08/05/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Pioneros de la tecnología

01/03/1995
Cuando el Instituto de Investigaciones de Tecnología Industrial(ITRI) fue establecido por el gobierno de la República de China en los años setenta, su papel fue definido claramente: desarrollar nuevas tecnologías para fomentar las industrias de alta tecnología que estaban surgiendo y ayudar a las industrias tradicionales a subir el nivel de sus operaciones. En esta posición, ayudó a sacar un número de productos avanzados, colaboró con muchas empresas manufactureras en el mejoramiento de sus operaciones técnicas, y sirvió como campo de entrenamiento para numerosos inge­nieros.

Hoy, como los fabricantes de alta tecnología de Taiwan se han vuelto cada vez más sofisticados y están comenzando a encargarse de su propia investigación y desarrollo, el instituto está reevaluando sus operaciones. Sus dos principales funciones son: desarrollar prototipos de tecnologías que puedan ser compradas por compañías individuales y suministrar servicios técnicos a las empresas ma­nufactureras, incluyendo ayuda en la coordinación de los procesos de producción y la resolución de atascos tecnológicos. Pero en ambas áreas, las reformas se han vuelto necesarias para asegurar la continua satisfacción de las necesidades de los fabricantes por parte del instituto. Además, una drástica reducción de los fondos del gobierno le han impulsado a volverse financieramente más autosuficiente. "Nuestra meta", dice Chintay Shih, pre­sidente del ITRI, "es ajustar el foco de nuestro trabajo según las necesidades actuales de las industrias locales y crear una imagen esbelta, profesional, y práctica para nuestro instituto en el plazo de un año".

Con esto en mente, el ITRI está reforzando sus contactos con la industria privada, animando a los empresarios locales a involucrarse más en el proceso de toma de decisiones del instituto. Por ejemplo, el año pasado, seis líderes industriales in­tegraron el directorio del ITRI, incluyendo a Douglas Hsu, presidente de Far Eastern Textile; Miao Feng-chiang, presidente de Mitac International Corp.; Ho Chen-hsiung, presidente de Tung Ho Steel Enterprise; y Lin Hsin-yi, presidente de China Motors Corp. "En el pasado, nosotros mismos determinábamos primordialmente la dirección de nuestros proyectos de in­vestigación", dice Chintay Shih. "Ahora el directorio, que está integrado por un número de empresarios, tiene gran peso en la decisión de nuestra estrategia de desarrollo. Este es un directorio muy activo".

Algunos industriales también han sido invitados a formar nueve comités de consulta que brindarán orientación en la dirección de los proyectos de investigación y desarrollo, y en la manera de aplicar los descubrimientos de las investigaciones a las necesidades manufactureras prácticas. Este último tipo de ideas es esencial ya que una vez que la empresa manufacturera compra el prototipo de un producto del ITRI, ella misma debe encargarse de su propia investigación y desarrollo para crear un aspecto único para ese producto con el fin de hacerlo factible para la producción masiva. Para ayudar más en este aspecto, las compañías privadas serán invitadas a enviar ingeniero a participar en los pro­yectos del ITRI y a usar sus instalaciones de investigación y desarrollo, esto co­menzará a funcionar a partir de este año e incluirá un nuevo complejo de inve­stigaciones generales con un costo de US$84 millones.

De igual modo se están planeando dos centros de servicios a gran escala en Taichung y Kaohsiung, que estarán equipados tanto con personal térnico como de promoción. Aunque los ingenieros del ITRI siempre han trabajado con fábricas para ayudarles a transferir tecnologías, mejorar los procesos de manufactura, reducir los costos de producción, y elevar la calidad de los productos, los nuevos centros de servicio significarán una ex­pansión de dicha asistencia. El personal de los centros visitará regularmente las fábricas del área para determinar qué clase de servicios necesitan. Igualmente, el ITRI está intensificando sus comunicaciones con las asociaciones de industrias locales, no sólo para ganar un mejor entendimiento de las necesidades de los empresarios, sino también para diseminar más información sobre sus prototipos de tecnologías.

Trabajando más íntimamente con la industria privada, el ITRI espera incre­mentar su ingreso autogenerado a través de la atracción de más empresas ma­nufactureras que compren sus tecnologías y servicios. Esto será crucial para las futuras operaciones del instituto, debido a la sustancial reducción de los fondos del gobierno. Como parte de un esfuerzo a gran escala del gobierno para frenar el malgasto de fondos, el Yuan Legislativo redujo el año antepasado US$53 millones de los US$340 millones de fondos propuestos para el ITRI por el Yuan Ejecutivo para el año fiscal 1994 (co­menzando el primero de julio de 1993). Los fondos aprobados por el Yuan Legislativo para el año fiscal 1995 se mantienen alrededor de ese mismo nivel. Este dinero va específicamente a proyectos de investigación designados por el gobierno.

Para compensar los fondos perdidos, para el año fiscal 1997, el ITRI espera aumentar sus ingresos de servicios contra­tados hasta igualar los fondos provenientes del gobierno. El año pasado, los ingresos de los contratos de trabajo tanto públicos como privados alcanzaron aproxima­damente los US$170 millones. El instituto también intenta aumentar los ingresos de contratos de fuentes privadas al 25 por ciento de su presupuesto total, mucho más del 11 por ciento original. Esta meta, sin embargo, es un desafío formidable. Asu­miendo un crecimiento cero en los fondos del gobierno, explica el director de pla­nificación del ITRI, Lo Ta-Hsien, el instituto tendrá que aumentar su ingreso de servicios contratados en un 25 por ciento anualmente durante los próximos años. "Satisfacer las necesidades de las industrias locales será nuestra preocupación primaria, de manera que ellos estén dispuestos a comprar nuestra tecnología y servicios", dice Lo. "La futura actuación del ITRI será evaluada a través de la ma­nera cómo las industrias apliquen nuestras tecnologías y en lo eficaces que podamos ser para ayudar a las in­dustrias a fortalecer su competitividad internacional".

Las reformas que el ITRI está llevando a cabo no sólo fueron iniciadas por la necesidad de ser más autosuficiente, sino también como respuesta al creciente criticismo de la industria privada en cuanto al papel del instituto en el desarrollo industrial de la isla. Poco después que el Yuan Legislativo redujo el presupuesto del ITRI el año antepasado, los empresarios del Parque Industrial Científico de Hsinchu emitieron una resolución apoyando dicha disminución. Ellos se quejaban de que muchos de los proyectos de investigación y desarrollo del instituto coinciden con proyectos del sector privado que ya están en desarrollo y que el ITRI ha logrado solamente limitado éxito en la transferencia de sus tecnologías desarrolladas a los fabricantes individuales y en ayudarlos a comercializar dichas tecnologías. Ellos sugirieron que el gobierno usara el dinero reducido de los fondos del ITRI para subsidiar directamente a los fabricantes en el desarrollo de nuevos productos.

Uno de los críticos más abiertos del Parque Industrial de Hsinchu ha sido Robert Tsao, presidente de United Microelectronics Corp.(UMC), fabricante líder de circuitos integrados de la isla. En un artículo de periódico en 1993, Tsao enfocó en la confusión que rodea el papel del ITRI. En vez de llevar a cabo su función de apoyo, dijo él, el instituto en algunos casos se ha convertido en un competidor. Por ejemplo, Tsao señaló, el ITRI está involucrado en sus propias firmas de alta tecnología, que incluyen UMC así como Taiwan Semiconductor Manufacturing Corp., y una empresa conjunta proyectada para hacer circuitos integrados submicrón, todos los cuales fueron subproductos de los proyectos de investigación del instituto. Tales compañías se han convertido en nuevos competidores para los fabricantes privados. Tsao también señaló en su crítica que el ITRI era ineficiente y antieconómico. Las compañías privadas, dice él, podrían producir tres veces los resultados con un tercio del dinero.

Los industriales fuera del Parque Hsinchu también se quejan de una in­congruencia entre la investigación del instituto y las necesidades de las empresas manufactureras. "Los ingenieros del ITRI tienen una respetable experiencia teórica pero con frecuencia les falta conocimiento sobre líneas específicas de productos", dice Wang Chuan-hai, gerente de investigación y desarrollo de Kunnan Enterprise Ltd., fabricante líder de raquetas de tenis en la isla. "A diferencia de las grandes empresas manufactureras privadas, el ITRI no tiene suficiente acceso a la última información del mercado, lo que ocasiona una brecha entre sus proyectos de investigación y desarrollo y las tendencias del mercado".

Lin Hung-hsiang, director suplente de investigación y desarrollo de Teco Electric & Machinery Co., fabricante líder de motores y productos electrónicos en Taiwan, enfrentó problemas hace varios años cuando su compañía trató de adaptar la tecnología robot desarrollada por el ITRI con propósitos comerciales. "El ITRI tiene muchos destacados talentos en ingeniería", dice Lin, "pero con frecuencia no entienden las necesidades de las empresas manu­factureras". El recomienda que el instituto permita al sector privado jugar un papel más prominente en sus proyectos de investigación y desarrollo.

Para las pequeñas y medianas industrias, las dificultades en adaptar las tecnologías del lTRI para productos comerciales son aún mayores. Skylark Device Co., fabricante de equipos médicos, ha estado tratando de usar la tecnología del ITRI que adquirió el año antepasado para desarrollar monitores de cardiogramas. "Nosotros sólo tenemos seis in­genieros en nuestro departamento de in­vestigación y desarrollo, que también tienen que realizar nuestros propios proyectos, que tienen más valor inmediato en el mercado", dice Lai Shun-bin, gerente de investigación y desarrollo de Skylark. "Espero que el ITRI pueda facilitarnos más apoyo continuo en nuestros esfuerzos para comercializar su prototipo tecnológico".

En respuesta al criticismo, Chintay Shih ha prometido que el ITRI evitará proyectos que coincidan con lo que se está haciendo en el sector privado. Una de las razones por las que este problema ha surgido es porque las ha­bilidades de investigación y desarrollo de las empresas locales han aumentado tre­mendamente desde que el ITRI fue establecido. En 1992, las fábricas locales usaron un promedio del 1,7 por ciento de sus ingresos en el área de investigación y desarrollo, más del 1,3 por ciento en 1990. Y las empresas manufactureras en el Parque Industrial de Hsinchu han estado gastando 4,6 por ciento de sus ingresos en investigación y desarrollo desde 1977, un monto aproximado al 4,9 por ciento que gastan los dos fabricantes más grandes del mundo.

Pero incluso con el aumento en los gastos de investigación y desarrollo en el sector privado, el ITRI cree que tiene un importante papel que jugar. "Los fabri­cantes locales, incluso los grandes, enfocan todavía en los proyectos a corto plazo con demanda de mercado inmediata", dice Shih. "Un aspecto de nuestro trabajo son nuestros proyectos a largo plazo, lo que puede ayudar a Taiwan a construir una extensa fuente de futuras tecnologías disponibles para que las usen las empresas manufactureras locales cuando sus mer­cados maduren".

Al mismo tiempo, el ITRI está tratando de llenar la brecha entre sus tecnologías y las necesidades actuales de la industria local. Lo más significante, está formando alianzas estratégicas con los fabricantes para desarrollar productos específicos. Un grupo de varios fabricantes de electrodomésticos, por ejemplo, está involucrado en un proyecto para desarrollar televisión de alta definición conjuntamente con los Laboratorios de Investigaciones en Computación y Comunicación del ITRI. Otros proyectos incluyen minicomputa­doras de segunda generación y tecnología de circuito integrado avanzado. "Estas alianzas", dice Shih, "pueden ayudar a las pequeñas y medianas industrias a obtener más recursos e información de mercado, cortar los riesgos, y reforzar su poder de negociación con las compañías extranjeras para crear nuevos productos. Ellos ahora pueden ser parte de la corriente tecnológica global, en vez de seguidores pasivos como en el pasado".

A pesar de la necesidad de reformas, el ITRI continúa confiado de su papel en el desarrollo industrial de la isla. Cuando la institución fue creada en 1973, fue mo­delada a imitación de una organización similar en Corea del Sur. Hoy, la institución coreana solamente juega un papel menor, su función ha sido ampliamente acaparada por las grandes empresas. En contraste, el ITRI se ha convertido en un instituto de gran alcance, con seis mil miembros de personal de investigaciones y siete ins­titutos, que se dedican a la electrónica, opto-electrónica, computadoras y comu­nicación, químicos, fuentes de energía, industrias mecánicas, e investigación de materiales. También tiene cuatro centros de investigaciones, que se especializan en estándares de medidas, tecnología de control de contaminación, seguridad industrial y tecnología de la salud, así como también, aviación y tecnología espacial. Incluso con las recientes reducciones en los fondos del gobierno, el ITRI aún tuvo un presupuesto general de US$504 mi­llones para el año fiscal 1994, y ha acumulado US$27 millones en capital y US$646 millones en activos.

El ITRI también considera que su record pasado representa el importante papel que juega en el desarrollo industrial de la isla. Ha sido un instrumento, por ejemplo, para establecer una sólida base tecnológica para la industria local de circuitos integrados. La investigación y el desarrollo del instituto en el área de circuitos integrados, que comenzó en 1976, provocó la formación de dos compañías administradas por el ITRI, United Microelectronics en 1982 y Taiwan Semiconductor Manufacturing Corp. en 1987, actualmente los fabricantes más grandes de circuitos integrados en la isla, con ingresos de US$384 millones y US$473 millones respectivamente en el año 1993. Otra compañía del ITRI, Vanguard lnternational Semiconductor Corp., pronto comenzará a producir circuitos integrados submicrón.

El éxito de estas compañías ha animado a muchos empresarios a establecer empresas privadas de circuitos integrados. Muchas de estas fueron establecidas con la ayuda de antiguos investigadores del ITRI. El volumen de producción total de los fabricantes de circuitos integrados de la isla, todos los cuales están localizados en el Parque Industrial de Hsinchu, fue valorado en US$1.600 millones el año antepasado. Incluyendo a las empresas de diseño y empaque, el volumen de pro­ducción total de la industria local de cir­cuitos integrados alcanzó los US$2.700 millones, convirtiéndose así en el campo más grande del Parque de Hsinchu. El ITRI también creó el primer programa de computación BIOS de la isla, un sistema de operaciones para computadoras perso­nales, y su primera computadora personal compatible con IBM. Esto echó las bases para la industria local de las computadoras personales, que tuvo un volumen de producción anual de más de US$2.800 millones en 1993, una participación del 10 por ciento del mercado global.

La tecnología de fibra de carbón ha sido otra historia exitosa del ITRI. Hoy, los fabricantes de Taiwan ocupan el 60 por ciento del mercado de bicicletas, 90 por ciento del de mangos para clubes de golf, y 80 por ciento del mercado de raquetas de tenis hechas de fibra de carbón super­resistente. La fibra de dril super-delgada creada por el ITRI ha sido usada por los fabricantes locales de textiles para hacer camisas y corbatas ligeras, parecidas a la seda. Además, Nan Ya Plastics Corp. y San Fang Chemical Industry Co. han invertido cada una más de US$38 millones para aplicar la tecnología de la fibra de dril para producir imitación de cuero, que en el pasado era importada de Japón. Otras áreas en las que los proyectos del ITRI han tenido gran impacto incluyen drives de disco duro, máquinas fax por láser, computadoras notebook, compresores de aire acondi­cionado, cerámicas de alto grado, y farmacéuticos. De las veintidós empresas que ganaron el año pasado el concurso nacional de productos industriales innovadores, patrocinado por el Ministerio de Economía, diecisiete desarrollaron sus productos ganadores con la ayuda del ITRI.

El ITRI tiene confianza en que sus esfuerzos actuales de investigación y desarrollo serán aún más críticos para el futuro desarrollo industrial de la isla. La mayoría de sus proyectos en marcha tienen relación con diez de las nuevas industrias patrocinadas por el gobierno: telecomunicaciones, información, artículos elec­trónicos, semiconductores, maquinaria de precisión y equipos automáticos, tecnología aeroespacial, materiales avanzados, quí­micos y petroquímicos especializados, medicina e higiene, y control de conta­minación. Los proyectos individuales claves que se llevan a cabo actualmente incluyen computadoras multimedia, empaque de computadoras personales, equipo médico avanzado, sistemas de recolección de de­sechos industriales, inteligencia artificial, materiales super-conductores, y monitores de cristal líquido.

Muchos de estos proyectos enfocan en la creación de partes y componentes esenciales de manera de reducir la excesiva dependencia de muchas industrias locales en partes importadas, especialmente de Japón. Por ejemplo, el ITRI está trabajando con Ricardo Co., una firma británica asesora en tecnología, para desarrollar un motor estándar para autos subcompactos. Cuatro fabricantes locales de autos están con­tribuyendo: Yulon, China Motors, San Yang, y Yeu Tyan. Se establecerá una nueva compañía con una capitalización pro­yectada de US$ 77 millones, para fabricar dicho motor, comenzando a producir a comienzos de 1997.

La segunda categoría de trabajo del ITRI, los servicios técnicos contratados, también está jugando un importante papel, especialmente con respecto a las pequeñas y medianas industrias. En más de 20.000 casos cada año, los ingenieros del ITRI visitan fábricas para ayudar en cualquier cosa, desde el mejoramiento de la calidad de los productos y la reducción de costos hasta el refuerzo de la seguridad industrial y el establecimiento de instalaciones anti­contaminación. Tales servicios generaron US$115 millones para la institución el año antepasado, comparado con los US$9,6 millones de las regalías por sus tecnologías transferidas.

El ITRI también realiza una im­portante contribución en la preparación de expertos para las industrias locales de alta tecnología. Con el pasar de los años, muchos de sus investigadores se han ido, ya sea para montar sus propias empresas o trabajar con otras compañías privadas. De las empresas en el Parque Industrial Hsinchu, 70 por ciento emplea antiguos ingenieros del ITRI. Cada año, entre novecientos y mil nuevos miembros, la mayoría recién graduados, se incorporan a la institución, mientras que de setecientos a ochocientos se van a trabajar en el sector privado. Un total de más de 5.600 in­genieros del ITRI se ha integrado a trabajar con las industrias locales. Chintay Shih dice, "Ellos han contribuído sustancialmente para aumentar el nivel tecnológico de estas industrias".

El ex-presidente del ITRI, Lin Chui­-chau, en una ocasión comparó la relación entre el instituto y las industrias locales a aquella entre un guía de montaña y los alpinistas. El guía debe preceder de antemano para explorar el camino, pero debe siempre mantener una distancia apropiada, ni demasiado lejos ni demasiado cerca, de los alpinistas. En su artículo criticando la institución, Robert Tsao de United Electronics dijo que el ITRI con frecuencia asciende directamente a la cumbre de la montaña, dejando a los alpinistas lejos atrás, perdidos en el laberinto de los caminos de la montaña. Los alpinistas están destinados a ser la mayor fuente de apoyo financiero para el ITRI, el instituto tendrá que ajustar su paso y su estilo de pionero, un cambio que tendrá un efecto sustancial en el futuro desarrollo industrial de Taiwan.■

Philip Liu es editor jefe de Business Taiwan, un periódico semanal publicado por el United Daily News Group.

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