciones de secretariado conjuntamente con el MOEA. "Antes de tomarse las decisiones, el go­bierno necesita datos básicos", dice Chuang Chao-jung. "Eso requiere conocimientos profesionales y muchos recursos humanos, los cuales el gobierno no puede darse el lujo de tener, de modo que nos contrata para dichos trabajos".

Foto de Huang Chung-hsin

Un problema del gabinete de estrategia: ¿Cuáles son los riesgos a que se enfrenta Taiwan al encaminarse a la manufactura de atta tecnología y los servicios?

En el pasado, los proyectos de in­vestigación del consejo, al igual que los otros proyectos de estudios del gobierno, se realizaban dentro de un círculo cerrado conformado por los gabinetes de estrategias y los institutos de postgrado de universi­dades. Pero desde hace tres años, los proyectos de investigación del gobierno deben pasar por un proceso de licitación, de lo contrario, la agencia encargada debe explicar el motivo del por qué no procedió así. La mayoría de las veces, un instituto de investigación será comisionado espe­cíficamente sólo si se ha dedicado a un proyecto en particular durante muchos años. Por ejemplo, el TIER ha hecho el análisis de política de la industria ma­nufacturera por nueve años, y ha esta­blecido fuentes de información de primera mano en esa área. Si otra organización se encargara del proyecto, tendría que comenzar de la nada, lo cual crearía problemas tanto para la agencia que comisiona como para el recién contratado gabinete de estrategia. Pero cuando se requieren proyectos de estudios en áreas nuevas, la licitación se ha convertido en el proceso normal.

El sistema de licitación, por justo que parezca, ha provocado muchas quejas. "Es justo licitar los proyectos de ingeniería civil debido a que hay un estándar objetivo", dice Chu Cheng-chung, investigador be­cario asociado del TIER y Director de la División II. "Pero con los proyectos de investigación, resulta difícil fijar un estándar". El explica que en los contratos de construcción hay un precio para cada cosa: los materiales de construcción, los costos laborales, etc.

Existen diferentes enfoques cuando se realiza un mismo proyecto de investigación, por lo tanto la calidad de los informes que se confeccionen puede variar. Por ejemplo, se puede hacer un pronóstico económico en cuestión de minutos basado en información que se tenga a mano, o también puede hacerse teniendo como referencia un complicado modelo que tardaría meses o incluso años en crearse. Los resultados de ambos enfoques pueden estar respaldados por fuertes teorías económicas, pero las diferencias en el costo no se manifiestan apropiadamente en una licitación. "Sabemos cuál enfoque es el mejor, de modo que podemos calcular los costos de un determinado proyecto, pero las agencias que comisionan no pueden", dice Chu. Para ellas, un informe es un informe. No importa cómo lo obtengas, de modo que la oferta más baja gana el proyecto".

Incluso cuando los postores usan el mismo enfoque investigativo, el resultado sigue siendo desfavorable para el TIER. En el pasado, el competidor más importante de la institución era el Instituto de Inves­tigaciones Económicas Chung-Hua. Ahora, las universidades también entran en la batalla, especialmente desde que se revisó la Ley de Universidades en 1994, una medida que obliga a muchas de ellas a buscar más fondos propios. Debido a que Chung-Hua está respaldada por un fondo de creación de US$52 millones, y a que los grupos de investigación universitarios pueden usar gratuitamente o a muy bajo costo muchos recursos escolares, el TIER se queda en desventaja. Como tiene que encargarse de todas sus cuentas, se en­cuentra en desventaja incluso antes de comenzar la licitación. Chu Cheng-chung recuerda cierta ocasión cuando el TIER hizo una oferta de US$93.000 por un proyecto, pero un competidor lo ofreció a US$56.000. "Siempre que hay una solicitud de ofertas, las universidades ofrecen el precio más bajo y luego sigue el Instituto Chung-Hua", indica. "Generalmente no tenemos oportunidad, de modo que mi división ni se preocupa de ello".

Y como si no fuera suficiente la dificultad en obtener proyectos de estudios gubernamentales, ahora los presupuestos de las agencias oficiales están disminu­yendo como resultado de la apretada situación financiera del gobierno. El TIER obtuvo proyectos por US$9,3 millones en el Año Fiscal 1993, US$8,1 millones en 1994 y US$6,7 millones en 1995. Aunque el presupuesto de inves­tigación para proyectos del mismo tamaño o nivel ha disminuido del 15 al 20%, el instituto ha tratado de mantener re­sultados de la más alta calidad. "Ud. no discute con los médicos por los honorarios que cobran debido a que sabe que ellos cobran no por unas cuantas palabras en una prescripción, sino por sus conocimientos y las inversiones que hicieron en la educación profe­sional", se queja Wu Rong-i. "Eso mismo ocu­rre con los informes de estudios, pero la mayoría de la gente no piensa de esta manera".

Para enfrentarse a la falta de dinero, el TIER tiene que operar con me­nos personal. Durante el año pasado, tuvo que reducir su plantilla de 250 a 200, de los cuales 150 son investigadores a tiempo completo y personal administrativo. Para mantener la alta calidad de sus informes, el grupo tiene que trabajar bien duro. Chu Cheng-chung estima que el volumen de trabajo de un investigador del TIER es por lo menos el doble del de un profesor universitario.

La creciente competencia está afec­tando los planes para la futura estructura del personal. Mientras que más de la mitad del personal de investigaciones en los otros gabinetes de estrategia poseen grados de Ph.D., solamente 10% de los investigadores del TIER poseen doctorados. Aparte del costo, otra razón de esta estructura de personal atípica es que el TIER hace hincapié en los estudios de caso y el trabajo de campo. "Eso involucra mucho trabajo pesado, y generalmente se hacen muy pocos avances académicos, de modo que no le interesa a muchos con doctorados", dice Chu Cheng-chung. "De nuevo, si los que poseen grados de maestría son perfec­tamente capaces de llevar a cabo nuestros proyectos, tomando en cuenta la naturaleza del estudio que hacemos, ¿por qué gastar dinero extra por un Ph.D.?"

Sin embargo, desde el ángulo de la reputación académica del TIER, Wu Rong­ -i considera que es necesario reclutar más investigadores a nivel de Ph.D. en el futuro. "La competencia es fuerte, y la sociedad está poniendo más énfasis en el nivel educativo", dice. "Sin investigadores con grados avanzados, la gente podría comenzar a dudar de la credibilidad de nuestro trabajo". En los últimos meses, el TIER ha comenzado a reclutar más personas con doctorados. Su meta eventual es aumentar la proporción de sus investigadores con doctorados a un tercio.

A pesar de sus dificultades finan­cieras y de recursos humanos, el TIER ha logrado crear una sólida reputación como gabinete de es­trategia económico. Una razón importante es su énfasis en el trabajo de campo inten­sivo, considerado uno de los componentes más difíciles de la investigación económica. Veinte años de experiencia le han enseñado al TIER que las grandes empresas tienen más entusiasmo en ayudar con esos in­ formes de estudios que las pequeñas. Muchas de ellas incluso contratan un personal especial para ayudar a los investigadores del instituto. "Las grandes empresas enfocan principalmente al mercado interno, y por lo tanto están más influenciadas por la política guber­namental", explica Chuang Chao-jung. "Nuestros informes algunas veces influyen o aceleran el proceso de toma de decisión política, de modo que ellas están dispuestas a ayudar".

Pero tratar con las PYMES es una situación totalmente diferente. Como las PYMES de Taiwan están básicamente orientadas hacia la exportación, mientras menos reglamentos gubernamentales hayan, más fáciles resultan sus operaciones, de modo que no están interesadas en la toma de decisión política. "Comenzaron sin ningún tipo de asistencia del gobierno, ni informes de investigación", dice Chu Cheng-chung, "están acostumbradas a depender de sí mismas. Para ellas, contestar cuestionarios o ayudar a los investigadores es una pérdida de tiempo".

Sin embargo, el TIER ha logrado establecer buenas relaciones con algunas PYMES. Como resultado, la economía industrial se ha convertido en una de sus áreas fuertes. Pero es difícil evaluar la influencia de esos informes de estudios del TIER en la política oficial. En el pasado, el gobierno no los tomaba muy en serio. "La situación financiera del gobierno era buena, de modo que podía darse el lujo de comisionar más proyectos de estudios", manifiesta Chu. "Pero lo que quería eran informes lujosos bien impresos. La calidad del contenido no era la cuestión más importante". Con frecuencia, las decisiones se tomaban muchos años después que el TIER había terminado los informes del caso. "No sé cuál era el problema", dice Chuang Chao-jung. "Tal vez el gobierno pensaba que el tiempo no era propicio, o quizás era muy conservador". Wu Rong-i cree que la situación ha mejorado desde que el gobierno se ha visto bajo una creciente presión para resolver problemas económicos específicos, y también piensa que los gabinetes de estrategia tendrán un papel muy activo que desempeñar en Taiwan en el futuro.

Operando en una base caso por caso, el TIER no tiene fondos extras que destinar a sus propias investigaciones a gran escala o para la continuación de los estudios. Ni tampoco puede darse el lujo de trabajar con gabinetes de estrategia y organizaciones de investigación del extranjero. Pero esta presión financiera ha tenido su lado positivo. "La presión nos obliga a trabajar con mayor empeño para mantener la alta calidad y preservar nuestra buena reputación", dice Wu Rong-i. "Como un gabinete de estrategia independiente, esa es la única forma de sobrevivir". ■

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