06/05/2024

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DIAMANTE NEGRO DEL BAMBU VERDE

01/11/2009
Chen Wen-chi, director del Departamento de Tecnología de Materiales Ecológicos, del ITRI, es un importante promotor de la industria del carbón de bambú en Taiwan. (Chang Su-ching)

La industria del carbón de bambú superó los tiempos difíciles después del Terremoto 921, y se ha convertido en una historia de éxito.

Una fresca tarde en mayo de este año, cinco turistas visitaron una tienda de artesanías en la Comunidad Sesqui en el Pueblo Wuchi, Distrito de Nantou, en el centro de Taiwan. A cada visitante se les sirvió té verde en dos tazas diferentes. Cuando el té se enfrió unos minutos después, lo tomaron. “Es increíble, pero el té en la taza de color negro tiene un sabor más agradable que el de la taza regular”, expresó sorprendida la visitante Lo Mei-wei. El sabor es más suave y la temperatura tibia. La diferencia de sabor también ocurre con el café y el vino.  ¿Qué tipo de taza mágica es ésta?

Según Liao Zhao-sheng, fundador de la Primera Aldea del Carbón de Bambú en Yuchi. “Las tazas pueden absorber el cloro y los olores del agua, haciendo la bebida más dulce y suave”.

Liao fue una de las primeras víctimas del Terremoto 921 ocurrido el 21 de septiembre en 1999 en el Distrito de Nantou. Cuando la tierra dejó de sacudirse, la casa y la finca de Liao quedaron destruidas. Sin embargo, a pesar de la devastación tras el desastre natural, Liao no se dio por vencido. “Esta crisis fue un punto decisivo para mí”, comenta Liao. “Sin el terremoto no hubiese descubierto el carbón de bambú, ni hubiese empezado una segunda carrera en mi vida”.

Liao cuenta que un amigo que acababa de volver de Japón le mostró por primera vez el carbón de bambú, y le sugirió que creara un negocio dedicado a hacer productos derivados. Como la zona de Yuchi produce una gran cantidad de bambú, adquirir la materia prima no fue un problema. Luego, buscó en Internet los institutos de investigación que podían brindar asistencia. Así logró contactar a Chen Wen-chi, uno de los principales impulsores de la industria del carbón de bambú en Taiwan, y actual director del  Departamento de Tecnología de Eco-materiales, del Centro para Tecnología de Filme Delgado y Nano Polvo, del Instituto de Investigación sobre Tecnología Industrial (ITRI, siglas en inglés). Con el asesoramiento técnico de Chen, Liao decidió incursionar en el negocio.

Hoy, después de años de ensayos y errores, perseverancia y arduo trabajo, la Primera Aldea del Carbón de Bambú se sitúa como una de las compañías más conocidas en la industria. Muchos visitantes que vienen a la fábrica de Liao son de Japón, donde al carbón de bambú se le llama el “diamante negro”. Los visitantes japoneses disfrutan al observar el proceso de hacer carbón de bambú, y a menudo hacen pedidos de los productos. En especial les impresiona la tecnología utilizada para producir las tazas. El alto nivel de interés en las tazas, tanto local como internacionalmente, se ha traducido en excelentes ganancias para la Primera Aldea del Carbón de Bambú, con NT$10 millones (US$300.000) en 2006.

Hierba alta

El bambú se cosecha para hacer carbón cuando tiene de 4 a 5 años. Luego se quemá a 600 grados Celsius o más. El bambú pertenece a la familia de las hierbas, cuando los tallos se cortan, la raíz seguirá echando retoños. La planta también es una fuente sostenible porque crece rápida y fácilmente.

 

(Chen Mei-ling)

El carbón puede hacerse de diferentes tipos de bambú. “En comparación con el carbón de bambú hecho de madera o el bambú que crece en otros lugares, el carbón de bambú de Taiwan es de mayor calidad porque la planta crece en las montañas altas sin el uso de pesticidas”, dice Chen, del ITRI. “Es golpeada por tifones todos los años, por eso su madera y el carbón resultante contienen más microporos. Esto equivale a mayor área de superficie, para que pueda absorber mejor partículas e impurezas que otros tipos de bambú”.

Las afirmaciones sobre los beneficios del carbón de bambú se han diseminado en la industria. El Boletín Informativo sobre Investigaciones Forestales publicado por el Instituto de Investigaciones Forestales de Taiwan, por ejemplo, señala que el carbón de bambú tiene la capacidad de absorber los olores de las viviendas, así como de refrigeradores; es capaz de absorber la humedad de las camas cuando se usa en artículos de lencería; puede absorber los gases tóxicos que están en el aire; y puede eliminar las toxinas del agua.

Estas aseveraciones han sido respaldadas por la investigación realizada por Liu Zheng-yu, profesor en el Departamento de Estudios Forestales en la Universidad Nacional Chung Hsing, en el centro de Taiwan, quien descubrió que después de la carbonización, el material exhibe una estructura única de poros que puede absorber los contaminantes y controlar la humedad. Las propiedades de absorción del carbón de bambú difieren según  la temperatura de la carbonización. Por ejemplo, el carbón de bambú puede absorber amoníaco y el compuesto orgánico trimetilamina cuando se carboniza a 500 grados Celsius; benceno y formaldehído de 900 a 1.000 grados Celsius; y componentes orgánicos, tales como indolita a 1.000 grados Celsius. La investigación realizada por Liu demostró también que cuando el entorno es más húmedo que el carbón de bambú, puede absorber la humedad del aire.

Algunos creen, aunque con menos evidencias, que el carbón de bambú tiene efectos de rayos infrarrojos lejanos, por lo que puede elevar la temperatura corporal y promover la circulación sanguínea; puede elevar el metabolismo, estimulando el crecimiento celular; y es capaz de liberar iones negativos en el aire. La investigación de Liu muestra que bajo ciertas condiciones, el carbón de bambú emitirá iones negativos, pero no concluye sobre el impacto de los iones negativos en la salud. Sin embargo, los entusiastas de este producto no tienen ningún reparo, y con frecuencia dicen que los iones negativos pueden mejorar el humor, aumentar el desempeño físico y esterilizar las bacterias dañinas del aire, y que demasiados iones positivos pueden causar ansiedad, dolor de cabeza y fatiga. Aunque los defensores de los consumidores en Taiwan han advertido que la mayor parte de la evidencia que respalda estas afirmaciones es informal, y se necesita más investigación, una gran parte del público acepta los supuestos beneficios para la salud, dando lugar a “una industria con un valor de más de NT$2.000 millones (US$61 millones) al año en Taiwan”, dice Chen, de ITRI.

Con raíces en Asia

El carbón de bambú tiene una larga historia en el Este asiático, donde el bambú crece en abundancia. La producción de carbón de bambú ha sido documentada ya desde 1486 durante la Dinastía Ming de China (1368-1644), cuando se utilizaba en gran medida como una fuente de combustible. Ha sido también usado en Japón para purificar el agua potable, reducir la humedad, eliminar olores y aliviar ciertos problemas de salud.

 

El bambú se encuentra en abundancia en Taiwan, donde crece rápida y fácilmente sin necesidad de fertilizantes o pesticidas. (Chen Mei-ling)

En Taiwan, se producía y se consumía poco carbón de bambú hasta después del Terremoto 921. Al principio, la industria sólo tenía el objetivo de crear un nuevo mercado para los cultivadores que ya existían y otros agricultores en las áreas del centro de Taiwan afectadas por el temblor. En 2002, el Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés), que se encuentra bajo la competencia del Yuan Ejecutivo, anunció el Proyecto para la Transformación y la Revitalización de la Industria del Bambú, para contribuir con los esfuerzos de reconstrucción tras el terremoto. En 2002, se estableció la primera base para la investigación en la Villa Sanwan en el Distrito de Miaoli, en el norte de Taiwan, con un grupo de investigadores compuesto por los miembros del Buró de Asuntos Forestales, de COA, el Instituto de Investigaciones Forestales de Taiwan y el ITRI, y equipos, tales como hornos. No obstante, la industria ha crecido rápidamente desde sus humildes comienzos, sirviendo de estímulo para los agricultores de bambú en Taiwan. Más importante aún, debido a las contribuciones de los fabricantes de carbón de bambú, los investigadores y el Gobierno, Taiwan es considerado actualmente uno de los líderes internacionales en este campo.

“Originalmente Japón superó a otros países en cuanto a tecnología para fabricar carbón de bambú”, dice Chen, de ITRI. “Por lo tanto, la gente de China continental y Corea del Sur quería invitar a Toba Akemi, quien es conocido en Japón como el maestro del carbón de bambú y considerado un tesoro nacional en el círculo de artesanos, para ayudarles a construir hornos en sus países. Toba no aceptó porque le preocupaba que los competidores se apropiaran del porcentaje que tiene Japón en los mercados internacionales. Pero en el caso de Taiwan, cuando él se dio cuenta que la gente le solicitaba asistencia en el desarrollo de la industria para ganarse la vida tras el sismo 921, finalmente aceptó transferir la tecnología que había desarrollado. Tomando como base sus consejos e investigación científica, se construyó el primer horno en 2002”, explica Chen. “Fue allí cuando la industria local del carbón de bambú vio los primeros rayos de esperanza”.

Fue durante la Expo 2005, una Feria Internacional celebrada en Aichi, Japón, que el carbón de bambú de Taiwan hizo su primer gran debut internacional. “Después que exhibidores taiwaneses mostraron sus productos y  logros en la Expo, que estaba dedicada a la apreciación y protección de la naturaleza, la comunidad internacional comenzó a apreciar los logros de Taiwan en el desarrollo  de estos productos ecológicos”, dice  Chen.

Tecnología sin igual

“Hemos progresado mucho desde 2002”, dice Chen. “Hasta ahora Taiwan ha desarrollado 112 productos diferentes fabricados con carbón de bambú, y realmente no tenemos competencia internacional en cuanto a nuestras tecnologías para hacer artículos, tales como sistemas de desalinización e hilo mezclado con nano fibras de carbón de bambú. Hasta el Maestro Toba, quien pensaba antes que Taiwan iba a ser un desierto para esta industria, admite ahora que se ha convertido en un oasis”.

 

Las compañías de cosméticos han comenzado también a utilizar el carbón de bambú. (Chen Mei-ling)

Según las estadísticas de COA, el número de fabricantes de carbón de bambú en Taiwan aumentó de solamente cuatro en 2003 a 13 en 2005, y a 18 en 2007. De estos, siete fabricantes recibieron la aprobación para llevar el logotipo de Estándares Agrícolas Certificados (CAS, siglas en inglés), un reconocimiento a las buenas prácticas de fabricación. Actualmente, los productos taiwaneses que incorporan carbón de bambú pertenecen a siete categorías: textiles (ropa interior, camisetas, bufandas, medias, forro de chaquetas, sombreros y lencería), materiales de construcción (pintura), alimentos (pasteles, repostería, pan y fideos), productos para la salud (protectores para cintura, rodillas y codos), productos para el medio ambiente (purificadores de aire y agua, y  fertilizantes), instrumentos musicales y dispositivos periféricos (alfombrilla para ratón). Para ayudar en la fabricación de estos productos, la industria ha desarrollado 12 tipos de maquinas industriales que producen y prueban el carbón de bambú.

Durante los últimos siete años, ITRI ha asistido la industria mediante el desarrollo y la transferencia de nuevas tecnologías. La demanda resultante de bambú ha sido una bendición para los agricultores locales. “El precio de un kilogramo de bambú era de NT$5 (US$0,15) en 2003 y aumentó a NT$10 (US$0,33) este año”, dice Chen.

Los fabricantes de productos de carbón de bambú se han beneficiado también del desarrollo de nuevas tecnologías de procesamiento. “El bambú puede procesarse y convertirse en productos de carbón activado que tiene usos tanto en las industrias tradicionales como de alta tecnología”, dice Chen. “El procesamiento eleva el valor de los productos del bambú a NT$500-$1.000 (US$15,25-$30,50) por kilogramo”.

Taiwan Peiho Ltd. es una de las  principales empresas involucradas en el desarrollo de la tecnología para hacer fibra de carbón de bambú. “Comenzamos a desarrollar nano fibras de carbón de bambú hace cinco años, cuando había solamente unas pocas compañías en el campo”, dice Vergel Cheng, presidente de Peiho.

Alrededor del mundo, la industria de textiles ha sido una de las principales beneficiarias de la nano tecnología, al mismo tiempo que ha aumentado el interés en las telas ecológicas. La nano tecnología puede usarse para hacer fibras que son en sí mismas de nano tamaño, o para crear nano revestimientos que pueden aplicarse a fibras naturales o sintéticas de tamaño normal. Asimismo, la nano fibra de carbón de bambú puede fabricarse agregando nano polvo de carbón de bambú durante el proceso para hilar las fibras de tamaño normal, o agregando carbón de bambú a los polímeros sintéticos. Sus aficionados afirman que la tela hecha con nano fibras de carbón de bambú puede absorber olores y humedad, mantener el calor y resistir el moho y los microbios.

“Los usos son muchos y variados”, dice Cheng. “A la gente le encantan nuestros productos, especialmente los fabricados con hilo de carbón de bambú  ‘de doble activación’, que pueden resistir la electricidad estática y las ondas electromagnéticas, junto con otras propiedades. Nuestra ropa deportiva y bolsas de dormir han recibido buena aceptación por parte de la gente que está expuesta a climas fríos como por ejemplo, los alpinistas”. Peiho trabaja estrechamente con ITRI en la investigación y desarrollo de nuevos productos. La línea de camisas, pantalones, ropa interior, chaquetas y bolsas de dormir produjo ingresos de NT$600 millones (US$18,22 millones) en 2008.

Otra compañía que trabaja con ITRI es TenShing Kiln, que produce cerámica hecha con carbón de bambú. Esta empresa fue construida originalmente en 1955, pero quedó destruida durante el Terremoto 921. Tras la reconstrucción, reabrió en 2000 para giras turísticas con el objetivo de mostrar sus hornos, impartir clases de cerámica y hacer exhibiciones de arte. El Yuan Ejecutivo reconoció los esfuerzos de TenShing, calificándola de “modelo de la reconstrucción tras el sismo 921”.

 

Una exhibición de vinagre de carbón de bambú en la Primera Aldea del Carbón de Bambú. El vinagre se extrae cuando se hace el carbón de bambú. Se utiliza como un repelente contra zancudos. (Chang Su-ching)

“La materia prima de nuestra cerámica es una mezcla de arcilla natural con polvo de carbón de bambú de alta calidad”, dice Lin Qing-he, propietario de la tercera generación de TenShing Kiln. “Después de moldear la arcilla, se cuece a 1.220 grados Celsius. Los productos acabados de ‘cerámica con energía’ expiden radiación infrarroja, que activa y purifica el agua, y aumenta la salud celular”. Las botellas y envases “energéticos” fabricados por TenShing Kiln, enriquecen la bebida y ayudan a elevar la renovación celular.

A pesar de su popularidad, Taiwan enfrenta algunos retos. “En primer lugar, en comparación con otros países, el costo de producción es alto en Taiwan”, dice Yen Jen-teh, director general del Buró de Asuntos Forestales. “Por eso algunas compañías comprar el bambú en China continental, donde es más barato, aunque su calidad no está garantizada. Sin embargo, los productos hechos con bambú de Taiwan reciben un impulso de la tecnología, la promoción de la certificación CAS y las alianzas industriales estratégicas para crear productos distintivos”.

Mejora de la infraestructura

Yen cree que Taiwan necesita mejorar la infraestructura de la industria del carbón de bambú. Faltan instalaciones para producir y probar los productos, así como para acortar el tiempo de producción y elevar el nivel de la industria en general.

La investigación y desarrollo es también necesaria. Hasta ahora todos los productos de carbón de bambú son de color negro. Según Yen, hay que encontrar la manera de agregar color y otros elementos de diseño para hacer más versátil el producto.  Más profesionales en el campo deberían incorporarse a la industria, así como más coordinación entre las agencias gubernamentales e institutos de investigación para mejorar la escala de producción y promover la competitividad.

Aunque hay muchos retos que superar, los empresarios tienen confianza en que pueden salir hacia delante. Como dice Liao, de la Primera Aldea del Carbón de Bambú, “nuestra industria nació después del desastre provocado por el Terremoto 921. Ahora aprecio los momentos cuando estoy cociendo el bambú, porque cada pieza de carbón de bambú me recuerda la nueva oportunidad que me ha dado la vida”.

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