06/05/2024

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Taiwán Hoy

Reajustes políticos para una mejor actuación económica

01/05/1995
Foto de ARCHIVO Puerta del comercio mundial: El Puerto de Kaohsiung se encuentra entre los primeros puertos de contenedores en el mundo. Su ubicación privilegiada es ideal para convertirse en un centro regional de operaciones de trasbordo.
Según el zodíaco chino, 1995 corresponde al Año del Cerdo, animal considerado de buen augurio. La República de China en Taiwan espera que el presente año represente un crecimiento económico más prometedor que los anteriores. La razón detrás de este optimismo es la revitalización de la economía global y las nuevas medidas que permitirán que Taiwan tenga un mayor acceso a las importaciones y exportaciones en el mercado internacional.

La República de China ha pasado exitosamente a través de un período de transición y reajuste, tanto en lo económico como en lo político y social, en los últimos diez años. Los años ochenta constituyeron un período crucial donde el país se tuvo que enfrentar a una situación económica mundial desfavorable, a incertidumbre política, desorden social y una "fiebre inversionista" en el frente interno. Sin embargo, Taiwan pudo alcanzar un rápido desarrollo económico con muy bajas tasas de inflación y desempleo.

La razón de este paradójico comportamiento económico ha sido la adopción de un enfoque dual por parte del gobierno. Por un lado, aumentó el nivel de la inversión pública y propulsó la demanda doméstica; y por el otro, liberalizó el comercio y cambio de divisas. Ningún país ha logrado mantener un crecimiento económico tan rápido frente a tantos retos internos y externos.

Las estrategias del desarrollo industrial en Taiwan han cambiado a través del tiempo. Esto ha permitido que el país se adapte adecuadamente a los cambios en la ventaja comparativa que ha logrado detectar. Durante los años cincuenta, se dió énfasis al desarrollo de la industria de manufactura liviana para sustitución de importaciones. En este período, se expandió y diversificó la producción industrial con el objetivo de satisfacer las demandas del mercado interno.

En los años sesenta, se adoptó una serie de reformas para enfocar en una estrategia de desarrollo industrial que permitiera una orientación hacia la exportación. Esta estrategia cobró mayor auge en la década de los setenta, cuando el gobierno continuó con su estrategia de industrialización orientada a la exportación a la vez que intensificó sus esfuerzos para elevar la estructura de producción y desarrollar las industrias pesadas y petroquímica.

Como parte de estos esfuerzos, se creó en 1973 el Instituto de Investigaciones de Tecnología Industrial (lTRl, siglas en inglés) para promover la transferencia tecnológica y mejorar la capacidad tecnológica del país. El ITRI lleva a cabo programas de investigación y desarrollo en los campos de la química, ciencia de los materiales, microelectrónica, computadoras y medios de comunicación, óptica electrónica, recursos energéticos, automatización de maquinarias, metrología, control de la contaminación industrial, seguridad industrial, y tecnología aero-espacial.

Estos esfuerzos fueron posteriormente elevados de nivel en 1981, con la creación del Parque Científico Industrial de Hsinchu. El parque se encuentra actualmente en la línea de frente de todos los esfuerzos por lograr un máximo avance de la tecnología nacional. A diferencia de otras zonas industriales, el parque se concentra en la manufactura de productos de tecnología de punta. En este sentido, está haciendo una importante contribución en la reestructuración industrial de la República de China, que procura ahora la exportación de productos más sofisticados de alta tecnología.

A inicios de los años ochenta, tras la ruptura de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos y bajo los últimos impactos de la segunda crisis energética que afectó al mundo, la tasa de crecimiento económico de la República de Taiwan fue relativamente baja. Las fluctuaciones eran notorias. Por ejemplo, de un crecimiento del 6,16% en 1981, la tasa decayó a solamente 3,5% en 1982. Por otro lado, la tasa de inflación pasó de 16,3% en 1981 a 3% al año siguiente.

En los años ochenta, la economía de la República de China se expandió y alcanzó su madurez. Esto se evidencia en la disminución de su tasa de crecimiento económico, estabilizándose finalmente en un nivel mucho más moderado comparado con la actuación económica de las décadas anteriores.

El sector industrial se expandió rápidamente debido primariamente al acelerado desarrollo del sector manufacturero, especialmente las industrias pesadas de capital y tecnología intensivos. En 1987, la participación de la industria pesada en la producción total superó por primera vez el 50%. Actualmente, ocupa el 61,8% de la producción total. Por otro lado, el sector de servicios también se ha desarrollado rápidamente y se ha convertido en un sector dominante de la economía de Taiwan. Actualmente, ocupa el 55,9% del Producto Interno Bruto (PlB). Desde 1988, la República de China se ha convertido en un exportador neto de capital y cuenta con una amplia participación en los círculos financieros internacionales.

Con el fin de la Guerra Fría, se dió inicio a un Nuevo Orden Mundial. A medida que el mundo pasa por un proceso de reestructuración y adaptación a las cambiantes realidades, podemos observar dos principales tendencias en el campo económico. Primero, la confrontación militar entre los países ha sido reemplazada por la competencia económica. Segundo, la integración económica regional ha surgido como un factor crucial que afecta toda la actividad económica mundial. Estas dos tendencias quedan plenamente demostradas en nuevas realidades internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio (NAFTA).

A partir de la década de los ochenta, el centro de gravitación de la economía mundial se ha ido trasladando hacia Oriente, particularmente al Este Asiático. Esta nueva realidad se debe al dinámico crecimiento económico que ha presenciado esta región. El Este Asiático es una vasta región geográfica y los países que lo componen pueden dividirse en cuatro categorías en términos de desarrollo económico. En primer lugar tenemos a Japón, que es indiscutiblemente la mayor potencia económica mundial. Le siguen las cuatro naciones de reciente industrialización o mejor conocidas como los cuatro tigres asiáticos: la República de China en Taiwan, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong. En tercer lugar tenemos a los países miembros de la ASEAN: Tailandia, Malasia, Indonesia, las Filipinas y Brunei. Y finalmente, las economías socialistas: China continental, Vietnam y Corea del Norte.

En las últimas dos décadas, el crecimiento económico del Este Asiático ha sido espectacular, sobrepasando en gran medida al de todo el resto del mundo en conjunto. En términos totales, la región está alcanzando a pasos acelerados a Norteamérica y la Unión Europea. La región controla actualmente una cuarta parte del comercio global.

Un aspecto sobresaliente de esta nueva realidad ha sido el reajuste intrarregional de las ventajas comparativas. Empresas de Japón y las naciones de reciente industrialización en el área tales como Corea del Sur y Taiwan, han ido reubicando sus operaciones en Tailandia, las Filipinas, Malasia, Indonesia y China continental. De esta manera, las primeras logran seguir manteniendo su margen de competencia a la vez que las últimas se benefician de la introducción de capitales, tecnologías y experiencias de países con bastante afinidad cultural. Desde fines de los años ochenta, la República de China se ha convertido en una importante fuente de inversiones de capital en los países del Sudeste Asiático. Esta situación ha hecho que la interdependencia económica de los países del Este Asiático sea cada vez mayor.

EE.UU. y otros países del Pacífico no han pasado por alto esta nueva realidad regional y se han apresurado en buscar una forma de participación y aprovechamiento de este favorable entorno. En consecuencia, se han creado foros económicos regionales tales como el Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico (PBEC, siglas en inglés) y el Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC, siglas en inglés). En 1989 fue fundado APEC como un foro no oficial de 12 países de la región de Asia y el Pacífico. Posteriormente, se ha ido desarrollando en una institución más formal en la que participan las principales economías de la región. El propósito de la organización es promover una mayor cooperación económica y alcanzar un comercio más libre dentro de la región.

A la par con el dinámico crecimiento económico de la región de Asia y el Pacífico, la República de China ha estado concentrando sus esfuerzos para integrarse más en esta nueva realidad. En 1993, el comercio de la República de China con el área alcanzó la respetable suma de US$120.000 millones, lo que representa el 75% del volumen total del comercio de la nación. En ese mismo año, las inversiones directas en dicha región totalizaron US$20.000 millones.

En los últimos años, la economía de Taiwan se ha ido integrando más estrechamente con las economías del Este Asiático, especialmente China continental y Hong Kong. En los últimos ocho años, el comercio con Hong Kong y China continental ha aumentado cinco veces. Recientemente, Hong Kong incluso ha desplazado a los EE.UU. como principal mercado para las exportaciones de Taiwan. Por otro lado, Taiwan se ha convertido en el principal país inversionista en Vietnam, el segundo mayor inversionista en Malasia y China continental, así como tercero en Indonesia, cuarto en Tailandia y quinto mayor inversionista en las Filipinas. Las inversiones de Taiwan en China continental ya alcanzan más de US$15.000 millones.

Todo lo anterior indica claramente el nuevo papel que desempeña la República de China en la región de Asia y el Pacífico, así como la importancia de Taiwan dentro del Este Asiático.

El gobierno de la República de China está determinado a enfrentarse a los nuevos retos de la rápidamente cambiante economía mundial mediante la adopción de rápidos reajustes en su política económica. El mismo está consciente de las sustanciales contribuciones que ha hecho a la cooperación y desarrollo económico regional, y tiene plena confianza de poder hacer más en este aspecto. Taiwan disfruta de cuatro ventajas claves para determinar un futuro papel económico importante en la región:

1. Taiwan tiene una envidiable posición geográfica que facilita y agiliza el comercio entre el Noreste y el Sudeste Asiático. Además, su proximidad geográfica con China continental le permite un acceso casi exclusivo a uno de los mercados más grandes del mundo, y su situación estratégica en Asia la coloca en una posición sin igual para facilitar el comercio no sólo dentro de la región, sino con todo el mundo.

2. Existe una estrecha afinidad histórica y cultural con la mayoría de los países vecinos. Taiwan comparte un lenguaje común, costumbres similares y una herencia cultural con China continental, Hong Kong y Singapur. Además mantiene lazos culturales muy cercanos con Japón. Por otro lado, la gran e influyente población de origen chino en los países del Sudeste Asiático constituye un lazo indirecto para facilitar la cooperación económica y el comercio con dichos países.

3. La experiencia y tecnología acumulada por la República de China en los últimos años constituyen una enorme fuente potencial para agilizar el desarrollo de la región. Las técnicas administrativas y manufactureras, así como los conocimientos técnicos de las compañías taiwanesas han logrado destacarse a nivel mundial. Esto, combinado con la altamente eficiente red comercial mundial que han creado las empresas taiwanesas, hace que el país quede fuertemente equipado para ser un eje comercial de la región.

4. La República de China en Taiwan ha ganado amplio reconocimiento internacional por su sobresaliente actuación económica. El así llamado "milagro económico de Taiwan" ha sido tomado como modelo de desarrollo viable para muchos países en vías de desarrollo. Además, siendo uno de los principales países comerciales y poseyendo una de las mayores reservas en divisas extranjeras del mundo, la República de China posee una fuerte economía y un atractivo mercado interno, constituyéndose en base ideal para las multinacionales que deseen desarrollar y ampliar sus operaciones comerciales con toda Asia.

Recientemente, el gobierno de la República de Chia ha puesto en marcha una importante iniciativa para desarrollar Taiwan en un centro regional de operaciones de Asia y el Pacífico. El objetivo de este proyecto es atraer a compañías locales y extranjeras para que sitúen la base de sus operaciones multinacionales y de alto valor agregado en Taiwan, explotando las ventajas claves antes mencionadas y penetrando los prósperos mercados asiáticos que se encuentran alrededor de la isla.

El centro regional de operaciones de Asia y el Pacífico está revestido de un doble significado. Desde el punto de vista de la comunidad empresarial, es una estrategia diseñada para atraer a empresas locales y extranjeras para que hagan de Taiwan su base para las actividades comerciales e inversionistas en la región. Desde una perspectiva macroeconómica, esto significa convertir a Taiwan en una base para el desarrollo de relaciones económicas y comerciales globales para los países de la región. Taiwan se convertirá en un centro de manufactura, transbordo, finanzas, telecomunicaciones y actividades de los medios de comunicación.

Los indicadores macroeconómicos de la República de China son sorprendentes:

-La República de China es la vigésima potencia económica del mundo, con un PNB de US$244.200 millones en 1994.

-Es el decimotercer mayor país comercial del mundo. Su comercio exterior alcanzó un total de US$178.400 millones en 1994.

-Su reserva de divisas extranjeras llegó a US$92.500 millones en diciembre de 1994, siendo una de las mayores del mundo.

-Su estructura de producción ha cambiado drásticamente en los últimos años, pasando la industria pesada a ocupar 61,8% de la producción manufacturera del país.

-Su crecimiento anual promedio en los últimos diez años se ha mantenido bastante estable, logrando una tasa media del 7,8% anual.

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La industria de alta tecnología está propulsando a Taiwan hacia el nivel de las naciones más avanzadas en el mundo. Los campos de los microcircuitos, la informática y la biotecnología han echado fuertes raíces en el Parque Científico Industrial de Hsinchu.

Tomando en cuenta todo lo anterior, la República de China juega indudablemente un papel significativo en la economía mundial. Sin embargo, se enfrenta actualmente a retos formidables. Uno de ellos es la necesidad de elevar la infraestructura industrial en forma consistente, lo cual significa que se debe lograr el traslado de industrias de mano de obra intensiva a países con escalas de salario más bajas sin que esto conlleve a una erosión del poderío industrial del país.

Los costos de producción en el país se ven afectados no sólo por el aumento de las escalas de salario, sino también por otros factores tales como la democratización política y la creciente conciencia ambientalista. El público está cada vez más consciente de que los costos sociales de la contaminación y degradación del medio ambiente ya no pueden continuar siendo ignorados. En consecuencia, el gobierno ha tenido que dar mayor prioridad al mejoramiento de la calidad de vida y mayor atención a la protección ambiental. En la actualidad, se han hecho una serie de reformas políticas y cambios institucionales para lograr un equilibrio más adecuado entre el desarrollo económico y la calidad del medio ambiente.

A partir de los años ochenta, han comenzado a surgir disputas laborales entre los trabajadores y sus patronos. En su mayor parte, tales disputas se centran principalmente en problemas relacionados con la jubilación, compensación por despido, pago por sobretiempo y distribución de los bonos de fin de año. Muchas disputas laborales han terminado en huelgas que a la postre aumentan los costos de producción sin un simultáneo aumento en la productividad laboral.

Aparte de las causas de origen exclusivamente político o económico, también existen otras causas de origen socio-económico. Entre ellas podemos encontrar la "fiebre inversionista" y las actividades especulativas que resultan de la misma.

La "fiebre inversionista" también ha tenido su impacto negativo en la actividad económica normal de Taiwan. En 1987, las reservas de divisas extranjeras de Taiwan alcanzaron US$76.000 millones pero habían muy pocos canales para reciclar esta masiva cantidad de fondos. Consecuentemente, se produjo una rápida rebaja de las tasas de interés debido a que muchos bancos desistían de aceptar más depósitos. Las financieras clandestinas comenzaron a ofrecer altas tasas de interés y lograron atraer muchos inversionistas. Las operaciones de estas últimas eran principalmente de orden especulativo y trajeron como resultado una actividad especulativa contagiante que rápidamente se expandió a sectores tradicionalmente conservadores como los bienes raíces y la bolsa de valores.

En el área de los bienes raíces, los precios de las propiedades subieron estrepitosamente. Por ejemplo, el precio de la tierra aumentó veinte veces en el lapso comprendido entre 1987 a 1990. La razón detrás de este fenómeno se debió a que los ahorros en el país aumentaron rápidamente a partir de 1981, pero no había formas de canalizar dichos ahorros en inversiones útiles. Esto sumado a los bajos intereses ofrecidos por los bancos trajo como consecuencia la especulación con los bienes raíces. En la actualidad, los precios de los bienes raíces siguen altos a pesar de que ya hay una sobresaturación de propiedades en venta. Naturalmente, esta situación ha conllevado a mayores costos de producción y una distribución menos equitativa de los ingresos.

Durante la segunda mitad de la década de los ochenta, la bolsa de valores en Taiwan comenzó a apartarse de su propósito original de reunir capital para sostener el crecimiento a largo plazo de las empresas. Muy pronto, se transformó en una actividad altamente especulativa. En el apogeo de la efervescencia bursátil, había el doble de agentes bursátiles en relación con las empresas participantes. Los precios de las acciones crecieron en más del quince por ciento en tan sólo tres años. Para esa época, se estima que una quinta parte de la población de Taiwan estaba dedicada diariamente a la actividad bursátil, que alcanzó su máximo apogeo en 1989, cuando el valor diario de las transacciones llegó a alcanzar hasta NT$200.000 millones (US$7.690 millones), que equivale al 5% del PNB del país. El índice de los precios de las acciones alcanzó su tope el 12 de febrero de 1990, cuando llegó a los 12.650 puntos. De allí, comenzó a descender en forma vertiginosa. Para octubre del mismo año, había caído a solamente 2.500 puntos.

Esta actividad especulativa se fue degenerando en otras formas más ilícitas de apuestas, como serían las loterías clandestinas y las apuestas en carreras de motos ilegales. En el campo económico, la fantasía del dinero fácilmente obtenido trajo como resultado un desinterés general en los trabajadores por las faenas tradicionales. Consecuentemente, se ha producido una permanente escasez de mano de obra en importantes sectores económicos tales como la construcción y la industria manufacturera.

Sumándose a todo eso, vino una rápida revalorización del dólar taiwanés. A medida que el crecimiento de las exportaciones continuaba desplazando a las importaciones en Taiwan, el superávit comercial de la República de China creció rápidamente, alcanzando US$15.000 millones en 1986. Muy pronto, la oferta de divisas extranjeras excedió la demanda por las mismas, y el resultado fue una sostenida revalorización del dólar taiwanés. De una paridad cambiaria de NT$40:US$1 en 1985, el dólar taiwanés llegó a valer NT$35:US$1 en enero de 1987, y posteriormente NT$26:US$1 en enero de 1989. Desde entonces ha estado fluctuando en este margen de paridad, con una ligera tendencia a revalorizarse más como resultado de la débil posición del dólar estadounidense en el mercado internacional. Para fines de los años ochenta, muchas empresas taiwanesas orientadas a la exportación se vieron en una situación muy crítica. La rápida revalorización del dólar taiwanés debilitó grandemente la competividad de los productos hechos en Taiwan.

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Signos de la era: El desarrollo económico que ha tenido la República de China se traduce en las infraestructuras ultramodernas de sus ciudades.

Para enfrentarse a estos problemas internos, el gobierno de la República de China ha adoptado una serie de medidas y reajustes para restaurar la vitalidad económica del país.

En 1989, el gobierno adoptó una política monetaria más constrictiva para enfriar la fiebre especulativa. Se frenó el crecimiento del circulante, se subieron las tasas de reserva para las instituciones bancarias y se impusieron restricciones a los créditos para los agentes de bienes raíces. El promedio diario de la tasa de crecimiento del M2 en 1993 fue de 15,38%, comparado con el 18,61% del año anterior. Las tasas de crecimiento anual del M1A y M1B bajaron hasta quedar por debajo del 10% y tienen la tendencia de seguir manteniendo esa posición. En términos totales, la tasa de crecimiento del M1B bajó del 15,44% en 1992 a 8,27% en 1993, mientras que el M1A bajó de 8,41% a 6,16% durante el mismo período.

Las financieras, que obtenían considerables ganancias de la bolsa de valores para pagar los altos intereses que ofrecían, se vieron seriamente afectadas con la caída bursátil. Esto y las efectivas medidas del gobierno terminaron empujando las financieras hacia la bancarrota y la mayoría de ellas dejaron de existir. A inicios de 1990 comenzó a caer el precio de los bienes raíces.

La intranquilidad laboral comenzó a disiparse rápidamente a partir de 1990. Existen cuatro principales razones que explican el porqué de este abrupto descenso en las disputas obrero-patronales. Primero, el 98% de las empresas en Taiwan son de pequeña o mediana escala. Por lo tanto, son menos vulnerables a las acciones de los sindicatos que las grande empresas. Segundo, aunque los trabajadores de las grandes empresas están representados por los sindicatos, muchos de ellos se muestran reacios a pagar sus cuotas. Tercero, la movilidad laboral en Taiwan es sumamente alta y los trabajadores insatisfechos pueden trasladarse con facilidad a otras empresas. Cuarto, los salarios en Taiwan son altos comparados con los otros países de la región, excepto Japón. Esto permite una remuneración bastante satisfactoria para los trabajadores.

Como se mencionó anteriormente, el gobierno de la República de China ha adoptado medidas de fuerza para controlar la contaminación ambiental. La mayor parte de las fábricas situadas en las ciudades y áreas suburbanas han sido trasladadas a zonas exclusivamente industriales. En 1987, se creó la Administración de Protección Ambiental (EPA, siglas en inglés) con el propósito de vigilar y controlar la emisión de contaminantes por las fábricas. A fines de 1990 se promulgó el Estatuto para Mejorar la Estructura Industrial, donde se obliga a las empresas manufactureras a comprar e instalar equipos para controlar la contaminación.

En el aspecto integral, el gobierno puso en marcha en 1991 el Plan de Desarrollo Nacional de Seis Años, destinado a elevar el ingreso nacional, crear un mayor potencial de crecimiento económico, equilibrar el desarrollo regional dentro de la isla, y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El enfoque principal del plan es mejorar la infraestructura nacional. Para llevar a cabo el plan, se invertirá un total de NT$8.200 millones (US$320 millones) en el sexenio comprendido entre 1991 y 1996.

Aparte de las medidas arriba mencionadas, también hay que tomar en cuenta ciertos factores cruciales que han ayudado a lograr una tranquila transición en Taiwan durante este período crítico. Estos factores pueden resumirse en la existencia de una sociedad próspera y justa, la ausencia de un serio problema de desempleo, la carencia de deudas, la política de puertas abiertas que ha adoptado el gobierno y la flexibilidad de las pequeñas empresas para enfrentarse a diferentes situaciones.

En 1995, la República de China alcanzará un crecimiento económico proyectado en 7,8% debido al aumento de las exportaciones y la expasión industrial. La actividad económica será más vigorosa en las industrias pesadas y de capital intensivo. Muchas industrias locales muestran un gran potencial de crecimiento en el presente año. En especial, se destacan las de informática, máquinas herramientas, y electrodomésicos.

En resumen, se espera que del buen inicio en el primer trimestre de 1995, Taiwan tendrá una economía más robusta para cuando termine el año. Internamente, Taiwan se enfrentará a la realidad de un mercado mucho más abierto para los productos extranjeros. Esta, junto al aumento del ingreso per cápita, traerá una moderada tasa de inflación para el país. Externamente, las exportaciones seguirán creciendo y se seguirá manteniendo un superávit en su balanza comercial. La experiencia de Taiwan confirma la necesidad de políticas gubernamentales flexibles y un sector industrial dinámico para enfrentarse a los cambios internos y externos. Una óptima secuencia de estrategias cuidadosamente planificadas y ejecutadas ha sido la clave para la tranquila transición entre las diferentes etapas del desarrollo, permitiendo una adecuada respuesta a los cambios en la ventaja comparativa percibida por el país. ■

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