29/04/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Economía a fondo

01/03/1990
"El Instituto de Investigación Económica de Taiwan, (TIER, siglas en inglés) y la Institución Chung-Hua de Investigación Económica han jugado papeles muy importantes para ayudar a promover la calidad de la política económica de la República de China en Taiwan," dice Wang Chien-shien, (王建煊) viceministro administrativo de Economía. Ambas instituciones han servido en los asuntos consultivos del Gobierno durante más de una década, y han establecido una fuerte reputación en la creación de estudios útiles y oportunos para los legisladores. Aunque sus misiones coinciden parcialmente, el siguiente artículo por el redactor Chen Yi-ming indica que los institutos TIER y Chung-Hua se han transformado en instituciones muy diferentes; cada una con un estilo propio. El Instituto de Investigación Econó­mica de Taiwan fue establecido en sep­tiembre de 1976 bajo el patrocinio de la Fundación de Investigación Económica de Taiwan, presidida por el Dr. Koo Chen-fu (辜振甫), presidente de ambas, la Corporación de Cemento Taiwan y la Asociación Nacional de Industria y Co­mercio de China. La formación de TIER fue impulsada en parte por la crisis ener­gética provocada por el repentino incre­mento de los precios del petróleo a nivel mundial. La fundación, un organismo corporativo privado y no lucrativo, fue originalmente fundada por el Dr. Koo, y recibió la mayor parte de su apoyo de la Corporación de Cemento Taiwan y de la Corporación de Crédito e Inversiones de China. El TIER fue diseñado para satisfacer las necesidades de información econó­mica actualizada de las empresas locales, las instituciones académicas, y del Go­bierno. "El instituto imitó el modelo ja­ponés de combinar los recursos del Go­bierno, las empresas y academias con el fin de encontrar las respuestas a los pro­blemas económicos de la nación," dice el Dr. Liu Tay-ying (劉泰英), director del TIER. En 1985, cuando el Ministerio de Economía propuso el establecimiento del Consejo Consultor para el Desarrollo Industrial (IDAC, siglas en inglés) con el fin de ayudar a reestructurar el sector industrial de Taiwan, el TIER se convir­tió, por contrato, en un instituto de in­vestigación del Gobierno y se le delegó todo el trabajo de investigación del nuevo consejo. A partir de este avance, el instituto estudió los asuntos pragmáticos de la economía internacional y local, con un énfasis especial en la economía indus­trial. "Eso no significa que no podamos realizar investigaciones en economía ge­neral y en asuntos teóricos," dice Liu, "pero deseamos adherirnos a lo fundamental e intentar ayudar a las industrias locales a resolver dificultades inmediatas. Además, existen otras instituciones que se encargan de asuntos más comprensivos. " El instituto rápidamente expandió sus operaciones para satisfacer los requi­sitos de varios sectores económicos en Taiwan, y ya había establecido una ca­rrera sólida en el momento cuando se le confió la tarea de investigaciones para el IDAC. Con el fin de lograr una mayor comprensión de las tendencias interna­cionales en la economía industrial, el ins­tituto estableció oficinas sucursales en Tokio en 1985, y en París en 1988. Más de 200 personas trabajan para el TIER, la mitad de ellas son investiga­dores. A diferencia de la Institución Chung-Hua de Investigaciones Econó­micas, los investigadores del instituto no están completamente dirigidos por el presidente de dicho establecimiento. Al contrario, las tareas son administradas por los directores de sus siete divisiones de investigación. El TIER ha adoptado un sistema de responsabilidad difuso, el cual permite a las divisiones de investiga­ción trabajar como unidades indepen­dientes. Cada unidad comparte las ga­nancias de su trabajo con el instituto. "Al principio, cada uno estaba en contra de este arreglo," dice Liu. "Pero ahora la gente puede ver que tiene re­compensas financieras. Ahorra costos -y el año pasado los investigadores de cada división recibieron un bono de dos meses. El sistema los estimula a utilizar al máximo los puntos fuertes de cada uno." Liu es rápido al indicar que este sen­timiento de competencia es primaria­mente interno. El TIER no está inten­tando quitarle el trabajo a otras "agrupa­ciones de cerebros" (think-tanks) locales. "Nuestros compañeros investiga­dores vienen esencialmente de las universidades locales," explica Liu. "Inten­tamos no atraer a los investigadores de Chung-Hua, pero tratamos de cooperar porque todos nos conocemos muy bien y somos buenos amigos." Esta relación de trabajo se facilita aún más porque el Dr. Tsiang Sho-chieh (蔣碩傑), presidente de Chung-Hua, fue anteriormente direc­tor del TIER. Además, el vicepresidente de Chung-Hua, el Dr. Yu Tzong-shian fue condiscípulo del director Liu del TIER. El trabajo de investigación del TIER está dividido en dos tipos: aquellos que fluyen de los intereses específicos de cada investigador, y aquellos que surgen en respuesta a peticiones externas. Todos tratan sobre varios temas prác­ticos. Por ejemplo: "Un estudio sobre la viabilidad de fortalecer el seguro de las cosechas en Taiwan," "Un modelo de entrada y salida para la proyección de las futuras demandas de acero en Taiwan," "Sobre los problemas de la liberalización de las importaciones de manzanas en Taiwan," y "Establecimiento y desa­rrollo del Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico". La lista de las pu­blicaciones del instituto es larguísima e invariablemente ilustra la altamente práctica naturaleza de la investigaciones que ha llevado a cabo. En muchos as­pectos, los informes constituyen lo que uno esperaría de una gran empresa con­sultora de los Estados Unidos. Y al igual que una firma consultora, la existencia del TIER depende de las cuotas que colecta de sus clientes. "A gran diferencia de Chung-Hua," dice Liu, "dependemos completamente del ingreso de nuestros proyectos de investi­gación." El ingreso anual del TIER excede un poco los US$6 millones, vi­niendo casi todo de los pagos de las tareas de investigación. Al igual que Chung-Hua, el TIER ha descubierto que el sector privado se niega a invertir en las investigaciones. "Casi desde el principio," dice Liu, "la mayor parte de las peticiones para los es­tudios provienen del Gobierno." Al­gunos investigadores se quejan de que el sector privado durante mucho tiempo ha disfrutado gratuitamente de las "agrupa­ciones de cerebros" locales. "Por ejemplo, los inversionistas del mercado bursátil nos culparán de un descenso en el mismo," dice Liu, "pero no nos donan ni un centavo mientras están ha­ciendo una fortuna gracias al mercado." No obstante, Liu dice que el TIER todavía está cultivando activamente el sector privado. Ha organizado un club que presta servicios de consulta a los em­presarios del sector privado, y pasa las es­tadísticas y otras formas de información económica a los miembros. Hay más de quinientos miembros en el club, el cual ofrece calidad de miembro a compañías enteras en vez de a los individuos mismos. Liu mismo preside una reunión anual para informar sobre las tendencias económicas. El club ofrece al TIER un gran potencial económico a largo plazo, especialmente si el sector privado desa­rrolla una idea más clara de los beneficios que la investigación informada puede su­ministrar a sus propios proyectos empresariales. "Nosotros nos establecimos inicial­mente como un cuerpo consultor para el gobierno," dice el Presidente de la Insti­tución Chung-Hua de Investigación Eco­nómica. El Gobierno se vió obligado a establecer un instituto independiente de investigación económica después del rompimiento de las relaciones diplomá­ticas oficiales entre la República de China y Estados Unidos en enero de 1979. El instituto fue diseñado con el ob­jetivo de fomentar la estabilidad y el cre­cimiento de la economía de la República de China en vista de la nueva e incierta relación con un viejo y leal amigo. Des­pués de diez y siete meses de planifica­ción, Chung-Hua se estableció en julio de 1981 como una institución de investi­gación autónoma y no lucrativa. Además del rompimiento de las rela­ciones diplomáticas, la economía en rees­tructuración de Taiwan también indicaba que el Gobierno necesitaba fortalecer el apoyo intelectual para las decisiones de su política económica. Lo empresarios industriales de Taiwan urgentemente ne­cesitaban expertos para hacer frente a los retos del los cambiantes patrones del co­mercio internacional, y el espectro del proteccionismo amenazaba dejar a la Re­pública de China en un remanso de desa­rrollo económico. Además, la introducción de productos de labor intensivo a bajo costo de parte de China continental fue una amenaza directa a una de las áreas fundamentales de producto de ex­portación de Taiwan. En respuesta a estos reto , el Yuan Ejecutivo dio instrucciones al Consejo de Planificación y Desarrollo Económico para que preparara planes para el estable­cimiento de una organización de investi­gación económica. La institución, inicial­mente denominada Instituto de Ultra­mar, enfocaba en los asuntos econó­micos de China continental. Pero el nombre pronto fue cambiado al de Insti­tución Chung-Hua de Investigación Eco­nómica, y su gama de trabajo fue am­pliada para que incluyera el estudio de los asuntos económicos nacionales así como internacionales. "Las reformas económicas en China continental estimularon al Gobierno a promover las investigaciones sobre la economía del continente, pero después se hizo evidente que los cambios en la economía internacional eran aún mucho más importantes," explica Tsiang. Los fondos aumentaron en propor­ción con las creciente responsabilidades de Chung-Hua, duplicándose de un pre­supuesto de US$15 millones a US$38.5 millones, de los cuales aproximadamente. US$35 millones procedían del Gobierno de la República de China y del Fondo Sino-americano para el Desarrollo Social y Económico. El resto fue donado por empresas privadas. El intento de establecer Chung-Hua al principio causó una serie de acalorados debates en el Yuan Legislativo. Los legis­ladores estaban preocupados acerca de si era apropiado o no para el Gobierno fundar una institución corporativa que actuaría independientemente del control del Gobierno. Los oficiales del Yuan Eje­cutivo arguyeron a favor de la idea, di­ciendo que la institución, como una cor­poración separada, evitaría muchas de las restricciones burocráticas inherentes a las agencias gubernamentales. Por lo tanto, el Gobierno tendría la capacidad de derivar respuestas más oportunas de parte de los investigadores, y la institu­ción misma estaría asimismo en una mejor postura para reclutar a personas ca­pacitadas de la comunidad académica. Desde el principio, a Chung-Hua. al igual que el TIER, se le asignó la tarea de llevar estudios macroeconómicos y otros tipos de trabajos teóricos. "Una de las principales diferencias entre Chung-Hua y el TIER es que nosotros estudiamos asuntos de economía en general, mientras que ellos enfocan en asuntos sobre economía local," dice Tsiang. El Primer Instituto de Chung-Hua enfoca sus estudios en la Economía en China continental, el Segundo Instituto sobre Economía Internacional. Chung-Hua posee más de cien per­sonas que trabajan tiempo completo. De estas, más de 80 son investigadores, divi­didos entre investigadores veteranos, asociados y asistentes. Los 50 intelec­tuales a nivel de investigadores asociados tienen títulos de doctorado mientras que el resto tiene títulos de maestría. Muchos de éstos están haciendo sus doc­torados. La institución es muy cuidadosa al cultivar más sus propios talentos. "Con el fin de ayudar a los intelectuales a profundizar y actualizar sus conoci­mientos sobre economía, a los colegas investigadores que sólo poseen títulos de maestría se les ofrecen una gran variedad de oportunidades para realizar estudios avanzados," dice Tsiang. Chung-Hua trae muchos de los miembros de su personal de fuentes en ultramar. "Cada año publicamos anun­cios en revistas académicas extranjeras urgiendo a los intelctuales chinos que se encuentran en el extranjero a que consi­deren retornar a Taiwan y conduzcan sus investigaciones aquí," dice Tsiang. "Evi­tamos reclutar profesores que todavía están trabajando en las universidades nacionales debido a que ello sería injusto y no ayudaría a mejorar la comunidad in­vestigadora de Taiwan." Los investigadores en los tres institutos de la Chung-Hua poseen conside­rable libertad de elegir el trabajo de in­vestigación de su propio interés a menos de que sean alineados con un proyecto específico que haya sido aceptado de una agencia gubernamental. Por lo general, todos están de acuerdo en que el Primer Instituto, el cual estudia la economía en China continental y u impacto en Taiwan, es el que ha disfrutado el papel más importante en la institución desde que ésta fue fundada. "Chung-Hua fue inicialmente establecida para estudiar los asuntos económicos del continente," dice el Dr. Lee Hua-Hsia (李華夏), vicedirector del Primer Instituto, "así que su énfasis en nuestra investigación no es sorprendente. " No obstante, la importancia está tras­ladándose gradualmente al Tercer Insti­tuto, el cual analiza la economía de Taiwan. "Aunque el Gobierno da gran valor a nuestro estudio sobre los asuntos económicos en China continental, el tra­bajo de investigación sobre las condiciones económicas en el continente es en la actualidad relativamente limitado," dice Lee. El cambio del énfasis se debe también al mayor número de proyectos gubernamentales concernientes a los asuntos económico locales que ahora se le dan a Chung-Hua. Los investigadores de la institución ahora están más inclinados a trabajar en tópicos locales debido a que las investiga­ciones que se realizado sobre los asuntos económicos del Continente han sido cla­sificados o han sido estudios de circula­ción limitada. Dado a las restricciones de estas publicaciones, muchos de los inte­lectuales más jóvenes se mostraban rea­cios a comprometer sus carreras a mante­ner un tan bajo perfil académico. Aunque la restricciones anteriores sobre las publicaciones concernientes a China continental han sido considerable­mente relajadas, los intelectuales aún se sienten más inclinados a enfocar sus es­fuerzos en el desarrollo económico de Taiwan, especialmente debido a que el denominado "milagro económico de Taiwan" está avanzando rápidamente hacia fases todavía más complejas. Aunque el Tercer Instituto está mucho más ocupado que antes, sus co­legas investigadores están haciendo frente a una serie de dificultades. Una de las más molestas es la tendencia del Go­bierno a restringir la circulación de los resultados de las investigaciones. "El Gobierno considera una y otra vez que los estudios de investigación son un se­creto, especialmente cuando no está sa­tisfecho con ellos," dice Hsueh Li-min. "Parece como si el Gobierno aún no se ha percatado de que las políticas deben discutirse abiertamente antes de que se hagan decisiones." Para circumvenir estas dificultades, Chung-Hua ha expandido sus servicios a la comunidad intelectual patrocinando varios foros y conferencias. También ha incrementado el número de sus publica­ciones abiertas. "Con la excepción del trabajo de investigación hecho para el Gobierno, todos los resultados de las in­vestigaciones están abiertos al público," dice Tsiang. "Pero aún somos terrible­mente malinterpretados -demasiadas personas creen que servimos exclusivamente al Gobierno." Tsiang se queja de que el sector pri­vado aún no ha cultivado el hábito de pedir que las instituciones privadas reali­zen investigaciones, pero cuando lo haga, Chung-Hua estará dispuesta a satisfacer sus necesidades realizando análisis económicos a fondo. "Servir al Gobierno es servir a la so­ciedad de una manera indirecta," dice Liu Tai-ying del TIER. Pero a veces transcurre mucho tiempo antes de que el trabajo dé frutos. Ambos, el TIER y la Chung-Hua poseen frustraciones simi­lares cuando tienen que tratar con el Gobierno: se desperdicia mucho tiempo entre la producción de un estudio y la re­alización de sus recomendaciones. "Hace mucho tiempo, advocamos la internacionalización y liberalización eco­nómicas," dice Tsiang de Chung-Hua. "Pero hasta sólo hace poco el Gobierno ha tomado las medidas necesarias. Desde un punto de vista a largo plazo, el Gobierno finalmente está poniéndose al alcance de nuestras recomendaciones." Lo mismo es frecuentemente cierto acerca del trabajo realizado por el TIER. "Hemos suministrado información y re­sultados de las investigaciones al Go­bierno a través de varios canales, y apro­ximadamente el 80% de nuestras reco­mendaciones son aceptadas," dice Liu. "Pero se necesita mucho tiempo antes de que nuestras recomendaciones se lleven a cabo. Sugirimos muchas de las recientes políticas gubernamentales desde hace mucho tiempo." Un buen ejemplo de una de las reco­mendaciones del instituto que ha mar­chado bastante bien fue la sugerencia del TIER de que se cultivararan gambas en Taiwan para venderlas a Japón como alivio al decline de las exportaciones de productos agrícolas. En la actualidad, Taiwan es conocido como el "reino del cultivo de camarones." Incluso cuando las políticas son final­mente adoptadas, con frecuencia es difí­cil para el TIER o la Chung-Hua identifi­car las partes específicas que tienen raíces en sus propias recomendaciones. Pero esto es un hecho común de la vida en la interacción entre las "agrupaciones de cerebros" y los gobiernos. El lado po­sitivo de todo el cuadro es que las reco­mendaciones son realmente útiles y fre­cuentemente adoptadas. Y como lo ad­miten los investigadores de las "agrupa­ciones de cerebros", es el atractivo de jugar un papel en la toma de decisiones lo que hace que los esfuerzos realmente valgan la pena. □

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